sábado, 4 de enero de 2025

La búsqueda de la profundidad y el rendimiento inmediato

 Discernimiento

“La ha descubierto, y nadie se la quitará”, Lc 10:42

Es necesario que la escena la ocupen tanto Marta como María. No podemos seguir adelante solo con una de las dos. Marta y María tienen que estar juntas. María nos ofrece la búsqueda de la profundidad, del significado, de la armonía, de los valores, pero le falta el plano de la eficiencia, del rendimiento inmediato. Marta es de ayuda a María al llevarla a poner los pies en el suelo, en el terreno de lo concreto. Es meter las manos en la realidad más incomoda. El escuchar tiene una relación directa con el hacer. No existe una escucha cómoda, sin compromiso. Jesús nos habla, pero no para quedarnos en la contemplación intimista, individual y sentimental. Estar a los pies de Jesús nos lleva a estar atentos a todos aquellos que esperan algo de nosotros. Todo se trata de seguir mirando al cielo, pero con los pies en la tierra. Una espiritualidad que pierde el contacto con la realidad, con los compromisos terrenos, pierde también la cita con Dios. Busquemos elegir pidiendo a Dios el discernimiento y la sabiduría necesaria para cada situación. No dejemos que nos domine la agitación y la preocupación. “Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios…, Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.”, 1 Co 2:10-12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 3 de enero de 2025

Una sola cosa por la que vale la pena

Un amigo que dice la verdad

“—Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles!”, Lc 10:41

Jesús es un amigo y no un diplomático. Le pudo decir a Marta que había una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. Podemos imaginar su tono de voz afectuoso, agradable, tierno y delicado. Se trata de estar a sus pies y escuchar sus enseñanzas. Jesús va camino a Jerusalén y es un tiempo diferente a cualquier otro. Por otro lado, muchas veces las cosas no salen como esperamos. No alcanzan las buenas intenciones cuando se trata solo de hacer. Es necesario parar, escuchar, pensar, reflexionar, descansar y volver a respirar aire puro. La agenda es del Señor y no nuestra. No se trata de nuestros deseos, perspectivas y control. “Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles, pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.”, 1 Co 13:1-3. Dios nos llama a enfatizar la relación, el apego, la ternura. La mejor parte es la que reclama la profundidad de nuestro ser. “Espero en silencio delante de Dios, porque de él proviene mi victoria. Solo él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde jamás seré sacudido.”, Sal 62:1-2. “Esto dice el Señor: «Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma.”, Jer 6:16.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 2 de enero de 2025

Busca otra cosa en nuestras propias vidas

 ¿Programas?

“Estaba distraída con los preparativos para la gran cena.”, Lc 10:40 

Dios no es programable. No somos dueños de Dios y no lo podemos reducir a nuestros gustos personales, familiares, eclesiales u organizacionales. Es necesario escucharle porque tal vez quiere y busca otra cosa en nuestras propias vidas. Es elegir la mejor parte que desea el Señor. Implica dilatar o ampliar nuestros espacios, la superación de nuestras medidas, la disponibilidad y romper el círculo sofocante que nos aleja de él. Es solo hacer una cosa necesaria: “el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como cuando alguien habla con un amigo”, Ex 33:11. El Señor nos llama a que nuestro corazón y mente sean más amplios y extendamos el territorio. «Ensancha el espacio de tu tienda y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará naciones y poblará ciudades desoladas”, Is 54:2-3

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 1 de enero de 2025

Año 2025: "A tu nombre le corresponde toda la gloria"

"No a nosotros, oh Señor, no a nosotros, sino a tu nombre le corresponde toda la gloria, por tu amor inagotable y tu fidelidad." Salmo 115:1


Descubrimiento progresivo

 Búsqueda y propósito

“Se sentó a los pies del Señor …”, Lc 10:39

Algunas veces los creyentes se preguntan cuál es el propósito para nuestras vidas. Se trata de un descubrimiento progresivo que se da en medio del camino. El Señor nos llama a creer y seguir creyendo, confiar y seguir confiando, avanzar y no detenernos. “La fe cristiana es una fe que nació para caminar”. Es búsqueda, aventura y pasión. Es el inicio al seguimiento de Jesús. Es ser un discípulo, y permanecer como tal. No es una jerarquía o posición organizacional. El discípulo asume la vida de Jesús, la toma para sí en sus opciones y gestos. Es necesario escucharlo, detenernos, centrarnos en él, concederle espacio, sorprendernos. “Después subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y vinieron a él … para que estuvieran con él, …”, Mc 3:13-15. “Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él”, 2 Co 3:17-18. Dia a día siempre hay algo nuevo. Nuestro Dios prepara el banquete y nos dice “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.”, Ap 3:20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 30 de diciembre de 2024

No se trata de ir detrás del rendimiento y la productividad

 Relación

“María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas”, Lc 10:39

Dios nos llama a profundizar una relación con él. No se trata de ir detrás del rendimiento y la productividad. La prioridad es estar con él para luego saber estar con los demás. Significa estar disponible y recibir de parte del Señor su palabra. Es escuchar y contemplar para luego hacer. Es darle al Señor la hospitalidad en nuestro espacio interior e íntimo, que está reservado a él y su amor. Jesús está siempre en camino, con su luz, su amor, su palabra. Sale a nuestro encuentro y si hace visible. El desea ser el centro de nuestra vida y para esto se necesita un corazón receptivo y sensible. Es tener sed de Dios. Entonces el amor transforma a la persona. Esta palabra que la encontramos en el camino necesita una zona de silencio para saber escucharlo. Él nos revela su corazón y secretos. “Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.”, Jn 15:15. Todo se trata de ofrecernos a nosotros mismos. Es la capacidad de entregarnos y buscar estar a los pies del Señor. “El Señor los guiará continuamente; les dará agua cuando tengan sed y restaurará sus fuerzas. Serán como un huerto bien regado, como un manantial que nunca se seca.”, Is 58:11

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 29 de diciembre de 2024

“Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”

 Esencial

"Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse...”, Lc 10:42

El Señor nos suele llamar la atención cuando existe un exceso de programas, novedades, actividades, distracciones y perdemos de vista lo esencial. Podemos llegar a creer que nosotros ponemos la medida de lo que le agrada al Señor. La escritura nos recuerda que “Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno… El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios.”, Sal 51:16-17. “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.”, Jn 15:4-5 “Amo a todos los que me aman. Los que me buscan, me encontrarán.”, Pr 8:17. “Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”, Jer 29:13. “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”, Heb 4:16 “En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios! Hice al Señor Soberano mi refugio, y a todos les contaré las maravillas que haces”, Sal 73:28. Que el Señor nos ayude a permanecer en el.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 28 de diciembre de 2024

Dos dimensiones que tienen que estar estrechamente unidas

  El encuentro con la palabra y la obra

“Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena.”, Lc 10:38-40

Nos encontramos con dos hermanas que muestran dos maneras de recibir a la gente. Por un lado, esta Marta que realiza un servicio generoso y por el otro lado nos encontramos con Maria con una escucha atenta, participativa y amorosa. Marta elige el camino del dar y del hacer por Jesús. María el de recibir y dejarse hacer por él. En este texto no se trata de elegir entre Marta o María. Ellas forman dos dimensiones que tienen que estar estrechamente unidas. Se trata de servir como lo hizo Marta y de escuchar como María. Una cosa no está en oposición a la otra, pero debemos tener cuidado que la “perspectiva, importancia y alcance de Marta” puede sofocar la “perspectiva, importancia y alcance de María” o viceversa. La palabra y la obra deben ir juntas. ¿Cuál de las dos facetas debe ir primera? Dependerá de las circunstancias y oportunidades. Son como las dos caras de una misma moneda o como un avión que para volar necesita de las dos alas. En este episodio que desarrolla Lucas, hay un momento y ocasión que no hay que perder, es decir, la relación personal con el Señor. Se trata de comprender la importancia de la hora, de la ocasión ofrecida, Jesús va hacia Jerusalén. Es cuestión de sacrificar lo urgente a lo importante. “Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.” La escritura también nos recuerda: “De la tribu de Isacar había 200 jefes junto con sus parientes. Todos estos hombres entendían las señales de los tiempos y sabían cuál era el mejor camino para Israel.”, 1 Crónicas 12:32.  Jesús nos llama a discernir nuestro tiempo y prioridad.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 27 de diciembre de 2024

Arriesgar el corazón

  ¿Y quién es mi prójimo?

“Un maestro de la Ley se acercó para ver si Jesús podía responder a una pregunta difícil,... —¿Y quién es mi prójimo? Entonces Jesús le puso este ejemplo:«Un día, un hombre iba de Jerusalén a Jericó. En el camino lo asaltaron unos ladrones y, después de golpearlo, le robaron todo lo que llevaba y lo dejaron medio muerto. »Por casualidad, por el mismo camino pasaba un sacerdote judío. Al ver a aquel hombre, el sacerdote se hizo a un lado y siguió su camino. Luego pasó por ese lugar otro judío, que ayudaba en el culto del templo; cuando este otro vio al hombre, se hizo a un lado y siguió su camino. »Pero también pasó por allí un extranjero, de la región de Samaria, y al ver a aquel hombre tirado en el suelo, le tuvo compasión. Se acercó, sanó sus heridas con vino y aceite, y le puso vendas. Lo subió sobre su burro, lo llevó a un pequeño hotel y allí lo cuidó… Jesús terminó el relato y le dijo al maestro de la Ley:—A ver, dime. De los tres hombres que pasaron por el camino, ¿cuál fue el prójimo del que fue maltratado por los ladrones?—El que se preocupó por él y lo cuidó —contestó el maestro de la Ley. Jesús entonces le dijo:—Anda y haz tú lo mismo.”, Lc 10:25-37

Nos encontramos con un experto en la ley religiosa que se levantó para probar a Jesús. Este religioso quería medirse con Jesús, ponerlo a prueba, definir el concepto exacto de prójimo y determinar con precisión los límites del amor. Jesús no se presta al juego y le interesa que toda persona esté dispuesta a involucrarse en el plano existencial. Lo concreto y esencial es el amor y el servicio. El Señor busca el compromiso y que nos dejemos cuestionar en los temas del amor al prójimo. No alcanzan las perfectas declaraciones doctrinales. Se trata de ir y hacer. El conocimiento es inseparable de la praxis. No se trata de responder bien en forma teórica, sino que la teoría hay que llevarla a la práctica. Dios nos llama a tener compasión y arriesgar el corazón. Se trata de no tener miedo al amor y no estar distante. Nuestro Dios siempre está cerca, próximo, nos alcanza, se detiene y cura nuestras heridas. Jesús nos dice "—Anda y haz tú lo mismo".

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

jueves, 26 de diciembre de 2024

Jesús no apaga el entusiasmo, sino la fantasía

  Opciones

“Cuando iban por el camino, alguien le dijo a Jesús: —Te seguiré a cualquier sitio que vayas. Jesús le contestó: —Las zorras tienen sus cuevas, y las aves tienen nidos, pero yo, el Hijo del hombre, no tengo ni siquiera un sitio donde descansar. Después Jesús le dijo a otro: —¡Sígueme! Pero él respondió: —Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre. Jesús le dijo: —Lo importante es que tú vayas ahora mismo a anunciar las buenas noticias del reino de Dios. ¡Deja que los muertos entierren a sus muertos! Luego vino otra persona y le dijo a Jesús: —Señor, quiero seguirte, pero primero déjame ir a despedirme de mi familia. Jesús le dijo: —No se puede pertenecer al reino de Dios y hacer lo mismo que hace un mal campesino. Al que se pone a arar el terreno y vuelve la vista atrás, los surcos le salen torcidos.”, Lc 9:57-62

Jesús es contundente al expresar sus opciones con relación a su seguimiento y la misión. Hay urgencia y Jesús nos vuelve a decir “Sígueme”. Es auténtico, no esconde nada y nos muestra en que consiste este camino. No suele haber rebaja en el costo del billete. Mas que atraer parece decepcionar a todos aquellos que buscan una mejora en las condiciones del viaje. Jesús no apaga el entusiasmo, sino la fantasía. Nos llama a ser conscientes de las circunstancias, dificultades, sacrificios, renuncias y todo lo que implica el compromiso en ser discípulo. Somos llamados a ser y hacer discípulos. En la práctica el mandamiento de seguir a Jesús es idéntico al mandamiento de creer en Él. El discipulado ocurre cuando alguien responde al llamado de aprender de Jesús, cómo vivir su vida como si Jesús la estuviera viviendo. Como resultado, el discípulo se convierte en el tipo de persona que naturalmente hace lo que hizo Jesús. Lo que caracteriza al discípulo de Jesús es la mirada hacia delante. Es alguien que busca ser semejante a Jesús, está dispuesto a tener sus mismos gestos y seguir sus mismas opciones. Vive la sorpresa en las manos de Dios, un itinerario imprevisible, una aventura, cosas inesperadas, novedades y riesgos que construyen a un creyente en Jesús. Trabaja a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Es libre, busca espacios más abiertos y no soporta una tienda angosta. Un discípulo de Jesús es alguien que está dispuesto a seguir una relación profunda y un nuevo proyecto de vida aceptando sus preferencias, pensamientos y actitudes. Es aquel que vive en Fe, Esperanza y Amor.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox