sábado, 21 de julio de 2018

VAMOS.

Una iglesia abierta a la evangelización Mundial

Una iglesia abierta a la evangelización Mundial guiada por el Espíritu Santo
La Iglesia en el Penal de Florencio Varela. Equipo pastoral del Penal. Restaurando vidas. Comenzar de nuevo de acuerdo al propósito de Dios. Una iglesia que se proyecta a cambiar la Sociedad y el Mundo. Jóvenes que encontraron vida y comparten el evangelio. 







lunes, 18 de junio de 2018

"Deshumanizar lo humano es el primer paso para un genocidio"

“¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!”, Pr 31.8-9. Como tan bien lo expresó el pastor luterano Martin Niemöller en su célebre poema “Cuando los nazis vinieron por los comunistas”:
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
"Deshumanizar lo humano es el primer paso para un genocidio". Es no aceptar que hay vida desde la concepción, que ya fue comprobada cientifíficamente. A partir de ahí, niego la vida, por lo tanto, deshumanizo lo humano y me permite comenzar con la destrucción de toda vida. En la historia hemos vivido estos procesos como en el régimen nazi: Los Judíos no son humanos... hay que eliminarlos, tampoco los negros... tampoco los niños defectuosos...; la clave deshumanizar lo humano, hay que eliminarlo, descartarlo, tirarlo, sobra, es una cosa, porque solo hay una raza superior... Es por consenso... ¿Cual sera el próximo paso en la Argentina? ¿Quien sigue?
Es vital comprometernos a trabajar y apoyar los derechos humanos mediante la defensa del niño por nacer. Estar dedicados a defender y hablar por los que no tienen voz ante la violación de sus derechos humanos.
Carlos Scott