lunes, 1 de junio de 2020

Después de Pentecostés...

“En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas.” Hch 6:1-2 En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido hacer nuevas cosas. Está abriendo la iglesia a un mundo más amplio. El Espíritu Santo permite circunstancias en la vida de la iglesia que la llevará a reformarse para ser fiel a su misión (Hch 6, 7, 11:19-26, 13:1-4). Los apóstoles dijeron: “Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra.»” Hch 6:3-4 La misión de la iglesia se va ampliando y va surgiendo un liderazgo nuevo. Hay una misión que se va transformando de Israel a todas las naciones. Es importante reflexionar sobre la relación que hay entre una misión que se va ampliando y la transformación de las estructuras y del liderazgo de la iglesia para llevar a cabo esa misión. En Pentecostés ha comenzado un nuevo tiempo y esto requerirá de personas capaces de tener esa visión. El Espíritu hará surgir siervos para nuevas circunstancias y llevar adelante la misión. Por lo tanto: “ Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.” Hch 6:5-6 Como resultado de las decisiones que se tomaron, el texto de la palabra de Dios nos dice: “Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la Fe”, Hch 6:7. Nosotros como iglesia debemos ver en este tiempo cuales son las nuevas circunstancias y contextos que nos toca vivir. Debemos preguntarnos cuál es la mejor contribución que podemos hacer a la misión de la iglesia que siempre es cambiante. ¿Cómo, dónde y quienes pueden hacer esta diferencia cualitativa? Carlos Scott

Pentecostés

sábado, 30 de mayo de 2020

¿Qué implica para tu vida caminar con Jesús?

- Cuando hablamos de la iglesia local hablamos de una comunidad que camina por donde Jesús camina. La única manera de conocer a Jesús es ir por donde el camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros. El evangelio de Juan nos dice que los primeros discípulos le siguieron y “se quedaron con El”, Jn 1:39. Jesús nos desafía a ver donde se hospeda. Su casa es casa de oración para todas las naciones, para todas las etnias, hasta lo último de la tierra, Mc 11:17. Está caminando por cada rincón de esta tierra, no se queda quieto y “es imprevisible en sus exigencias”. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada” , Is 54:2-3. Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. La invitación de Jesús es seguir para poder ver, y no ver para poder seguir. Implica creer y seguir creyendo. Muchos quieren ver antes de comprometerse, pero bienaventurados son los que creen sin ver porque luego verán, Jn 20:29. “Sin la seguridad de haber visto y entendido todo, estamos llamados a arriesgarnos y actuar en la confianza de que Dios será fiel a su carácter y promesas. Como dijo Pablo, estamos llamados a vivir no por vista, sino por Fe, 2 Co. 5:7”. Esto cambia nuestra historia y cambia la historia. “Aceptemos por tanto nuestro camino. Que es siempre un camino incomodo, lleno de dificultades y de sorpresas. Saber caminar a oscuras, saber correr el riesgo, saber gustar la aventura cristiana en todo su maravilloso dramatismo” ¿Qué implica para tu vida caminar con Jesús? Carlos Scott

viernes, 29 de mayo de 2020

Tres anuncios claves

- Cuando hablamos de la iglesia local hablamos de dar a conocer y manifestar la identidad del Señor. Una iglesia sana es una comunidad que basa su identidad en el Señor La misión de Juan el Bautista fue bautizar para dar a conocer y manifestar la identidad del Señor, Jn 1:29-34. ¿Cómo entendía Juan la identidad del Cristo? Anuncio tres temas fundamentales: * Su primer gran anuncio fue ¡Aquí tienen al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!, Jn 1:29. Juan compara al Cristo con un cordero y nos ofrece una imagen de su identidad. Los corderos son vulnerables. Jesucristo se hizo vulnerable para compartir nuestras penas, alegrías, frustraciones y sueños, Fil 2:5-8. Es el cordero de Dios que se hizo vulnerable y quita nuestro pecado. Se rebajó, se humillo. Ser semejante a Jesucristo en su identidad implica que en el Reino de Dios “la sumisión y la quietud son las características de los más fuertes”. Al decir que Jesús quita el pecado del mundo estamos diciendo que lo divino puede tocarnos y cambiarnos a nosotros. Sería muy difícil o casi imposible ver un cambio en nuestras propias vidas si Jesús no quita el pecado. * Su segundo gran anuncio fue que Jesucristo es el que Bautiza con el Espíritu Santo, Jn 1:33. Necesitamos de este bautismo para nacer de nuevo y día tras día andar en nueva vida. Es saturar nuestro ser con su Espíritu. Significa hundirnos, sumergirnos, empaparnos de Él. Es algo divino que ningún otro puede hacer, Jn 20:19-23. * Su tercer gran anuncio fue que Jesucristo es el Hijo de Dios, Jn 1:34. Conocer la identidad de Cristo es un don del cielo. “En ese momento le había sido revelado a Juan que Jesús no era otro que el Hijo de Dios”. “Nosotros le conocemos porque el escogió darse a conocer”. * * * Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es el que nos bautiza con el Espíritu Santo y es el Hijo de Dios. ¿Lo crees? Te invito a creer y entregarte a Jesús. Tu pecado es borrado y perdonado, eres bautizado por su Espíritu Santo y una nueva vida comienza porque solo el Hijo de Dios puede hacer esto. ¿Estás dispuesto a creer y seguir a Jesucristo? Carlos Scott




jueves, 28 de mayo de 2020

"Vengan a ver"

- Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que esta en el seguimiento de Jesucristo. Una comunidad sana es una comunidad que encarna el mensaje del evangelio que transforma toda la existencia humana Juan el Bautista se encontraba con dos de sus discípulos y al ver pasar a Jesús les dijo “¡Aquí tienen al Cordero de Dios!”. La razón de ser del Bautista era testificar sobre Jesús para que fuera revelado a Israel. El éxito de su ministerio era conducir a las personas a Jesús. “Cuando los dos discípulos le oyeron decir esto siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunto: ¿Qué buscan?, Jn 1:37-38 Jesús confronto a estos dos discípulos y también nos confronta a nosotros. Siempre es un buen momento para preguntarnos y pensar, ¿Qué es lo que buscamos de Jesús? Jesús cuestiona a los que les siguen. Más allá de nuestras primeras respuestas y motivos, el Señor nos desafía: “Vengan a ver”, Jn 1:39. “Vengan a ver” es la gran invitación de Jesús. Significa ser semejantes a Él, aprender, aceptar sus condiciones y experimentar poder, Mt 11:28-30. Nos desafía a profundizar nuestro compromiso y continuar un proceso de fe. No siempre buscamos a Jesús por motivos desinteresados, pero Jesús nos quiere llevar más allá. Es camino e invitación. Es crecer en la calidad de la relación con El, con nuestro prójimo, permanecer en sus enseñanzas, Jn 8:31; y unirnos a su misión, Jn 20:21. ¿Qué estamos buscando de Jesús en este tiempo? "Vengan a ver" Carlos Scott


lunes, 25 de mayo de 2020

Oración por la Comunidad y la Nación

Oración por la Comunidad y la Nación Querido Dios, Oramos por nuestra comunidad y la Nación. Nos has bendecido con el don de la vida. Te damos gracias por la tierra que nos diste con sus recursos naturales y por todo el esplendor de tu creación. Nos has bendecido con matrimonios, familias y amistades. Nos has bendecido con el don de la libertad. Libertad por la que podemos mostrar actos de misericordia hacia los débiles, marginados y enfermos. Te pedimos que ayudes a cada persona que tiene un rol en el gobierno de nuestra comunidad y nación a entender el valor que asignas a la función que desempeñan. Te pedimos por los líderes de nuestra nación. Bendice, fortalece y guía sus vidas en estos días que son los peldaños hacia nuestro futuro. Dales sabiduría. Ayúdales a ser servidores del bien común. Ayúdalos a valorar la veracidad y no la mentira. Inspíralos a conducirse con respeto y dignidad. Reduce la insensatez, la necedad y la imprudencia. Oramos específicamente por asuntos de gran peso que deben tratarse: justicia social, seguridad pública y administración fiscal. Como ciudadanos de esta nación a la cual amamos, muchas veces hemos escogido seguir nuestros propios caminos. Nos hemos separado de ti. Reconocemos nuestra necesidad cotidiana de tu perdón por nuestras deficiencias y de tu protección contra quienes podrían dañar y destruir. Tu palabra nos invita a pedir sabiduría cuando la necesitamos. Te pedimos en nombre de cada persona que toma decisiones que afectan la vida de muchos que concedas una sabiduría que sea profunda, abnegada y verdadera. Concédenos sabiduría para conocer tu forma de ver los asuntos de nuestra nación. Concédenos sabiduría para entender como debe ser una sociedad ordenada, justa y compasiva. Danos sabiduría para saber qué hacer con la realidad del mal. Concédenos sabiduría para sostener a los indefensos y defender toda vida. Danos sabiduría para amarte y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Señor, te pedimos que nuestros líderes entiendan de forma personal que tú eres una realidad dinámica en el mundo y en nuestra vida. Que podamos ser una nación que dependa de ti, reconozca tus bendiciones y valore lo que tú valoras. Oramos por nuestro mundo. Ayúdanos a ver tu luz aun cuando la oscuridad pareciera rodearnos. Ayúdanos a proclamar a Jesucristo, la luz que ha venido al mundo. Danos valentía de ser pacificadores cuando otros solo deseen conflicto. Edifícanos en integridad de actitud, conducta y carácter. Que no demos la espalda a la miseria y el sufrimiento humano. Danos valentía para conocer el dolor de los demás. Oramos por los pobres. Oramos por los oprimidos. Oramos por aquellos que sufren la indignidad de la discriminación en cualquier forma. Ayúdanos a proclamar el evangelio liberador del Señor Jesús y a poner en práctica dicho evangelio. Te lo pedimos como Padre amoroso, por el Hijo Jesucristo Salvador y Espíritu Santo purificador Amén.

domingo, 24 de mayo de 2020

¿Descansar…?

¿Descansar…? “Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día”, Gn 2:1-3. “Acuérdate del día de reposo para santificarlo”, Ex 20:8-11. “Es un día de fiesta solemne en mi honor, en el que no harán ningún trabajo”, Lev 23.2-3. “Los llenaré de alegría”. El sano uso del día de reposo es liberador, toda persona tiene valor y tiene derechos humanos. Nos da alivio a la tiranía de las cosas y el materialismo. En el antiguo testamento este día tenía un sentido liberador porque debían descansar los siervos y aún los animales, Ex 23:12. Es una señal de libertad y amor donde salimos de las carreras opresoras que caracterizan a la sociedad de la productividad y el consumo. Se nos llama a honrar la vida, hacer fiesta y celebrarla Todo esto nos recuerda que nuestro valor no depende de la fatiga del trabajo sino de nuestra relación con Dios. Es estar en contraposición con la sociedad del rendimiento, la autosuficiencia y el poder que está caracterizada por la aceleración; su falso concepto de éxito y exceso de positivismo. Podemos creernos que somos los “salvadores” cayendo en la auto explotación de nosotros mismos que nos lleva a vivir “sin límites”. Podemos pensar que todo depende de nosotros y el resultado puede ser la frustración y la destrucción. Como el agua que se va entre las manos perdemos los vínculos y la profundidad. Algunos han definido esto como una sociedad líquida, sin consistencia y sensibilidad. Queremos animar a romper con estos esquemas, es hora de parar y recordar que todo depende de Dios. Es tiempo de recobrar una teología trinitaria; una teología de las relaciones, dando sentido a la relación con Dios, con nosotros mismos, con el prójimo y la creación. Que nuestra existencia pueda ser una danza circular de vida y amor donde caminamos hacia el otro. Una teología caracterizada por la proximidad, la equidad y el sentido de pertenencia. Dar valor a las relaciones de unos a otros y romper con los círculos de la propia auto explotación. Jesús dijo que era el Señor del día de reposo donde apartamos ese tiempo para descansar, para salir de la rutina y del apuro al éxito. Jesús nos señala un nuevo orden y su trascendencia. Es hora de bajar un cambio y este aislamiento obligado por la vida misma nos podría ayudar si sabemos utilizarlo para no volver a una vida vacía y sin sentido. No perdamos esta oportunidad para repensar nuestra existencia y salir más fortalecidos. Dejemos que Dios nos purifique y quite todo nuestro cansancio. ¿Cómo vas a honrar y celebrar la vida en el día de hoy? Carlos Scott

sábado, 16 de mayo de 2020

Dejar los prejuicios

  Desliz "¿Tú qué opinas?", Jn 8:5 Dios nos llama a purificar nuestra vida y la forma de ver la vida. Se trata de salir de nuestro...