El salto
“Siguieron a Jesús”, Jn 1:37En el momento que nos encontramos con Jesús se requiere tomar una posición. Avanzamos o retrocedemos. Seguir a Jesús implica dar un gran salto y ningún otro puede saltar por nosotros. Es una decisión personal y el salto es posible si uno soporta el vacío bajo los pies. Juan el Bautista acompaño a los discípulos hasta el momento en que el nuevo paso ya no significaba una prolongación más de su servicio, sino una ruptura. Implicaba abrir las manos y dejarlos ir. El tema no era la continuidad, sino arriesgarse a saltar y seguir a Jesús. Somos llamados a no poseer, no controlar, no retener, abrir nuestras manos, dejarlos ir. Hay algo peor que no tener discípulos y es la pretensión de quererlos retener. “Luego agregó: «Presten mucha atención a lo que oyen. Cuanto más atentamente escuchen, tanto más entendimiento les será dado, y se les dará aún más. A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más entendimiento, pero a los que no escuchan, se les quitará aun lo poco que entiendan», Mc 4.24-25
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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