Un banquete global
"Entonces Jesús ordenó que todos se sentaran en grupos sobre el pasto verde. La gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Luego Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió los panes, y los dio a los discípulos para que los repartieran entre toda la gente; lo mismo hizo con los dos pescados. Todos comieron hasta quedar satisfechos. Luego los discípulos llenaron doce canastas con los pedazos de pan y de pescado que habían sobrado.", Mc 6:39-43Debemos estar preparados para obedecer antes que pedir ser bendecidos. Dios desea un banquete comunitario global. Desea que todas las etnias sean alcanzadas con todo el evangelio. La mesa o banquete tiene dos lados: el de arriba y el de abajo. A veces la misión la queremos hacer desde arriba, donde hay abundancia y si no hay abundancia nos inclinamos por no hacer nada. Jesús en este caso nos invita a sentarnos en el pasto, en un lugar de igualdad, sin diferencias para compartir todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos. ¿Qué hizo Jesús con lo que tenía? Dio gracias. Lo significativo era la gratitud por lo que tenía y la confianza de lo que vendría. Con el agradecimiento comienza el milagro. Esta señal muestra la suficiencia de Jesús en medio de la deficiencia. Lo insuficiente pero consagrado pudo satisfacer la necesidad de la multitud.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox