lunes, 31 de marzo de 2025

El agradecimiento

 La memoria del corazón

“Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?». Y Jesús le dijo al hombre: «Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado», Lc 17:17-19

Nos encontramos con diez personas afectadas por la Lepra y la exclusión de la comunidad. Mientras se dirigen a presentarse a los sacerdotes se dan cuenta que fueron sanadas, pero uno solo, un extranjero, sintió la necesidad de volver y ser agradecido con Jesús dando Gloria a Dios. “Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres?” Jesús comienza a restar y solo le queda uno. ¿Dónde están los otros nueve? Se perdieron la oportunidad de celebrar y ser agradecidos. Ser agradecidos es el principio de un camino de fe. El agradecimiento es la memoria del corazón. Nuestro problema es cuando perdemos la memoria como les paso a estos nueve y nuestras excusas suelen ser recurrentes. Se nos ha concedido la gracia de creer y día a día nuestro Dios nos trata como hijos amados. Todo es gracia, milagro y nuestra gratitud debe estar en todo tiempo. Lo peor es no tener nada por que dar gracias. Una vez más, Dios nos llama a tener la memoria del corazón presente y vivir junto a él la alegría más grande cuanto se trata de sumar en vez de restar. “Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. No apaguen al Espíritu Santo”, 1 Ts 5:18-19

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 30 de marzo de 2025

Nuevas comunidades de fe

Repensar

“Jesús respondió: …  y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará.”, Mt 16:13-19

Nuestro tiempo nos desafía a volver a repensar la iglesia y su implicancia para iniciar nuevas comunidades de fe. Harold Segura nos habla de algunos ejes centrales a tener en cuenta: el reino de Dios (no la iglesia institucional), la conversión (no la afiliación eclesial), la fe (no la creencia dogmática) y el Evangelio (no la tradición religiosa).  “Los confinamientos por la pandemia nos han invitado a poner el acento eclesiológico donde debían haber estado: la comunidad y no el templo, la misión y no la institución, la pastoral y no el pastor, la espiritualidad y no la religión”. Somos desafiados a salir de un modelo de repetición e imitación para volver al espíritu del pentecostés y comenzar nuevas comunidades de fe. Una iglesia pública, dirigida a todos y todas, abierta al mundo, mirando hacia afuera. Una iglesia que trae alegría y esperanza por medio del evangelio a un mundo necesitado.   

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 29 de marzo de 2025

Perspectivas del movimiento cristiano mundial

  



La salvación abre la puerta a la bendición

 Edificar

“—Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente ...”, Mt 16:13-19

La predicación del evangelio en palabra y obra no es un fin en sí mismo para hacer grande a una determinada institución. Hablamos de ser una comunidad abierta a toda la humanidad, no exclusivista y auto referencial. Hablamos más de una fuerza centrífuga que centrípeta, de una dimensión eclesial y horizontal (todos somos sacerdotes), y no de una dimensión clerical y solo vertical. El pueblo de Dios es un pueblo que vive en el Éxodo, en salida. “La fe cristina es una fe que nació para caminar”. Implica salir de una estructura de mantenimiento para organizarnos en función de la misión. Nuestro Dios quiere bendecir a toda la humanidad, a todas las etnias y la salvación abre la puerta a la bendición. Discípulos que hacen Discípulos y forman nuevas comunidades de fe es el inicio de un proceso hacia la bendición de todo un pueblo en términos de transformación. La misión se vive con mayor intensidad fuera del templo iniciando nuevas comunidades de Fe para bendecir a la gente, derrotar el mal por medio del Reino de Dios y que Dios sea reconocido y glorificado.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 28 de marzo de 2025

No sé dónde estoy - Andrés Pérez

Un amor que prepara la mesa para todos

El amor de Dios

“Su padre le dijo: “Mira, querido hijo, tú siempre has estado a mi lado y todo lo que tengo es tuyo. Teníamos que celebrar este día feliz. ¡Pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida! ¡Estaba perdido y ahora ha sido encontrado!”, Lc 15:31-32

El amor de Dios es un amor incondicional. Es el amor del verdadero Padre. Es el amor que prepara la mesa para todos. Extiende sus brazos por igual e invita a celebrar la vida. Es un amor que nos da libertad incluyendo la posibilidad que nos marchemos lejos de casa. Es el amor anterior y posterior a los rechazos. Es un amor que perdona cuando volvemos arrepentidos. Cuando el Padre nos perdona lo divino y humano se unen, el amor y la verdad se encuentran, la justicia y la paz se besan. Jesús nos enseña el modelo de ser padre y madre. Que podamos amar como El ama. Encarnó en su vida este modelo y nos invita a ser mansos y humildes de corazón. Nos revela al Padre, nos deja el legado y herencia que merece ser vivido con amor, compromiso, fidelidad, tenacidad y esperanza para pasarlo a los que siguen. Nos queda a nosotros la respuesta en cómo queremos terminar esta historia. La buena noticia es que podemos volver a casa, el Padre nos da la bienvenida y siempre lo quiere celebrar.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 27 de marzo de 2025

El amor incondicional es un amor que aprende a perdonar

Una fiesta

“Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies.  Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.”, Lc 15:22-24

El amor incondicional es un amor que aprende a perdonar. Perdona sin rencor y amargura. No le recuerda al hijo todo lo que hizo mal o lo perdona como si le hiciera un favor. Tampoco le cobra en cuotas el dolor sufrido por medio de la indiferencia, amenazas y humillación. Enfatiza la autoridad de la compasión y la paternidad de la misericordia. “Sed misericordiosos como vuestro Padre que está en los cielos es misericordioso. Sean compasivos como vuestro Padre es compasivo. Sed perfectos como vuestro padre es perfecto. Perdonen como yo los sigo perdonando a ustedes.” Es un Padre que celebra la vida. Se enfoca en la alegría porque sus hijos volvieron a casa.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 26 de marzo de 2025

El amor incondicional implica saber esperar

 Saber esperar

“Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.”, Lc 15:20

El amor incondicional implica saber esperar. El Padre no está preocupado por sí mismo. Es un corazón de misericordia divina donde convive el dolor y la generosidad. Nos anima a tener confianza y no levantar muros. La confianza es la convicción profunda que el Padre nos quiere en casa. Nos dice que “el perfecto amor hecha fuera el temor”. Nos alienta a dar un paso de confianza hacia la vida, la libertad y la gratitud en los brazos del Padre. La confianza requiere el coraje de arriesgarnos. El amor incondicional es un amor que acepta. Recibe a los hijos menores que regresan arrepentidos al hogar. En la vida del Padre se encuentran el amor y la verdad. Hace fiesta por todos aquellos que vuelven a casa y nos coloca a prueba cuando nos invita a dar la bienvenida a otros. Sus brazos también están abiertos para aceptar a sus hijos mayores. Quiere que todos disfruten de la casa, su afecto, alegría e intimidad. No fuerza, no obliga la entrada sino habla con amor. Les suplica a los hijos que participen y no se queden afuera. Nos dice: “Hijo Mío, tu siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo”. No para la fiesta, sigue invitando como Padre y Madre y su corazón no está dividido. Es un Padre que une a sus hijos. No ama más a uno que otro, no compara y no hace competir a sus hijos para ganar su amor. Quiere que sus hijos sean libres y libres para amar.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 25 de marzo de 2025

Amor incondicional

 Legado

“Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos…”, Lc 15:1

Cuando hablamos de legado nos estamos refiriendo a la trasmisión de principios morales, valores, ideas y modelo de una generación a otra. Un legado es una herencia con el objetivo de seguirlo, vivirlo y compartirlo con las futuras generaciones. El legado cristiano tiene que ver con ser semejantes a Jesús. El legado que nos quiere dejar el Padre tiene que ver con la vida y la libertad, el amor y la verdad, la justicia y la paz. El principal héroe en esta parábola es el Padre amante. Nos encontramos con un Padre que ama incondicionalmente, que sufre, espera, acepta y perdona. Un padre abierto para todos. Cuando hay amor incondicional debemos tener presente el sufrimiento. La pregunta que muchas veces nos hacemos es como seguir adelante ante las desilusiones que nos presenta la vida. Jesús nos puede entender cuando sufrimos porque experimento el quebranto, la humillación, los golpes, el rechazo y el dolor.  Hay mucha tristeza cuando los hijos rechazan el legado del Padre y no le siguen. La vida de Jesucristo que encarna al Padre es una invitación abierta para que volvamos a casa y vivamos su legado. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 24 de marzo de 2025

Daniel Scott - País VASCO

 ¡NO OS CONFORMÉIS!

Hace muchos años el apostol Pablo aconsejó a la iglesia en Roma:
“No os conforméis a este siglo” (Romanos 12:2).
Consejo difícil en un mundo donde la presión de la mayoría es muy fuerte. El éxito, el poder, el reconocimiento, el conformismo, el individualismo, el centralismo son palabras claves en este sistema.
Martin Luther King dijo:
“Vivimos en una época en la que los hombres se complacen en lo amplio y en lo grande: grandes ciudades, grandes edificios, grandes compañías. Este culto a la magnitud ha hecho que muchos tuviesen miedo de sentirse identificados con una idea de minoría”.
Por esta razón, muchas veces las minorías, la solidaridad, el amor, las lenguas minoritarias y la justicia social quedan excluidas de tantas instituciones, incluso de nuestras agendas porque atenta contra el status quo, contra nuestro egoísmo.
Pero la Palabra de Dios nos llama a ser inconformistas a todo esto! Y además nos da una alternativa:
“transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios”
Y para eso necesitamos ir a Jesucristo. ¿Cómo es Él? ¿Cuál es su pensamiento? ¿Cuáles son sus prioridades?
Jesús daba lugar a las minorías, a los marginados, a los pecadores, a lo que económicamente no tenía sentido para la sociedad. No se conformaba con el sistema de valores de esa época. ¡Y todo esto lo hacía por amor! ¡Jesús no veía números, veía personas!
Por eso el desafío es caminar con él y conocerlo. Y a medida que lo hagamos, poco a poco nos pareceremos más a él, pero también descubriremos más a las minorías, nuestros barrios, los pueblos y otras naciones, ¡Simplemente por amor! Como lo hace Jesús.
¡No te conformes al sistema! Mira a Jesús, mira a tus costados, y experimenta su revolución de amor
Daniel Scott

domingo, 23 de marzo de 2025

El crecimiento sano depende de la disponibilidad de personas que estén abiertas al Espíritu y listas para ejercer sus dones en el servicio humilde tanto hacia afuera como adentro

 Crecimiento

“En ese momento, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa llegaron desde Jerusalén para ver a Jesús. —¿Por qué tus discípulos desobedecen nuestra antigua tradición? —le preguntaron—… Jesús les respondió: —¿Y por qué ustedes, por sus tradiciones, violan los mandamientos directos de Dios?… y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición.”, Mt 15:1-6

La iglesia crece cuando está enfocada en el crecimiento del Reino de Dios. El crecimiento de la iglesia no es cuestión de traer a ella lo que es necesario para que crezca, sino más bien quitar los obstáculos que impiden ese crecimiento. Estos obstáculos pueden ser la inmoralidad, abuso de poder, doctrina falsa, la falta de unidad espiritual, tradiciones no bíblicas y estructuras institucionales rígidas. Jesús dijo: “por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios”, Mt 15:6. En otro momento dijo “el vino nuevo debe ser colocado en odres nuevos”, Lc 5:38. Hay estructuras y tradiciones que pueden sofocar la obra de Dios. Otro factor puede ser el “complejo de edificio” de las iglesias institucionales o su dependencia de las construcciones, rigidez tradicional en cuanto a la forma y tiempo de las reuniones con modelos de culto estériles y la dicotomía entre el clero y laicado que puede detener la iniciativa laica y el ejercicio de los dones. El crecimiento normal de la iglesia no puede estar limitado por la falta de recursos financieros, por la falta de gente, o la falta de instalaciones físicas. Lo que puede limitar el crecimiento es pensar en una alta inversión financiera en edificios, propiedades y programas. Es ahí donde podemos perder la esencia de servir a la gente. La iglesia primitiva no estaba limitaba por la falta de edificios o por la necesidad de más gente, etc. El crecimiento sano depende de la disponibilidad de personas que estén abiertas al Espíritu y listas para ejercer sus dones en el servicio humilde tanto hacia afuera como adentro. Dios nos ha llamado a ser y hacer discípulos. Lo que tiene vida, crece. La naturaleza del Reino de Dios y su comunidad es crecer espiritualmente, numéricamente y en su impacto cultural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

El agradecimiento

  La memoria del corazón “Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios e...