viernes, 6 de septiembre de 2024

Orden de captura

 Encuentro policial

“Cuando algunos de los que estaban allí oyeron esto, dijeron: «De veras que este hombre es el profeta que Dios nos iba a enviar.» ... Y aunque no faltaba quien quería llevárselo a la cárcel, nadie se atrevía a tocarlo. Los jefes judíos no creían en Jesús. Los guardias del templo regresaron a donde estaban los sacerdotes principales y los fariseos, quienes les preguntaron: —¿Por qué no trajeron a Jesús? Los guardias contestaron: —¡Nunca ha hablado nadie como lo hace ese hombre!, Jn 7:40-46

Jesús se encontró con la policía de su época y la intención de estos no era muy buena. El contraste entre Jesús y las autoridades religiosas era irremediable. Los religiosos disponían de un cuerpo especial de policía del templo y enviaron arrestar al Maestro. Seguramente pensaron que una vez puestas las manos en el agitador todo se habría desestimado. Ellos tenían una orden de captura sobre Jesús por perturbar el orden público, pero sucedió algo sorprendente. "Los guardias del templo regresaron a donde estaban los sacerdotes principales y los fariseos, quienes les preguntaron: —¿Por qué no trajeron a Jesús? Los guardias contestaron: —¡Nunca ha hablado nadie como lo hace ese hombre!". Estos guardias tuvieron que enfrentarse con la fuerza de una palabra que es más potente que las armas, que los reglamentos, que la obediencia ciega a las órdenes recibidas. Estaban vacunados por razón de su trabajo contra las emociones, pero son capturados por aquel a quien tenían que arrestar. El encuentro es desigual, pero gana el poder de la "Palabra". La fuerza de la "Palabra" lo es todo.  Más adelante otros guardias se presentan en plena noche para arrestar a Jesús, pero bastará la “palabra” para paralizarlos y hacerlos caer. "Jesús les dijo: —Yo soy. Los soldados y los guardias del templo cayeron de espaldas al suelo.", Jn 18:1-6. Una sola palabra de Jesús es suficiente para nuestra vida. Él es el "YO SOY" y es todo lo que necesitamos en cualquier circunstancia.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 5 de septiembre de 2024

Impuros

 "Los excluidos"

“Jesús volvió a salir de la región de Tiro. Pasó por la región de Sidón y llegó al Lago de Galilea, en el territorio de Decápolis. Allí le llevaron a Jesús un hombre sordo y tartamudo, y le rogaron que pusiera las manos sobre él para sanarlo. Jesús tomó al hombre y lo llevó aparte, lejos de la gente. Luego puso sus dedos en los oídos del hombre y le puso saliva en la lengua. Después miró al cielo, suspiró y dijo: «¡Efatá!», palabra que significa «¡Ábrete!» En ese momento el hombre pudo oír y hablar normalmente. Jesús le ordenó a la gente que no se lo contara a nadie; ... más lo contaba la gente, porque estaba muy admirada y decía: «Jesús todo lo hace bien», Mc 7:31-37

Jesús se siente bastante bien entre los impuros y excluidos. Él quiere llevar la salvación a todos aquellos que son considerados “infieles” y prueba nuestra compasión por el sufrimiento humano. Jesús lleva aparte a una persona sorda y tartamuda y su milagro realizado está lejos de la gente; en lugar aparte. La sanidad que realiza Jesús no necesita un gesto espectacular que esté destinado a impresionar a otros. En Jesús ha llegado ya el Reino de Dios y se cumple la palabra profética que dice “Y cuando él venga, abrirá los ojos de los ciegos y destapará los oídos de los sordos. El cojo saltará como un ciervo, y los que no pueden hablar ¡cantarán de alegría!”, Is 35:5-6. Para nosotros en este día la presencia de Jesús por medio de su Espíritu Santo es un motivo de confianza y de esperanza. Para escuchar a Jesús es necesario ir aparte, lejos de la gente y encontrarnos cara a cara con Él. Es recobrar la capacidad de escuchar y la posibilidad de hablar. Jesús suspira por nosotros y nos dice «¡Ábrete!». Hay que dejar hablar al que no es mudo. Abrirnos a la escucha, a la comprensión profunda de una relación con Dios y nuestro prójimo. Ahora Dios nos espera en otra parte porque la exclusión y marginación se ha convertido en la manera más común de defender la tranquilidad. Cuando escuchamos el grito del excluido y discriminado es el comienzo para dejar atrás la sordera. No nos quedemos mudos cuando intentan amenazar la misericordia. Jesús, “todo lo hace bien”.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Una dimensión universal

 Debajo de la mesa

¿No puedo comer lo que los hijos arrojan al piso?, Mc 7:28

Cuando hablamos de la iglesia estamos hablando de una comunidad que entiende que el Reino de Dios tiene una dimensión universal. Una comunidad sana es una Iglesia que no se mira a sí misma. Es una iglesia que se enfoca en la evangelización a todas las etnias. Jesús en su momento salió de Palestina y de territorio judío. El punto clave es que el evangelio es para todas las etnias y culturas. Jesús entra en territorio gentil, Mc 7:24-30, Mt 15:21-28 y está presentando la amplitud del Reino de Dios que viene para todos incluyendo a nuestros enemigos. Hay gente que esta debajo de la mesa, ha sido marginada y solo le llegan algunas migajas. Encima de la mesa está el pan que es el evangelio para todos los pueblos y etnias, pero puede ser desvirtuado cuando solo caen algunas migajas. Somos desafiados a imitar a Jesús y servir el pan a los que están debajo de la mesa. Jesús es el pan de vida para todos los pueblos y todas las etnias. “Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva”, 1 Co 11:26. ¿Están todos servidos? ¿Falta alguno?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 


martes, 3 de septiembre de 2024

El pan

 “Las sobras”

“Pero aun los perros comen las sobras que se les caen a los hijos debajo de la mesa”, Mc 7:28

Nos encontramos con una mesa servida donde hay abundancia y por otro lado una mujer que está dispuesta a comer de las sobras que se les caen a los hijos de la opulencia. Esta mujer es extranjera y no es tenida en cuenta. Mientras que algunos discuten porque los discípulos no se lavaban las manos antes de comer, hay otros que necesitan disfrutar de la fragancia del pan en sus propias manos, Mc 7:1-23. Jesús tuvo un enfrentamiento con los religiosos sobre lo que es puro e impuro y luego se va hasta la región de la ciudad de Tiro, quizás para descansar. Es territorio de "infieles", el territorio de la "impureza" y su decisión de tomar tiempo con ellos es una bofetada a la religiosidad mal entendida. Jesús está empeñado en preparar a su gente y llevarlos a una experiencia que les haga ver que se esperaba de ellos. Jesús en su accionar marca una falsa espiritualidad que lo único que hacía era excluir y condenar. Jesús dramatiza en esta escena la actitud que solía tener su pueblo y nos ayuda a pensar que debemos ser inclusivos. La fe y la espiritualidad se suelen encontrar en la periferia. Hay una mujer que ruega por la sanidad de su hija; está dispuesta a superar los obstáculos y límites de todo tipo. El pan de vida es para toda la humanidad, todas las etnias y todas las naciones. La mesa que ha sido preparada para los hijos tiene que ser “una mesa abierta para todos”. Jesús todo lo hace bien, Mc 7:37.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 2 de septiembre de 2024

Permanecer

 “Persistir y no sucumbir”

"Una mujer supo que Jesús estaba en el lugar, y fue a buscarlo, pues su hija tenía un espíritu malo. Esta mujer no era judía; era de la región de Fenicia, que está en Siria. Cuando encontró a Jesús, se arrodilló delante de él y le rogó que librara del espíritu malo a su hija. Pero Jesús le dijo: —Deja que primero coman los hijos, pues no está bien quitarles la comida para echársela a los perros.  Y ella le contestó: —¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen las sobras que se les caen a los hijos debajo de la mesa. Jesús le dijo: —¡Mujer, es muy cierto lo que dices! Vete tranquila a tu casa, pues el demonio ya salió de tu hija. La mujer regresó a su casa y, cuando llegó, encontró a su hija acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella.", Mc 7:25-30

Nos encontramos con una mujer que ha sido marginada. Esta mujer fue muy hábil, le dio la razón a Jesús y consiguió volver el argumento a su favor. Tomó al maestro por la palabra y la puso de su parte. Su argumento consiste en darle la razón a Jesús. La fe consiste en dejarnos arrebatar o arrancar por parte de Dios. Una palabra dura es aceptada y Jesús le da lo que ella quiere. Es entregarnos sin poner nuestras pretensiones. Jesús nos llama a persistir, se deja superar ante la expresión de esta mujer y se deja llevar por esa palabra. “Ya no pretendo el pan de los hijos, pero será suficiente con las sobras”. ¿No está destinada tu gracia a los que están desprovistos de ella? “Jesús le dijo: —¡Mujer, es muy cierto lo que dices!”. El Señor busca en nosotros una palabra, es la que le interesa y quizás la que nunca ha oído por parte nuestra. Es la palabra y expresión que me puede llevar tranquilo a casa.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 1 de septiembre de 2024

Discusiones mezquinas

 "Cambiando de aires"

"Después, Jesús salió de allí y fue hasta la región de la ciudad de Tiro. En ese lugar, se quedó unos días en una casa, y no quería que nadie supiera dónde estaba. Pero no pudo esconderse", Mc: 7:24

La polémica que Jesús mantuvo con los fariseos quizás fue desgastante y esto lo llevo a cambiar de aires. Envuelto en discusiones mezquinas, Jesús escucha los mismos argumentos de siempre. Las observaciones exteriores se convierten en la preocupación principal, Jesús sale de allí. Cuando solo es cuestión de reglamentos, hay legalismo y todo se reduce a discusiones interminables sobre “nuestras cosas”, es la hora de buscar otros sitios. Jesús tomo la actitud de marcharse e irse lejos con los "infieles". En territorio pagano tiene la posibilidad de oír de una mujer una palabra nueva: “Solo nos llegan las migajas”. El tema principal es “el pan de vida” que tienen los hijos sobre la mesa y todos aquellos que viven debajo de la misma. Mientras que por un lado hay abundancia, por otro lado, solo llega una migaja. El seguimiento de Jesús se hace realidad cuando compartimos el “pan”. Hay algo peor que la soledad y es el permanecer “solo entre nosotros”. “Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva”, 1 Co 11:26. “Si ofrecen su pan al hambriento y ayudan a los que sufren, brillarán como luz en la oscuridad, como la luz del mediodía. »Yo los guiaré constantemente, les daré agua en el calor del desierto, daré fuerzas a su cuerpo, y serán como un jardín bien regado, como una corriente de agua. Reconstruirán las ruinas antiguas, reforzarán los cimientos antiguos, y los llamarán: “Reparadores de muros caídos”, “Reconstructores de casas en ruinas”. Is 58:10-12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 31 de agosto de 2024

Vitalidad, dinamismo y movilidad

 Crecer

“La siguiente es otra ilustración que usó Jesús: «El reino del cielo es como una semilla de mostaza sembrada en un campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero se convierte en la planta más grande del huerto; crece hasta llegar a ser un árbol y vienen los pájaros y hacen nidos en las ramas», Mt 13:31-32

El crecimiento es un fenómeno vital, dinámico, complejo, sugiere movilidad. Se da donde existe la vida y lo que tiene vida crece, hay desarrollo, expansión, creatividad, renovación. Cuando no crecemos la vida se estanca, se deteriora, decrece, prevalece la inercia, la pereza y el estatismo. La comunidad del Reino de Dios como organismo vivo está llamada a crecer y multiplicarse, expandirse hacia afuera en la formación de nuevas comunidades de fe. Un organismo que no se desarrolla y crece termina por tener una vida vegetativa o morir, Lc 19:11-26. Dejar de crecer sería dejar de existir. La iglesia es creación de Dios y como un organismo no solo existe, sino que debe reflexionar sobre sí misma y su razón de ser. Su expansión debe estar en conformidad con la visión que tiene de su propia naturaleza y la misión en el mundo. Jesús nos desafía a ser una buena semilla y estar dispuestos a ser plantados en nuevos terrenos para ser de bendición a todas las naciones, que su nombre sea reconocido y glorificado y el mal pueda ser derrotado por el avance del Reino de Dios.

Carlos Scott

La luz de la vida

"El inventario"


“Jesús dijo: «Lo que hace impura delante de Dios a la gente, es lo que la gente dice y hace. Porque si alguien dice cosas malas, es porque es malo y siempre está pensando en el mal, y en cómo hacer cosas indecentes, o robar, o matar a otros, o ser infiel en el matrimonio. Esa gente vive pensando solamente en cómo hacerse rica, o en hacer maldades, engañar, ser envidiosa, insultar y maldecir a otros, o en ser necia y orgullosa.”, Mc 7:20-23

Jesús sabe lo que hay en el ser humano y puede hacer un inventario de nuestra vida. Nos puede mostrar lo que hay en el corazón de cada uno de nosotros. Podemos ser necios, soberbios, orgullosos, altaneros y arrogantes. Es la actitud propia del que se cree ser algo. Es la actitud opuesta a la humildad. La necedad consiste en la preocupación de aparentar más que de ser, contentarnos con lo exterior sin afrontar una realidad interior que puede ser desastrosa. También podemos ser necios cuando fundamos la vida en la seguridad de tener, que nos afanamos por poseer y acumular en vez de crecer en la relación con Dios y nuestro prójimo. Sólo en el campo de la bondad es posible la creatividad de algo nuevo, descubrir nuevos horizontes y vivir la sorpresa. Nuestras posibilidades se manifiestan cuando la luz penetra en nuestra vida. “Los ojos de una persona son como una lámpara que alumbra su cuerpo. “Por eso, si miran con ojos sinceros y amables, la luz entrará en su vida. Pero si sus ojos son envidiosos y orgullosos, vivirán en completa oscuridad. Así que, tengan cuidado, no dejen que se apague la luz de su vida. Si todo su cuerpo está iluminado, y no hay en él ninguna parte oscura, entonces la vida de ustedes alumbrará en todos lados, como cuando una lámpara los ilumina con su luz”, Lc 11:34-36. “Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida», Jn 8:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 30 de agosto de 2024

¿Tampoco ustedes entienden?

Diagnóstico del corazón

“Cuando Jesús dejó a la gente y entró en la casa, los discípulos le preguntaron qué significaba esa enseñanza. Él les respondió: «¿Tampoco ustedes entienden? Nada de lo que entra en la persona la hace impura delante de Dios. Lo que se come no va a la mente sino al estómago, y después el cuerpo lo expulsa.» Jesús dijo eso para que supieran que ningún alimento es impuro.”, Mc 7:17-19

El nombre fariseos significa los separados o sea los santos observantes de la ley. Al considerarse separados la idea central implica estar separados del pecado. Había fariseos hipócritas, pero también había otros animados por seguir la rectitud y cuya práctica evidenciaba un amor a Dios. Los hubo como aquellos que invitaron a Jesús a comer o bien los que trataron de salvarlos del zorro de Herodes, Lc 13: 31. Lo que confronta el evangelio es el fariseísmo cuando vincula la búsqueda de Dios con la práctica de la ley. Cuando se instala el legalismo que es la observancia de toda ley sin seguir el espíritu de esta y además se añade los logros propios, es cuando surge el fariseo. La enfermedad es la observancia exterior que deriva en la facilidad para juzgar, despreciar o descalificar a los demás. Para comprender en qué discusión se metió Jesús hay que tener en cuenta a estos religiosos. Dios no se contenta con la fachada y penetra en cada casa para mirar desde adentro. Tampoco se conforma con las caras bonitas y hace un diagnóstico del corazón. El exterior debe ser la expresión de lo que ha crecido en aquel lugar secreto, no su máscara o camuflaje, tampoco la apariencia. Dios está cercano cuando su palabra nos anima a las acciones y nos mueve a encontrar al prójimo. Entre apariencia y transparencia, está por medio la presencia o la ausencia de Dios. “Si afirmas ser religioso, pero no controlas tu lengua, te engañas a ti mismo y tu religión no vale nada. La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa”, Stg 1:26-27. “Este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros”, 1 Jn 3:11

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

jueves, 29 de agosto de 2024

El corazón

 “La interioridad”

“Luego Jesús llamó a la gente y dijo: «Escúchenme todos, y entiendan bien: La comida que entra por su boca no los hace impuros delante de Dios. Lo que los hace impuros son los insultos y malas palabras que salen de su boca», Mc 7:14-16.

El lavarse las manos que ha dado origen a una polémica nos coloca en la categoría de lo puro y lo impuro. Se suele calificar como impuro aquello que está lejos de la santidad de Dios. Una forma de purificación consistía en lavarse las manos antes de las comidas que mucho tiempo atrás era solo para los sacerdotes y aquellas personas dedicadas al culto. Había también animales declarados inmundos y que no se podían comer. La impureza se refería incluso a determinados alimentos. Este comportamiento inspirado en el sistema de lo puro e impuro está guiado por prohibiciones y preceptos rituales. Su preocupación dominante es la de dar honor en el culto a Dios. Jesús plantea un enfoque diferente y está centrado en la interioridad, en el corazón, en amar, dar, compartir y no en la superficialidad. Jesús nos muestra otro camino y es impedir la violencia, la agresión, la injusticia, el abuso, el egoísmo. Su preocupación dominante es el prójimo. El sistema de "impureza ritual" ligado al culto puede sofocar la espiritualidad que busca Jesús en su pueblo. El Señor nos vuelve a decir: “De nada sirve que ustedes me alaben, pues inventan reglas y luego las enseñan diciendo que yo las ordené. Ustedes desobedecen los mandamientos de Dios para poder seguir enseñanzas humanas.”, Mc 7:7-8 “Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva”, Salmos 139:23-24

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

miércoles, 28 de agosto de 2024

Donde Dios está no hay oscuridad

"Entender bien"

“Luego Jesús llamó a la gente y dijo: «Escúchenme todos, y entiendan bien”, Mc 7:14

Es necesario entender bien. “Jesucristo nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad. Éste es el mensaje que ahora les anunciamos.”, 1 Jn 1:5. Nuestra conciencia es iluminada cuando recibimos la luz de la necesidad de Dios y del prójimo. Me acerco a Dios solo cuando tengo el valor de no alejarme del prójimo. Los religiosos tenían miedo de contaminarse con determinadas personas. El seguidor de Jesús sabe que caminar junto a él es caminar no separados de los demás, sino junto a los otros. “Pero si vivimos en la luz, así como Dios vive en la luz, nos mantendremos unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre de su Hijo Jesús”, 1 Jn 1:7. “La sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera.  Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia”, Stg 3:17-18. “Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.”, Stg 2:17-18

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

 

Dejarse cuestionar

  Abrir los ojos “Entonces Jesús dijo: —Yo he venido a este mundo para hacer justicia, para que los ciegos vean y los que ven se queden cieg...