domingo, 28 de enero de 2024

Mas allá

Pasos 

“—Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús…,” Jn 1.48-51

Cuando Dios interviene, “llama” a toda persona a abandonar la planta o el árbol junto a la que se ha establecido. El árbol o la planta no debe convertirse en un refugio o descanso prolongado. Dios ve nuestro territorio y aquellos lugares donde nos encontramos y solemos frecuentar. Jesús exige una fe capaz de ir más allá. “—Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol de moras: “Desarráigate y plántate en el mar”, ¡y les obedecería!”, Lc 17:6. Dios nos considera capaces de hacer cosas imposibles, pero él no arranca árboles. Prefiere cambiarnos a nosotros cuando tenemos la tentación irresistible de echar raíces en un lugar seguro. Jesús busca fruto aunque no sea tiempo de higos y suele meter su mano en la higuera, y el fruto que sacia su hambre es ver a su gente en movimiento, Mc 11: 12-25. Se trata de estar dispuestos a dejar cierta comodidad, lo viejo e ir al encuentro de lo nuevo. El discípulo siempre está llamado a elegir entre el camino y la planta que protege. El evangelio tiene la necesidad de los pasos y no de la protección de ramas. Dios tiene paciencia con todos nosotros y nos brinda otra oportunidad, Lc 13:6-9. El fruto bueno producido por el árbol bueno es aquel que camina, Mat 7: 17:20. «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra»

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

 

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