jueves, 20 de abril de 2023

Situaciones de dolor

 Un camino de obediencia

“Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar que, de ser posible, no tuviera él que pasar por aquella hora. Decía: «Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú», Mc 14:32-36

El escritor del libro de Hebreos nos dice “Y como Cristo siempre fue obediente, Dios contestó su oración. Aunque él era Hijo de Dios, por medio del sufrimiento aprendió lo que significa obedecer siempre a Dios.  Así, una vez que Cristo hizo todo lo que Dios le mandó, se convirtió en el salvador que da vida eterna a todos los que lo obedecen”, Heb 5:7-9. En el seguimiento de Jesús algunas veces pasamos por situaciones de dolor. El dolor es inevitable, a su vez nos transforma, aprendemos, nos puede hacer más fuertes y es ahí donde también podemos encontrar un camino de salvación. El apóstol Pablo lo expresó de esta manera ”Servimos a Dios, ya sea que la gente nos honre o nos desprecie, sea que nos calumnie o nos elogie. Somos sinceros, pero nos llaman impostores. Nos ignoran aun cuando somos bien conocidos. Vivimos al borde de la muerte, pero aún seguimos con vida. Nos han golpeado, pero no matado. Hay dolor en nuestro corazón, pero siempre tenemos alegría. Somos pobres, pero damos riquezas espirituales a otros. No poseemos nada, y sin embargo, lo tenemos todo”, 2 Co 6:8-10. En medio de cualquier dolor podemos recordar las palabras del salmista “El Señor oye a los suyos cuando claman a él por ayuda; los rescata de todas sus dificultades. El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado", Sal 34:17-18. "Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda", Ro 8: 26-28. "En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total”, Ro 8:37

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 19 de abril de 2023

Cercano a nosotros

Temor, tristeza y angustia

”Fueron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús les dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí mientras yo oro». Se llevó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a sentir temor y tristeza. «Es tal la angustia que me invade que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y vigilen», Mc 14:32-36

Nos encontramos con Jesús antes de la cruz y lo que ha sentido. Jesús llora y se estremece ante la perspectiva de la muerte. Siente angustia, ruega, derrama lágrimas y suplica al que lo puede librar de esa prueba espantosa.  ”Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios, y con lágrimas le rogó que lo librara de la muerte,…”, Heb 5:7-9. Jesús no afronta la prueba decisiva como un héroe inconmovible e imperturbable. Es un hijo obediente, pero rechaza el rol de héroe. El héroe se coloca a una distancia inalcanzable. Jesús se manifiesta como cercano a todos nosotros. Es uno que siente nuestros mismos temores y que pasa por nuestros mismos miedos. Jesús se presenta débil, frágil, tembloroso, indefenso, perdido. Jesús no llevará la cruz con la pretensión de que no pasa nada y antes de morir, se romperá el aire con su grito. Nos gustaría encontrar respuestas, pero en sus labios solamente encontramos una pregunta ¿Por qué me has abandonado? Jesucristo expresa nuestra propia voz de desesperación, nuestras protestas, nuestras rebeliones, tormentos y dudas. El Salvador nos presta su voz y sus lágrimas cuando nuestra garganta ya está seca y nuestros ojos gastados por el llanto. En Jesucristo nuestro clamor se convierte en oración, nuestra soledad encuentra una amistad y las sombras se convierten en luz por sus promesas. ”Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos. Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”, Heb 4:14-16

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

martes, 18 de abril de 2023

Tomen mi pan

 El camino y una mesa abierta  

”Mientras comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a ellos, diciéndoles: —Tomen; esto es mi cuerpo. Después tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos, y todos bebieron de ella.  —Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos —les dijo—. Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios”, Mc 14:22-25

El camino es la imagen que define mejor la condición humana. Nos habla de precariedad, fatiga, esperanza, peligros, luz, extravíos, imprevistos. Es aquí donde podemos encontrarnos con aquel que dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, “—Yo soy el pan que da vida. El que confía en mí nunca más volverá a tener hambre; el que cree en mí, nunca más volverá a tener sed.”, Jn 6:35. “Tomen mi pan, este es mi cuerpo”, “tomen de la copa, esta es mi sangre”. Cuando hacemos memoria del Señor compartimos la alegría de estar juntos. La fe no es un asunto privado, sino un hecho público. El pueblo de Dios es un pueblo que camina, está en marcha, viaja, comparte el pan y la copa. La mesa del pan y del vino es un lugar de celebración donde juntos buscamos a Dios y nos dejamos alcanzar por él. Es una mesa que nos llama a la unidad y fraternidad en la relación unos con otros. La santa cena es una cita, memoria y anuncio, un encuentro con los suyos y a su vez constituye un adiós. ”Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva”,1 Co 11:26. Este anuncio tiene que ver con todos los pueblos y todas las etnias. ¿Están todos servidos? El pueblo de Dios celebra este acontecimiento que pertenece al pasado, lo comparte en el presente y garantiza el futuro en la esperanza del Reino de Dios. “Les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.” La única respuesta a la sangre derramada por el Señor es vivir un amor sin medida.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 17 de abril de 2023

Buscar lo que se puede perder

Una cena complicada

”Al anochecer, Jesús y los doce discípulos fueron al salón. Mientras cenaban, Jesús dijo: —El que va a entregarme a mis enemigos, está aquí cenando conmigo. Los discípulos se pusieron muy tristes, y cada uno le dijo: —No estarás acusándome a mí, ¿verdad? Jesús respondió: —Es uno de ustedes, y ahora mismo está mojando su pan en el mismo plato que yo”, Mc 14:17-21

Cuando Jesús nos confronta y examina nuestro caminar nos podemos encontrar con una palabra que nos perturba, “—El que va a entregarme a mis enemigos, está aquí cenando conmigo”. Nuestra reacción podría ser como la de ellos "—No estarás acusándome a mí, ¿verdad?”. Cuando los discípulos se pusieron muy tristes quizás se estaban mirando a sí mismos ante sus opciones oscuras y con sus pecados no confesados. Es el momento donde todo sale a la luz y en esta cena no falta nada, orgullo, impureza, incredulidad, desconfianza, lucha por el poder, traición. Recordamos las palabras de Jesús cuando le dice a sus discípulos "amigos, ...”, Jn 15:15. En medio de cualquier circunstancia Jesús se atreve a llamarme “amigo”. Espera de nosotros algo diferente y un nuevo comienzo. Cuando esto no ocurre se le abre la puerta al adversario. “Cuando Judas comió el pan, Satanás entró en él”, Jn 13:27. El demonio tiene vía libre cuando el amor se convierte en desertor. “Así que Judas se fue enseguida y se internó en la noche.”, Jn 13:30. Cada uno se quedó en su sitio y no se movieron para ir a buscar a Judas. ¿No se habrán dado cuenta? ¿Estaría cada uno pensando en sus propias traiciones? ¿No les interesó la salida de Judas? Parece que esta comida llena de amor se convirtió en una cena de indiferencia de la iglesia naciente. Él sigue esperando que alguno de los “suyos” se levante y salga fuera a buscar al que se puede perder. “Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación. Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros”, Ga 6:1-3

Carlos Scott

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domingo, 16 de abril de 2023

Sentido activo

 Una actitud anticipada

”Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para la sepultura”, Mc 14:8

Hay cosas que pueden hacerse anticipadamente. Ciertas ocasiones son irrepetibles y hay que aprovecharlas. Cuando las mujeres fueron al sepulcro llegaron en el momento justo, pero era demasiado tarde para derramar un perfume sobre el cuerpo de Jesús. Otra mujer lo supo hacer cuando todavía estaba vivo. El seguidor de Jesús es llamado a comenzar procesos, mantenerlos, ser fiel, tenaz y preparar anticipadamente el porvenir. “¡Voy a despertarme! ¡Despertaré al arpa y a la lira! ¡Despertaré al nuevo día!”, Sal 57:8. Dios nos anima a vivir en un sentido activo y esta mujer ha realizado una acción anticipada que sin entenderlo todo, formaba parte de la obra completa que haría el Señor para darnos salvación. Hoy también hay cosas que podemos hacer anticipadamente para nuestra familia, para las personas que más amamos, para nuestro prójimo y en especial preparando el camino del Señor para que otros puedan gozar y experimentar la salvación que viene de Dios. Seguir el ejemplo de esta mujer implica estar en la línea del amor. Será recordada por su amor y lo nuestro es no olvidar que hemos sido llamados para entregar el aroma del mejor perfume. “Anunciar la buena noticia es como ir dejando por todas partes el suave aroma de un perfume. Y nosotros somos ese suave aroma que Cristo ofrece a Dios. Somos como un perfume que da vida a los que creen en Cristo.”, 2 Co 2:14-16. Cada vez que realizamos una acción como respuesta al amor de Jesucristo, nos convertimos en un fragmento de su evangelio. Preparemos a un pueblo bien dispuesto para recibir y seguir al Señor.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 15 de abril de 2023

Mujeres Anónimas

Mujeres de valor

"Les aseguro que esto que ella hizo, se recordará en todos los lugares donde se anuncien las buenas noticias de Dios», Mc 14:9

El episodio en el cual una mujer derrama un perfume muy caro sobre la cabeza de Jesús representa a todas las mujeres anónimas que son valientes y anuncian el evangelio. Mientras que los discípulos están a punto de abandonar al Señor, son las mujeres las que dan continuidad al testimonio. Van surgiendo diferentes mujeres que son testigos de la muerte, de la sepultura y finalmente del sepulcro vacío y de todas ellas no se dice mucho. Son testigos bajo el distintivo del silencio. Son ellas las que aseguran el vínculo entre la muerte y la resurrección. Las que han tenido valor son las mujeres y nos marcan el camino a seguir. Fueron fuertes ante la debilidad y fieles ante el abandono de los demás. Son las que sostenían económicamente el servicio del Señor (Lc 8:1-3), ellas mantenían su esperanza y vivían con amor. Cuando se trata de Jesús no es suficiente una entrega parcial, cuentas exactas y calculadoras. Se espera una entrega sin retorno, absoluta y exclusiva. En todo caso el exceso puede representar la medida justa. Estas mujeres hicieron todo lo que podían hacer y Jesús nos enseña a vivir una entrega total.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox 


viernes, 14 de abril de 2023

Un amor absoluto

 El exceso

”Esta mujer hizo lo único que podía hacer: derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro”, Mc 14:8

Lo que tenía que hacer, ella lo ha realizado. Jesús resalta la importancia de la gracia, del don, de la aptitud. Nos encontramos ante la grandeza y la belleza del Señor que se traduce en una entrega total. Esta mujer rompió el recipiente y el exceso no solo es el perfume derramado, sino también el frasco roto, que de esta manera ya no podrá ser utilizado por otro. A Jesús suele gustarle una entrega absoluta y exclusiva. El exceso de esta entrega puede representar la medida justa. Este ir más allá por Jesucristo no hace referencia al mantenimiento de una institución o sistema. Este exceso es superar los límites a favor de los pobres, porque los pobres y Jesús van en la misma dirección. Jesucristo se identifica con ellos. Un amor absoluto al Señor se traduce, necesariamente, en atención al prójimo. Los pobres que nunca faltaran, tienen todas las de ganar con la locura de los que aceptan entregar la propia vida. Jesús espera nuestro exceso de amor, de servicio, de fe, esperanza y de toda pasión que haga de la vida una fiesta y celebración a favor de las necesidades menos alcanzadas de los no alcanzados.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 13 de abril de 2023

Enfoque

 “A los pobres siempre los tendrán con ustedes, …”

“Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, y podrán ayudarla cuando lo deseen. Pero muy pronto ya no estaré con ustedes”, Mc 14:7

¿Qué es lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos estas palabras? ¿En qué contexto o situación particular se suelen usar? ¿Qué entendemos hoy en día sobre el dicho de Jesús y cómo aplicamos la expresión “A los pobres siempre los tendrán con ustedes? Jesús hace referencia a la escritura. Los oyentes podrían recordar Dt 15:10-11: “No seas mezquino sino generoso y así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas. Gente pobre en esta tierra siempre la habrá, por eso te ordeno que seas generoso con tus hermanos hebreos y con los pobres y necesitados de tu tierra”. Los rabinos solían decir: “Dios permite que los pobres estén siempre con nosotros, para que nunca falten oportunidades de hacer el bien.” Cuando Jesús cita a los pobres no es para dejarlos de lado ante alguna otra necesidad o proyecto. Es para servirles y atenderles. Las palabras de Jesús no son para omitir a los pobres. La justicia, la verdad y la misericordia deben estar al servicio de los más olvidados y no alcanzados con “todo el evangelio”. Jesús aclara que ese derroche que se está haciendo es un evento que señala el carácter único de ese momento. Expresa “a mí no me van a tener siempre…Ungió mi cuerpo de antemano preparándolo para la sepultura”. Romper el frasco y derramarlo sobre Jesús implica identificarnos con los pobres. Jesús dice: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me dieron alojamiento, necesité ropa, y me vistieron, estuve enfermo, y me atendieron, estuve en la cárcel y me visitaron… Señor ¿Cuándo te vimos así?... Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun el más pequeño, lo hicieron por mí.” Mt 25:31-40. Jesús nos invita a que le amemos prácticamente enfocándonos en las necesidades no alcanzadas de los menos alcanzados con todo el evangelio. Cuando hacemos todo lo que podemos a favor de la gente más olvidada lo estamos haciendo por Jesús y hacia Él mismo.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 12 de abril de 2023

Una Buena Noticia

 Ver más allá

"Algunos de los que estaban allí se enojaron y dijeron: «¡Qué desperdicio tan grande! Ese perfume se hubiera podido vender por trescientas monedas de plata, y con el dinero podríamos haber ayudado a muchos pobres. Y se pusieron a criticar a la mujer», Mc 14:4-5

Jesús aprueba incondicionalmente la acción de esta mujer. “Jesús les dijo: «¡Déjenla tranquila! ¿Por qué la molestan? Ella hizo por mí algo bueno”, Mc 14:6. Jesús anuncia que este gesto será recordado dondequiera sea predicado el Evangelio e irá más allá de Galilea para llegar al mundo entero. Los que denuncian el derroche tienen una visión bastante corta de las cosas. No saben ir más allá de los números o los costos y se ponen la máscara de la caridad. La mujer manifiesta lo que otros no pudieron ver. Jesús será abandonado por la multitud, rechazado por la gente, traicionado por un amigo, incomprendido por los discípulos, víctima de la soledad, sin poder, sin resultados, sin apoyo. Jesús les dijo: ”Esta mujer hizo lo único que podía hacer: derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro.”, Mc 14:8. Jesús nos ayuda a ver más allá y cuando su obra parece estar destinada al fracaso es cuando anuncia que el evangelio será proclamado en el mundo y en su relato habrá lugar para esta mujer. Esta historia hace resaltar el contraste entre una visión a corto plazo y una capacidad de ver más allá. Nos quedamos escandalizados si no sabemos ver el horizonte. Solamente una mirada de fe nos permite superar nuestro egocentrismo, salir de las cuentas exactas y servir a los demás. "Les aseguro que esto que ella hizo, se recordará en todos los lugares donde se anuncien las buenas noticias de Dios.», Mc 14:9. “Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida …, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia”, 2 Co 5:14-20

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

martes, 11 de abril de 2023

Amor fiel

El valor de una pasión

”Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenido lepra. Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. Se acercó a él, rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.”, Mc 14:3

El encuentro que se describe en Betania sirve para demostrar que, por encima del odio, del engaño, la traición y la malicia, corre un rayo de luz. Hay un contraste entre odio y amor, traición y fidelidad, mezquindad y generosidad, incomprensión y claridad. El relato de fondo es el amor fiel que está en el centro de todo y representa la realidad más sólida, que despeja los cálculos mezquinos y la hostilidad que la rodea. Betania es un pueblo que está un poco más que tres kilómetros de Jerusalén y se constituye en el refugio nocturno de Jesús ante la oscuridad de Jerusalén. La casa es de Simón el que había tenido lepra, pero el centro de atención no es él. La parte más importante de este episodio es la mujer anónima. Ella sale fuera de la caja, de los moldes preestablecidos, del orden tradicional y entra en escena en aquella reunión de hombres con una acción que causa escándalo. Tenía un frasco de perfume muy caro y fue derramado sobre la cabeza de Jesús. Muchos de los presentes se indignaron por el despilfarro. La incomprensión de la persona y la misión de Jesús se traduce en una incomprensión de las personas que le manifiestan amor y adoración. Esto también suele ocurrir en medio de las iglesias cuando lo único que se mantiene es un criterio netamente racional, económico y en rígidos términos de eficiencia. Hace falta algo más y es seguir a Jesús con los ojos de la fe, con el corazón, con pasión y derramar ante él lo más valioso que tenemos. Cuando le entregamos a Jesús nuestra propia vida para su servicio y misión no la perdemos, sino la ganamos en “vida entera”, Mc 10:29-31.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 10 de abril de 2023

Un nuevo tiempo

Saliendo fuera

“Faltaban dos días para que se celebrara la fiesta de la Pascua. A esta fiesta también se le llamaba fiesta de los panes sin levadura. En esos días, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley buscaban la manera de engañar a Jesús, para poder arrestarlo y matarlo.  Decían entre ellos: «Vamos a hacerlo, pero no durante la fiesta, no sea que la gente se alborote y se ponga en contra de nosotros”, Mc 14:1-2

Se acercaba el tiempo de la pascua y para el pueblo esta celebración representaba la historia de la salvación. Este relato gira alrededor de la palabra “preparar”. Los dirigentes se preparan para arrestar a Jesús, en el caso de Judas se prepara para traicionarlo, una mujer con un frasco de perfume muy caro se anticipa a preparar el cuerpo del Señor para su entierro y Jesucristo da las indicaciones para los preparativos de la cena pascual. Mientras que los dirigentes excluyen a Jesús para celebrar la pascua, él se manifiesta como el salvador. Jesús inaugura un nuevo tiempo, una pascua nueva. Jesús es el cordero de Dios que nos libra de los pecados y nos relaciona con Dios. Este acontecimiento es recordado por el pan y el vino. Dios nos llama en este tiempo a celebrar la vida porque Jesús lo entregó todo por nosotros. Sigamos cada día dando lo mejor y sirviendo a todas las personas a la cual Dios nos envía. ”Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento”, Heb 13:12-13. “El amor de Cristo domina nuestras vidas..., y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos. Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios.”, 2 Co 5:14-20

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...