sábado, 14 de noviembre de 2020

LA ESENCIA DEL BUEN VIVIR

 LA ESENCIA DEL BUEN VIVIR

En opinión de los discípulos, a Jesús se le debía proteger, defender y, además, aconsejar, para que no le fuera a ocurrir nada grave. Así, cuando él les anunció que tenía que ir a Jerusalén y que sabía que allá lo matarían, Pedro de inmediato le aconsejó que no lo hiciera. Se lo dijo con afecto sincero: “¡Que nada de eso te pase, Señor!” (Mt.16:22).
La respuesta de Jesús fue tajante y aún hoy nos aturde. Lo trató de ser un Satanás (adversario) porque estaba siendo una piedra de tropiezo y por pensar como la gente común y corriente, que solo piensa en lo inmediato y no mira más allá, hacia donde mira Dios.
Luego Jesús se dirigió al grupo y dijo que quienes se aferran de manera egoísta a la vida queriendo ser siempre “los ganadores”, esos son los que no entienden en qué consiste vivir. Se desviven para ser ganadores, pero son los perdedores.
En cambio, quien se entrega con pasión, convicción y emoción por causas sublimes y nobles, aunque pierda cosas por esa entrega, al perder, gana la vida. Porque la vida que se encierra en sí misma, asfixia la existencia. Y la que se abre al amor desinteresado y genuino, descubre la esencia del buen vivir (bona vita).
MATEO‬ ‭16:21-27‬
“A partir de aquel momento, Jesús empezó a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, y que los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley le harían sufrir mucho, y luego lo matarían, pero que al tercer día resucitaría. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo, diciendo: — ¡Que nada de eso te pase, Señor! Pero Jesús, volviéndose a él, le dijo: — ¡Apártate de mí, Satanás! Tú eres una piedra de tropiezo para mí, porque no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente. Luego, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús añadió: — Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por causa de mí, ese la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su propia vida? ¿O qué podrá dar el ser humano a cambio de su vida? El Hijo del hombre ya está a punto de venir revestido de la gloria de su Padre y acompañado de sus ángeles. Cuando llegue, recompensará a cada uno conforme a sus hechos.”
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viernes, 13 de noviembre de 2020

MILAGROS, MÁS ALLÁ DEL MILAGRO

 MILAGROS, MÁS ALLÁ DEL MILAGRO

Casi todos los milagros de Jesús sucedieron fuera del Templo y de las sinagogas. Sus escenarios no fueron los lugares llamados sagrados. Tampoco su misión se realizó según las parámetros que los maestros de la Ley habían erigido. Fue un maestro sabio con rango laico.

Jesús fue un laico que, cuando hizo milagros, los hizo en los campos, las calles, las plazas, las casas o los lagos. En esos lugares donde desfilan los dolores y penas de la gente. Donde brotan las esperanzas tercas y asombra el valor de los más vulnerables.

Una noche sorprendió a los discípulos que navegaban en el lago. Habían trabajado toda la noche, sin obtener nada. Los encontró con las redes desocupadas, pero los despidió con las redes cargadas de pescados. Tantos que hasta tuvieron para compartir con pescadores de otras barcas.

Eran milagros que consagraban los lugares profanos: el lago. Convertían en sacramentos de vida los instrumentos de trabajo: las redes y la barca. Y trasformaban en liturgia divina los gestos solidarios: compartir la pesca con los que no habían pescado nada. Eran milagros, más allá del milagro.

LUCAS‬ ‭5:4-11‬
“Cuando acabó su discurso, dijo a Simón: — Rema lago adentro y echen las redes para pescar. Simón le contestó: — Maestro, hemos pasado toda la noche trabajando y no hemos pescado nada; pero, puesto que tú lo dices, echaré las redes. Así lo hicieron; y recogieron tal cantidad de pescado que las redes estaban a punto de romperse. Entonces avisaron por señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Llegaron ellos y llenaron las dos barcas, hasta el punto que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: — Señor, apártate de mí, que soy un pecador. Y es que el temor los había invadido a él y a todos sus compañeros a la vista de la gran redada de peces que habían capturado. Lo mismo les ocurría a Santiago y a Juan, los hijos de Zebedeo, que acompañaban a Simón en la pesca. Pero Jesús dijo a Simón: — No tengas miedo. Desde ahora serás pescador de hombres. Y después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús.”

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jueves, 12 de noviembre de 2020

ESPÍRITU DE LIBERTAD

 ESPÍRITU DE LIBERTAD

El Espíritu Santo perdona y acompaña a quienes desean ser perdonados y tener su compañía. Aún en las peores tormentas de la vida, allí está el Espíritu.

Lo perdona todo, porque asi es Dios, clemente y compasivo, paciente y lleno de ternura (Sal.103:8‬).

Solo hay un pecado que no perdona: el de quienes se niegan a ser perdonados. Perdona siempre que eso se desea. Siempre. ¿Pero cómo perdonar a alguien que no acepta esa gracia? En estos casos, no impone su voluntad.

Porque Dios honra la libertad humana y acata su autonomía. No se impone. No manipula. No obliga.

Y este es el modelo para la proclamación de la fe: sin intimidaciones ni amenazas. Sin violencia. La fe procura personas libres y se cultiva en libertad (Ro.8:21).

LUCAS‬ ‭12:8-12‬ ‭
“Les digo, además, que a todo aquel que me reconozca delante de los demás, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios. Y, al contrario, si alguien me niega delante de los demás, también él será negado delante de los ángeles de Dios. Si alguien habla contra el Hijo del hombre, podrá serle perdonado. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no será perdonado. Cuando los lleven a ustedes a las sinagogas o ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo han de hablar o qué han de decir en defensa propia, porque en aquel mismo momento el Espíritu Santo les enseñará lo que deban decir.”
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viernes, 6 de noviembre de 2020

PARA EXPLICAR LO INEXPLICABLE

 PARA EXPLICAR LO INEXPLICABLE

Jesús hizo muchos esfuerzos para tratar de explicar lo inexplicable: el Reino de Dios, que no se puede revelar en una sola frase, ni es una definición de diccionario. No se lograría descifrar ni siquiera escribiendo sesudos tratados teológicos. Siendo que el Reino es una concreción histórica que trasciende los límites de la historia, no es fácil hablar de él. El Reino es, además, misterio. Por eso Jesús, apelando a sus dotes de maestro y sabio, prefirió demostrar el Reino con su propia vida (Mt.12:28) y tratar de esclarecerlo por medio de comparaciones y metáforas de sabor popular. Hay una decena de ellas en los cuatro Evangelio. En una ocasión dijo que ese Reino se podía comparar a un grano de mostaza que, cuando el agricultor lo sembraba, era la semilla más pequeña pero que, cuando crecía podía convertirse en un árbol grande y frondoso que hasta los pájaros podían hacer sus nidos en él. Y añadió otra comparación: la de la levadura que una mujer mezcla con la harina para fermentar la masa. Así opera el Reino: de lo pequeño a lo grande, de los sencillo a lo complejo, de lo familiar y cercano a lo social y distante. Crece sin aspavientos; sin el protagonismo de los famosos, ni el bullicio de los célebres. LUCAS‬ ‭13:18-21 (Biblia La Palabra) “Decía Jesús: — ¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿Con qué lo compararé? Puede compararse al grano de mostaza que un hombre sembró en su huerto, y que luego creció y se hizo como un árbol, entre cuyas ramas anidaron los pájaros. Dijo también: — ¿A qué compararé el reino de Dios? Puede compararse a la levadura que toma una mujer y la mezcla con tres medidas de harina para que fermente toda la masa”. Instagram @ harold_segura Twitter @haroldsegura Fanpage de Facebook @haroldsegura #evangeliodeldia #biblia #espiritualidad #evangelio


“Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento”, Heb 13:12-13

  Saliendo fuera “Faltaban dos días para que se celebrara la fiesta de la Pascua. A esta fiesta también se le llamaba fiesta de los panes si...