domingo, 25 de junio de 2023

Salvación, sanidad y liberación

 Un Dios activo

“Los apóstoles hacían muchas señales milagrosas y maravillas entre la gente. Y todos los creyentes se reunían con frecuencia en el templo, en el área conocida como el pórtico de Salomón; pero nadie más se atrevía a unirse a ellos, aunque toda la gente los tenía en alta estima. Sin embargo, cada vez más personas—multitudes de hombres y mujeres—creían y se acercaban al Señor. Como resultado del trabajo de los apóstoles, la gente sacaba a los enfermos a las calles en camas y camillas para que la sombra de Pedro cayera sobre algunos de ellos cuando él pasaba. Multitudes llegaban desde las aldeas que rodeaban a Jerusalén y llevaban a sus enfermos y a los que estaban poseídos por espíritus malignos, y todos eran sanados”, Hch 5:12-16

Lucas nos da un resumen sobre los milagros que ocurrían en la comunidad y como cada vez más personas creían en el Señor. Al parecer los que no se unían a ellos eran los poderosos que estaban celosos y temían perder su autoridad sobre el control del pueblo. Este sector religioso solía ejercer presión sobre sus miembros impidiendo que se acerquen a los discípulos del Señor. El resultado fue lo opuesto dado que las multitudes llegaban desde las aldeas y la gente era sanada. Podemos decir que los seguidores de Jesús seguimos creyendo en estos milagros. Dios no se ha limitado en extender su mano para que encontremos salvación, sanidad y liberación de toda opresión. Es clave entender que Dios llama a las comunidades de fe a seguir experimentando lo sobrenatural. Puede haber personas que buscan desalentar la esperanza de un cambio profundo en el orden presente, pero los creyentes en Jesucristo confiamos en un nuevo orden. La esperanza nos da tenacidad y perseverancia. Creemos en un Dios activo. Vivimos la fe confiando que Dios interviene en nuestras vidas y en la historia.  

Carlos Scott

sábado, 24 de junio de 2023

Modelos

 El paradigma de Pentecostés

“Todos fueron llenos del Espíritu Santo … “, Hch 2:4. "Cada vez más personas—multitudes de hombres y mujeres—creían y se acercaban al Señor”, Hch 5.13-14

El concepto de paradigma es utilizado comúnmente como sinónimo de “ejemplo” o para hacer referencia en caso de algo que se toma como “modelo”. El paradigma de Pentecostés nos habla de estar ampliando las fronteras y los círculos de influencia, “pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra”, Hch 1:8. Nos desafía a traer el cielo a la tierra. Si solamente nos enfocamos en el “más allá” y nos alejamos del “más acá”, la consecuencia es que nos alejamos de los sufrimientos y angustias de la gente. "¿Por qué están aquí parados, mirando al cielo?”, Hch 1:11. Mientras permanezcamos acá, el Señor nos llama a involucrarnos en la misión. Pentecostés representa el derramamiento del Espíritu Santo, es una visitación divina. El Espíritu descendió sobre todos y no sobre algunos. Es un Espíritu nivelador, destructor de cualquier privilegio. Es un Espíritu multiétnico, multilingüe, multicultural. Se proclaman las maravillas de Dios. “¡Y todos oímos a esta gente hablar en nuestro propio idioma acerca de las cosas maravillosas que Dios ha hecho!”. Se experimenta el poder sobrenatural de Dios. “Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total”, Hch 2:41. Es un Espíritu que no se burla, ni descalifica a los demás. Se alegra en la multiforme gracia de Dios. Es un Espíritu que llama a la comunidad de fe a caminar, ir más allá, más lejos. Invita a la comunidad del Reino de Dios a revisar y repensar su estructura. Lo importante para el Espíritu Santo no es la estructura de la iglesia sino la misión. Andar en el Espíritu es caminar en unidad y celebrar la fiesta de la diversidad. ¡Bienvenido Espíritu Santo! “Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos”, Hch 2:47

Carlos Scott

viernes, 23 de junio de 2023

Señales

 Un corazón y un alma

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común”, Hch 4:32

Lo que sucedió en esos días es el resultado de la predicación de Pedro en Pentecostés. Fueron días que el Espíritu Santo llevo a la comunidad del Reino de Dios a manifestar su carácter. Dios nos vuelve a desafiar en la actualidad al pensar que formamos parte de estos “últimos días” y no importa cuán largos sean los mismos. Lo que ocurrió con la resurrección de Jesucristo y el derramamiento del Espíritu Santo es que los postreros días han comenzado. Somos llamados a ser una señal y anticipo del reino venidero. Un Reino que se caracteriza por el amor, la paz, la abundancia y la justicia. Lo que se describe no es un ideal, sino la señal concreta de lo que significa ser una comunidad de fe, esperanza y amor. La finalidad de la iglesia es practicar el amor y expresar la nueva vida en el Espíritu. “Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por nosotros. De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por nuestros hermanos. Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un hermano en necesidad, pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el amor de Dios en esa persona? Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones. Nuestras acciones demostrarán que pertenecemos a la verdad, entonces estaremos confiados cuando estemos delante de Dios”, 1 Jn 3:16-19. 

Carlos Scott

jueves, 22 de junio de 2023

Generosidad

 Cuestiones económicas

“No había necesitados entre ellos”, Hch 4:34

Este relato trata sobre las cuestiones económicas en la vida de la iglesia primitiva. “No había necesitados entre ellos”¿Es una cuestión romántica, es real o es una visión ideal de la comunidad? Lo primero que observamos en los escritos de Lucas es la descripción de una comunidad que se alegra aumentando en número y que tiene la capacidad de responder a las necesidades de la gente como resultado de la obra del Espíritu Santo. “La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado en la comunidad”, Hch 4:33-34. El texto hace referencia a Deuteronomio 15:4-11 donde dice “No deberá haber pobres en medio de ti, … no seas insensible ni tacaño ...  Da al pobre con generosidad, no de mala gana, porque el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas. Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros de tu pueblo que pasen necesidad.” Lucas nos está diciendo que el don del Espíritu Santo nos debe llevar a ser una comunidad para los demás. Es el don de la misión que en este caso se manifiesta en ser generosos y es un aspecto fundamental de la vida de la iglesia. La comunión o koinonía nos debe proyectar en pensar en los demás y al pensar en los demás pensamos en los diferentes caminos que Dios está marcando para que su nombre sea exaltado y conocido en toda la tierra.

Carlos Scott

miércoles, 21 de junio de 2023

Ser creyentes

 Un modo de vivir

“Todos los seguidores de Jesús tenían una misma manera de pensar y de sentir. Todo lo que tenían lo compartían entre ellos, y nadie se sentía dueño de nada”, Hch 4:32
Lucas nos presenta un itinerario de la fe para que nosotros sigamos a Jesús. Nos ayuda a ser creyentes teniendo fe, establecer una relación profunda con Jesús y con la comunidad del Reino de Dios. "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe", 1 Jn 5:4. Esta realidad nos lleva a la acción y tiene una salida práctica. Es la fe al servicio de la vida y se une con el amor. La experiencia de fe se traduce en un compromiso concreto hacia los hermanos de la comunidad y el evangelio de la fe se convierte en el evangelio del amor. El amor es el fruto necesario de la fe donde la fe y el amor es la que vence al mundo. La palabra auténtica no está separada de la obra. Creer en la resurrección se traduce en un modo de vivir en la comunidad. La paz dada por el resucitado crea una comunidad de reconciliación que está dispuesta a vivir en armonía y unidad. Es una unidad sin uniformidad, hay distinción sin individualismo, diferencia sin división. Hay amistad, fraternidad y la resurrección se hace visible a través de la práctica del amor fraterno. Seguir a Jesús nos debe llevar a tener gestos concretos que alejen los conflictos, las rivalidades, la codicia, los celos. “Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión”, Col 3:14. “Pero nosotros sabemos lo que es el amor, porque Jesucristo dio su vida por nosotros. Así también nosotros, debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos en Cristo”, 1 Jn 3:16-20
Carlos Scott

martes, 20 de junio de 2023

Un nuevo presente

 Persistir

"Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios”, Hch 4:31

Jesús avanzó por medio de la oración. En la oración pedimos ¡VENGA TU REINO! y declaramos un nuevo presente que anhelamos para la vida humana, Is 35:5-7. Sabiendo que Dios reinará en plenitud nuestra práctica de fe consiste en ser persistentes en orar y anhelar un presente diferente. Se nos llama a vivir con esperanza, perseverar y ser tenaces. Para extender el Reino de Dios en las naciones y derrotar el mal tenemos que dedicarnos a la oración. No es magia y no siempre se hace realidad lo que pedimos. No se trata de algo que nosotros hacemos. Es lo que Dios hace en su tiempo y forma. Sin la oración nos agotamos. Cuando oramos nos enfocamos en Dios y en lo que Él hará. La oración nos da descanso, trae esperanza, humildad y fortaleza. En la oración nos enfocamos en sus recursos, su provisión y su fidelidad. “Por medio de la oración Dios hace lo que solo Él puede hacer. En las situaciones más desesperadas el quebranta el falso dominio del enemigo, trae luz espiritual e infunde vida para una transformación social duradera." "Dios usa la oración para cambiarnos a nosotros y para cambiar el futuro”. Nuestras oraciones son tenidas en cuenta, llegan a su presencia y Dios no las pasa por alto, Ap. 8:1-5. La oración marca un nuevo presente anhelado y forman el futuro.

Carlos Scott

lunes, 19 de junio de 2023

Señales milagrosas

 Poder sanador 

“Extiende tu mano con poder sanador; que se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de tu santo siervo Jesús», Hch 4:30

Jesús coloca su enfoque en el Reino de Dios y nos ayuda a pensar en este orden donde la oración extiende su Reino. Es interceder por la nación y las naciones. No se trata de magia o de manipular a Dios con una determinada técnica. Sencillamente es pedirle a Dios: “¡Venga tu Reino! Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo”. El poder sanador en hacer el bien y buscar una transformación es señal de que el Reino ha llegado en Jesús, Hch 10:38. En la oración le pedimos a Dios que extienda su mano para sanar, marca un nuevo presente anhelado, forman el futuro y nos da valor, Hch 4:29-30, Ef 6:18-20. "Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.”, Mt 11:12. Buscar la bendición de todas las etnias y de la nación implica tomar riesgos cuando enfrentamos el mal. Dios tiene como propósito bendecir a todas las naciones, derrotar el mal por medio del Reino de Dios y ser reconocido recibiendo la gloria. Jesús nos dice: "Si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes”, Lc 11:20-22.

Carlos Scott

domingo, 18 de junio de 2023

Lo que hemos visto y oído

 Valor

“Y ahora, oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra”, Hch 4:29

Cuando Pedro y Juan fueron arrestados por las autoridades “les ordenaron que nunca más hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús”. “Pero Pedro y Juan respondieron: ¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él? Nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído. Entonces el Concilio los amenazó aún más, pero finalmente los dejaron ir porque no sabían cómo castigarlos sin desatar un disturbio”. Pedro y Juan quedaron libres; volvieron a donde estaban los demás creyentes y contaron lo sucedido. Los creyentes oyeron las noticias y todos juntos alzaron sus voces en oración. Estos creyentes podían haberle pedido a Dios que les quite las amenazas, evitar los conflictos con los poderosos y no tener más problemas. Todo esto es lícito, pero lo que hacen y piden es todo lo contrario. Piden valor para predicar la palabra y que el Señor extienda su mano con poder sanador; se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de Jesús. El tiempo que nos toca vivir no está ausente de los más variados conflictos y esto sigue creciendo cada día. La tentación podría estar en decir “Señor, ayúdanos a evitar conflictos” y por lo tanto no meternos en el diario andar de la gente para ayudarla en sus diferentes situaciones. La palabra de Dios nos anima y ayuda a pedir lo mismo que ellos: “Señor danos más valor para predicar y más señales de tu poder por medio de Jesús”. En uno de los momentos más difíciles donde arriesgaron su bienestar el Señor añadió a la iglesia cinco mil familias. La comunidad de fe es querida y valorada cuando reacciona a favor de la gente.

Carlos Scott
 

sábado, 17 de junio de 2023

Celosos de su poder

 Los poderosos

«¿Qué debemos hacer con estos hombres? —se preguntaban unos a otros— … Entonces llamaron nuevamente a los apóstoles y les ordenaron que nunca más hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan respondieron: «¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él? Nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído» Entonces el Concilio los amenazó aún más, pero finalmente los dejaron ir porque no sabían cómo castigarlos sin desatar un disturbio. Pues todos alababan a Dios por esa señal milagrosa, la sanidad de un hombre que había estado lisiado por más de cuarenta años”, Hch 4:16-22

Pedro y Juan estaban con el pueblo y atendían sus necesidades, pero la clase dirigente solo pensó en su poder y se sintió amenazada. La principal causa de la intervención de las autoridades se debe a que estaban resentidos de que enseñasen al pueblo y que se les viera con autoridad. Lucas nos relata que hay estructuras oficiales de poder y estas se suelen unir cuando peligra su control sobre el pueblo. Los poderosos, celosos de su poder y prestigio son quienes encarcelan a Pedro y Juan. En un momento de amenaza y al parecer de fracaso se nos habla que una multitud creyó en Jesús. “Pero muchos de los que habían oído el mensaje lo creyeron, así que el número de hombres creyentes ascendió a un total aproximado de cinco mil”, Hch 4:4. Las amenazas de las autoridades fue mayor, pero Pedro y Juan no les tuvieron miedo. La fe no es solo para los buenos tiempos y no es necesario el prestigio y poder para que la gente crea. En el momento que los poderosos se opusieron con mano fuerte el número de creyentes aumento. “Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana”, 2 Ti 1:7

Carlos Scott

viernes, 16 de junio de 2023

Una Nueva Historia

 Dejar el paso a Dios

"Ahora que Dios ha resucitado a su hijo Jesús, lo primero que hizo fue enviarlo a ustedes, para bendecirlos y para que dejen de hacer lo malo», Hch 3:26

La conversión es dejarnos sorprender por el Señor resucitado, que entra en nuestro presente, lo libera y nos sana del pasado. Nos entrega un futuro distinto, que se ha hecho posible gracias a la fuerza de su amor y a la relación de nuestra vida con él. Convertirse significa construir una nueva historia respecto a las viejas maneras de ser. La resurrección inaugura una nueva creación, hay reconciliación, una nueva vida y somos llamados a celebrarlo en los gestos cotidianos. Es dar el paso a Dios, abrir los ojos y caer en la cuenta de que Jesús fue enviado para bendecirnos y dejar de hacer lo malo.  

Carlos Scott
 

jueves, 15 de junio de 2023

Esperanza cierta

 Ensanchar el corazón

“Nuestros antepasados Abraham, Isaac y Jacob adoraron a Dios. Y ese mismo Dios es quien nos ha enviado a Jesús como Mesías, y nos ha mostrado lo maravilloso y poderoso que es Jesús … Dios ha hecho que Jesús resucite, y de eso nosotros somos testigos. Nosotros confiamos en el poder de Jesús; y como todos ustedes vieron, esa confianza es la que ha sanado completamente a este hombre… Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas”, Hch 3:13-19

Hace falta coraje para emprender el camino de la fe. Es cuestión de ensanchar el corazón. Es necesario salir de lo incierto y caminar hacia una esperanza cierta. Necesitamos una fe sólida, pero también una certeza de la esperanza. Nuestro peligro es retroceder cuando pensamos que seguir a Jesucristo es muy utópico. Con frecuencia existe una estrechez o una angustia del corazón, que es todavía más preocupante que la estrechez mental. Es limitarnos a nosotros mismos, especialmente limitar al Espíritu de Dios y darle lugar. Para algunos la esperanza, es decir: quizás, a lo mejor, puede ser, ojalá. Nos encerramos en nuestros pequeños horizontes. Jesús es el SÍ de Dios para todos nosotros y su punto final. Por lo tanto, podemos ser abiertos, comunicativos, serenos y vivir con alegría. Abramos las puertas de par en par y dejemos todo miedo para caminar al encuentro del resucitado. Donde hay amor ya no hay lugar para el temor. Pedro le dijo: “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, te ordeno que te levantes y camines».  Nuestro futuro no depende de los astros, sino de Jesucristo resucitado.

Carlos Scott

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...