El Dios de las sorpresas
“Pero Marta le dijo: —Señor, hace cuatro días que murió Lázaro. Seguramente ya huele mal. Jesús le contestó: —¿No te dije que, si confías en mí, verás el poder de Dios?, Jn 11:39-40Jesús se presentó a Marta como la fuente de vida y declaró su autoridad por encima de todo tipo de muerte. Marta creyó, pero más adelante expreso: "—Señor, hace cuatro días que murió Lázaro. Seguramente ya huele mal.". La realidad es que muchas veces nosotros enfrentamos estas mismas dificultades y decimos esto “huele mal”. Es aquí donde nuestros compromisos se pueden alejar de la fe y su práctica. Hay contradicción entre dichos y hechos. Declaramos que Dios ya está en nuestro futuro y no hay desamparos, pero la enseñanza recibida sobre el Reino de Dios y la vida renovada no solo se encuentra en el futuro, sino ha comenzado en el pasado y también tiene un presente. La invasión del futuro se hace presente. Solo los ojos de la fe logran ver en Jesús de Nazaret la realidad de las promesas divinas. Nuestro Dios es el Dios de las sorpresas. Lo que queremos que Dios haga “algún día” él quiere hacerlo ahora. Nuestro desafío es abrirnos a lo que Dios quiere realizar no en el futuro lejano, sino ahora mismo. “—¿No te dije que, si confías en mí, verás el poder de Dios?”
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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