domingo, 25 de mayo de 2025

Vivir la calidad de una nueva relación y saber que hay futuro

 La Espiritualidad de una vocación y llamado

"Jesé hizo llamar a David, que era un joven de piel morena, ojos brillantes y muy bien parecido. Entonces Dios le dijo a Samuel: «Levántate y échale aceite en la cabeza, porque él es mi elegido», 1 S 16:12

David, “sirvió a su propia generación por el propósito de Dios”, Hch 13.36. El rey David es definido por las escrituras como un hombre de acuerdo con el corazón de Dios, Hch 13:22.

¿Cómo podemos definir a una persona que vive de acuerdo con el propósito de Dios? Es una persona que responde a un “Llamado”. “Escogió también a David... lo llamó” para pastorear a su pueblo, Sal 78:70-72. Lo llamó como lo hizo con Abraham, Gn 22:11, con Moisés, Éx 3:4, con Gedeón, Jue 6:14-16, con Samuel y ahora nos llama a cada uno de nosotros.

Es un llamado a ver las cosas de una manera diferente y pertenecerle a él. Vivir la calidad de una nueva relación y saber que hay futuro. Implica un compromiso profundo y un nuevo estilo de vida. El que llama es “Yo soy el que soy”. Yo soy todo lo que mi pueblo necesita. Es una demanda grande y cuando no respondemos a este llamado todo se transforma en un vacío. Debe durar toda la vida. Esta certeza hace que cambie nuestra propia historia y cambia el curso de la historia.

David amaba al Señor. Enterneció su corazón para seguirle. Dios le fortalecía. Comenzó día a día hacer su voluntad y Dios estaba con él: “dondequiera que iba resultaba vencedor”.

Para Pensar: ¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿Cómo podemos servir a nuestra generación?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 24 de mayo de 2025

Una iglesia sana es una comunidad que no existe para sí misma

La espiritualidad en la misión

Una comunidad sana está al servicio del movimiento de Dios hacia el mundo. Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando que «la Iglesia se encuentra al servicio del movimiento de Dios hacia el mundo». 

Una iglesia sana es una comunidad que no existe para sí misma sino para servir a la humanidad y anunciar la inauguración del reino de Dios en la persona de Jesucristo.

Dios es un Dios misionero. La misión existe simplemente porque Dios ama a las personas. Dios quiere rescatar a la humanidad de su deshumanización en todo aspecto de la vida. El establecimiento de su reino es la misión de Dios.

La misión local y global es cuando el pueblo de Dios se une a la misión de Dios cruzando intencionalmente barreras sociales, políticas, culturales, idiomáticas, étnicas, de iglesia a no iglesia, en palabra y obra, anunciando la venida del reino de Dios en Jesucristo, invitando a las personas a reconciliarse con Dios, consigo mismas, unas con otras y con la creación, integrándose a la vida de la iglesia con miras a la transformación del mundo hasta que el Señor vuelva. 

Si vamos a entender el evangelio y la misión conforme a toda la escritura de Génesis hasta el Apocalipsis, lo tendremos que entender enfáticamente como “bendición a todas las familias de la tierra”. Estamos hablando de un mensaje integral de salvación que no conoce fronteras de ningún orden y está dirigido a todo ser humano considerando la totalidad de su persona. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 23 de mayo de 2025

Valores y antivalores

La espiritualidad expresada en valores

Una comunidad sana es una comunidad que expresa el "ya" del Reino de Dios. Cuando hablamos de la iglesia local hablamos de una comunidad que se compromete con los valores del Reino de Dios. 

Josué y Caleb fueron definidos como siervos con un espíritu diferente: “…los cuales me siguieron de todo corazón”, Nm 32:12. En el lado opuesto se ve a un pueblo terco y duro de corazón. 

Surgen antivalores: 

Avaricia versus Generosidad
Individualismo versus Cooperación.
Condicionalidad versus Incondicionalidad
Desobediencia versus Obediencia.
Rebelión versus Sujeción.                                                     
Etnocentrismo versus Alcance local y global. 

Seguir a Dios con el corazón es renovar la mente por su Palabra y por el Espíritu Santo. Es creer que todo se hace posible en las manos de Dios. Es la Fe opuesta a la fatalidad, resignación y egoísmo. Es dar lugar a la constancia, lucha y generosidad. Cuando le seguimos con todo el corazón las promesas y bendiciones que Dios tiene son hechas realidad.

Vivamos este tiempo con esperanza y demos esperanza. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 20 de mayo de 2025

Dios convierte el agua amarga en agua dulce

 La espiritualidad que busca la vida

¿Alguna vez pasaste por situaciones amargas? ¿Te sentiste sediento en el medio del desierto?

Cuando los israelitas tuvieron su liberación ellos cantaron: ¡El Señor reina por siempre y para siempre!, Ex 15:18. Tiempo después internados en el desierto no hallaron agua. Lo que encontraron fue una fuente de agua amarga y no pudieron apagar su sed allí, Ex 15:22-23

El desierto es el lugar de la sed y el agua representa un seguro de vida. Hay momentos donde la sed se deja sentir. En la búsqueda de un pozo de agua sería fatal buscar algo que no puede apagar nuestra sed. El profeta Jeremías nos dice: “Ustedes, pueblo mío, cometieron dos pecados: me abandonaron a mí, que soy para ustedes una fuente de agua que les da vida, y se hicieron sus propios estanques, que no retienen el agua. Yo era su guía, pero ustedes me rechazaron”, Jer 2:13

Hay pozos de agua que a pesar de las apariencias no retienen agua, sino la malgastan, la derraman. Nuestro instinto nos puede engañar cuando nos metemos en el primer charco que encontramos. Hay fuentes de aguas que están corrompidas, estancadas. Este tipo de agua te da la muerte más que la vida. No te detengas en lugares equivocados o no te engañes pensando que las cosas equivocadas pueden darte la alegría y la felicidad que estas buscando. Son como un río cuyo lecho se transformó en árido y reseco

Dios convierte el agua amarga en agua dulce. “Moisés le pidió ayuda a Dios. Entonces Dios le mostró un arbusto y le ordenó que lo arrojara al agua amarga. Moisés así lo hizo, y al instante el agua se puso dulce. En ese mismo lugar Dios puso a prueba a los israelitas”, Ex 15:25

El agua amarga se puede transformar en dulce cuando seguimos el consejo de Dios: «Yo soy su Dios. Yo soy quien les da salud”, Ex 15:26. Bebamos del agua que nos quita la sed, la que nos da libertad, dignidad y valor como seres humanos. Es el agua de la frescura, que nos da la bienvenida. Solo Jesús puede llenar el corazón, Jn 4:13-14. “Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! Aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.”, Jn 7:37-39

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

Riesgos muy variados

 La espiritualidad en la travesía

¿Alguna vez tuviste la tentación de volver atrás? ¿Te cansaste alguna vez de enfrentar circunstancias adversas y finalmente abandonar? 

El pueblo de Israel en su liberación de Egipto fue llamado a rendir culto en el desierto, Ex 7:16

Caminar por el desierto es muy duro, es una vida nómada, errante, hay constantes traslados y surgen todo tipo de imprevistos. El pueblo de Israel le expreso a Moisés y Aarón: “¡Cómo quisiéramos que el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto! Allá nos sentábamos en torno a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos”, Ex 16:3

En el desierto no tenemos la seguridad del camino y no se puede saber cuándo se llega. Esta travesía no te deja tranquilo y te expone a riesgos muy variados. Nos cuesta caminar por el desierto porque se trata de un camino que hay que inventar y descubrirlo día a día. No es fácil la liberación porque la liberación implica una travesía, no una vida instalada

Puede haber personas que añoran el pasado porque todo era preciso, colocado en su sitio y alguien decidía por nosotros, todo había sido programado al detalle. En el desierto hay movimiento; no tenemos puntos fijos de referencia y no sabemos dónde iremos a parar. Se plantean nuevos problemas cuando antes todo estaba bien, no se entiende nada y se corre el riesgo de volver atrás: “la carne en el fuego y el látigo de los tiranos”

Alessandro Pronzato nos dice que Dios nos salva de la tentación de la seguridad y de volver atrás, hace saltar las trampas de nuestras fórmulas para detenerlo con una operación simple: escapando hacia adelante. Él siempre nos espera más allá, no lo podemos detener. Hay que seguir buscando, aunque estemos cubiertos de polvo y fango. Seguir por caminos no trazados y penetrar en la jungla

El profeta Isaías nos recuerda: «¡Construyan, construyan, preparen el camino! ¡Quiten los obstáculos del camino de mi pueblo!», ... «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.", Is.57:14-15

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 19 de mayo de 2025

No te dejes impresionar por los retrasos de Dios

 La confianza en la espiritualidad

¿Alguna vez te encomendaron algo muy difícil? ¿Sentiste que la tarea encomendada superaba tu capacidad de respuesta?

Dios le encomendó a Moisés el desafío de presentarse ante el Faraón y pedirle que deje salir a los israelitas de Egipto, Ex 3:7-14. La respuesta de Moisés fue: ¿Quién soy yo para hacer esto? y por otro lado ¿Qué les digo a los israelitas si me preguntan cuál es el nombre de ese Dios? 

Es difícil hablar y explicar a Dios. Moisés quería informaciones precisas. La respuesta de Dios fue: “Yo soy el que soy”

“Soy el que soy” está relacionado con la vida. Es el que está aquí e interviene. Más que una definición es una indicación. Dios se revela en los acontecimientos. "Seré explicado por las obras que yo hago, por lo que haré por ti y a través de ti."

La respuesta de Dios para los desafíos en nuestras propias vidas sigue siendo la misma que se le dio a Moisés: “Yo estaré contigo”, Ex 3:12 y esto es suficiente. 

Alessandro Pronzato dice: “Los hechos son los que marcan su presencia y los que demuestran su existencia. No te dejes impresionar por los retrasos de Dios. Llega siempre, aunque no respeta nuestros plazos. He descubierto que el Señor se da prisa lentamente, pero interviene puntualmente”

"Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir.", Éxodo 4:12. "Seré para ti, lo que seré. ¡Si, me lo permites!". “Yo soy todo lo que mi pueblo necesita”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 18 de mayo de 2025

La verdad se encuentra con la misericordia

 El ideal en la espiritualidad

“Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo… El día que fueron creados los llamó “Seres humanos” Gn 5:1-2

El mundo del primer capítulo del Génesis es un ideal. Es el ideal de Dios sobre la creación. Es vivir en una correcta relación con Dios, con el prójimo, con la creación y consigo mismo. Esto nos da esperanza y dignidad.

Hay cuatro características que nos ayudan a pensar y tomar buenas decisiones. Son principios para tener presente en nuestra vida y carácter: La verdad, la justicia, la misericordia y la paz, Sal 85:10. Son fundamentos para que estén activos en toda comunidad y sociedad. Un encuentro entre la verdad y la justicia es un excelente comienzo.

Vivimos tiempos donde se está perdiendo el valor a la vida, el respeto y la dignidad. “La proclamación de que todos somos creados iguales, a la imagen de Dios, desafía categóricamente todo intento de discriminación, desprecio e indiferencia”.

En nuestros países se habla de democracia, la importancia en la distribución de la riqueza, el derecho y servicio a los pobres, la libertad, el bienestar, la justicia. Es un buen discurso, pero surge una pregunta: ¿Cómo es nuestra realidad? ¿Se defiende el derecho de unos y se viola el derecho de otros? ¿Qué pasa con los que tienen limitación o poco acceso a la salud, vivienda, educación y trabajo?, Pr 31:8-9.

La verdad se encuentra con la misericordia. Sin amor somos como un metal que resuena y nada más. En medio de los desacuerdos, divisiones, conflictos y luchas de nuestra sociedad el texto nos llama a que veamos la imagen de Dios en nuestro prójimo y tomemos la perspectiva de Dios: “No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”, Lv 19:18. Volvamos nuestra mirada al Dios creador

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 17 de mayo de 2025

El sano uso del día de reposo

 La espiritualidad que nos da descanso


“Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día”, Gn 2:1-3. “Acuérdate del día de reposo para santificarlo”, Ex 20:8-11. “Es un día de fiesta solemne en mi honor, en el que no harán ningún trabajo”, Lev 23.2-3. “Los llenaré de alegría”.

El sano uso del día de reposo es liberador, toda persona tiene valor y tiene derechos humanos. Nos da alivio a la tiranía de las cosas y el materialismo. En el antiguo testamento este día tenía un sentido liberador porque debían descansar los siervos y aún los animales, Ex 23:12. Es una señal de libertad y amor donde salimos de las carreras opresoras que caracterizan a la sociedad de la productividad y el consumo. Se nos llama a honrar la vida, hacer fiesta y celebrarla 

Todo esto nos recuerda que nuestro valor no depende de la fatiga del trabajo sino de nuestra relación con Dios. Es estar en contraposición con la sociedad del rendimiento que está caracterizada por la aceleración; su falso concepto de éxito y exceso de positivismo. 

Podemos creer que somos los “salvadores” cayendo en la auto explotación de nosotros mismos que nos lleva a vivir “sin límites”. Podemos pensar que todo depende de nosotros y el resultado puede ser la frustración y la destrucción. Como el agua que se va entre las manos perdemos los vínculos y la profundidad. Algunos han definido esto como una sociedad líquida, sin consistencia y sensibilidad. Es vital romper con estos esquemas. 

Es hora de parar y recordar que todo depende de Dios. Es tiempo de recobrar una teología trinitaria; una teología de las relaciones, dando sentido a la relación con Dios, con nosotros mismos, con el prójimo y la creación.

Que nuestra existencia pueda ser una danza circular de vida y amor donde caminamos hacia el otro. Una teología caracterizada por la proximidad, la equidad y el sentido de pertenencia. Dar valor a las relaciones de unos a otros y romper con los círculos de la propia auto explotación. 

Jesús dijo que era el Señor del día de reposo donde apartamos ese tiempo para descansar, para salir de la rutina y del apuro al éxito

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 16 de mayo de 2025

La gran prueba es la fe

  La espiritualidad en la precariedad

¿Alguna vez estuviste perdido en un lugar desértico o te rescataron de una circunstancia difícil? ¿Qué pensaste y qué sentimientos llegaron a tu vida?

El texto de Deuteronomio 32:10 dice: "Los encontró por el desierto, por tierras secas y azotadas por el viento; los envolvió en sus brazos, los instruyó y los cuidó como a la niña de sus ojos." 

Alessandro Pronzato nos relata que toda aventura espiritual pasa por el desierto. Es el lugar donde la realidad es despojada de las apariencias y reducida a lo esencial, a lo indispensable. Es la prueba de la precariedad y Dios se hace seguridad a cambio que perdamos las nuestras. El que camina en el desierto se contenta solo con Dios - Dios debe ser todo.

En el desierto se encuentra uno frente a un cielo sin límites, frente a la arena y al propio ser. El ser humano se ve obligado a encontrarse consigo mismo, por eso el desierto fascina y asusta. Es la tierra de la gran soledad, es la ausencia de otros y otras, ayuno de encuentros y abstinencia de presencias.

El desierto es el preludio de un encuentro con Dios. El profeta Oseas nos dice: »Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura", Os 2:14. 

La gran prueba es la fe. Sin fe no se puede vivir en el desierto. El profeta Isaías dice: "Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca", Is 43:19. El desierto puede florecer, el silencio puede convertirse en mensaje y la soledad en comunión.

El desierto es tu situación concreta y Dios te conoce, te mira, se interesa por ti, no te pierde de vista. Es donde Dios nos provoca. Dios nos seduce. Es aquí donde se prepara un banquete. 

"Dios nos protege en la soledad amenazadora como si fuera la niña de sus ojos."

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 14 de mayo de 2025

Los que gritan en el desierto

 La espiritualidad en el desierto

¿Solemos escuchar la voz de los que gritan en el desierto? ¿El desierto tiene sentido en nuestras vidas?

Los que gritan en el desierto son por lo general personas que se encuentran solas. Creo que el desierto no sería el destino privilegiado que buscaríamos muchos de nosotros. Pero es en el desierto donde nos encontramos con Dios.

Es en el desierto donde Agar es tenida en cuenta junto a su niño y su llanto se transforma en esperanza, Gn 21:14-20. Es en el desierto donde encontramos ese pozo de agua pura para Ismael. Un desierto donde aprendemos a caminar con Dios, confiar en su provisión y descanso.

Dios nos llama desde el desierto a no tener una atención dividida, quitarnos el equipaje que sobra y mantener la prioridad de tenerle presente en nuestra vida.

Solo nuestra vanidad nos puede hacer perder el rumbo. Es en el desierto donde descubrimos quienes somos y qué buscamos.

Ismael vivió en el desierto, Dios acompañó al niño, fue creciendo, tuvo mucha habilidad y experiencia y se convirtió en un hábil arquero. La promesa para Ismael y su descendencia fue: "Yo lo bendeciré, lo haré fecundo y le daré una descendencia numerosa. Él será el padre de doce príncipes. Haré de él una nación muy grande", Gn 17:20.

Solos en el desierto es donde podemos volver a recordar las promesas que Dios tiene para nosotros. Su última palabra es la Bendición. Todavía, podemos confiar en Dios.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

lunes, 12 de mayo de 2025

¿Sentiste alguna vez el rechazo, la exclusión y el temor? ¿Te encontraste alguna vez en desventaja?

 La espiritualidad en medio del dolor 

¿Sentiste alguna vez el rechazo, la exclusión y el temor? ¿Te encontraste alguna vez en desventaja?

La vida de Agar y su hijo Ismael es una historia a corazón abierto, Gn 21:14-20. 

La echaron a causa de los conflictos con Sara. La convivencia se hizo insoportable y el resultado fue la exclusión, la soledad y el rechazo.

Para viajeros inexpertos, andar por el desierto no era otra cosa que dirigirse rumbo a la muerte. Es un cuadro desolador de la marginación y la indefensión. 

En un ambiente hostil como el desierto recibe un mensaje inesperado. La soledad más espantosa se rompe con una presencia y la angustia más cruel se transforma en bendición.

Dios oye el llanto desconsolador como una oración. La dignidad de ellos se mantuvo. Como bien dice la escritura «Nuestro Dios vigila a todo el mundo, y siempre está dispuesto a ayudar a quienes lo obedecen y confían en él", 2 Cr 16:9. "Dios está en todas partes, y vigila a buenos y a malos", Pr 15:3.

La primera palabra para la vida de Agar fue "No temas". Dios mismo se aseguró de que así fuera. "Dios oyó" y su vida tuvo sentido. Cuando todos nuestros recursos se agotan es donde aparece la mano milagrosa de nuestro Dios. Agar necesitaba que Dios le abriera los ojos para encontrarse con el pozo de agua.

Cuando Dios interviene todo vuelve a tener sentido y es ahí, en un lugar de debilidad y fragilidad, que nos da una misión: "Levántate y tómalo de la mano, que yo haré de él una gran nación". 

En momentos así, Dios también abre nuestros ojos, nos incluye, acepta y nos da seguridad. "Su perfecto amor echa fuera todo temor". No hay contexto de fragilidad que pueda detener lo que Dios desea hacer. 

Esta es una buena hora para volvernos a levantar y comprometernos con su misión: "Levántate y tómalo de la mano" 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox