viernes, 25 de febrero de 2022

Generación

  Sirviendo a nuestra generación


Las personas que Dios ha movilizado en diferentes tiempos tenían un común denominador: “Sabían vivir bajo la autoridad de Dios”.

Son personas que responden a un “Llamado”. “Escogió también a David... lo llamó” para pastorear a su pueblo, Sal 78:70-72. Nuestro Dios nos inquieta como lo hizo con Abraham, Gn 22:11, con Moisés, Éx 3:4, con Gedeón, Jue 6:14-16, con Samuel y ahora nos llama a cada uno de nosotros.

Es un llamado a ver las cosas de una manera diferente y pertenecerle a él. Vivir la calidad de una nueva relación y saber que hay futuro. Implica un compromiso profundo y un nuevo estilo de vida.

El que llama es “Yo soy el que soy”. Yo soy todo lo que mi pueblo necesita. Es una demanda grande y cuando no respondemos a este llamado todo se transforma en un vacío.

Este llamado debe durar toda la vida. Esta certeza hace que cambie nuestra propia historia y cambia el curso de la historia.

“La persona que Dios moviliza es aquella que vive bajo su autoridad y sirve a su propia generación por el propósito de Dios, Hch 13:36”

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 24 de febrero de 2022

Inquietudes

 "OH Dios conoce mis inquietudes, conoce mi corazón"


No siempre conocemos nuestro corazón, pero ¡Sí! le podemos pedir a Dios que nos haga conforme a su corazón. David expresó: "Nadie parece darse cuenta de los errores que comete. ¡Perdóname, Dios mío, los pecados que cometo sin darme cuenta! ¡Líbrame del orgullo! ¡No dejes que me domine! ¡Líbrame de la desobediencia para no pecar contra ti!", Salmo 19:12-13

David fue una persona quebrantada de corazón. Sufrió por el celo y la envidia de Saúl; fue engañado. Lo rebajaron de grado militar, procuraron matarlo, lo persiguieron, anduvo en cuevas, en el desierto, se tuvo que hacer pasar por loco para ser aceptado por los extranjeros y enemigos. Sufrió la burla de otros y la incomprensión de sus 600 hombres: "¿Cómo que no mataste a Saúl?”.

Un corazón integro se forma a través de la prueba. Descubrió que nada sirve tener un corazón orgulloso, soberbio y altivo.

La prueba nos lleva a fortalecernos en Dios en la más dura aflicción: “Y David se fortalecía en el Señor su Dios”, “Y David consultaba con su Dios”, 1 S 30:6-7.

Que nuestra oración pueda ser la misma oración que finalmente hizo David: "Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva.", Salmo 139:23-24.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 23 de febrero de 2022

Llorar

"Y Jesús Lloró".

Lucas 19:41-42a. “Al acercarse a Jerusalén, Jesús vio la ciudad delante de él y comenzó a llorar,...”.¿Por qué lloró Jesús al ver la ciudad de Jerusalén?

Jerusalén era la ciudad de las ilusiones perdidas. Poco quedaba de la ciudad esplendorosa. La corrupción, la política, los ritos vacíos, la religiosidad barata dirigida por ladrones, corruptos, negociadores de la fe. Una ciudad desorientada, confundida, una ciudad vacía, una ciudad que le había dado la espalda a Dios. Y recuerde que toda sociedad que deja a Dios de lado no puede tener otro destino que la ruina. El problema de Jerusalén no era que no tenía fe sino que la fe no tenía el fermento transformador.

Jesús lloró.

¿Si Jesús llegaría hoy a nuestras ciudades por qué lloraría?

Por el 30, 40 o 50 % de pobres.
Por la mitad de los jóvenes que no trabajan.
Por la mentira usada como verdad.
Por la violencia que recorre las calles.

Jesús lloraría porque todo esto tiene una raíz. ¡Argentina se ha alejado de Dios!

Meses después de aquel llanto sobre Jerusalén, nació la incipiente comunidad de fe que se llama iglesia.

Dice Hechos 8:4-8 sobre esta comunidad: "Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban". Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad. …hacia el final de este pasaje dice…“y aquella ciudad se lleno de alegría”.

El llanto de Jesús se transformó en gozo y alegría.

Jesús lloró pero la historia no termino allí, se levantaron hombres y mujeres a vivir de manera radical su fe, dispuestos a vivir la fe hasta las últimas consecuencias.

Si hoy cumplimos la misión transformadora de Dios… como lo hizo aquella primera iglesia, entonces algún día se dirá:

¡y Argentina se llenó de alegría!

Dr. y Pastor J. Norberto Saracco

Foto de Gilbert Lennox

martes, 22 de febrero de 2022

Enviados

 Estar con él, andar con él y aprender de él...

Jesús ejemplificó lo que es el discipulado cristiano. Jesús, tomando la iniciativa, llamó a sus discípulos para que estuviesen con él, Mr. 3:14

Marcos resume las palabras de Jesús en pocas palabras: "...y para enviarlos", Mr. 1:17.

Todos pueden entrar en la profundidad de este compromiso. No se necesita tener un título de grado, ser sabio, intelectual, culto, profesional, religioso/a. No hace diferencia entre pobres y ricos, joven o adulto, hombre o mujer, el que tiene mucha educación y el que no la tiene. Es una invitación abierta para todos/as y no excluye a nadie. Nunca se llega a ser demasiado adulto para comenzar el proceso. Dios sea alabado por todo esto.

El Rey de Reyes y Señor de Señores se acerca y se abre hacia nosotros. Nos dice “yo te amo como un estudiante”, “ven y yo te voy a formar”, nos capacita y ser discípulo/a es el único requerimiento o respuesta. Cualquier persona en cualquier lugar puede entrar en la profundidad de este compromiso. Jesús nos invita a estar con él, andar con él y aprender de él. Es un requerimiento que debe durar toda la vida.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 21 de febrero de 2022

Corazón

Siempre hay lugar en su corazón...

Una mujer tenía una niña poseída por un espíritu maligno, fue y se arrojó a los pies de Jesús. Esta mujer era extranjera, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara al demonio que tenía su hija, Mc 7:24-26. Esta mujer exclamo: “hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos”, Mc 7:28. ¿No puedo comer lo que los hijos arrojan al piso?

La mujer reconoce que está debajo de la mesa. Ha sido marginada. Solo le llegan algunas migajas. Encima de la mesa está el pan que es el evangelio para todos los pueblos y etnias, pero puede ser desvirtuado cuando solo caen algunas migajas. La mujer se vuelve voz de los marginados.

“Jesús le dijo: Por haberme respondido así, puedes irte tranquila; el demonio ha salido de tu hija”, Mc 7:29. Jesús encuentra una fe verdadera en la periferia y muy distante de lo que esperaba de los hijos verdaderos, Ro 9:25, Mt 21:43. Se fundamenta la misión universal de Dios, Ef. 2:14, Ga 3:26-28.

Somos desafiados a imitar a Jesús y servir el pan a los que están debajo de la mesa. Jesús es el pan de vida para todos los pueblos y todas las etnias.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox 


domingo, 20 de febrero de 2022

Veras cosas más grandes

 ¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!, Jn 1:43-51

Felipe aparece en la escritura como aquel que busco a Natanael. Le dijo: “Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas”, Jn 1:45.

Natanael responde como una persona prejuiciosa “¡De Nazaret!, ¿Acaso de allí puede salir algo bueno?”. Tenía dificultades para aceptar la propuesta. Nazaret era un pueblo sin importancia por su pequeñez y señalado en la ruta de las caravanas, lugar impuro, mezcla de gente y costumbres.

Jesús confronto a Natanael a tener una visión más amplia: “Ven a ver”. Jesús cuestiona nuestros valores, confesiones y creencias.

Natanael tuvo un encuentro con el Señor. Era una persona que buscaba con sinceridad y honestidad a Dios. Estuvo abierto a lo que Jesús podría hacer en su vida y supero el prejuicio.

Todo tiempo es oportuno para ver algo más grande. Vivamos la sorpresa y esperanza. La invitación está presente: “Ven a ver”. Miremos a Jesús con los ojos de la fe y tengamos esta experiencia que nos lleva a vivir lo sobrenatural.

¿Qué significa estar abierto a ver cosas mayores que vienen de Dios?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 16 de febrero de 2022

Certezas para un tiempo nuevo - Pr. Norberto Saracco

SEGUIR

 Seguir para poder ver”, Jn 1:35-39


"Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunto: ¿Qué buscan?", Jn 1:37-38. Jesús nos confronta y siempre es un buen momento para preguntarnos y pensar, ¿Qué es lo que buscamos de Jesús?. El Señor cuestiona a los que les siguen y nos desafía “Vengan a ver”, Jn 1:39.

“Vengan a ver” es la gran invitación de Jesús. Nos desafía a profundizar nuestro compromiso y continuar un proceso de fe. Es camino e invitación.

La única manera de conocerle es ir por dónde Jesús camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros.

Jesús es imprevisible en sus exigencias. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada”, Is 54:2-3. Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. La invitación de Jesús es seguir para poder ver, y no ver para poder seguir.

“Aceptemos por tanto nuestro camino. Que es siempre un camino incomodo, lleno de dificultades y de sorpresas. Saber caminar a oscuras, saber correr el riesgo, saber gustar la aventura cristiana en todo su maravilloso dramatismo”

¿Cuáles son nuestros sueños y proyectos? ¿En que deseamos invertir nuestra vida?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

martes, 15 de febrero de 2022

Generosidad

Humildad, Servicio y Generosidad

El ejemplo de Juan el Bautista es su servicio humilde, generoso y desinteresado. Esto nos impacta y Jesús habla de Juan como el más grande de los profetas, Mt 11:7-15. Cuando Jesús fue a ser bautizado por Juan, este último trato de disuadirlo: “Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”, Mt 3:14. Jesús como Juan nos muestra el ejemplo de la humildad. Jesús se hizo bautizar por Juan y se solidarizó con las multitudes. Jesús se presenta no separado de los otros, sino en la hilera de los pecadores sin ser pecador, Is 53:12, 2 Co 5:21.
Jesús y Juan no sacaron provecho de su posición. La plenitud del Espíritu de Dios se manifiesta en la humildad, la solidaridad con el Pueblo de Dios y la entrega total a la causa del Reino de Dios. Juan el Bautista no se amargo por no tener el papel principal en la película. Se alegró de ocupar su rol y en este caso dejo sus pretensiones teniendo una perspectiva adecuada de sí mismo. Juan alegremente le da el lugar a Jesús, Jn 1:35-37.
“La verdadera persona religiosa es ‘uno que cede el puesto’. Es decir el verdadero testigo no es nunca pesado, asfixiante, absorbente, sino que hace sitio a los demás. Cede el puesto al otro. Concede espacio a la libertad de los otros… El testigo auténtico es uno que sabe desaparecer en el momento justo, para dejar libre el campo a los verdaderos e insustituibles protagonistas del encuentro… paga el precio quizás mas difícil: el marcharse de puntillas, para no molestar, sin esperar siquiera un gesto de saludo, o una invitación a la fiesta”
En nuestro mundo y contexto es clave en todo tiempo comprender cuál es el tiempo de la acción y el tiempo de la salida. Podría ser muy perjudicial si nos retrasamos. Se trata de que aprendamos esta lección, el coraje de decir “No soy yo”
¿Qué entiendo cuando se habla de hacer y dar el lugar a otros? ¿Qué significa ser humilde, generoso y desinteresado? ¿Qué implicancias tiene?
Carlos Scott

lunes, 14 de febrero de 2022

Visión

 ¿Cómo te ves a ti mismo?


“Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quien era. No se negó a declararlo sino que confeso con franqueza: Yo no soy el Cristo” (Jn 1:19-20)

¿Por qué los judíos enviaron a preguntarle a Juan acerca de su identidad? Para los judíos Juan representaba un enigma, nadie lo conocía, venia del desierto. Su aparición repentina exigía una explicación. ¿Quién eres tú? Fue categórico y su primera respuesta fue: “Yo no soy el Cristo”. “¿Quién eres entonces? –le preguntaron-. ¿Acaso eres Elías? No lo soy. ¿Eres el profeta? No lo soy... ¡Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron! ¿Cómo te ves a ti mismo?”(Jn 1:21-22).

Juan se veía como una voz que llamaba al pueblo a preparar el camino del Señor. Nada más que una voz (Is 40:3). Lo importante era su función (Jn 1:6-8). Reconocía y hablaba que solo el Mesías es quien toca y cambia las vidas. Se veía como un instrumento y siervo de Dios. “No era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz”. Daba testimonio de Jesús y anuncio su presencia. “Cualquier grandeza que poseyera provenía de la grandeza de Aquel cuya venida anunciaba” (Jn 3:27).

Juan buscaba la sencillez. No buscaba gloria, poder o una posición elevada. No se creía el único o el más importante. Entendía que la gente le pertenecía a Dios. No son las instituciones, nuestros métodos y programas los que cambian a las personas. Con su vida señalaba a Jesucristo. A su vez se veía a sí mismo, como más bajo que un esclavo. “Yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias” (Jn1:27). “Tener en claro nuestra identidad es el principio de un ministerio sano”.

¿Conozco cuál es mi identidad?, ¿Cuáles son mis motivaciones en el servicio cristiano? ¿Cómo te ves a ti mismo?

Carlos Scott




Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...