jueves, 27 de marzo de 2025

El amor incondicional es un amor que aprende a perdonar

Una fiesta

“Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies.  Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.”, Lc 15:22-24

El amor incondicional es un amor que aprende a perdonar. Perdona sin rencor y amargura. No le recuerda al hijo todo lo que hizo mal o lo perdona como si le hiciera un favor. Tampoco le cobra en cuotas el dolor sufrido por medio de la indiferencia, amenazas y humillación. Enfatiza la autoridad de la compasión y la paternidad de la misericordia. “Sed misericordiosos como vuestro Padre que está en los cielos es misericordioso. Sean compasivos como vuestro Padre es compasivo. Sed perfectos como vuestro padre es perfecto. Perdonen como yo los sigo perdonando a ustedes.” Es un Padre que celebra la vida. Se enfoca en la alegría porque sus hijos volvieron a casa.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 26 de marzo de 2025

El amor incondicional implica saber esperar

 Saber esperar

“Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.”, Lc 15:20

El amor incondicional implica saber esperar. El Padre no está preocupado por sí mismo. Es un corazón de misericordia divina donde convive el dolor y la generosidad. Nos anima a tener confianza y no levantar muros. La confianza es la convicción profunda que el Padre nos quiere en casa. Nos dice que “el perfecto amor hecha fuera el temor”. Nos alienta a dar un paso de confianza hacia la vida, la libertad y la gratitud en los brazos del Padre. La confianza requiere el coraje de arriesgarnos. El amor incondicional es un amor que acepta. Recibe a los hijos menores que regresan arrepentidos al hogar. En la vida del Padre se encuentran el amor y la verdad. Hace fiesta por todos aquellos que vuelven a casa y nos coloca a prueba cuando nos invita a dar la bienvenida a otros. Sus brazos también están abiertos para aceptar a sus hijos mayores. Quiere que todos disfruten de la casa, su afecto, alegría e intimidad. No fuerza, no obliga la entrada sino habla con amor. Les suplica a los hijos que participen y no se queden afuera. Nos dice: “Hijo Mío, tu siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo”. No para la fiesta, sigue invitando como Padre y Madre y su corazón no está dividido. Es un Padre que une a sus hijos. No ama más a uno que otro, no compara y no hace competir a sus hijos para ganar su amor. Quiere que sus hijos sean libres y libres para amar.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 25 de marzo de 2025

Amor incondicional

 Legado

“Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos…”, Lc 15:1

Cuando hablamos de legado nos estamos refiriendo a la trasmisión de principios morales, valores, ideas y modelo de una generación a otra. Un legado es una herencia con el objetivo de seguirlo, vivirlo y compartirlo con las futuras generaciones. El legado cristiano tiene que ver con ser semejantes a Jesús. El legado que nos quiere dejar el Padre tiene que ver con la vida y la libertad, el amor y la verdad, la justicia y la paz. El principal héroe en esta parábola es el Padre amante. Nos encontramos con un Padre que ama incondicionalmente, que sufre, espera, acepta y perdona. Un padre abierto para todos. Cuando hay amor incondicional debemos tener presente el sufrimiento. La pregunta que muchas veces nos hacemos es como seguir adelante ante las desilusiones que nos presenta la vida. Jesús nos puede entender cuando sufrimos porque experimento el quebranto, la humillación, los golpes, el rechazo y el dolor.  Hay mucha tristeza cuando los hijos rechazan el legado del Padre y no le siguen. La vida de Jesucristo que encarna al Padre es una invitación abierta para que volvamos a casa y vivamos su legado. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 24 de marzo de 2025

Daniel Scott - País VASCO

 ¡NO OS CONFORMÉIS!

Hace muchos años el apostol Pablo aconsejó a la iglesia en Roma:
“No os conforméis a este siglo” (Romanos 12:2).
Consejo difícil en un mundo donde la presión de la mayoría es muy fuerte. El éxito, el poder, el reconocimiento, el conformismo, el individualismo, el centralismo son palabras claves en este sistema.
Martin Luther King dijo:
“Vivimos en una época en la que los hombres se complacen en lo amplio y en lo grande: grandes ciudades, grandes edificios, grandes compañías. Este culto a la magnitud ha hecho que muchos tuviesen miedo de sentirse identificados con una idea de minoría”.
Por esta razón, muchas veces las minorías, la solidaridad, el amor, las lenguas minoritarias y la justicia social quedan excluidas de tantas instituciones, incluso de nuestras agendas porque atenta contra el status quo, contra nuestro egoísmo.
Pero la Palabra de Dios nos llama a ser inconformistas a todo esto! Y además nos da una alternativa:
“transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios”
Y para eso necesitamos ir a Jesucristo. ¿Cómo es Él? ¿Cuál es su pensamiento? ¿Cuáles son sus prioridades?
Jesús daba lugar a las minorías, a los marginados, a los pecadores, a lo que económicamente no tenía sentido para la sociedad. No se conformaba con el sistema de valores de esa época. ¡Y todo esto lo hacía por amor! ¡Jesús no veía números, veía personas!
Por eso el desafío es caminar con él y conocerlo. Y a medida que lo hagamos, poco a poco nos pareceremos más a él, pero también descubriremos más a las minorías, nuestros barrios, los pueblos y otras naciones, ¡Simplemente por amor! Como lo hace Jesús.
¡No te conformes al sistema! Mira a Jesús, mira a tus costados, y experimenta su revolución de amor
Daniel Scott

domingo, 23 de marzo de 2025

El crecimiento sano depende de la disponibilidad de personas que estén abiertas al Espíritu y listas para ejercer sus dones en el servicio humilde tanto hacia afuera como adentro

 Crecimiento

“En ese momento, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa llegaron desde Jerusalén para ver a Jesús. —¿Por qué tus discípulos desobedecen nuestra antigua tradición? —le preguntaron—… Jesús les respondió: —¿Y por qué ustedes, por sus tradiciones, violan los mandamientos directos de Dios?… y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición.”, Mt 15:1-6

La iglesia crece cuando está enfocada en el crecimiento del Reino de Dios. El crecimiento de la iglesia no es cuestión de traer a ella lo que es necesario para que crezca, sino más bien quitar los obstáculos que impiden ese crecimiento. Estos obstáculos pueden ser la inmoralidad, abuso de poder, doctrina falsa, la falta de unidad espiritual, tradiciones no bíblicas y estructuras institucionales rígidas. Jesús dijo: “por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios”, Mt 15:6. En otro momento dijo “el vino nuevo debe ser colocado en odres nuevos”, Lc 5:38. Hay estructuras y tradiciones que pueden sofocar la obra de Dios. Otro factor puede ser el “complejo de edificio” de las iglesias institucionales o su dependencia de las construcciones, rigidez tradicional en cuanto a la forma y tiempo de las reuniones con modelos de culto estériles y la dicotomía entre el clero y laicado que puede detener la iniciativa laica y el ejercicio de los dones. El crecimiento normal de la iglesia no puede estar limitado por la falta de recursos financieros, por la falta de gente, o la falta de instalaciones físicas. Lo que puede limitar el crecimiento es pensar en una alta inversión financiera en edificios, propiedades y programas. Es ahí donde podemos perder la esencia de servir a la gente. La iglesia primitiva no estaba limitaba por la falta de edificios o por la necesidad de más gente, etc. El crecimiento sano depende de la disponibilidad de personas que estén abiertas al Espíritu y listas para ejercer sus dones en el servicio humilde tanto hacia afuera como adentro. Dios nos ha llamado a ser y hacer discípulos. Lo que tiene vida, crece. La naturaleza del Reino de Dios y su comunidad es crecer espiritualmente, numéricamente y en su impacto cultural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 22 de marzo de 2025

Llamados a ser santos | Andrés Pérez

“No seas mezquino sino generoso y así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas"

 “A los pobres siempre los tendrán con ustedes, …”

“Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, y podrán ayudarla cuando lo deseen. Pero muy pronto ya no estaré con ustedes”, Mc 14:7

¿Qué es lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos estas palabras? ¿En qué contexto o situación particular se suelen usar? ¿Qué entendemos hoy en día sobre el dicho de Jesús y cómo aplicamos la expresión “A los pobres siempre los tendrán con ustedes? Jesús hace referencia a la escritura. Los oyentes podrían recordar Dt 15:10-11: “No seas mezquino sino generoso y así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas. Gente pobre en esta tierra siempre la habrá, por eso te ordeno que seas generoso con tus hermanos hebreos y con los pobres y necesitados de tu tierra”. Los rabinos solían decir: “Dios permite que los pobres estén siempre con nosotros, para que nunca falten oportunidades de hacer el bien.” Cuando Jesús cita a los pobres no es para dejarlos de lado ante alguna otra necesidad o proyecto. Es para servirles y atenderles. Las palabras de Jesús no son para omitir a los pobres. La justicia, la verdad y la misericordia deben estar al servicio de los más olvidados y no alcanzados con “todo el evangelio”. Jesús aclara que ese derroche que se está haciendo es un evento que señala el carácter único de ese momento. Expresa “a mí no me van a tener siempre…Ungió mi cuerpo de antemano preparándolo para la sepultura”. Romper el frasco y derramarlo sobre Jesús implica identificarnos con los pobres. Jesús dice: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me dieron alojamiento, necesité ropa, y me vistieron, estuve enfermo, y me atendieron, estuve en la cárcel y me visitaron… Señor ¿Cuándo te vimos así?... Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun el más pequeño, lo hicieron por mí”, Mt 25:31-40. Jesús nos invita a que le amemos prácticamente enfocándonos en las necesidades no alcanzadas de los menos alcanzados con todo el evangelio. Cuando hacemos todo lo que podemos a favor de la gente más olvidada lo estamos haciendo por Jesús y hacia Él mismo

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 21 de marzo de 2025

El evangelio será proclamado en el mundo

 Ver más allá

"Algunos de los que estaban allí se enojaron y dijeron: «¡Qué desperdicio tan grande! Ese perfume se hubiera podido vender por trescientas monedas de plata, y con el dinero podríamos haber ayudado a muchos pobres. Y se pusieron a criticar a la mujer», Mc 14:4-5

Jesús aprueba incondicionalmente la acción de esta mujer. “Jesús les dijo: «¡Déjenla tranquila! ¿Por qué la molestan? Ella hizo por mí algo bueno”, Mc 14:6. Jesús anuncia que este gesto será recordado dondequiera sea predicado el Evangelio e irá más allá de Galilea para llegar al mundo entero. Los que denuncian el derroche tienen una visión bastante corta de las cosas. No saben ir más allá de los números o los costos y se ponen la máscara de la caridad. La mujer manifiesta lo que otros no pudieron ver. Jesús será abandonado por la multitud, rechazado por la gente, traicionado por un amigo, incomprendido por los discípulos, víctima de la soledad, sin poder, sin resultados, sin apoyo. Jesús les dijo: ”Esta mujer hizo lo único que podía hacer: derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro.”, Mc 14:8. Jesús nos ayuda a ver más allá y cuando su obra parece estar destinada al fracaso es cuando anuncia que el evangelio será proclamado en el mundo y en su relato habrá lugar para esta mujer. Esta historia hace resaltar el contraste entre una visión a corto plazo y una capacidad de ver más allá. Nos quedamos escandalizados si no sabemos ver el horizonte. Solamente una mirada de fe nos permite superar nuestro egocentrismo, salir de las cuentas exactas y servir a los demás. "Les aseguro que esto que ella hizo, se recordará en todos los lugares donde se anuncien las buenas noticias de Dios.», Mc 14:9. “Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida …, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia”, 2 Co 5:14-20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 20 de marzo de 2025

Hace falta algo más y es seguir a Jesús con los ojos de la fe, con el corazón, con pasión y derramar ante él lo más valioso que tenemos.

 El valor de una pasión

"Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenido lepra. Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. Se acercó a él, rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.”, Mc 14:3

El encuentro que se describe en Betania sirve para demostrar que, por encima del odio, del engaño, la traición y la malicia, corre un rayo de luz. Hay un contraste entre odio y amor, traición y fidelidad, mezquindad y generosidad, incomprensión y claridad. El relato de fondo es el amor fiel que está en el centro de todo y representa la realidad más sólida, que despeja los cálculos mezquinos y la hostilidad que la rodea. Betania es un pueblo que está un poco más que tres kilómetros de Jerusalén y se constituye en el refugio nocturno de Jesús ante la oscuridad de Jerusalén. La casa es de Simón el que había tenido lepra, pero el centro de atención no es él. La parte más importante de este episodio es la mujer anónima. Ella sale fuera de la caja, de los moldes preestablecidos, del orden tradicional y entra en escena en aquella reunión de hombres con una acción que causa escándalo. Tenía un frasco de perfume muy caro y fue derramado sobre la cabeza de Jesús. Muchos de los presentes se indignaron por el despilfarro. La incomprensión de la persona y la misión de Jesús se traduce en una incomprensión de las personas que le manifiestan amor y adoración. Esto también suele ocurrir en medio de las iglesias cuando lo único que se mantiene es un criterio netamente racional, económico y en rígidos términos de eficiencia. Hace falta algo más y es seguir a Jesús con los ojos de la fe, con el corazón, con pasión y derramar ante él lo más valioso que tenemos. Cuando le entregamos a Jesús nuestra propia vida para su servicio y misión no la perdemos, sino la ganamos en “vida entera”, Mc 10:29-31

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

miércoles, 19 de marzo de 2025

Tener fe significa creer en uno que cree en nosotros

 Baja del árbol

«¡Zaqueo!—le dijo—. ¡Baja enseguida!”, Lc 19:5

Tener fe significa creer en uno que cree en nosotros. Dios nos invita a bajar del árbol de las resignaciones, los remordimientos y los miedos para que veamos nuestras posibilidades de algo nuevo y diferente. Puede haber gente que impida este encuentro, pero Jesús es diferente al ver que de esa higuera puede brotar algo nuevo, un fruto inesperado. Jesús nos dice “Debo hospedarme hoy en tu casa”. “Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama». Zaqueo comienza a manifestar su fe que es diferente a otros y le dice a Jesús “—Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más.” Hay cosas que nos impide vivir como el egoísmo, avaricia, robos, opresión. Dios nos lleva a reconciliarnos con la vida y nos quita todo el peso que nos estorba. La mirada de Jesús es una mirada creadora, nos invita a ver la luz. Zaqueo paso de la curiosidad a la fe. Fe como respuesta a alguien que ha creído en él. Dios es tenaz y esta obstinado en buscarnos, aunque el juego no siempre le sea favorable. “Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.”

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox


martes, 18 de marzo de 2025

Hay alguien que sigue teniendo fe en nosotros y espera algo diferente

Buscado y salvado por una mirada

“Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo!—le dijo—. ¡Baja enseguida!”, Lc 19:5

Nos encontramos con Jesús entrando en Jericó y Zaqueo que era jefe de los cobradores de impuestos de la región que se había hecho muy rico. Parece que Zaqueo tenía la inquietud de mirar y conocer a Jesús, pero como era de poca estatura no le podía ver a causa de la multitud. Su astucia le lleva a adelantarse a los demás, correr y subir a una higuera. Se lo conocía como una persona de mala fama, siendo criticado, juzgado y sentenciado por la misma gente. “Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo!—le dijo—. ¡Baja enseguida!”. Una vez más Jesús mira y nos llama por nuestro nombre. Nos invita a salir de donde nos encontramos. “Cualquier cosa que hayamos hecho, por muy grande que sea el peso de nuestras miserias, por más oscuro que sea nuestro pasado y fracaso, hay alguien que sigue teniendo fe en nosotros y espera algo diferente. Su nombre es Jesús.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

¿Cómo bailamos juntos y damos espacio unos a otros para que exista unidad sin uniformidad, diferencia sin división, personalidad o distinción sin individualismo?

  Hacer lugar “Padre, quiero que los que me diste estén conmigo donde yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me diste, porque me a...