jueves, 20 de marzo de 2025

Hace falta algo más y es seguir a Jesús con los ojos de la fe, con el corazón, con pasión y derramar ante él lo más valioso que tenemos.

 El valor de una pasión

"Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenido lepra. Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. Se acercó a él, rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.”, Mc 14:3

El encuentro que se describe en Betania sirve para demostrar que, por encima del odio, del engaño, la traición y la malicia, corre un rayo de luz. Hay un contraste entre odio y amor, traición y fidelidad, mezquindad y generosidad, incomprensión y claridad. El relato de fondo es el amor fiel que está en el centro de todo y representa la realidad más sólida, que despeja los cálculos mezquinos y la hostilidad que la rodea. Betania es un pueblo que está un poco más que tres kilómetros de Jerusalén y se constituye en el refugio nocturno de Jesús ante la oscuridad de Jerusalén. La casa es de Simón el que había tenido lepra, pero el centro de atención no es él. La parte más importante de este episodio es la mujer anónima. Ella sale fuera de la caja, de los moldes preestablecidos, del orden tradicional y entra en escena en aquella reunión de hombres con una acción que causa escándalo. Tenía un frasco de perfume muy caro y fue derramado sobre la cabeza de Jesús. Muchos de los presentes se indignaron por el despilfarro. La incomprensión de la persona y la misión de Jesús se traduce en una incomprensión de las personas que le manifiestan amor y adoración. Esto también suele ocurrir en medio de las iglesias cuando lo único que se mantiene es un criterio netamente racional, económico y en rígidos términos de eficiencia. Hace falta algo más y es seguir a Jesús con los ojos de la fe, con el corazón, con pasión y derramar ante él lo más valioso que tenemos. Cuando le entregamos a Jesús nuestra propia vida para su servicio y misión no la perdemos, sino la ganamos en “vida entera”, Mc 10:29-31

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

miércoles, 19 de marzo de 2025

Tener fe significa creer en uno que cree en nosotros

 Baja del árbol

«¡Zaqueo!—le dijo—. ¡Baja enseguida!”, Lc 19:5

Tener fe significa creer en uno que cree en nosotros. Dios nos invita a bajar del árbol de las resignaciones, los remordimientos y los miedos para que veamos nuestras posibilidades de algo nuevo y diferente. Puede haber gente que impida este encuentro, pero Jesús es diferente al ver que de esa higuera puede brotar algo nuevo, un fruto inesperado. Jesús nos dice “Debo hospedarme hoy en tu casa”. “Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama». Zaqueo comienza a manifestar su fe que es diferente a otros y le dice a Jesús “—Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más.” Hay cosas que nos impide vivir como el egoísmo, avaricia, robos, opresión. Dios nos lleva a reconciliarnos con la vida y nos quita todo el peso que nos estorba. La mirada de Jesús es una mirada creadora, nos invita a ver la luz. Zaqueo paso de la curiosidad a la fe. Fe como respuesta a alguien que ha creído en él. Dios es tenaz y esta obstinado en buscarnos, aunque el juego no siempre le sea favorable. “Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.”

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox


martes, 18 de marzo de 2025

Hay alguien que sigue teniendo fe en nosotros y espera algo diferente

Buscado y salvado por una mirada

“Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo!—le dijo—. ¡Baja enseguida!”, Lc 19:5

Nos encontramos con Jesús entrando en Jericó y Zaqueo que era jefe de los cobradores de impuestos de la región que se había hecho muy rico. Parece que Zaqueo tenía la inquietud de mirar y conocer a Jesús, pero como era de poca estatura no le podía ver a causa de la multitud. Su astucia le lleva a adelantarse a los demás, correr y subir a una higuera. Se lo conocía como una persona de mala fama, siendo criticado, juzgado y sentenciado por la misma gente. “Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo!—le dijo—. ¡Baja enseguida!”. Una vez más Jesús mira y nos llama por nuestro nombre. Nos invita a salir de donde nos encontramos. “Cualquier cosa que hayamos hecho, por muy grande que sea el peso de nuestras miserias, por más oscuro que sea nuestro pasado y fracaso, hay alguien que sigue teniendo fe en nosotros y espera algo diferente. Su nombre es Jesús.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Jesús, el dinero y el corazón | Andrés Pérez | Ritmos | La Parroquia

lunes, 17 de marzo de 2025

Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes

 Liberación 

“Esta apreciada mujer, una hija de Abraham, estuvo esclavizada por Satanás durante dieciocho años. ¿No es justo que sea liberada, aun en el día de descanso?», Lc 13:16-18

Jesús enfrentó a Satanás que es el verdadero enemigo. Jesús nos enseña a ver el enemigo de una manera diferente, Ef 6:12, Mt 5:43-48. Es arrebatarle a Satanás el dominio que tiene sobre el mundo. "Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira”, Jn 8:37-47. “Sin embargo, si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes. Cuando un hombre fuerte está armado y protege su palacio, sus posesiones están seguras, hasta que alguien aún más fuerte lo ataca y lo vence, le quita sus armas y se lleva sus pertenencias.”, Lc 11:20-22. El Rey ha vencido. "Satanás no tiene poder para vencerme”, Jn 14:27-30. “Con su muerte, Jesús dio libertad a los que se pasaban la vida con miedo a la muerte.”, He 2:14-15 “Dios prometió a nuestros antepasados que enviaría a un salvador, y nosotros les estamos dando esa buena noticia: Dios ha cumplido su promesa, pues resucitó a Jesús.”, Hch 13:32-33. “De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz”, Col 2:15. "¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil",1 Co 15:57-58. Dios quiere bendecir a las naciones y la salvación abre la puerta a la bendición. Jesús ama a toda la humanidad, nos llama al arrepentimiento y nos ofrece perdón, Jn 8:36.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 15 de marzo de 2025

Asumir el futuro consiste en vivir el presente con amor

La última palabra

“El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre”, Mc 13:31

Existe una última palabra en la vida. Dios tiene la última palabra y esa palabra no deja de ser, no pasa, permanece y juzga a la historia. »Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo saben ni siquiera los ángeles del cielo. Es más, ni yo lo sé. Dios es el único que lo sabe. »Por eso, tengan cuidado y estén alerta, porque no saben cuándo volveré.”, Mc 13:32-33. Estamos invitados a tener paciencia, llamados a estar comprometidos, mantener las decisiones, los valores y estar alertas. Hay un tiempo nuevo que viene y nada, ni nadie lo puede detener. Nos encontramos frente al futuro, lo eterno, lo que permanece. “La palabra que no pasa” nos garantiza que Dios nos llama a la vida. La visión es el regreso de nuestro Señor y por lo tanto nuestra mirada está concentrada en cambiar la realidad de hoy por la esperanza que tenemos. Asumir el futuro consiste en vivir el presente con amor. El amor es lo que el amor hace y no solo lo que dice. Un amor que nunca se da por vencido, que jamás pierde la fe, que siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia”, 1 Co 13:4-7. La única manera de permanecer fieles a lo eterno está en no traicionar el presente. La eternidad tiene necesidad de anclarse en el hoy. Tengamos cuidado en seguir las palabras que pasan. Coloquemos la mirada y la acción en la fe, la esperanza y el amor. La fe y esperanza nos aseguran que Dios “da futuro” al presente y la mayor de las tres palabras es el amor. ¡Que el amor sea la palabra, la acción y nuestra meta más alta! 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

viernes, 14 de marzo de 2025

¿Es posible otra iglesia?

 Jesús señala la justicia, la gracia y misericordia

"Jesús siguió enseñando y les dijo: «¡Cuídense de los maestros de la Ley! A ellos les gusta vestirse como gente importante, y que en el mercado los saluden con mucho respeto. Cuando van a una fiesta o a la sinagoga, les gusta ocupar los mejores asientos. ¡Y son ellos los que roban las casas de las viudas, y luego hacen oraciones muy largas! Pero Dios los castigará más duro que a los demás.», ...  Entonces llegó una viuda pobre y echó dos monedas pequeñas en su ofrenda al templo. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: ...«dio todo lo que tenía para vivir», Mc 12:38-44

El Dios que anunciamos, que hemos conocido en Jesús, es un Dios de gracia. No “negocia” con las ofrendas. No nos pide que dejemos de alimentarnos, vestirnos y cuidar nuestra salud para sostener cualquier sistema. Por el contrario, nos invita a compartir para que todos puedan vivir vidas en abundancia. Los textos de Mc 11:12-25, Mc 12.38-44 hay que leerlos en esa clave, en la crítica de todo sistema de honores y prestigio, que devora los bienes de los pobres, que los priva de su sustento. En cambio, anuncia un Dios de gracia para todas las naciones, etnias, que se manifiesta en Jesús, que nos ofrece la vida abundante, porque Dios la ha creado y la sostiene. Recordamos al joven rico que se fue triste ante la demanda de Jesús en Mr 10:22 y al ciego Bartimeo que se despojó de todo por seguir a Jesús en Mr. 10:50. Las mismas contradicciones las podemos observar en las iglesias. Mientras los que más tienen muchas veces ofrendan con mezquindad, muchos hermanos pobres son capaces de ofrendar sacrificialmente o dar hasta el último centavo. Estos últimos son generosos con otros mientras que los más pudientes tienden a olvidarse de las necesidades de los demás. ¿Qué tipo o modelo de Iglesia se está formando?, ¿Cómo afecta a la misión y a la nueva generación?, ¿Cómo podemos rescatar el modelo bíblico de iglesia en nuestro contexto? ¿Es posible otra iglesia? “El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre", Mc 13:31-37

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

miércoles, 12 de marzo de 2025

“Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo!

  Frente al templo

“Después, Jesús y sus discípulos se fueron al Monte de los Olivos, que está frente al templo. Jesús se sentó y, cuando estaban solos, Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron:  —¿Cuándo será destruido el templo?, Mc 13:3-4
 
¿Por qué para muchos el templo y la institución están primero? ¿Por qué se quiere reglamentar la generosidad? ¿Por qué muchos enfatizan pactos? ¿Qué voz profética debe levantar la iglesia ante la desigualdad y los sistemas de gobierno (políticos o religiosos) que no tienen como prioridad defender la vida de los débiles e indefensos? En tiempos de Jesús el sistema religioso y el político no estaban diferenciados o separados cabalmente. Por eso, más allá del sistema eclesial, estos textos se proyectan como una crítica a todo sistema económico o gubernamental que impone tributos exigentes para los pobres, pero sólo recauda lo que les sobra a los ricos, y no los usa para compensar las desigualdades sino para alimentar a su propia burocracia. Tenemos que buscar un equilibrio cuando admiramos el templo y le decimos a Jesús: ¡Mira Maestro! ¡Que piedras! ¡Que edificios! Los proyectos tienen que ajustarse a la realidad, Jer 22:13-19. La vida de los pequeños es valiosa para Dios. Son los pobres y desprotegidos esos pequeños. Los discípulos veían la grandeza del templo. Jesús veía la profanación en el interior, una religión viciada, obsoleta. Los discípulos miraban el presente, pero Jesús miraba hacia delante y el terrible fin que se aproximaba. Corremos el riesgo de volvernos irreflexivos. A todos nos puede pasar. Podemos pasar de estar centrados en Cristo el Señor, a un lamentable estado de sujeción del poder religioso ambicioso. Muchas instituciones que comenzaron como respuesta a una situación particular pueden cambiar con el tiempo. La gran pregunta que tenemos delante nuestro es si somos capaces de evaluarlas como los hizo Jesús con el estado-templo. ¿Qué cosas debemos cambiar? En algunos casos una reorganización puede rescatar los mejores elementos de la institución sin destruirla del todo, con el templo no pasó así. “Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo!, Mt 12:6

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 11 de marzo de 2025

Perspectivas del movimiento cristiano mundial

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lunes, 10 de marzo de 2025

Son piedras por derribar

 Jesús sale del templo para no volver

“Al salir del templo, uno de los discípulos le dijo a Jesús: —Maestro, ¡mira qué piedras, y qué edificios más hermosos! Jesús le respondió: —¿Ves estos grandes edificios? Pues de ellos no va a quedar en pie ni una pared. Todo será destruido.”, Mc. 13:1-2
 
Jesús nos dice que el Templo que acaba de recibir la ofrenda de la viuda no quedará nada, Mc 12:41-44. Son piedras por derribar. La viuda es un ser viviente, una hija de Dios, que lleva su imagen. Sin embargo, su dinero no fue a sostener esa vida que Dios le dio, sino a mantener un sistema de piedras, dispuesto a su destrucción. El historiador judío romano Flavio Josefo, relata los sucesos de la caída del Templo, mediante el cual se cumple este anuncio de Jesús. Allí señala (Las guerras judías, 6, 282) que el arca del tesoro, incluyendo el dinero, ropas y alhajas que había allí, se quemó cuando fue incendiado el Templo. El templo fue construido por Heródes. Este rey había destruido el templo antiguo que fue edificado por Esdras y Nehemías y había construido uno mucho más grande y suntuoso. Fue el fruto de la labor de décadas, impresionaba por su construcción y fue magnífico por sus piedras blancas, por el oro y mármol que brillaba a la luz del sol. Josefo dice que algunas piedras eran de 11 metros de largo por 4 de alto y 5,5 metros de ancho. ¿Qué difícil es negar la legitimidad de algo que funciona y de una institución cuyo tamaño físico y belleza estética son tan impresionantes? ¿Para qué todo este sacrificio por el templo? La hermosura del templo quedó tirada por el piso. Jesús dice: No quedará piedra sobre piedra, todo será derribado. Será Dios mismo que lo hará y lo hará en respuesta a las oraciones que piden un nuevo tiempo. Hoy también queremos afirmar que una nueva iglesia es posible, será la respuesta de Dios a los cristianos de gran Fe, Mr. 11.23-24.  »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes viejos porque, cuando el vino nuevo fermente, hará que reviente el cuero viejo. Entonces se perderá el vino nuevo, y los recipientes se destruirán. Por eso, hay que echar vino nuevo en recipientes de cuero nuevo», Lc 5:36-39

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

“Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento”, Heb 13:12-13

  Saliendo fuera “Faltaban dos días para que se celebrara la fiesta de la Pascua. A esta fiesta también se le llamaba fiesta de los panes si...