viernes, 25 de agosto de 2023

Demasiado Polvo

 Cuando lo “puro” se vuelve “impuro”

“El mensaje de Dios se anunciaba por todos los lugares de aquella región. Pero los judíos hablaron con las mujeres más respetadas y religiosas de la ciudad, y también con los hombres más importantes, y los convencieron de perseguir a Pablo y a Bernabé, y de echarlos fuera de esa región. Por eso Pablo y Bernabé, en señal de rechazo contra ellos, se sacudieron los pies para quitarse el polvo de ese lugar, y se fueron a Iconio”. Hch 13:14-52

Los religiosos movidos por la competencia y la envidia se opusieron a la predicación de Pablo y Bernabé y los echaron de la región. Su mirada estaba puesta en buscar su propia gloria. Los apóstoles no se detienen, sino que pasan “a otra parte”, a los gentiles o paganos. Retener y no compartir el evangelio puede significar que la Palabra abandono nuestro territorio y se dirige en otra dirección. "Pablo y Bernabé, en señal de rechazo contra ellos, se sacudieron los pies para quitarse el polvo de ese lugar, y se fueron a Iconio". Los judíos solían sacudirse el polvo de los pies cuando volvían a la propia tierra desde un territorio gentil, que les había convertido en “impuros”. Ahora sucede lo contrario y Pablo y Bernabé se alejan de los “puros” para llegar a los “lejanos e impuros”. Estar cerca de la iglesia no necesariamente significa estar “puro” y los que intentan bloquear el mensaje de Jesucristo para toda etnia, pueblo y nación, lo que logran es todo lo contrario y otros son empujados a otra parte, hacia lo último de la tierra. El montón de polvo que se puede acumular en la puerta de nuestras casas y comunidades de Fe puede señalar que él está cansado de nuestra mezquindad y se ha ido a otra parte. Cuando en nuestras comunidades el Señor no es comprendido, se marcha lejos, a otra parte, a lugares impensados. “Después de esto vi una enorme multitud de todo pueblo y toda nación, tribu y lengua, que era tan numerosa que nadie podía contarla …Y gritaban con gran estruendo: «¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono y del Cordero! », Ap 7:9-10

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 24 de agosto de 2023

Poder de Dios

 Una obediencia renovada.

“Así que el mensaje del Señor se extendió por toda esa región…Y los creyentes se llenaron de alegría y del Espíritu Santo”, Hch 13:44-52

Cuando los dirigentes judíos vieron a toda una multitud reunida en la ciudad para oír a Pablo y Bernabé se llenaron de celos y envidia. Lo que ahora había sido propiedad solo de ellos pasa a ser de toda una multitud y lo que se teme es perder el control de la sinagoga. “Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valentía … Pues el Señor nos dio este mandato cuando dijo: “Yo te he hecho luz para los gentiles, a fin de llevar salvación a los rincones más lejanos de la tierra”. “Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles”, Ro 1:16. El poder del evangelio no es otro que el poder que viene del Espíritu Santo. Es un poder que rompe todos los moldes porque las puertas deben estar abiertas, debe haber amplitud y nuevas maneras de ser iglesia para los demás. Lo que está en juego no son nuestras tradiciones, jerarquía o “etiquetas denominacionales”. Tampoco se trata de que se una a la comunidad gente como nosotros. Lo único y significativo es el nombre del Señor para que todas las personas reciban su bendición, el mal sea derrotado y el nombre de Dios sea reconocido y adorado. El resultado de lo acontecido fue que echaron a Pablo y Bernabé de la ciudad, pero la palabra del Señor se extendió en toda esa región. Finalmente, los que quedaron fuera no son a los que echaron, sino los que promovieron la expulsión. Dios nos llama a una obediencia siempre renovada.

Carlos Scott

miércoles, 23 de agosto de 2023

Vivir en varias realidades

 "Permanecer como su comunidad”

“Saulo, también conocido como Pablo, …”, Hch 13:4-12

La salvación abre la puerta a la bendición. Esto permite que el mal sea destruido por medio del Reino de Dios y el nombre del Señor reconocido y adorado. Nos desafía a facilitar un movimiento de seguidores de Cristo que se desarrolle y multiplique en la sociedad y cultura local. Implica que los nuevos creyentes no cambien de cultura y puedan “permanecer como son ellos” sin tomar otro modelo cultural. La iglesia, en su encarnación en la realidad humana, ha de encarnarse también en esos encuentros culturales. Es presentar el evangelio y a Jesucristo y no nuestras “estructuras, etiquetas denominacionales, reglamentos, estatutos, tradiciones”. Nosotros "nos volvemos como ellos” para que ellos "permanezcan como los de su comunidad". La idea es no cambiar su identidad para convertirse en "cristianos”, sino en seguidores de Jesús el Mesías y ciudadanos del reino de Dios. Debemos ayudar a quienes creen en "permanecer como su pueblo”. La iglesia no está para defender “culturas puras”. Debemos promover la verdad bíblica universal, no nuestro patrón cultural de esta verdad y confiar en el trabajo del Espíritu Santo en las vidas de los nuevos creyentes y en los nuevos movimientos. Dios llama a las personas a un arrepentimiento sincero, pero no a convertirse a un estilo de vida extraño o extranjero o a tradiciones eclesiásticas. “Cada uno debería seguir viviendo en la situación que el Señor lo haya puesto, y permanecer tal como estaba cuando Dios lo llamó por primera vez. Esa es mi regla para todas las iglesias. Por ejemplo, un hombre que se circuncidó antes de llegar a ser creyente no debería tratar de revertir su condición. Y el hombre que no estaba circuncidado cuando llegó a ser creyente no debería circuncidarse ahora. Pues no tiene importancia si un hombre ha sido o no circuncidado. Lo importante es cumplir los mandamientos de Dios”, 1 Co 7:17-20. Servimos para ver que el evangelio sea recibido en cada etnia. “Saulo que también es Pablo”, vivía a la vez en varias realidades y es una oportunidad para la misión y obediencia al evangelio.  

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

martes, 22 de agosto de 2023

Cosas que nadie jamás pudo ver

 Algo nuevo

“Pues estoy haciendo algo en sus propios días, algo que no creerían aun si alguien les dijera”, Hch 13:41

La historia detallada de la misión en Antioquía de Pisidia empieza un día de descanso cuando fueron a las reuniones de la sinagoga. Pablo tiene la oportunidad de anunciar el evangelio y en su audiencia hay judíos y también están los “temerosos de Dios”. Estos últimos eran personas que creían en Dios, pero no aceptaban ser circuncidados y sujetarse al resto de la ley. Pablo expresa que el mensaje es para todos, sean judíos o gentiles y además les dice: “Por medio de este hombre Jesús, ustedes tienen el perdón de sus pecados. Todo el que cree en él es hecho justo a los ojos de Dios, algo que la ley de Moisés nunca pudo hacer… Muchos siguieron a Pablo y a Bernabé, y ambos los exhortaban a que continuaran confiando en la gracia de Dios.” Luego al siguiente día de reposo vuelven para hablar a toda la ciudad y esto provoco celos en la dirigencia. Ellos terminan rechazando el mensaje, pero “Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y le dieron las gracias al Señor por su mensaje, y todos los que fueron elegidos para la vida eterna se convirtieron en creyentes. Así que el mensaje del Señor se extendió por toda esa región… Y los creyentes se llenaron de alegría y del Espíritu Santo”. Al igual que ellos Dios quiere hacer nuevas cosas en nuestro tiempo y nos invita a reflexionar, estar abiertos a su Espíritu y abrirnos a nuevas formas de ser iglesia para los demás. «Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.», 1 Co 2:9

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 21 de agosto de 2023

Igual a todos

 “Volvernos como ellos”

“Saulo, también conocido como Pablo, fue lleno del Espíritu Santo…”, Hch 13:4-12

Los romanos solían tener tres nombres: el suyo, el de su clan y el de su familia. Pablo era su nombre romano de familia y el que usaba entre los gentiles y Saulo era el nombre que usaba entre los judíos y sus allegados. Lucas sigue llamándole Saulo hasta que comienza a describir la misión a los gentiles. Saulo es judío, circuncidado cuando tenía ocho días de vida, ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro!, pero “Saulo que también es Pablo” es ciudadano romano, orador y escritor en lengua griega y está dispuesto a “volverse como uno de ellos” con tal que todos tengan la oportunidad de conocer y seguir al Señor. Nos habla de la capacidad de adaptación cultural para compartir el evangelio y nos desafía a “volvernos como uno de ellos”. Se nos anima a estar en la avanzada y abrir brechas entre los no alcanzados. “Aunque soy libre, vivo como si fuera el esclavo de todos. Así ayudo al mayor número posible de personas a creer en Cristo. Cuando estoy con los judíos, vivo como judío, para ayudarlos a creer en Cristo. Por eso cumplo con la ley de Moisés, aunque en realidad no estoy obligado a hacerlo. Y cuando estoy con los que no obedecen la ley de Moisés, vivo como uno de ellos, para ayudarlos a creer en Cristo. Esto no significa que yo no obedezca la ley de Dios. Al contrario, la obedezco, pues sigo la ley de Cristo. Cuando estoy con los que apenas empiezan a ser cristianos, me comporto como uno de ellos para poder ayudarlos. Es decir, me he hecho igual a todos, para que algunos se salven. Y todo esto lo hago porque amo la buena noticia, y porque quiero participar de sus buenos resultados”, 1 Co 9:19-23

Carlos Scott

domingo, 20 de agosto de 2023

Señales de su Presencia

 Confrontación de poderes

“Después viajaron de ciudad en ciudad por toda la isla hasta que finalmente llegaron a Pafos, donde conocieron a un hechicero judío, un falso profeta llamado Barjesús. El tal se había apegado al gobernador, Sergio Paulo, quien era un hombre inteligente. El gobernador invitó a Bernabé y a Saulo para que fueran a verlo, porque quería oír la palabra de Dios; pero Elimas, el hechicero (eso es lo que significa su nombre en griego), se entrometió y trataba de persuadir al gobernador para que no prestara atención a lo que Bernabé y Saulo decían. Trataba de impedir que el gobernador creyera”, Hch 13:6-12

El Espíritu Santo llamó a Bernabé y Saulo para que en la guía e impulso del Espíritu extendieran el horizonte de la misión predicando a los pueblos no alcanzados y dirigiendo sus pasos en las nuevas fronteras misioneras. En la isla de Chipre predicaron la palabra de Dios en las sinagogas y en Pafos que era la capital romana de Chipre se encontraron con un hechicero. Lucas describe una confrontación de poderes entre los misioneros y el falso profeta. Saulo, lleno del Espíritu mostro las intenciones del falso profeta quien procuraba que el gobernador se apartara de la fe y este quedo ciego por cierto tiempo. “Cuando el gobernador vio lo que había sucedido, se convirtió, pues quedó asombrado de la enseñanza acerca del Señor”. El Espíritu llama y envía, pero además equipa para la misión. Los apóstoles habían recibido el poder del Espíritu para identificar la oposición ante el avance del evangelio. Podemos identificar y poner al descubierto la oposición. Jesús nos ha prometido acompañarnos en todo tiempo dando claras señales de su presencia. “Les aseguro que el que confía en mí hará lo mismo que yo hago. Y, como yo voy a dónde está mi Padre, ustedes harán cosas todavía mayores de las que yo he hecho”, Jn 14:12. “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él”, Jn 14:21

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 19 de agosto de 2023

Caminar en Fe

Enviados por el Espíritu Santo

“Entonces Bernabé y Saulo fueron enviados por el Espíritu Santo ...”, Hch 13:4-5

La palabra de Dios nos indica que Bernabé y Saulo fueron enviados por el Espíritu Santo. El rol de la iglesia de Antioquia fue liberarlos o soltarlos al trabajo especial al cual Dios les indicaría. “Así que, después de pasar más tiempo en ayuno y oración, les pusieron las manos sobre la cabeza, y los despidieron”. A pesar de no tener detalles específicos, sabemos que luego de escuchar al Espíritu, la iglesia de Antioquía obedeció sin resistencias y pretextos. Al igual que la iglesia de Antioquía de Siria, necesitamos escuchar y obedecer al Espíritu. La misión es de Dios y es Él quien envía, acompaña y sostiene a los obreros de campo. El Señor nos llama a sujetarnos al impulso de su espíritu y puede cambiar o reorientar las agendas humanas. El Espíritu Santo nos desafía una vez más a caminar en fe y dependencia de nuestro Señor. Nos llama a cruzar fronteras de iglesia a no iglesia, en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 17 de agosto de 2023

De lo alto

 Sin construcción humana

 "El Espíritu Santo dijo: "Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado..." "Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre", Hch 13:1-4

Cuando leemos este texto se valora profundamente la experiencia que vivieron aquellos apóstoles y surgen algunas preguntas: ¿Podemos fiarnos de una voz a la cual llamamos el Espíritu Santo? ¿Cómo la descubrimos y escuchamos? ¿Cómo podemos describirla e interpretarla? El texto de Juan nos puede ayudar cuando dice «El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu», Jn. 3:8. Es un Espíritu que según Juan nos enseñara todas las cosas, Jn 14:26. Hay una dimensión sobrenatural que supera nuestra razonabilidad. En un primer acercamiento podemos decir que es algo que "viene de arriba" o "de lo alto" y no corresponde a ninguna construcción humana. El Cristo resucitado se hizo presente en la comunidad primordialmente por medio del Espíritu. El mismo Espíritu, en cuyo poder Jesús se fue a Galilea, también empuja a los discípulos a la misión. A cada paso se ve la misión de la Iglesia que es inspirada y confirmada por las manifestaciones del Espíritu. El evento decisivo, por supuesto, es Pentecostés. El don del Espíritu es el don de involucrarse en la misión, porque la misión es consecuencia directa del derramamiento del Espíritu. Roland Allen comenta: “No habla de hombres quienes, siendo lo que eran, se esmeraron en obedecer las últimas órdenes de un patrón muy amado, sino de hombres quienes, habiendo recibido un Espíritu, fueron impulsados por tal Espíritu a actuar de acuerdo con ese mismo Espíritu”

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 16 de agosto de 2023

El Espíritu Santo

 El impulso necesario

“Entre los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía de Siria se encontraban Bernabé, Simeón (llamado «el Negro»), Lucio (de Cirene), Manaén (compañero de infancia del rey Herodes Antipas) y Saulo", Hch 13.1

La dedicación personal y la búsqueda de la voluntad de Dios en nuestras vidas son de primera importancia y en la relación unos con otros podemos descubrir lo que implica ser una comunidad con una fe relacional o trinitaria. Se nos habla de la importancia de la unidad sin caer en la uniformidad, la distinción sin el individualismo y la diferencia sin caer en la división. Nuestro desafío está en escuchar a Dios, pero no lo podremos hacer sin aprender a escucharnos unos a otros. En comunidad es donde aprendemos a caminar hacia el otro generando espacios y dando lugar a los demás. El Espíritu Santo impulsa a la iglesia a una nueva dimensión que la lleva a interpretar la misión. “Un día, mientras ellos estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo les dijo: «Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he elegido para una misión especial», Hch 13:2 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

Missions in the Basque Country | How you can support Linguæ Christi's wo...

martes, 15 de agosto de 2023

Vida

 Lo que tiene vida crece y se reproduce.

“Mientras tanto, la palabra de Dios seguía extendiéndose, y hubo muchos nuevos creyentes.”, Hch 12.24

La formación de nuevas iglesias provee un impacto en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios. Mediante los dones los creyentes sirven en diferentes áreas de la sociedad y esto produce un impacto cultural significativo que glorifica a Dios. El crecimiento de una iglesia local debe llevar a la multiplicación de nuevas iglesias. No necesariamente se necesita llegar a cierta cantidad de personas para luego comenzar una nueva comunidad de fe. Donde hay dos o tres el Señor está presente. Los grupos pequeños proveen lo necesario para comenzar una nueva comunidad. Siempre hablamos de la gente y no de la compra de terrenos o propiedades. También hablamos del sacerdocio de todos los creyentes y no de la jerarquía o el clero. Hablamos de la comunidad del Reino de Dios llegando a otras personas en su idioma, cultura y contexto. La plantación de nuevas iglesias es mucho más difícil en algunas culturas y en regímenes represivos y totalitarios. En algunos casos la comunidad de fe será una iglesia perseguida y sufriente. Cuando hablamos de iniciar nuevas comunidades de fe no hacemos referencia a las "etiquetas denominacionales", tampoco a la multiplicación de edificios, ni la proliferación de organizaciones eclesiásticas. Lo que menos necesita la iglesia en muchos de nuestros países son más edificios y estructuras eclesiásticas. Lo que tiene vida crece y se reproduce. Los grupos pequeños que se forman como nuevas comunidades de fe, pueden ser la respuesta a un mundo que necesita creer y tener esperanza. A medida que las personas van descubriendo la nueva vida en Cristo y un nuevo estilo de vida, la sociedad y una nación pueden ser transformada y "celebrar la vida en todas sus dimensiones". Afirmamos la Misión de Dios y el llamado a su pueblo de bendecir a todas las gentes.

Carlos Scott 

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...