lunes, 2 de septiembre de 2024

Permanecer

 “Persistir y no sucumbir”

"Una mujer supo que Jesús estaba en el lugar, y fue a buscarlo, pues su hija tenía un espíritu malo. Esta mujer no era judía; era de la región de Fenicia, que está en Siria. Cuando encontró a Jesús, se arrodilló delante de él y le rogó que librara del espíritu malo a su hija. Pero Jesús le dijo: —Deja que primero coman los hijos, pues no está bien quitarles la comida para echársela a los perros.  Y ella le contestó: —¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen las sobras que se les caen a los hijos debajo de la mesa. Jesús le dijo: —¡Mujer, es muy cierto lo que dices! Vete tranquila a tu casa, pues el demonio ya salió de tu hija. La mujer regresó a su casa y, cuando llegó, encontró a su hija acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella.", Mc 7:25-30

Nos encontramos con una mujer que ha sido marginada. Esta mujer fue muy hábil, le dio la razón a Jesús y consiguió volver el argumento a su favor. Tomó al maestro por la palabra y la puso de su parte. Su argumento consiste en darle la razón a Jesús. La fe consiste en dejarnos arrebatar o arrancar por parte de Dios. Una palabra dura es aceptada y Jesús le da lo que ella quiere. Es entregarnos sin poner nuestras pretensiones. Jesús nos llama a persistir, se deja superar ante la expresión de esta mujer y se deja llevar por esa palabra. “Ya no pretendo el pan de los hijos, pero será suficiente con las sobras”. ¿No está destinada tu gracia a los que están desprovistos de ella? “Jesús le dijo: —¡Mujer, es muy cierto lo que dices!”. El Señor busca en nosotros una palabra, es la que le interesa y quizás la que nunca ha oído por parte nuestra. Es la palabra y expresión que me puede llevar tranquilo a casa.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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