“Jesús sabía quién lo iba a traicionar, y por eso dijo que no todos estaban limpios” Jn 13:11
Jesús
lavo los pies de Judas (Jn. 2:25, 6:64,70). ¿Qué haríamos si alguno de nosotros tuviese
en su grupo a una persona como Judas? Quizás por mucho menos que una
traición no tendríamos a personas que no estén de acuerdo con nosotros.
Judas
había oído el mensaje de Jesús, pero eso no lo transformó. Es muy
interesante cuando Pablo les habla a los Corintios sobre la locura de la cruz
(1 Co. 1:23, 25). Exponerse y quedar vulnerable ante el enemigo es realmente una locura.
Sin embargo, Jesús lavó los pies de Judas. Responder cabalmente al ejemplo de Jesús en lavar los pies de todos implica abandonar el derecho de elegir a quien
quiero servir.
Carlos Scott