domingo, 9 de abril de 2023

La fe, esperanza y amor

 La última palabra

“El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre”, Mc 13:31
 
Existe una última palabra en la vida. Dios tiene la última palabra y esa palabra no deja de ser, no pasa, permanece y juzga a la historia. »Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo saben ni siquiera los ángeles del cielo. Es más, ni yo lo sé. Dios es el único que lo sabe. »Por eso, tengan cuidado y estén alerta, porque no saben cuándo volveré.”, Mc 13:32-33. Estamos invitados a tener paciencia, llamados a estar comprometidos, mantener las decisiones, los valores y estar alertas. Hay un tiempo nuevo que viene y nada, ni nadie lo puede detener. Nos encontramos frente al futuro, lo eterno, lo que permanece. “La palabra que no pasa” nos garantiza que Dios nos llama a la vida. La visión es el regreso de nuestro Señor y por lo tanto nuestra mirada está concentrada en cambiar la realidad de hoy por la esperanza que tenemos. Asumir el futuro consiste en vivir el presente con amor. El amor es lo que el amor hace y no solo lo que dice. Un amor que nunca se da por vencido, que jamás pierde la fe, que siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia”, 1 Co 13:4-7. La única manera de permanecer fieles a lo eterno está en no traicionar el presente. La eternidad tiene necesidad de anclarse en el hoy. Tengamos cuidado en seguir las palabras que pasan. Coloquemos la mirada y la acción en la fe, la esperanza y el amor. La fe y esperanza nos aseguran que Dios “da futuro” al presente y la mayor de las tres es el amor. ¡Que el amor sea la palabra, la acción y nuestra meta más alta! 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 8 de abril de 2023

Rescatar lo mejor

Frente al templo

“Después, Jesús y sus discípulos se fueron al Monte de los Olivos, que está frente al templo. Jesús se sentó y, cuando estaban solos, Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron:  —¿Cuándo será destruido el templo?, Mc 13:3-4

¿Por qué para muchos el templo y la institución están primero? ¿Por qué se quiere reglamentar la generosidad? ¿Por qué muchos enfatizan pactos? ¿Qué voz profética debe levantar la iglesia ante la desigualdad y los sistemas de gobierno (políticos o religiosos) que no tienen como prioridad defender la vida de los débiles e indefensos? En tiempos de Jesús el sistema religioso y el político no estaban diferenciados o separados cabalmente. Por eso, más allá del sistema eclesial, estos textos se proyectan como una crítica a todo sistema económico o gubernamental que impone tributos exigentes para los pobres, pero sólo recauda lo que les sobra a los ricos, y no los usa para compensar las desigualdades sino para alimentar a su propia burocracia. Tenemos que buscar un equilibrio cuando admiramos el templo y le decimos a Jesús: ¡Mira Maestro! ¡Que piedras! ¡Que edificios! Los proyectos tienen que ajustarse a la realidad, Jer 22:13-19. La vida de los pequeños es valiosa para Dios. Son los pobres y desprotegidos esos pequeños. Los discípulos veían la grandeza del templo. Jesús veía la profanación en el interior, una religión viciada, obsoleta. Los discípulos miraban el presente, pero Jesús miraba hacia delante y el terrible fin que se aproximaba. Corremos el riesgo de volvernos irreflexivos. A todos nos puede pasar. Podemos pasar de estar centrados en Cristo el Señor, a un lamentable estado de sujeción del poder religioso ambicioso. Muchas instituciones que comenzaron como respuesta a una situación particular pueden cambiar con el tiempo. La gran pregunta que tenemos delante nuestro es si somos capaces de evaluarlas como los hizo Jesús con el estado-templo. ¿Qué cosas debemos cambiar? En algunos casos una reorganización puede rescatar los mejores elementos de la institución sin destruirla del todo, con el templo no pasó así. “Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo!, Mt 12:6
 
Carlos Scott
 
Foto de Gilbert Lennox

viernes, 7 de abril de 2023

Una nueva comunidad

 Jesús sale del templo para no volver

“Al salir del templo, uno de los discípulos le dijo a Jesús: —Maestro, ¡mira qué piedras, y qué edificios más hermosos! Jesús le respondió: —¿Ves estos grandes edificios? Pues de ellos no va a quedar en pie ni una pared. Todo será destruido.”, Mc. 13:1-2

Jesús nos dice que el Templo que acaba de recibir la ofrenda de la viuda no quedará nada (Mc 12:41-44). Son piedras a ser derribadas. La viuda es un ser viviente, una hija de Dios, que lleva su imagen. Sin embargo, su dinero no fue a sostener esa vida que Dios le dio, sino a mantener un sistema de piedras, dispuesto a su destrucción. El historiador judío romano Flavio Josefo, relata los sucesos de la caída del Templo, mediante el cual se cumple este anuncio de Jesús. Allí señala (Las guerras judías, 6, 282) que el arca del tesoro, incluyendo el dinero, ropas y alhajas que había allí, se quemó cuando fue incendiado el Templo. El templo fue construido por Heródes. Este rey había destruido el templo antiguo que fue edificado por Esdras y Nehemías y había construido uno mucho más grande y suntuoso. Fue el fruto de la labor de décadas, impresionaba por su construcción y fue magnífico por sus piedras blancas, por el oro y mármol que brillaba a la luz del sol. Josefo dice que algunas piedras eran de 11 metros de largo por 4 de alto y 5,5 metros de ancho. ¿Qué difícil es negar la legitimidad de algo que funciona y de una institución cuyo tamaño físico y belleza estética son tan impresionantes? ¿Para qué todo este sacrificio por el templo?. La hermosura del templo quedó tirada por el piso. Jesús dice: No quedará piedra sobre piedra, todo será derribado. Será Dios mismo que lo hará y lo hará en respuesta a las oraciones que piden un nuevo tiempo. Hoy también queremos afirmar que una nueva iglesia es posible, será la respuesta de Dios a los cristianos de gran Fe, Mr. 11.23-24. »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes viejos porque, cuando el vino nuevo fermente, hará que reviente el cuero viejo. Entonces se perderá el vino nuevo, y los recipientes se destruirán. Por eso, hay que echar vino nuevo en recipientes de cuero nuevo», Lc 5:36-39

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 6 de abril de 2023

Rescaten al indefenso

Todo lo que tenía 

” —Les aseguro que esta viuda pobre dio más que todos los ricos. Porque todos ellos dieron de lo que les sobraba, pero ella, que es tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir.”, Mc 12:28-44

Hay diferencias entre ricos y pobres en el Evangelio, y este párrafo lo destaca. Los que tienen, deben expresar más cabalmente su generosidad. En cuanto a los débiles y desprotegidos tenemos que cuidar que no pierdan la vida para enriquecer a un sistema de piedras o de templo. Todo esto nos debe hacer reflexionar. Dios no aprueba los actos en donde se les quita el sustento a los más pobres. En este caso particular es “a la mujer más pobre”. Por un lado, tenemos actitudes mezquinas de gente pudiente  ¿Cómo avanzar hacia una vida de generosidad? ¿ Qué es lo que se debe enseñar?  Este texto debe ser leído en el contexto de la teología profética y de misericordia de Jesús. No debe ser domesticado para servir a la institución religiosa. El templo repleto de riquezas roba a la viuda indigente de todo lo que tiene. En vez de proteger a las viudas pobres o indigentes, las explota. Jesús sale del templo para no volver, Mc 13:1-2. A las palabras de Jesús hay que entenderlas más como un lamento y no como una voz de alegría. Es una desaprobación al sistema de esos valores y a las motivaciones de esos maestros de la ley. Ese sistema de valores enseña que “no hay regalo demasiado costoso para la casa de Dios”. «¿Hasta cuándo dictarán decisiones injustas que favorecen a los malvados? »Hagan justicia al pobre y al huérfano; defiendan los derechos de los oprimidos y de los desposeídos. Rescaten al pobre y al indefenso; líbrenlos de las garras de los malvados”, Salmo 82:2-4

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 5 de abril de 2023

Busca la justicia y el amor

 La vida en primer lugar

“Había allí mucha gente, y todos escuchaban a Jesús con agrado. Jesús siguió enseñando y les dijo: «¡Cuídense de los maestros de la Ley!, Mc 12:37-44

Marcos describe severamente la actitud de los maestros de la ley. Jesús les dice: “¡Que buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones!?", Mc 7:9. Hace referencia a la enseñanza que daban cuando un hijo le podía decir a su padre o madre: “mamá, con mucho gusto te ayudaría pero el dinero que tengo es “corbán” (para el templo) Mc. 7:11, o sea, dedicado a Dios (en realidad era un dinero que no querían usar en el cuidado de la madre y que lo protegían para luego gastarlo en otra cosa). La tradición y enseñanza que se imponía por parte de estos maestros anulaba la palabra de Dios o sea el mandamiento de “Honra a tu padre y a tu madre” (Éx 20:12 y Dt. 5:16). En el caso de la viuda pobre Jesús señala que se privilegia un sistema de acumulación antes que la vida, Mc 12:37-44. La viuda pobre es una víctima, crédula o forzada, de un sistema que privilegia la posesión antes que la vida. No hay elogio por parte de Jesús a cualquier sistema religioso que vive abusando, presionando o manipulando sobre las ofrendas, que por ingenuidad o presión religiosa, terminan dando su vida a explotadores insensibles. Las personas que interpretan mal este pasaje lo que hacen es exigir lo que establece la institución o el templo, pero no lo que dice Dios. No hay ninguna promesa de prosperidad o alabanza en estos textos avalando dar todo ante el pedido de ofrendas. Este tipo de actitudes e imposiciones quitaron el sustento a la mujer más pobre. La verdadera mayordomía cristiana no está en alimentar un sistema de acumulación, sino en la preservación de la vida. “Rescatará a los pobres cuando a él clamen; ayudará a los oprimidos, que no tienen quién los defienda. Él siente compasión por los débiles y los necesitados y los rescatará. Los redimirá de la opresión y la violencia, porque sus vidas le son preciosas”, Salmo 72:12-14. “Busca la justicia y el amor, y encontrarás vida, justicia y riquezas.”, Pr 21:21. 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

martes, 4 de abril de 2023

Vida renovada

El sustento para vivir

“... dos moneditas de poquísimo valor… pero ella, que es tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir.”, Mc 12:42-44

El templo tenía que ser casa de oración a las naciones y no una cueva de ladrones, Mc 11:17. Según la ley, las viudas no debían dar las ofrendas sino recibirlas (Dt 14:28-29). Cuando esta mujer pone allí “todo su sustento” el objetivo de las ofrendas queda totalmente desequilibrado y desvirtuado. No son para agradecer la vida renovada, como establece el texto del Deuteronomio (26:1-13, ver especialmente el v. 12), sino que convocan a la muerte. Jesús no dice que esa viuda recibirá mucho, no anuncia su bendición ni su prosperidad. La ve como una condenada a la extrema pobreza e inanición, como la víctima de un sistema corrupto que contradice la ley que dice representar. Lo que ofrenda la viuda es la moneda más pequeña y de menos valor.  Ahora bien ¿Por qué la viuda que vivía en la pobreza, sin recursos suficientes, no dio solo una monedita de cobre? ¿Por qué dio dos monedas? Una ley rabínica que se codificó en siglos posteriores nos puede dar el dato y es que en cuestiones de contribuciones al templo se tenía que dar como mínimo dos monedas. Es como decir usted no puede ofrendar menos que esto y este es el mínimo que usted tiene que dar. Se observa cuales son las motivaciones de los dirigentes y el argumento es que no hay regalo demasiado costoso para Dios. Esto podia implicar que se debe ofrendar, aunque esto signifique desatender a la familia, padres, hijos o a uno mismo en las necesidades básicas. Jesucristo no aprueba a los maestros de la ley cuando se aprovechaban de personas tan frágiles e indefensas como las viudas. ¿Es justo presionar, manipular y exigir las ofrendas? ¿Qué deberíamos hacer con los pobres que apenas les alcanza para el sustento? ¿Qué es lo que debemos enseñar en relación con la generosidad? ¿Cuál debe ser la medida? “Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría», 2 Co 9:7. 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 3 de abril de 2023

Mirar por otros

 Igualdad

"En eso llegó una viuda pobre, y echó en una de las cajas dos moneditas de poquísimo valor.”, Mc 12:40-42

Una viuda pobre ofrenda dos moneditas de muy poco valor y echo todo lo que tenía para vivir. Todo esto levanta preguntas: ¿Cuál fue la motivación de la viuda para ofrendar? ¿Habrá sido la presión por el sistema instituido? ¿Será para ser aceptada delante de los hombres y de Dios? ¿Será que buscaba la libertad delante de Dios mediante un sistema de cancelación de deudas? ¿Habrá sido guiada por un corazón totalmente desprendido y generoso? Jesús, ¿Está describiendo una situación? ¿Sobre quienes habla Jesús en ese contexto? Las palabras de Jesús establecen un hecho. Mientras los demás ofrendan “lo que les sobra”, una parte insignificante de sus posesiones, la viuda entrega el total, lo que le sirve para vivir. Para muchos peregrinos pobres el diezmo era una pesada carga. Lo cierto es que todo esto también se observa en la vida de las iglesias. Los que más tienen muchas veces dan con mezquindad y los pobres colocan todo lo que tienen o hacen el máximo esfuerzo. Es notable que en las palabras de Jesús no aparece ninguna alabanza, ni destaca un sentido positivo del acto de la viuda. La carga interpretativa en cuanto a la generosidad que se ha puesto en este pasaje hace que leamos allí lo que no está. La frase de Jesús, vale la pena repetirla, simplemente establece que la viuda puso comparativamente más que los otros. ¿Pero es eso bueno, la hace mejor? Si miramos el contexto, lejos de encomiar el gesto de la viuda, Jesús la ve como víctima de un sistema de explotación. Acaba de decir que los maestros de la ley se quedan con las casas de las viudas y ahora el Templo completa esa injusticia porque se queda aún con su sustento. "Si realmente desean contribuir, Dios aceptará con agrado sus ofrendas, pues él no espera que demos lo que no tenemos. Pero no queremos que, por ayudar a otros, les falte a ustedes lo necesario. Lo que deseamos es que haya igualdad”, 2 Co 8:12-13.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 1 de abril de 2023

Integridad

 Equilibrio y equidad.

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —Les aseguro que esta viuda pobre dio más que todos los ricos. Porque todos ellos dieron de lo que les sobraba, pero ella, que es tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir”, Mc 12:43

La escena probablemente se ubica en el patio de las mujeres donde hay 13 cofres en forma de trompeta que rodean a los que adoran. En esos días, no existían los billetes. Todo el dinero era en forma de moneda. Cuando uno insertaba la ofrenda por esa trompeta o cuerno, obviamente que se producía una amplificación del sonido de las monedas rodando, lo cual, cuando alguien ofrendaba generosamente, llamaba la atención de todos los presentes. También la escena podría ser en la tesorería misma cuando la gente pasaba al lugar donde se depositaban las ofrendas. Es probable que hubiera un sacerdote llevando la contabilidad, ya que parte de esas ofrendas debían ser asentadas como diezmos. Por otro lado, peregrinos de la diáspora traían ofrendas reunidas en sus comunidades y necesitaban los recibos correspondientes. Todo a la vista de las personas que pasaban. Eso explica por qué los montos de las ofrendas eran conocidos. Jesús está mirando este procedimiento. Si atendemos lo que Jesús acaba de decir «¡Cuídense de los maestros de la Ley! (Mc 12.38-40), se puede suponer que el humor y valoración de este acto por parte del Señor no ha de ser muy positivo. “Si un rico ve que alguno de su propia iglesia tiene alguna necesidad, y no lo ayuda, ese rico no ama como Dios ama”, 1 Jn 3:17. “Luego miró Jesús a los que estaban allí, y les dijo: «¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz.», Lc 12:15.

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox 

viernes, 31 de marzo de 2023

Engaño y manipulación

 Rigidez legalista

¡Y son ellos los que roban las casas de las viudas, y luego hacen oraciones muy largas! Pero Dios los castigará más duro que a los demás.» Un día, Jesús estaba en el templo, y se sentó frente a las cajas de las ofrendas. Allí veía cómo la gente echaba dinero en ellas. Mucha gente rica echaba grandes cantidades de dinero. En eso llegó una viuda pobre, y echó en una de las cajas dos moneditas de poquísimo valor.”, Mc 12:40-42

El relato llamado la “Ofrenda de la viuda” es conocido y muchas veces se levanta como ejemplo cuando se predica sobre la generosidad que se espera de los miembros de las Iglesias. Es una historia donde a veces se lee más de lo que el mismo texto dice, por lo tanto, es clave fijarnos en lo que dice el texto como en lo que no dice. Jesús acaba de tener una conversación productiva con un escriba y el texto culmina con un reconocimiento de la cercanía entre este maestro de la ley y el Reino de Dios: “No estás lejos del reino de Dios”. Si bien el ambiente es hostil es posible encontrar acuerdos y personas sanas e íntegras, pero lanza una advertencia generalizada frente a ellos donde describe la rigidez legalista y la explotación del poder que hacen los sacerdotes. ¿De dónde sacan estos escribas su posición de abundancia pese al origen humilde de ellos? Surge de lo que cobraban a las viudas cuando actuaban como abogados para proteger sus derechos. Estos maestros de la ley consiguen una reputación de santos y piadosos según lo describe Jesús cuando hacen grandes plegarias para impresionar a los demás. Son nombrados administradores dado que en ese tiempo a las mujeres se las consideraba indignas e incapaces de manejar los bienes de su marido fallecido. No era difícil para un escriba experimentado manejar los asuntos de las mujeres sin protección, como eran las viudas. En esa ambición por acomodarse socialmente al modo del Imperio, usan sus artes y ciencias para enriquecerse y confiscar los bienes de los pobres, especialmente de las viudas. ¿La viuda de la ofrenda habrá sido víctima de una de esas trampas?. Jesús esta señalando el deseo que tienen de enriquecerse y confiscar los bienes de los pobres. “Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos. Sí, habla a favor de los pobres e indefensos, y asegúrate de que se les haga justicia”, Pr 31:8-9

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox Photography

jueves, 30 de marzo de 2023

Tengan cuidado

 Jactancia y figuración

“Jesús siguió enseñando y les dijo: «¡Cuídense de los maestros de la Ley!", Mc 12:38-40

Nos encontramos en el Templo de Jerusalén y es tiempo de la Pascua. Según los historiadores llegaban a Jerusalén casi diez peregrinos por cada habitante. Era el momento oportuno para traer ofrendas y diezmos donde el Templo era el encargado de recolectarlos. Jesús dice: “Tengan cuidado de los maestros de la ley…”. Seguidamente comparte que a los maestros de la ley les gusta pasearse con ropas ostentosas, que los saluden en las plazas, ocupar los primeros lugares, apoderarse de los bienes de las viudas y a la vez hacen largas plegarias para impresionar a los demás. Jesús señala la jactancia y figuración. Jesús lanza una advertencia generalizada y describe la rigidez legalista con la explotación del poder que hacen los sacerdotes. Jesús al hablar de los maestros de la ley de Jerusalén, está enfocado principalmente en los que abusaban de su autoridad en sus visitas a los pueblos y aldeas rurales. Los acusa que les gusta hacerse ver y figurar en los primeros lugares en reuniones y cenas (probablemente festividades). Para estos maestros de la ley era algo normal. La sociedad estaba basada en el prestigio y el honor, como era toda la cultura mediterránea. La figuración era imprescindible, y estaba asociada con la riqueza y el poder. Estos religiosos participan de esa competencia por el poder, por el prestigio. Era lo que el imperio esperaba de ellos, pero no es lo que agrada a Dios. Todo el orden social en el Imperio romano expresaba esta idea (ver 1 Co 1:25-29). Si bien la crítica de Jesús apunta a los religiosos, es un tiro por elevación a todo el sistema de honores y poder. Estos maestros de la ley (que eran parte de la muy pequeña “clase media” de la época), por su ambición de “trepar” en la escala social no dudan en integrarse a un sistema de valores que contradice el sentido de disposición al servicio y humildad que predicaron los profetas de su pueblo. Dios nos vuelve a desafiar: “Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. “Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente”, Sal 51:17

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 29 de marzo de 2023

Cada día

 Un paso más

"El Señor nuestro Dios es el único Señor... ", Mc 12:28-34

»¡Escucha, pueblo de Israel! Nuestro único Dios es el Dios de Israel.  Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales.  Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes.  Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente. Escríbelas en la puerta de tu casa y en los portones de tu ciudad”, Dt 6:4-9.  Cuando escuchamos no estamos lejos del reino de Dios y debemos tener en cuenta este detalle. Es decisivo y hace falta un paso que dar. No estamos dentro simplemente por una decisión en un determinado momento. Ese fue el comienzo, pero el seguimiento de Jesús requiere cada día un paso más hasta el último día. “El maestro de la ley religiosa respondió: —Bien dicho, Maestro. Has hablado la verdad al decir que hay solo un Dios y ningún otro. Además, yo sé que es importante amarlo con todo mi corazón y todo mi entendimiento y todas mis fuerzas, y amar a mi prójimo como a mí mismo. Esto es más importante que presentar todas las ofrendas quemadas y sacrificios exigidos en la ley”, Mc 12:32-33. Que Dios nos ayude en este día a dar un paso más. El amor al prójimo es el momento verificable de nuestro amor a Dios.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox Photography

Dejar los prejuicios

  Desliz "¿Tú qué opinas?", Jn 8:5 Dios nos llama a purificar nuestra vida y la forma de ver la vida. Se trata de salir de nuestro...