viernes, 7 de febrero de 2020

¿Por qué algunos se escandalizaban de Jesús?

La identidad de Jesús puede ser conflictiva. ¿Por qué algunos se escandalizaban de Jesús?, Mr. 6:1-6, Lc 4:14-30 Jesús aparece enseñando en la Sinagoga de Nazaret. “Se levantó para hacer la lectura, y le entregaron el libro del profeta Isaías. Al desenrollarlo, encontró el lugar donde está escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año favorable del Señor…” y el comenzó a hablarles: “Hoy se cumple está escritura en presencia de ustedes” “Todos dieron su aprobación por las hermosas palabras que salían de su boca…” (Lc 4:16-22). Pero el relato termina que “Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron” (Lc 4:28). ¿Qué fue lo que pasó? Entre medio de la admiración y la furia posterior les contó dos historias. Historias que tenían que ver sobre el propósito de Dios para todos los pueblos y etnias. Les recordó que “en tiempos de Elías, cuando el cielo se cerró por tres años y medio, de manera que hubo una gran hambre en toda la tierra, muchas viudas vivían en Israel. Sin embargo, no fue enviado a las viudas de Israel sino a una viuda en Sarepta en los alrededores de Sidón y seguidamente les comparte que “había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio” (Lc. 4:25-27). Jesús tiene una visión clara y un corazón abierto para todas las personas, para todos los pueblos y todas las etnias. Jesús los confronta con su etnocentrismo, egoísmo y falta de amor. El evangelio cuestiona nuestros valores en lo que respecta a nuestras relaciones sociales con las personas y todos los pueblos. Muchos se escandalizaban de Jesús porque no podían aceptar un amor demasiado amplio. Jesús sigue caminando por los pueblos y etnias del mundo. El mensaje de los evangelios es que los seguidores de Jesús tenemos la misma misión y el mismo destino. Es de alcance universal e integral. Jesús es nuestro camino y el buen pastor que da su vida por las ovejas. Es la puerta abierta que nos invita a movernos con entera libertad y hallar pastos. Es nuestra luz y la vida en abundancia. Nos abraza supliendo la necesidad en medio de la tarea misionera porque Él tiene toda la autoridad sobre el cielo y la tierra. Es la verdad, nuestra paz y promete estar con nosotros todos los días hasta el fin. Jesús pregunta “¿Qué buscan?” Y nos invita: “Vengan a ver” (Jn 1:38-39). Nuestra alegría es llegar a ser como él. ¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué implica estar en el seguimiento de Jesucristo? ¿Solemos tener un amor amplio para todos? ¿Cuál es nuestra herencia y destino? Carlos Scott


No hay comentarios:

Publicar un comentario

“No hay peor ciego que el que no quiere ver”

Fe creciente “Algunos fariseos que estaban con él, al oírlo hablar así, le preguntaron: —¿Qué? ¿Acaso también nosotros somos ciegos?", ...