Los insatisfechos
"Jesús les dijo: —Denles ustedes de comer.", Mc 6:37El pasaje que se describe surge como resultado de un reporte misionero luego de una comisión específica que Jesús da a sus discípulos, Mr. 6:7-13. Les dio poder y autoridad para curar enfermedades y expulsar a todos los demonios. Sabiendo que la tarea de anunciar el Reino de Dios es una tarea integral, les dota de poder para sanar enfermedades y expulsar demonios, Lc. 9:1-2. También les instruye para que no se preocupen por la comida, por la ropa o por el lugar para dormir. En el proceso de preparación para el servicio que tenían por delante era necesario que esto quedara claramente en la mente de ellos. "Jesús les dijo: Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco”. Seguramente estarían animados con esta invitación y habrán sentido que merecían un tiempo de descanso y a solas con el Señor. Lo que ellos no tenían en sus planes era que una multitud llegan a ese mismo lugar con el deseo de ver al maestro, de escuchar sus enseñanzas, de ser sanados y liberados de sus congojas. En lugar de rechazarlos, Jesús les da la bienvenida, Lc. 9:11. “Cuando ya se hizo tarde, se le acercaron los discípulos y le dijeron: Este es un lugar apartado y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer”. Jesus les responde: “Denles ustedes mismos de comer”. “Denles de comer” significa que debemos ser solidarios ante las necesidades no satisfechas de otros y se espera que cada uno pueda contribuir a solventar esas necesidades. Implica estar disponibles, acercarnos a la gente y crear un puente para que conozcan a Jesús. Denles de comer es ocuparnos de lo que es importante para Dios, porque Dios se ocupara de lo que es importante para nosotros.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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