¿Qué implica la palabra crecimiento en el Reino de Dios y la vida de la Iglesia? ¿Puede un organismo vivo no crecer?

 ¿Qué implica la palabra crecimiento en el Reino de Dios y la vida de la Iglesia? ¿Puede un organismo vivo no crecer?

Cuando el Reino de Dios se expande la Iglesia (comunidad del Reino) crece. La extensión del Reino de Dios está ligado directamente con el crecimiento de la iglesia. Se extiende el Reino, crece la iglesia.

La iglesia como cuerpo y organismo vivo debe crecer. Lo que tiene vida, crece. El crecimiento es la consecuencia normal de la vida espiritual.

La naturaleza de la iglesia es crecer espiritualmente, numéricamente y en su impacto cultural. El crecimiento de la Iglesia no es cuestión de traer a ella lo que es necesario para que crezca. Es cuestión de remover los obstáculos que impiden el crecimiento.

Algunos obstáculos pueden ser la falta de unidad espiritual, inmoralidad y doctrina falsa. Otros podrían tener relación con estructuras institucionales rígidas y tradiciones no bíblicas. Jesús les dijo a los escribas y fariseos: "por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios", Mt 15:6. En otra oportunidad dijo: "el vino nuevo debe ser echado en odres nuevos" Lc 5:38. Se refería a tradiciones y estructuras que sofocaban la obra de Dios. La iglesia debe formar aquellos odres que parecen más compatibles con su naturaleza y misión dentro de su contexto cultural.

También la dicotomía clero - laicado tiende a limitar el crecimiento, sofoca la iniciativa laica y el ejercicio de los dones que son esenciales para el crecimiento.

Otro factor es el "complejo de edificio" de las iglesias institucionales, dependencia de las construcciones, tradiciones inflexibles con modelos de culto estériles. La dependencia financiera tampoco ayuda. El crecimiento no dependerá del dinero o de los edificios.

La clave serán personas abiertas al Espíritu Santo, dispuestas para ejercer sus dones en el testimonio y en el ministerio. Dispuestas a formar una comunidad de amor, de servicio, de relación "unos con otros" donde todos son pastores unos de otros. Sin competencia, envidia, celos, sin búsqueda de poder. Personas que no buscan protagonismo y dejan el lugar al "verdadero protagonista".

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox