Prisa, prontitud y celeridad
“Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!», Jn 1:36Jesús camina y pasa por allí. Quizás está cerca de tu vida, pero no se detiene. No se para y solo te ofrece la posibilidad de decidir inmediatamente. Decirle que vuelva a pasar dentro de poco, es casi imposible o poco probable. No hay demasiado tiempo para examinar la situación. Si deseamos tomar lo poco que tengo, lo indispensable, no lo podríamos alcanzar. Jesús pasa, lo puedes seguir, pero no parar. Te invita a ver dejando atrás todo lo demás. Solo podremos escucharlo cuando otras voces no sean las más importantes. Se alegrará en estar contigo cuando el “camino” se convierta en tu casa y te dará lo necesario al ver que no llevas nada. Jesús tiene un paso rápido, firme y nos llama con urgencia. “Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.”, Jn 12:26
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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