Fuente de vida
“Pablo saldría de viaje al día siguiente, estuvo hablando de Jesús hasta la media noche”, Hch 20:7Lucas nos presenta a un Pablo humano, capaz de dormir a su audiencia, como nos puede pasar a cualquiera de nosotros en un mal día. La persona que se quedó dormida se llamaba Eutico, cuyo nombre quiere decir “afortunado”. Eutico se quedó profundamente dormido, se cayó desde el tercer piso y murió. Pablo respondió a la necesidad y dejo de lado lo que estaba haciendo para darle vida a este joven. La iglesia interrumpe su vida interna en pro del necesitado y las necesidades que nuestro mundo nos presenta no son interrupciones. Somos llamados a seguir a Dios en su misión a favor del necesitado. Las estructuras eclesiásticas una y otra vez son desafiadas a reformarse para seguir a Dios en su misión. El centro de atención de Dios es el mundo y su necesidad. En el caso del joven Eutico vemos que el Dios de Pablo no es solamente el Dios de la iglesia, sino que es el Dios de la vida, que responde a los poderes de la muerte. Somos desafiados a volver a repensar la agenda de la iglesia para dar testimonio del Dios de la vida. “Dios mío, ¡tu amor es incomparable! Bajo tu sombra protectora todos hallamos refugio. Con la abundancia de tu casa nos dejas satisfechos; en tu río de bendiciones apagas nuestra sed. Sólo en ti se encuentra la fuente de la vida, y sólo en tu presencia podemos ver la luz”, Sal 36:7-9. “Todo lo que se mueva en esas aguas vivirá, porque ellas harán que el agua amarga se vuelva dulce”, Ez 47:9
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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