Abrirse camino
“El ciego tiró su manto, y de un salto se puso de pie y se acercó a Jesús”, Mc 10:50
El ciego Bartimeo consiguió abrirse camino hacia Jesús. El seguimiento necesariamente implica dejar algo. Lanzó el manto al viento y pasó de la orilla al centro de la escena para encontrarse con Jesús. Junto al manto es probable que Bartimeo haya arrojado las monedas que había recogido aquel día. Su grito le dio salvación "—Jesús, tú que eres el Mesías, ¡ten compasión de mí y ayúdame!”. Bartimeo sintió que la salvación le pasaba cerca y no dejó pasar esta oportunidad. “Recuerden lo que dice «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón”, He 3:15.
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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