Un vaso de agua en el camino
"Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar a quien les dé un vaso de agua sólo porque ustedes son míos.”, Mc 9:41
Dios nos llama a vivir y afirmar la unidad en medio de "todo su pueblo". Hablamos de la unidad sin caer en la uniformidad, la distinción sin caer en el individualismo, la diferencia sin caer en la división. Nuestro Señor nos invita andar por sus caminos, aceptar sus palabras y ampliar nuestra manera de pensar. Como dice el salmista: “Corro por el camino de tus mandamientos, porque has ampliado mi modo de pensar.”, Sal 119:32. Nadie tiene la exclusividad o el monopolio del evangelio y el Espíritu Santo. Jesús promete un premio para aquellos que están dispuestos en ayudar a los que son del “pueblo de Dios”. Este vaso de agua se da en el camino. También nos advierte "El que no está de mi parte, está contra mí. El que no me ayuda a traer a otros para que me sigan, es como si los estuviera ahuyentando.”, Mt 12:30. Juan y los discípulos aprendieron esta lección y años más tarde Juan escribe a su amigo Gayo que seguramente era líder en la iglesia: "Algunos miembros de la iglesia vinieron y me contaron que sigues confiando en la verdad que Jesucristo nos enseñó. Eso me dio mucho gusto. Nada me alegra más que saber que mis hijos obedecen siempre a la verdad que Dios nos ha enseñado. Querido hermano, tú te portas muy bien cuando ayudas a los otros seguidores de Cristo, especialmente a los que llegan de otros lugares. Ellos le han contado a toda la iglesia cuánto los amas. Por favor, ayúdalos en todo lo que necesiten para continuar su viaje. Hazlo de tal modo que resulte agradable a Dios. Ellos han comenzado a anunciar el mensaje de Jesucristo, y no han aceptado ninguna ayuda de los que no creen en Dios. Por eso, debemos ayudarlos en este trabajo que han empezado, y también debemos hacernos cargo de ellos.”, 3 Jn 1:3-8.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
Dios nos llama a vivir y afirmar la unidad en medio de "todo su pueblo". Hablamos de la unidad sin caer en la uniformidad, la distinción sin caer en el individualismo, la diferencia sin caer en la división. Nuestro Señor nos invita andar por sus caminos, aceptar sus palabras y ampliar nuestra manera de pensar. Como dice el salmista: “Corro por el camino de tus mandamientos, porque has ampliado mi modo de pensar.”, Sal 119:32. Nadie tiene la exclusividad o el monopolio del evangelio y el Espíritu Santo. Jesús promete un premio para aquellos que están dispuestos en ayudar a los que son del “pueblo de Dios”. Este vaso de agua se da en el camino. También nos advierte "El que no está de mi parte, está contra mí. El que no me ayuda a traer a otros para que me sigan, es como si los estuviera ahuyentando.”, Mt 12:30. Juan y los discípulos aprendieron esta lección y años más tarde Juan escribe a su amigo Gayo que seguramente era líder en la iglesia: "Algunos miembros de la iglesia vinieron y me contaron que sigues confiando en la verdad que Jesucristo nos enseñó. Eso me dio mucho gusto. Nada me alegra más que saber que mis hijos obedecen siempre a la verdad que Dios nos ha enseñado. Querido hermano, tú te portas muy bien cuando ayudas a los otros seguidores de Cristo, especialmente a los que llegan de otros lugares. Ellos le han contado a toda la iglesia cuánto los amas. Por favor, ayúdalos en todo lo que necesiten para continuar su viaje. Hazlo de tal modo que resulte agradable a Dios. Ellos han comenzado a anunciar el mensaje de Jesucristo, y no han aceptado ninguna ayuda de los que no creen en Dios. Por eso, debemos ayudarlos en este trabajo que han empezado, y también debemos hacernos cargo de ellos.”, 3 Jn 1:3-8.
Carlos Scott
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