sábado, 9 de marzo de 2024

Celebrar la vida

 Traje de fiesta, alegría y felicidad

“Entonces María les dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que Jesús les diga.», Jn 2:5

Juan en el capítulo dos de su evangelio nos habla de una fiesta, una boda; en una aldea llamada Caná de Galilea. Las bodas eran importantes y podían durar hasta una semana. La vida por lo general estaba marcada por la pobreza y el trabajo duro. Nos encontramos en una casa humilde. Es la periferia y no hay tantos recursos económicos. Esa semana sería algo especial para todos. Jesús, sus discípulos y la madre de Jesús se encontraban allí. La familia debía ofrecer un banquete de acuerdo con las normas sociales. No había gran variedad de bebidas y por lo general se tomaba agua o vino. En un determinado momento la fiesta se quedó sin vino. María se angustio y se acercó a Jesús. No tener vino en una fiesta de boda implicaría vergüenza y humillación. Sin vino, decían los rabinos, no hay fiesta. En las bodas de Caná, Jesús manifestó su gloria y lo que vendría. “Su madre dijo a los sirvientes: Hagan lo que él les ordene”. Siempre tenemos que estar listo para hacer lo que el Padre nos dice, lo que Jesús quiere que hagamos. María tenía confianza en su hijo y Jesús transformo el agua en el mejor vino. Jesús reserva lo mejor para lo último, lo mejor está por venir, cada día con Jesús es mejor que el anterior, una gracia nueva, algo nuevo por entender y descubrir. Invite a Cristo, obedezca a Cristo, disfrute a Cristo. Jesús afirma la importancia de compartir la alegría y felicidad. Dios quiere que celebremos la vida. Nos quiere colocar un “traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento”, Is 61:3. La gracia abunda y sobreabunda para todos, Ro.5:20.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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