sábado, 16 de mayo de 2020

“Tengo que volver a mi padre..."

“Tengo que volver a mi padre...", Lc 15:1-32 Dios nos ama profundamente y nos recibe con los brazos abiertos, pero el camino de regreso se hace largo porque muchas veces consideramos el amor de Dios en forma condicional. Cuando caminamos a casa albergamos dudas si seremos bien recibidos. Dios me ama siempre bajo cualquier circunstancia y condición en la que me encuentre. Su palabra nos dice que con amor eterno nos ama (Jeremías 31:3). Nos conoce desde el vientre donde fuimos formados. No somos alguien sin nombre o desconocidos para Dios (Salmo 139: 13-16). El camino se hace largo porque a veces creemos que no tenemos valor y esto genera culpa falsa. A veces el mayor problema es que nosotros nos rechazamos a nosotros mismos. Necesitamos que Dios nos rescate de esto. Dios nos puede liberar de estos pensamientos y sentimientos. Debemos creer y afirmarnos en su palabra (Sal 27:10,Jeremías 1:5,Isaías 41:9-10, 49:15-17) El camino se hace corto cuando dejamos a Dios ser Dios. Creer lo que nos dice, seguirle y que haga lo que tiene que hacer. Que Dios pueda hacer todo el trabajo de sanación, restauración, salvación, regeneración y renovación en cada uno de nosotros. Para esto es clave creer, confiar y entregarnos a su amor. ¿Estas decidido en volver a la casa del Padre? Carlos Scott​

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se es capaz de esperar porque se tiene esperanza. Y la esperanza se manifiesta en la disposición de esperar

Tiempo nuevo “Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén para presentarlo delante de Dios… En ...