Afecto, compañerismo y amistad
“Cuando Pablo terminó de hablar, se arrodilló con todos los líderes y oró por ellos. Todos comenzaron a llorar, y abrazaron y besaron a Pablo. Estaban muy tristes porque Pablo les había dicho que jamás lo volverían a ver. Después, todos acompañaron a Pablo hasta el barco”, Hch 20:36-37Las palabras y el ejemplo de Pablo explican los gestos de afecto, compañerismo y amistad. Durante tres años había compartido con ellos la buena noticia del reino de Dios. Fue un momento emotivo y entre el llanto, los abrazos y besos de despedida se resalta la comunión de unos con otros. Tiempo después desde la prisión les escribe a las iglesias de esa región: “Les ruego, entonces, que no se desanimen por mis sufrimientos, pues esto es más bien un honor para ustedes. Por todo esto, me arrodillo a orar delante de Dios el Padre, creador de todo lo que existe, tanto en el cielo como en la tierra. Por la inmensa riqueza de su gloria, pido a Dios que, por medio de su Espíritu, los haga cristianos fuertes de ánimo. También le pido a Dios que Jesucristo viva en sus corazones, gracias a la confianza que tienen en él, y que ustedes se mantengan firmes en su amor por Dios y por los demás. Así ustedes podrán comprender, junto con todos los que formamos el pueblo de Dios, el amor de Cristo en toda su plenitud. Le pido a Dios que ustedes puedan conocer ese amor, que es más grande de lo que podemos entender, para que reciban todo lo que Dios tiene para darles. Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder! Todos los que pertenecemos a la iglesia de Cristo, debemos alabarlo por siempre. Amén.", Ef 3:13-21 Jesús se hace presente por medio del Espíritu Santo y no hay nada mejor que confiar y soltar a cada persona a la obra de su Espíritu. Dios nos llama una y otra vez en poner nuestra atención en hacer discípulos y luego soltarlos, abrir las manos y encomendarlos a la gracia de nuestro Señor. Dios nos ayude a no retener lo que debemos dejar ir. Que su nombre reciba la gloria.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox