«¡Jamás hemos visto algo así!»
“Y el hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y salió caminando entre los espectadores, que habían quedado atónitos. Todos estaban asombrados y alababan a Dios, exclamando: «¡Jamás hemos visto algo así!», Mc 2:12No todos pudieron observar el milagro y creer. Para ver y encontrarnos con Jesús se necesitan los ojos de la fe. Los religiosos se autoexcluyeron y no lograron imaginar lo diferente, a no ser una copia suficientemente parecida a sus modelos. Hay personas que les cuesta salir fuera, al descubierto. Es realmente extraño que el que anuncia los caminos de Dios tropieza con el odio y la persecución de los que enseñan los caminos de Dios. La fisura algunas veces se presenta no con aquellos que no creen, sino con el ambiente religioso. No es cuestión de hacer una abertura en el techo, sino hacer un lugar en el corazón. Todo depende de una decisión libre, de una toma personal de conciencia. Jesús desea ver nuestra fe y que no llamemos equivocadamente a otras puertas. “A eso se refieren las Escrituras cuando dicen: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman», 1 Co 2:9
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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