jueves, 31 de octubre de 2024

Sanidad, amor y misericordia

 Reacciones

Cuando Jesús hizo lodo y sanó al ciego era día de descanso obligatorio. Por eso, algunos llevaron ante los fariseos al joven que había sido sanado”, Jn 9:13-14

Cuando Jesús sano al ciego los vecinos llevaron ante los fariseos a este hombre. No sabemos porque lo llevaron. Quizás las palabras de las autoridades significaban el valor supremo para ellos o tal vez estarían ofendidos al ver que alguien había hecho un milagro violando las reglas para el día de descanso. Otra posibilidad es que las personas estaban muy condicionadas debido al sistema de control y su reglamentación. Es decir, si los vecinos se veían como personas que las autoridades los trataban como “malditos pecadores”, no estarían dispuestos a dar la cara, jugarse y verse perjudicados. El miedo, el temor y las amenazas jugaban su parte. Jesús pone en evidencia que para Dios es más importante la sanidad, el amor y la misericordia. Nos muestra su manera de ser porque Dios no desprecia a nadie. A continuación, los religiosos se dirigen al hombre restaurado para averiguar que había sucedido. El relato se repite varias veces y este acontecimiento provoco división. Unos descartan a Jesús porque entienden que la fidelidad a Dios pasa por guardar primeramente el sábado. La estructura, el sistema y la reglamentación esta primero. Lo ven a Jesús como un pecador cuando rompe sus reglas. Jesús había realizado una obra impresionante, pero estaba siendo descalificado como un pecador alejado de Dios. Las autoridades en vez de asumir su responsabilidad ante los hechos le piden el criterio de todo lo ocurrido al que era considerado ciego y pecador. El hombre sanado manifestó una respuesta clara a favor de Jesús y nos ayuda a todos nosotros a no temer en declarar a Jesús como el Señor

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 30 de octubre de 2024

Fe creciente y menguante

 Procesos

“Ese hombre …  Jesús”, Jn 9:8-12

El relato de Juan nos presenta a un hombre que va progresando en su comprensión de Jesús hasta confesarlo plenamente: “Creo Señor, y postrándose, lo adoró”. Hay un contraste muy marcado entre lo que le pasa a este hombre que es ciego y los religiosos. Estos dirigentes creían en Jesús según el relato de Jn 8:31, pero luego terminan arrojándole piedras para matarlo, Jn 8:59. La fe puede ser creciente o menguante. Todo lo contario sucede con el que había sido ciego. “Por eso debemos dejar de lado el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia. Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios”, Heb 12.1-2

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 29 de octubre de 2024

Chile Noviembre 16 - Talcahuano - Descubre tu camino. Discípulos que forman parte de la historia de Dios, hacen historia y cambian la historia.

 


Discípulos que forman parte de la historia de Dios, hacen historia y cambian la historia. Descubre el camino.

 


Rosario 2024 Descubre tu camino. Discípulos que forman parte de la historia de Dios, hacen historia y cambian la historia.

 


Transformación

 No hay otro nombre

“Ese hombre que se llama Jesús”, Jn 9:8-12

La transformación y sanidad de un ciego fue algo fuera de la experiencia humana y a la gente le costó creerla. El ciego les explico cómo había sucedido su curación. Su testimonio fue sobre “ese hombre que se llama Jesús” Cuando sus vecinos le preguntaron “¿Y dónde esta este hombre?” Su respuesta fue: “No lo sé”. Tampoco podía describir su apariencia física. Nunca lo había visto y nunca había estado con El. El ciego comenzó a desarrollar un proceso de crecimiento con la bendición de Jesús. Solo podía afirmarse en su bendición y seguir adelante. Juan les escribe a sus contemporáneos a realizar un peregrinaje, un desarrollo y proceso que esta fuera del control humano donde solo dependemos de la bendición de Jesús. Los fariseos se refugiaron en su paradigma y tradición: “Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado”. No se alegraron ante este milagro, no afirmaron la misericordia y la verdad. Para ellos la obra de Dios solo podía ser concebida dentro de su estructura y no perder el control. Estos religiosos terminan presionando e interrogando al hombre para que se coloque del lado de ellos, pero el que era ciego dio su primer paso en el seguimiento de Jesús y contradijo sus declaraciones: “Yo digo que es profeta” ¿Dónde solemos colocar nuestra confianza? ¿De qué lado nos ponemos cuando está en juego la integridad de las personas? ¿Cómo está nuestro proceso de crecimiento en el seguimiento de Jesús? ¿Qué actitudes o acciones puedo tomar para seguir a Jesús?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 28 de octubre de 2024

La vida humana

 Vivir la fe

“Cuando Jesús hizo lodo y sanó al ciego era día de descanso obligatorio. Por eso, algunos llevaron ante los fariseos al joven que había sido sanado… Los fariseos le preguntaron: —¿Cómo es que ya puedes ver? El joven les respondió: —Jesús me puso lodo en los ojos, y ahora puedo ver. Algunos fariseos dijeron: «A ese hombre no lo ha enviado Dios, pues desobedece la ley que prohíbe trabajar en sábado.», Jn 9:13-16

Como iglesia si solo nos metemos en nuestras reglas y ritos entendiendo que el quehacer religioso tiene que ver solo con el culto, la asistencia a los servicios presenciales o virtuales habremos perdido el principal foco que viene por parte de nuestro Señor: “Que la obra de Dios se manifieste”. Tendremos un divorcio entre la adoración del domingo en la celebración y la injusticia del lunes en la vida diaria. Serán temas diferentes con la prioridad siempre puesta en el templo. Ahora bien, si afirmamos que a Dios le interesa la totalidad de la vida humana y su creación, entonces no habrá lugar para una teología que nos separa del dolor, la injustica y el sufrimiento de la gente cualquiera sea su situación. Jesús confronto a las personas que veían a la religión como un fin en sí. Eran capaces de hacerse los ciegos frente a la necesidad humana. La atención y servicio al sufrimiento de la gente no es algo diferente al evangelio. Jesús viola nuestras reglas para demostrar nuestro error. Una fe en Dios que no impulsa a su iglesia a los necesitados y a buscar a la iglesia “sin iglesia” no es la fe de Jesús sino la de los fariseos. Jesús nos sigue confrontando en como vivimos la fe en Dios, que puede ser usada como un escudo para esconder y justificar la indiferencia. "Oh pueblo, el Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios.", Mi 6:8

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 25 de octubre de 2024

Ese hombre que se llama Jesús

 No hay otro nombre

“Ese hombre que se llama Jesús”, Jn 9:8-12

La transformación y sanidad de un ciego fue algo fuera de la experiencia humana y a la gente le costó creerla. El ciego les explico cómo había sucedido su curación. Su testimonio fue sobre “ese hombre que se llama Jesús” Cuando sus vecinos le preguntaron “¿Y dónde esta este hombre?” Su respuesta fue: “No lo sé”. Tampoco podía describir su apariencia física. Nunca lo había visto y nunca había estado con El. El ciego comenzó a desarrollar un proceso de crecimiento con la bendición de Jesús. Solo podía afirmarse en su bendición y seguir adelante. Juan les escribe a sus contemporáneos a realizar un peregrinaje, un desarrollo y proceso que esta fuera del control humano donde solo dependemos de la bendición de Jesús. Los fariseos se refugiaron en su paradigma y tradición: “Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado”. No se alegraron ante este milagro, no afirmaron la misericordia y la verdad. Para ellos la obra de Dios solo podía ser concebida dentro de su estructura y no perder el control. Estos religiosos terminan presionando e interrogando al hombre para que se coloque del lado de ellos, pero el que era ciego dio su primer paso en el seguimiento de Jesús y contradijo sus declaraciones: “Yo digo que es profeta” ¿Dónde solemos colocar nuestra confianza? ¿De qué lado nos ponemos cuando está en juego la integridad de las personas? ¿Cómo está nuestro proceso de crecimiento en el seguimiento de Jesús? ¿Qué actitudes o acciones puedo tomar para seguir a Jesús?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

jueves, 24 de octubre de 2024

Caminar humildemente

 “Que la obra de Dios se manifieste”

“Cuando Jesús hizo lodo y sanó al ciego era día de descanso obligatorio. Por eso, algunos llevaron ante los fariseos al joven que había sido sanado… Los fariseos le preguntaron: —¿Cómo es que ya puedes ver? El joven les respondió: —Jesús me puso lodo en los ojos, y ahora puedo ver. Algunos fariseos dijeron: «A ese hombre no lo ha enviado Dios, pues desobedece la ley que prohíbe trabajar en sábado.», Jn 9:13-16

Como iglesia si solo nos metemos en nuestras reglas y ritos entendiendo que el quehacer religioso tiene que ver solo con el culto, la asistencia a los servicios presenciales o virtuales habremos perdido el principal foco que viene por parte de nuestro Señor: “Que la obra de Dios se manifieste”. Tendremos un divorcio entre la adoración del domingo en la celebración y la injusticia del lunes en la vida diaria. Serán temas diferentes con la prioridad siempre puesta en el templo. Ahora bien, si afirmamos que a Dios le interesa la totalidad de la vida humana y su creación, entonces no habrá lugar para una teología que nos separa del dolor, la injustica y el sufrimiento de la gente cualquiera sea su situación. Jesús confronto a las personas que veían a la religión como un fin en sí. Eran capaces de hacerse los ciegos frente a la necesidad humana. La atención y servicio al sufrimiento de la gente no es algo diferente al evangelio. Jesús viola nuestras reglas para demostrar nuestro error. Una fe en Dios que no impulsa a su iglesia a los necesitados y a buscar a la iglesia “sin iglesia” no es la fe de Jesús sino la de los fariseos. Jesús nos sigue confrontando en como vivimos la fe en Dios, que puede ser usada como un escudo para esconder y justificar la indiferencia. "Oh pueblo, el Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios.", Mi 6:8

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

Encuentro con Dios

 



lunes, 21 de octubre de 2024

La culpa es de ellos

Misericordia

“No está así debido a sus pecados ni a los de sus padres —respondió Jesús—, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida. Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar. Mientras esté yo en el mundo, luz soy del mundo.”, Jn 9:3-5

Es sencillo y muy cruel escondernos en un legalismo que está marcado en que la “culpa es de ellos” y nunca de nosotros. Echarles la culpa a las víctimas es la mejor salida para muchos, porque de esta manera no hace falta darles una mano. Lo que se demuestra en este actuar es justificar la indiferencia frente al sufrimiento humano. ¿Cuánta gente hay herida en nuestro contexto comunitario, nacional y religioso? La sanidad del ciego fue un acto deliberado de “provocación profética”. La curación del ciego nos lanza un desafío a todos nosotros. Si la “obra de Dios” solo tiene que ver con ciertos tiempos y espacios sagrados, entonces podemos olvidarnos de lo que pasa en la calle. No podemos combinar iniquidad con cultos o servicios solemnes, Is 1:11-17. Los religiosos y otros se pusieron coléricos cuando Jesús enfatizo la misericordia por encima de la ley, del reglamento y todo legalismo. ¿Cómo funciona la fe en Dios? ¿Sirve para justificar nuestra indiferencia ante las necesidades humanas? ¿Nos impulsa a los necesitados para que sea evidente la “obra de Dios”? ¿Nos dirige a buscar a las personas que quedaron marginadas ante diferentes circunstancias? ¿Nos lleva a buscar a la iglesia “sin iglesia”? ¿Habrá un “tercer espacio” para volver a encontrarnos y caminar juntos?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox


Asuntos inconvenientes

¡Usted nunca ha estado aquí! “Pero los jefes judíos no creían que ese joven hubiera sido ciego y que ahora pudiera ver.”, Jn 9:18-23 La reac...