martes, 11 de julio de 2023

La alegría de seguir a Jesús

 Las buenas noticias del reino de Dios.

"Felipe fue a la ciudad de Samaria, y allí se puso a hablar acerca de Jesús, el Mesías. Felipe era uno de los siete ayudantes de la iglesia. Toda la gente se reunía para escucharlo con atención y para ver los milagros que hacía. Muchos de los que fueron a verlo tenían espíritus impuros, pero Felipe los expulsaba, y los espíritus salían dando gritos. Además, muchos cojos y paralíticos volvían a caminar. Y todos en la ciudad estaban muy alegres", Hch 8:5-8

Cuando Felipe llego a la ciudad de Samaria les anunció las buenas noticias del reino de Dios. Generalmente los símbolos de un imperio o un reino se manifiestan por medio de sus poderosas armas y sus ejércitos. Jesús habló y enseñó sobre el Reino de Dios. Es un reino que se demuestra con la propia vida a semejanza de Jesús. El Reino de Dios es una concreción histórica que trasciende los límites de la historia y es misterio. Se lo explica por medio de comparaciones y metáforas del saber popular. «¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿A qué se parece? Es como la semilla de mostaza que el campesino siembra en la tierra. A pesar de que es la más pequeña de todas las semillas del mundo, cuando crece llega a ser la más grande de las plantas del huerto. ¡Tiene ramas bien grandes, y hasta los pájaros pueden hacer nidos bajo su sombra!», Mc 4:30-32 "Jesús les puso una comparación más: «Con el reino de Dios pasa lo mismo que con la harina. Cuando una mujer pone en ella un poquito de levadura, ese poquito hace crecer toda la masa», Mt 13:33. "El Reino de Dios se desarrolla desde lo pequeño a lo grande, de lo sencillo a lo completo, de lo familiar y cercano a lo social y distante. Hablamos de un reino que crece sin protagonismos y sin la pompa de los célebres" "Felipe les habló acerca de Jesús, el Mesías, y todos en Samaria le creyeron. Y así Felipe bautizó a muchos hombres y mujeres”, Hch 8:12. El resultado fue que hubo mucha alegría en esa ciudad. Nuestra oración es que cada nación, pueblo y ciudad experimente la alegría en seguir a Jesús.

Carlos Scott


lunes, 10 de julio de 2023

La fuente de la alegría

 Señales de Restauración

"Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban. Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad”, Hch 8:4-8

Luego de la muerte de Esteban comenzó en Jerusalén una persecución sobre los que confesaban a Jesucristo como el Señor de sus vidas. El testimonio de ellos se expandió a otras partes de Judea, Samaria y adondequiera que iban. Mientras que los apóstoles pensaban que ellos serían los encargados de predicar la palabra los que aparecen en escena son los creyentes que comparten el evangelio. A modo de ejemplo se habla de Felipe que fue uno de los siete líderes que habían sido elegidos para servir en el orden interno de la comunidad. Lo que hace Felipe es compartir el mensaje acerca de Jesucristo y hacer milagros. Nuestra nación y cada nación en sus diferentes ciudades y pueblos necesitan este mensaje y señales de restauración. Es compartir a cada persona la dimensión, relevancia e importancia de tener una experiencia con Dios. El resultado fue que hubo mucha alegría en esa ciudad. Jesús es el origen, la fuente, el camino de la alegría y de toda vida plena. “Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre”, Sal 16:11. “¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!”, Fil 4:4.

Carlos Scott

domingo, 9 de julio de 2023

Movernos con libertad

 «¡Señor, no los culpes por este pecado!»

“Entonces ellos se taparon los oídos con las manos y empezaron a gritar. Se lanzaron sobre él, lo arrastraron fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Sus acusadores se quitaron las túnicas y las pusieron a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió”, Hch 7:57-60

Para la clase dirigente el “pecado” de Esteban fue confiar en un Dios que camina y que no está encerrado en los templos. La fe cristiana es una fe que nació para caminar. Ninguna estructura, sistema o institución puede detener o sujetar a Dios. Tampoco lo podemos domesticar a nuestra forma de ser por medio de tradiciones, reglamentos o estatutos. Ningún legalismo es el símbolo de un Dios que ama. Dios prefiere la misericordia antes que el sacrificio. Jesús nos amplia la forma de pensar y nos conduce a un amplio espacio. Él nos vuelve a decir: “Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos”, Jn 10:9. Los que prefirieron la religión del templo terminaron ejecutando a Esteban. Debemos tener cuidado con la religión que nos quiera anclar en el pasado y no mirar el futuro. Hay nuevos desafíos que nos vienen desde afuera y cuando las buenas tradiciones se nos vuelven excusa para no ser obedientes, dejan de ser buenas. A Esteban como a sus compañeros se los eligió para responder a la crisis interna de la iglesia, pero el Espíritu tenía otros planes. Responder a nuevas formas de misión nos puede llevar a cumplir con nuestra vocación. Es ensanchar el corazón y ampliar nuestra mente para bendecir a la nación y las naciones. Esteban “fijó la mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios”. Nadie que se nos oponga tiene más poder que él.

Carlos Scott


sábado, 8 de julio de 2023

Nuevos desafíos

Revisar, repensar y ajustar

"Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema: —¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo, … Mientras le tiraban piedras, Esteban oraba así: «Señor Jesús, recíbeme en el cielo.» Luego cayó de rodillas y gritó con todas sus fuerzas: «Señor, no los castigues por este pecado que cometen conmigo.» Y con estas palabras en sus labios, murió”, Hch 7:51-60

En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido a hacer nuevas cosas. Muchas veces corremos el peligro de amar más las instituciones que a Dios mismo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí y sigue caminando. Algunos buscan personas o equipos que se ajusten a las generaciones anteriores, que no traigan un nuevo desafío y una mayor amplitud en la visión. Cuando nos centramos en que lo importante es la estructura lo que hacemos es colocar a la organización por arriba de la misión, y comunicamos que para nosotros lo más importante no es la misión, sino salvaguardar las estructuras que hasta aquí nos han servido. El Espíritu Santo no avala esta manera de ser y constantemente va obligando a la iglesia a reformarse para ser fiel a su misión. Quienes quisieron callar a Esteban, en realidad lo que hicieron fue ampliar su mensaje y programa de servicio. La persecución hizo que el mensaje se extendiera hasta Antioquía de Siria y desde allí a todo el mundo. Quizás, como en el caso de Esteban, los que se oponen al mensaje del evangelio pueden llevarnos a cumplir nuestra vocación y Dios puede estar usándolos a ellos para llamarnos a una nueva obediencia. Debemos preguntarnos qué tipo de iglesia es la que Dios desea en este tiempo. El Espíritu Santo llama a la iglesia a nuevos desafíos. Necesitará un liderazgo diferente. El desafío de la iglesia en el día de hoy es que debe revisar y ajustar su funcionamiento respondiendo a la Misión de Dios. Que Dios nos ayude en esto.

Carlos Scott 

viernes, 7 de julio de 2023

Un Dios que camina

 Una nueva obediencia

“El Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas”, Hch 7:48.

Esteban era una persona llena de gracia y del poder de Dios, pero lo acusaron diciendo: “Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la ley”. Se trataba de una denuncia muy grave, ya que el templo y la ley eran las posesiones más preciosas y sagradas de los judíos. Su respuesta ante las acusaciones es un largo discurso sobre la historia de Israel, Hch 7:2-53. “Según Esteban, Dios no puede circunscribirse a un solo lugar. Sobre todo ‘Dios no habita en templos hechos de mano’. La religión del Templo pretende precisamente todo lo contrario: circunscribir a Dios a un templo hecho de manos”. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí. “Por consiguiente, el hilo común que corre a lo largo del discurso de Esteban es que el Señor es un Dios que camina y lo hace por tierras extrañas… Siempre está llamando a su pueblo a nuevas aventuras en las que va con ellos mientras están en marcha”. Su enseñanza mostró que en el Antiguo Testamento Dios ya estaba vinculado a la gente, no a los edificios. Nos encontramos con un Dios que camina y camina. Se nos invita a caminar por tierras extrañas, probar la aventura, ir de un lugar a otro y tomar nuevos desafíos. Nos hace un llamado para experimentar una nueva obediencia.

Carlos Scott

jueves, 6 de julio de 2023

Implicancias

 Repensar la comunidad 

“El número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”, Hch 6:7

El tiempo que nos toca vivir nos sigue desafiando a repensar la iglesia y su implicancia para iniciar nuevas comunidades de fe. Harold Segura nos habla de algunos ejes centrales a tener en cuenta: el reino de Dios (no la iglesia institucional), la conversión (no la afiliación eclesial), la fe (no la creencia dogmática) y el Evangelio (no la tradición religiosa). “Los confinamientos nos han invitado a poner el acento eclesiológico donde debían haber estado: la comunidad y no el templo, la misión y no la institución, la pastoral y no el pastor, la espiritualidad y no la religión, la catolicidad y no el catolicismo”. Somos desafiados a salir de un modelo de repetición e imitación para volver al espíritu del pentecostés y comenzar nuevas comunidades de fe. Una iglesia pública, dirigida a toda la gente, saliendo a todos los lugares, abierta al mundo, mirando hacia afuera. Una iglesia que trae alegría y esperanza por medio del evangelio a un mundo necesitado.  

Carlos Scott

miércoles, 5 de julio de 2023

Equidad e inclusión

 Progresistas

“Y la palabra de Dios se difundía…” Hch 6:7

El Espíritu Santo trae a su Iglesia personas de toda lengua, cultura y nación. “La iglesia es una comunidad de personas de diversas culturas, tradiciones y costumbres”. El Espíritu de Dios es inclusivo y esto nos desafía a ser una iglesia abierta donde las personas pueden tener voz y ser escuchadas. En la iglesia de ese momento había helenistas que eran personas no griegas que hablaban la lengua griega y adoptan la forma de vida de los griegos. Se les daba el nombre de “griegos” siendo judíos porque se habían criado lejos de Palestina. Su contraste son los “hebreos”, los judíos de Palestina, cuya lengua es el arameo. Los helenistas o “griegos” de la iglesia de Jerusalén eran más progresistas que los hebreos, tanto en su enseñanza como en la práctica. Esteban ocuparía un rol vital en el desarrollo de la misión cristiana y su extensión a todo el mundo. La iglesia al abrirse hacia los “griegos” o judíos griegos, se abrió hacia una parte de la comunidad que pronto serviría de puente para la misión entre los gentiles. El futuro de la iglesia estaría en aquellos “griegos” progresistas: “Y la palabra de Dios se difundía..." Como comunidad del Reino de Dios somos desafiados a que haya equidad e inclusión, justicia y misión. Que todas las etnias y grupos sociales tengan la oportunidad de ser parte de la iglesia.

Carlos Scott

martes, 4 de julio de 2023

Una nueva obediencia

 Un espíritu libre

”A todo el grupo le pareció buena la idea, y eligieron a Esteban, un hombre que confiaba mucho en Dios y que tenía el poder del Espíritu Santo. También eligieron a otros seis: Felipe, …”, Hch 6:5

Esteban era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. Se lo describe también como lleno de la gracia y del poder de Dios haciendo grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo, Hch 6:8. Esteban ocuparía un rol vital en el desarrollo de la misión cristiana y su extensión a todo el mundo. Mientras los apóstoles enfatizan y retienen el ministerio de la palabra de Dios, “es Esteban quien proclama esta palabra, y da testimonio supremo de ella con su martirio. A consecuencia de este suceso, los cristianos, particularmente los ‘griegos’, se dispersan y con ello se expande la misión, Hch 8:4. Acto seguido, es Felipe, otro de los ‘siete’, quien ocupa el centro del escenario al llevar el evangelio primero a Samaria y luego al eunuco etíope” “Que hubiera sido de la iglesia si Esteban y Felipe hubieran dicho: No, nuestro ministerio es el servicio interno en la comunidad de fe, no el de la palabra, y por lo tanto no hemos de predicar a otros”. El Espíritu una y otra vez llama a la iglesia a una nueva obediencia. El futuro de la iglesia estaría en aquellos “griegos” que habían sido marginados. Muchas veces una de las preocupaciones de la iglesia es su estructura, mantenimiento, gobierno, funcionamiento, etc. Buscamos en el Nuevo Testamento un patrón fijo o un modelo a seguir. El problema, puede estar en seguir patrones de aprendizaje que solo siguen la tradición sobre lo que se ha hecho hasta el presente. “La iglesia de Dios está formada por personas, no en edificios y la palabra de Dios alude a las escrituras, no a las tradiciones. Mientras se preserven estos dos elementos esenciales, no importa si se hace necesario prescindir de los edificios y de las tradiciones. No debemos permitir que estos últimos aprisionen al Dios vivo o impidan su misión en el mundo”

Carlos Scott

lunes, 3 de julio de 2023

Coyuntura y acontecimientos

 Nuevos contextos

“Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría …”, Hch 6:3-4

En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido a hacer nuevas cosas. Está abriendo a la iglesia a un mundo más amplio. Los apóstoles dijeron: “Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra", Hch 6:3-4. Es importante reflexionar sobre la relación que hay entre una misión que se va ampliando y la transformación de las estructuras de la iglesia y el liderazgo para llevar a cabo esa misión. En Pentecostés ha comenzado un nuevo tiempo y esto requerirá de personas capaces de tener esa visión. Como resultado de las decisiones que se tomaron, el texto de la palabra de Dios nos dice: “Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la Fe”, Hch 6:7. Nosotros como iglesia debemos ver en este tiempo cuáles son las nuevas circunstancias y contextos que nos toca vivir. Debemos preguntarnos cuál es la mejor contribución que podemos hacer a la misión de la iglesia que siempre es cambiante. Pensemos en todas las generaciones de mujeres y hombres para preguntarnos ¿Quiénes?, ¿Dónde y cómo pueden hacer esta diferencia cualitativa?

Carlos Scott

domingo, 2 de julio de 2023

Imparcialidad

 Equidad

“Al multiplicarse los creyentes rápidamente, hubo muestras de descontento. Los creyentes que hablaban griego se quejaban de los que hablaban hebreo diciendo que sus viudas eran discriminadas en la distribución diaria de los alimentos”, Hch 6:1

La ayuda a los necesitados llego a ser una práctica diaria de la iglesia naciente. A medida que la iglesia crecía surgió una desigualdad entre los griegos o helenistas que eran los judíos que se habían criado lejos de Palestina y los hebreos de Palestina cuya lengua era el arameo, Estos últimos se consideraban mejores que los de lengua griega y el descontento surgido fue por la injusticia en la distribución de alimentos. La solución fue buscar y elegir personas que estén llenos del Espíritu y de sabiduría para servir en esta tarea. Los creyentes eligieron a personas de la cultura griega o helenista y se les dio la autoridad de administrar los recursos. La visión que está detrás de todo esto es la que deriva del pentecostés. El Espíritu Santo ha traído el tema de la importancia del pluralismo y la participación de todos los sectores culturales y sus respectivas lenguas. El Espíritu Santo nos desafía a ser inclusivos, es poder nivelador destructor de todo privilegio y que todas las voces sean escuchadas. Nos llama a que pueda haber equidad donde no debe prevalecer una lengua o cultura sobre la otra. Al abrirse a los griegos o helenistas la comunidad se transformó en un puente para la misión entre los gentiles o paganos. El futuro de la iglesia estaba en aquellos griegos que habían sido marginados. Este acontecimiento amplio la misión de la iglesia. El Espíritu Santo llama constantemente a la iglesia a una nueva obediencia y junto con esto nos abre un nuevo camino.

Carlos Scott

sábado, 1 de julio de 2023

No ideal

 La comunidad real

“Entonces Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás llenara tu corazón? Le mentiste al Espíritu Santo y te quedaste con una parte del dinero. La decisión de vender o no la propiedad fue tuya. Y, después de venderla, el dinero también era tuyo para regalarlo o no. ¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡No nos mentiste a nosotros sino a Dios!». En cuanto Ananías oyó estas palabras, cayó al suelo y murió. Todos los que se enteraron de lo sucedido quedaron aterrados. Después unos muchachos se levantaron, lo envolvieron en una sábana, lo sacaron y lo enterraron”, Hch 5:3-6

Lucas nos describe una iglesia con una bella vida espiritual, pero no ideal. La comunidad del Reino de Dios es un conjunto de seres humanos débiles y pecadores donde mora el Espíritu Santo. En la iglesia de Jerusalén también había otros conflictos. “Al multiplicarse los creyentes rápidamente, hubo muestras de descontento. Los creyentes que hablaban griego se quejaban de los que hablaban hebreo diciendo que sus viudas eran discriminadas en la distribución diaria de los alimentos”, Hch 6:1. Ser comunidad es un desafío profundo porque se nos llama a ser una señal del reino venidero, cuando no habrá más necesitados, donde habrá paz y justicia. La misión incluye dar una muestra real, aunque imperfecta del futuro que Dios ha de traer. Esta demostración no solo se da en las vidas personales, sino también en la vida comunitaria de la iglesia. Somos llamados y desafiados a mostrar una esperanza genuina. El pecado puede estar presente cuando no somos capaces de ver la presencia del Espíritu Santo. Ananías y Safira le mintieron al Espíritu Santo y esto los llevo a la muerte. Lo cierto es que seguir a Jesucristo es algo para tomarlo con seriedad y profundidad. Si decimos que todo lo que tenemos es de Dios y luego no ayudamos o se lo negamos a los hermanos necesitados, es burlarnos de Dios y somos infieles a su misión. Somos la comunidad del Espíritu Santo en palabra y obra.

Carlos Scott


Creer y seguir creyendo

  Procesos “Y postrándose, lo adoró.”, Jn 9:35-38 El evangelio de Juan nos sigue confrontando con la transformación de un ciego y su proceso...