Tiempo
“Al día siguiente, Juan estaba en el mismo lugar con dos de sus discípulos. Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!» Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron. Jesús se dio vuelta y, al ver que lo seguían, les preguntó qué querían. Ellos le preguntaron: —¿Dónde vives, Maestro? —Síganme y lo verán —contestó Jesús. Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día.”, Jn 1:35-39El apóstol Juan nos describe un acontecimiento que cambió toda su vida. Se trata de su propia historia. Este momento transitorio se transformó en un momento decisivo. Las horas comunes se pueden transformar en decisiones que nos regalan una “vida entera”. La sabiduría del corazón consiste no en saber cuánto, sino cómo y para qué se vive. El contenido del día viene dado por el encuentro con el Señor. Tanto para Andrés, Juan y después Simón, y más tarde para Felipe y Natanael, esa jornada ha sido diferente, rica de tiempo, por ser rica de significado. Ellos han aprovechado esta oportunidad, invirtieron tiempo, no faltaron a la cita, no han dejado escapar este momento favorable. Dios nos llama a reflexionar sobre nuestro tiempo que está lleno de todo, pero no siempre de significado, de esencia o trascendencia. Nuestra oración puede ser la misma que el salmista expresó cuando dijo “Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría.”, Sal 90:12 “Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.”, Ef 1:17
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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