viernes, 12 de enero de 2024

Orientar

Una mirada

“Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían”, Jn 1:38

La gracia de una mirada es la que suele llegar al corazón. Suelen ser miradas que dicen más que las palabras. Jesús nos mira y nos ama. Nos cuestiona, nos invita a ver y es lo nuevo que me espera en situaciones y territorios no conocidos. “Cuando Jesús vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.” En otra ocasión "Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él. —Hay una cosa que todavía no has hecho —le dijo— … Después ven y sígueme”. Su mirada de amor nos desafía a preguntarnos si Jesús tiene la prioridad sobre nuestras elecciones. “Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe”, He 12:1-2

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

jueves, 11 de enero de 2024

Estrategia

Logística, formación y libertad

Juan el Bautista no debe haber equipado a sus discípulos con demasiadas cosas. Mateo nos informa que "Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre.  Gente de Jerusalén, de toda Judea y de todo el valle del Jordán salía para ver y escuchar a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él las bautizaba en el río Jordán”, Mt 3:4-6. Su método fue la austeridad y todo centrado en lo esencial. Ha puesto en pie a personas libres. Libres incluso frente al educador. Los discípulos se han despertado gracias a su voz firme. Los ayudo a descubrir y a frecuentar las profundidades, más que a pasearse en las superficies. Preparación significa quitar lo que impide recibir. Se trata de desaprender, o más bien, aprender de otra manera. Los llevo a salir de los esquemas habituales para descubrir las sorpresas. De la formación no debe salir uno que solamente sabe, sino una persona capaz de exponerse sin protecciones a la luz de la Palabra. Juan eligió ser sencillo y tener las manos abiertas para soltar a sus discípulos. «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!». Sus discípulos más fieles no dudaron en seguir a “Otro” y esta era la manera más hermosa de decirle gracias. Los preparo para que estuviesen dispuestos a ofrecer su vida al seguimiento del único e insustituible Señor. “Los alumnos no son superiores a su maestro, pero el alumno que complete su entrenamiento se volverá como su maestro”, Lc 6:40. Hagamos discípulos y soltemos a la gente a la obra que Dios desea realizar en el mundo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 10 de enero de 2024

Posición

El salto

“Siguieron a Jesús”, Jn 1:37

En el momento que nos encontramos con Jesús se requiere tomar una posición. Avanzamos o retrocedemos. Seguir a Jesús implica dar un gran salto y ningún otro puede saltar por nosotros. Es una decisión personal y el salto es posible si uno soporta el vacío bajo los pies. Juan el Bautista acompaño a los discípulos hasta el momento en que el nuevo paso ya no significaba una prolongación más de su servicio, sino una ruptura. Implicaba abrir las manos y dejarlos ir. El tema no era la continuidad, sino arriesgarse a saltar y seguir a Jesús. Somos llamados a no poseer, no controlar, no retener, abrir nuestras manos, dejarlos ir. Hay algo peor que no tener discípulos y es la pretensión de quererlos retener. “Luego agregó: «Presten mucha atención a lo que oyen. Cuanto más atentamente escuchen, tanto más entendimiento les será dado, y se les dará aún más.  A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más entendimiento, pero a los que no escuchan, se les quitará aun lo poco que entiendan», Mc 4.24-25

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 8 de enero de 2024

Viajeros sin retorno

Seguimiento

“Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1:36-37

Cuando él pasa, solamente queda un camino: el suyo. El poder seguirle es algo suyo, no nuestro. No somos nosotros los que elegimos. El seguimiento viene después de la elección. Somos atrapados y fascinados al ser descubiertos por Jesús. El Señor establece un vínculo de amor con nosotros y no podemos colocarle condiciones. “Luego Jesús les dijo a sus discípulos: «Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a cargar su cruz y a hacer lo que yo les diga”, Mt 16:24, Cuando damos el primer paso nos queda sola una posibilidad: dar todos los demás. Significa ir hacia adelante y ponernos en camino. Es la única manera de ser discípulos y estar en su seguimiento. Jesús que es el “Camino” recluta personas de fe, no viajeros preocupados por el retorno. El éxodo significa saber vivir en salida y se le ofrece a los nómadas. “A eso se refieren las Escrituras cuando dicen: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman», 1 Co 2:9.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 7 de enero de 2024

Abramos los ojos

Partir

«¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!»  “Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1:36-37

Cuando Jesús pasa cerca de nuestro diario andar es un muy buen momento para partir con él. La puerta debe estar abierta de par en par no para hacer entrar, sino para salir. Ahora es el momento oportuno. “Como colaboradores de Dios, les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad de Dios y luego no le den importancia. Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé» Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación”, 2 Co 6:1-2. Este es el momento de zarpar, salir o comenzar a caminar. Es necesario reconocer al que pasa y dejarse llevar por él. En el capital del tiempo que tenemos hay un instante para establecer el contacto cuando el pasa. Cuando asoma el horizonte de la realidad prometida, de una vida nueva, es el momento de nacer. Él te da la gracia de seguirlo. Abramos los ojos porque el que pasa es Jesús y es todo lo que necesitamos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 6 de enero de 2024

Estar con Él

Prisa, prontitud y celeridad

“Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!», Jn 1:36

Jesús camina y pasa por allí. Quizás está cerca de tu vida, pero no se detiene. No se para y solo te ofrece la posibilidad de decidir inmediatamente. Decirle que vuelva a pasar dentro de poco, es casi imposible o poco probable. No hay demasiado tiempo para examinar la situación. Si deseamos tomar lo poco que tengo, lo indispensable, no lo podríamos alcanzar. Jesús pasa, lo puedes seguir, pero no parar. Te invita a ver dejando atrás todo lo demás. Solo podremos escucharlo cuando otras voces no sean las más importantes. Se alegrará en estar contigo cuando el “camino” se convierta en tu casa y te dará lo necesario al ver que no llevas nada. Jesús tiene un paso rápido, firme y nos llama con urgencia. “Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.”, Jn 12:26

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 5 de enero de 2024

Destino

Domicilio

"—Rabí, ¿dónde te hospedas? (Rabí significa “Maestro”.)”, Jn 1:38

Los discípulos solían ir detrás de un rabí no solo para frecuentar una escuela y estudiar una doctrina, sino para aprender un estilo de comportamiento. La vida de Jesús se hacía enseñanza. Ante la pregunta ¿Dónde vives? podría interpretarse por “¿Cuál es tu modo de vivir?”. Ellos expresan el deseo de conocer su persona, de compartir su destino, de participar en su misión, de vincularse a él para un camino. Jesús responde "—Vengan a ver —", Jn 1:39. Jesús no muestra un programa. Lo que ofrece es un descubrimiento progresivo, una vivencia y un auténtico camino de fe. “Ellos fueron, pues, y vieron dónde se hospedaba. Ese mismo día se quedaron con él”.  Dios nos llama a dar este paso, un salto para entrar en comunión con él. Es acercarnos para profundizar sobre su persona y participar en su proyecto. Nosotros podemos descubrir que la existencia tiene sentido, hay encuentro y vida con Jesús

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 4 de enero de 2024

Motivos

Profundizar

"Jesús se volvió y al ver que lo seguían, les preguntó: —¿Qué buscan?”, Jn 1:38

El evangelio suele cuestionarnos por medio de las palabras de Jesús. El Señor quiere saber cuáles son nuestros motivos para estar en su seguimiento. Hay búsquedas y búsquedas. No todas son adecuadas y pueden ser no positivas. Hay otras que nos llevan a un verdadero encuentro de vida con aquel que dijo: “Yo soy el camino”. Jesús le dijo a una multitud “—Francamente, ustedes me buscan porque comieron hasta quedar satisfechos, y no por haber entendido los milagros que hice. No se preocupen tanto por la comida que se acaba, sino por la comida que dura y que da vida eterna. Ésa es la comida que yo, el Hijo del hombre, les daré, y ya Dios mi Padre les ha mostrado que yo tengo autoridad … Yo soy el pan que bajó del cielo, y el que cree en mí tendrá vida eterna. Yo no soy como el pan que comieron sus antepasados, que murieron a pesar de haberlo comido.» … Cuando muchos de los seguidores de Jesús le oyeron enseñar esto, dijeron: —Esto que dices es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede estar de acuerdo contigo? Pero Jesús les dijo—¿Esto los ofende? … El que da vida eterna es el Espíritu de Dios; ninguna persona puede dar esa vida. Las palabras que les he dicho vienen del Espíritu que da esa vida. Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen… También les dijo que nadie podía ser su seguidor si Dios su Padre no se lo permitía.  Desde ese momento, muchos de los que seguían a Jesús lo abandonaron. Entonces Jesús les preguntó a sus doce apóstoles: —¿También ustedes quieren irse?  Simón Pedro le contestó: —¿Y a quién seguiríamos, Señor? Sólo tus palabras dan vida eterna. Nosotros hemos creído en ti, y sabemos que tú eres el Hijo de Dios”, Jn 6:26-69. Jesucristo nos da la “Vida Entera”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 3 de enero de 2024

Valor

Coraje

“Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1.35-37

El que sigue al Señor no debe ser un estorbo, tampoco controlador, asfixiante, entrometido. Es alguien que deja espacio al “Otro” y espacio a la libertad de la gente. Como servidores es necesario desparecer en determinados momentos, no interferir y que cada persona tome su decisión personal. No somos sustitutos, sino servidores que ayudamos a otros a no faltar a la cita con aquel que les dice: ¿Qué buscan? Todo se trata de afrontar el riesgo de una opción personal, de una fe consciente, de un consentimiento a la iniciativa divina. Es el momento de la decisión individual y el coraje para rendirnos a un acontecimiento único, irrepetible, entregando todo no a una idea, a un sistema, sino a “Alguien” 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

martes, 2 de enero de 2024

Claridad

Discernir e interpretar

"«¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!» Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1.35-37

Juan el Bautista se caracterizó por ayudar a sus discípulos a discernir e interpretar el momento que les tocaba vivir.  Los discípulos por estar en la escuela de Juan el Bautista terminan por encontrarse con aquel que es “Totalmente Otro” y dejan al viejo maestro. Juan no vio en Jesucristo a un competidor buscando su popularidad y anima a sus discípulos a dejarle donde indica claramente quién es el Señor. "Él debe tener cada vez más importancia, y yo tenerla menos”, Jn 3:30. El personaje principal nunca debe quedar relegado en un rincón. El testimonio como seguidores de Jesucristo debe indicar quien es el verdadero protagonista de toda la historia. El auténtico creyente debe tener claridad de su rol, que sabe entrar en escena, sin miedo, en el momento justo, y sobre todo tener coraje para salir en el momento preciso.

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 1 de enero de 2024

Vivir

Tiempo

“Al día siguiente, Juan estaba en el mismo lugar con dos de sus discípulos. Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!» Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron. Jesús se dio vuelta y, al ver que lo seguían, les preguntó qué querían. Ellos le preguntaron: —¿Dónde vives, Maestro? —Síganme y lo verán —contestó Jesús. Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día.”, Jn 1:35-39

El apóstol Juan nos describe un acontecimiento que cambió toda su vida. Se trata de su propia historia. Este momento transitorio se transformó en un momento decisivo. Las horas comunes se pueden transformar en decisiones que nos regalan una “vida entera”. La sabiduría del corazón consiste no en saber cuánto, sino cómo y para qué se vive. El contenido del día viene dado por el encuentro con el Señor. Tanto para Andrés, Juan y después Simón, y más tarde para Felipe y Natanael, esa jornada ha sido diferente, rica de tiempo, por ser rica de significado. Ellos han aprovechado esta oportunidad, invirtieron tiempo, no faltaron a la cita, no han dejado escapar este momento favorable. Dios nos llama a reflexionar sobre nuestro tiempo que está lleno de todo, pero no siempre de significado, de esencia o trascendencia. Nuestra oración puede ser la misma que el salmista expresó cuando dijo “Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría.”, Sal 90:12 “Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.”, Ef 1:17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Abrir los ojos

  Caminar y ser abiertos “Seis días después, Jesús llevó a Pedro, a Santiago y a Juan hasta un cerro alto, para estar solos. Frente a ellos,...