Nostalgia
“Padre, glorifica tu nombre». Entonces habló una voz del cielo: «Ya he glorificado mi nombre y lo haré otra vez», Jn 12:28La insatisfacción y frustración rodean a nuestro mundo. Falta algo y no siempre tiene que ver con placeres, comodidades, dinero. Se ha sofocado, apagado y asfixiado el instinto de lo divino. Parece que el ser humano no se da cuenta de lo que ha perdido. Nos toca orar, inquietar y compartir en palabra y obra un mensaje que transforma toda la existencia humana. Se trata de volver al deseo de estar en relación con Dios y con nuestro prójimo. Es glorificar el nombre de Dios manifestando su vida. Hay nostalgia de otra cosa. Estamos cansados de lo que produce frustración y un gran vacío interior. Hay necesidad de respirar un aire puro, emocionarnos, encender y avivar nuestra relación con Dios, con el prójimo y celebrar su nombre en comunidad. Que nuestro Dios haga arder nuevamente una pasión por su gloria y su nombre. “Mostraré cuán santo es mi gran nombre, … Cuando revele mi santidad por medio de ustedes ante los ojos de las naciones, dice el Señor Soberano, entonces ellas sabrán que yo soy el Señor … » ”Entonces los rociaré con agua pura y quedarán limpios ... Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo. Pondré mi Espíritu en ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas … Sin embargo, recuerden, dice el Señor Soberano, que no lo hago porque lo merezcan … y todos sabrán que yo soy el Señor”», Ez 36:23-37. Nos unimos al clamor de Jesús: “Padre, glorifica tu nombre». Entonces habló una voz del cielo: «Ya he glorificado mi nombre y lo haré otra vez». Esta es nuestra esperanza “lo hará otra vez”. “Queremos ver a Jesús”.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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