lunes, 8 de julio de 2024

Una fe sencilla

 El poder de los milagros

"Pero él respondió: —El hombre que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y anda”. —¿Quién te dijo semejante cosa? —le exigieron", Jn 5:11-12

Los que tratan de observar cuidadosamente la ley y su práctica se les puede pasar u olvidar el poder de los milagros. Son personas que exigen que todo esté en regla y esta es su obsesión. Cuando el primer puesto lo ocupa "el funcionamiento y el reglamento", no hay lugar para la alabanza: "¡La ley no te permite cargar esa camilla!". El que estaba invalido no se había planteado este tema y no había pensado en esto. En su ánimo sólo había lugar para la alegría y no para este tipo de preocupaciones. Hay gente que parece disfrutar cuando consigue complicar una fe sencilla, siembra temores. inquietudes y dudas. No pongamos obstáculos al camino de la libertad. La paz y serenidad de todos aquellos que disfrutan de la gracia de Dios no debe ser despreciada y mal vista, sino admirada para que Dios sea reconocido y adorado, el mal derrotado y la gente bendecida. "Y el que estaba sentado en el trono dijo: «¡Miren, hago nuevas todas las cosas!». Entonces me dijo: «Escribe esto, porque lo que te digo es verdadero y digno de confianza», Ap 21:5

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

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