domingo, 14 de noviembre de 2021

“Tus siervos harán lo que el Señor ha mandado” Números 32:31

 “Tus siervos harán lo que el Señor ha mandado” Números 32:31

El proyecto del Reino de Dios requiere estar abiertos cuando somos desafiados, ser valientes y cooperar cuando se nos llama a la acción. La tendencia natural es ocuparnos de lo conocido, lo que solemos hacer, controlar y mirar por lo nuestro. Este capitulo nos desafía a ser diferentes y encarnar los valores del Reino de Dios. Vivir con solidaridad, integridad y verdad. Las tribus de Rubén y Gad contestaron “No volveremos a nuestras casas hasta que cada uno de los israelitas haya recibido su heredad.” (v18)

Fueron humildes, aceptaron la exhortación de Moisés, estimaron a los demás y no miraron por lo suyo propio. Se transformaron en siervos. Cerraron filas sirviendo a Dios y unos a otros. Cuando esto sucede Dios es glorificado y la tarea es cumplida. La cooperación implica un compromiso a la unidad en Cristo y al amor unos con otros. Cada iglesia local es “comunidad del reino de Dios” en unidad, cooperación, comunión y solidaridad con toda la iglesia global.

Que “toda la iglesia” en cooperación y comunión lleve todo el evangelio a todo el mundo hasta que el Señor vuelva

Pregunta para la reflexión: ¿Que es lo que podemos dar, contribuir y colaborar con otros?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


sábado, 13 de noviembre de 2021

 “¿Les parece justo que sus hermanos vayan al combate mientras ustedes se quedan aquí sentados?  ¿No se dan cuenta de que esto los desanimaría?  Números 32:6-7

Moisés tuvo que enfrentar un serio problema moral con el Pueblo de Dios. Las tribus debían ser solidarias y cooperar. Hubo dos tribus que pensaron en si mismos y Moisés les tiene que recordar lo que había pasado con los espías que enviaron a inspeccionar la tierra en Cades Barnea. Ellos habían desanimado al pueblo (v9) e hicieron caer su moral. La consecuencia fue que ningún mayor de veinte años entro a la tierra prometida (v11), todos murieron en el desierto a excepción de Caleb y Josue. Sobre estos últimos la palabra de Dios dice: los cuales me siguieron de todo corazón” (v12)

Seguir a Dios con el corazón es renovar la mente por su Palabra y por el Espíritu Santo. Es creer que todo se hace posible en las manos de Dios. Es la Fe opuesta a la fatalidad, resignación y egoísmo. Es dar lugar a la constancia, entrega y generosidad. Cuando le seguimos con todo el corazón las promesas y bendiciones que Dios tiene son hechas realidad. 

Preguntas para la reflexión: ¿Qué implica seguir a Jesucristo? ¿Cómo es nuestro seguimiento? ¿Qué cambios debo experimentar?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox




viernes, 12 de noviembre de 2021

"Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a Él en su muerte." Fil. 3:10.

El evangelio es la pasión por conocer más al Señor. Podemos estar trabajando muy fuerte y haciendo muchos planes, pero no debemos descuidar la pasión de conocer a Jesús. Algunas veces falta pasión hacia Cristo. Podemos estar muy emocionados con el programa de la iglesia, la organización o la institución, pero no con Jesús mismo. Nuestra primera prioridad será siempre conocerlo a ÉL. Lo que le importaba al apóstol Pablo era conocer a Jesucristo (3:8), ahí es donde comienza la pasión por el evangelio y la cooperación

Incluye e implica participar en sus sufrimientos. Pablo, Timoteo y Epafrodito (2.25-30) dieron un paso más allá. Se entregaron totalmente a punto de arriesgar la vida misma. Es identificarnos y servir a los más vulnerables. Hay lugares en el mundo donde la iglesia es muy débil y sufre.

Se nos invita a estar en el seguimiento de Jesús y dar pasos de fe.

Preguntas para la reflexión: ¿Qué consecuencias concretas debe tener la participación en la comunión del evangelio? ¿Cómo contribuir donde la iglesia es débil y sufre?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox






jueves, 11 de noviembre de 2021

Comunión

 «Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora» Filipenses 1:3-5

El evangelio es la pasión por participar con el Pueblo de Dios en la misión del Dios misionero. Debemos participar ayudando a otros por medio de la cooperación.

Así lo vivió Epafrodito quien arriesgo su vida para atender las necesidades de Pablo. No solo se lo menciona como hermano y colaborador sino como "compañero de lucha". Implica el nivel más alto en la cooperación (Fil. 2:25-30, 4:18). Es la figura tomada de los soldados romanos cuando están espalda pegada contra espalda. El enemigo no puede distinguir cuando comienza uno y termina el otro. Es alegrarnos, sufrir y avanzar por lo mismo.

Somos llamados a servirnos unos a otros por la pasión que tenemos por el evangelio. Nos necesitamos (1 Corintios 12.21-22). Somos miembros los unos de los otros. Nadie le puede decir al otro: «no te necesito» (2 Corintios 10.12, 17-18). El desafío es trabajar en unidad, comunión y solidaridad.  

 Preguntas para la reflexión: ¿Cuáles son los obstáculos para avanzar hacia el nivel más alto de la cooperación, solidaridad y comunión? ¿Qué pasos debemos dar para superarlos? 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


miércoles, 10 de noviembre de 2021

Linaje escogido, real sacerdocio, nación santa

 «Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable». Pedro 2:9

 La Iglesia es la que comparte el mensaje de salvación y es comunidad del Reino que representa el compromiso de Dios con el mundo. Este compromiso se manifiesta por medio del sacerdocio universal de todos los creyentes y por el envío de misioneros.

El campo de misión es el mundo entero. Dios confió el don del sacerdocio a todo el pueblo de Dios; por la cual podemos decir que «Por medio de él, y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe» (Ro. 1:5). En este marco la iglesia es para todos y con todos. Cada creyente sea ministro, laico, misionero es proyectado al trabajo de solidaridad con todo el Cuerpo de Cristo y el Mundo. La clave es reconocer que la tarea le pertenece a la iglesia toda y actuar en consecuencia.

La vida en misión es un privilegio. 

Pregunta para la reflexión: ¿Cuál es el trabajo que nos llama el Señor en los próximos años y qué nuevos desafíos pone en nuestras manos?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox



martes, 9 de noviembre de 2021

«El poder del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor» Hch 11:21

 «El poder del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor» Hch 11:21

Cada cristiano es llamado a participar y a ejercer el sacerdocio universal de los creyentes. La misión tiene lugar por doquiera. Impulsados por la fe, los cristianos cruzan la frontera entre los que creen y los que no creen, y del otro lado de esa frontera dan testimonio de su fe. Dado que Dios es un Dios misionero el pueblo de Dios es un pueblo misionero. El Espíritu ha sido derramado sobre todo el pueblo de Dios, no sólo sobre unas personas seleccionadas. 

Jürgen Moltmann en su tesis sobre la teología del futuro dice: «Se dirigirá no únicamente hacia el servicio divino en la Iglesia, sino también hacia el servicio divino en la vida cotidiana del mundo». Este servicio se ofrece en la forma de la vida común y corriente de la comunidad cristiana «en tiendas, aldeas, granjas, ciudades, aulas, hogares, oficinas legales, consultorios, en la política, el gobierno y la recreación»[1]

Hay miles de millones de personas que no conocen al Señor. La iglesia debe asumir plenamente y sin tardanza su responsabilidad en la evangelización mundial.

Preguntas para la reflexión: ¿Qué implica ejercer el sacerdocio universal de los creyentes? ¿Es la misión sólo para algunos o para todos?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


lunes, 8 de noviembre de 2021

"Serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra" Hechos 1:8

"Serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra" Hechos 1:8

Por lo general hay una tensión entre lo que se denomina misión global y misión local. Debemos integrar las diferentes esferas según lo expresa el texto de Hechos 1:8. Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra describe las esferas o áreas de servicio donde lo local y global están integrados. Nos habla de ser testigos en forma “simultanea” y no hacer la tarea en forma secuencial. Ninguna área de servicio debe ser la más importante. Las mismas deben estar balanceadas o equilibradas dando dignidad, simultaneidad y atención a cada una.

La misión involucra a cada cristiano en la totalidad de su vida. Debe haber una moralidad de la Fe. Implica escuchar el grito de los pobres, oprimidos y perdidos.

La Biblia entera muestra el plan de Dios de reconciliar consigo todas las cosas por medio de Jesucristo (Colosenses 1:15-20) y nos da el mandato para la misión y evangelización. El mundo es la escena de la actividad de Dios y no debemos retirarnos de él. El servicio al mundo es un servicio a Dios.
 
Para Pensar:  ¿Cómo estoy ejerciendo mi responsabilidad en la sociedad local y global?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


domingo, 7 de noviembre de 2021

"Dios es Amor" 1 Juan 4:16

 "Dios es Amor" 1 Juan 4:16                                     

Cuando hablamos acerca de Dios y la misión es indispensable entender que la Misión no es nuestra y no pertenece a ningún proyecto privado. Estamos hablando de la Misión de Dios. Dios es un Dios misionero. Se concibe la misión como un movimiento de Dios hacia el mundo y a la Iglesia como un instrumento para esa misión.
 
La misión nace en el corazón de Dios. “Dios es una fuente de un amor que envía. Este es el sentido más profundo de la misión. Existe la misión sencillamente porque Dios ama a las personas” e invita a su iglesia a participar. El Pueblo de Dios es el Instrumento del amor universal de Dios para todas las gentes.  La Iglesia como el Cuerpo de Cristo es la presencia física de Jesús en este mundo para la bendición y la transformación del mundo.
 
¿Porqué participar en la misión de Dios?
·        Porque Dios es un Dios de AMOR / la misión es de Dios / el propósito es de Dios.
·        Porque es LO QUE SOMOS – somos elegidos para servir, somos el instrumento de Dios para la bendición de las naciones.
 
Para Pensar: ¿Qué implicancias tiene para mi vida y la vida de la Iglesia participar en la Misión de Dios?

Carlos Scott

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...