lunes, 6 de enero de 2025

"El amor al poder o el poder del amor"

 Caminos y senderos diferentes

“Sus discípulos Santiago y Juan, que eran hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: —Maestro, queremos que nos hagas un favor. Jesús les preguntó: —¿Qué es lo que quieren? Ellos le contestaron: —Por favor, cuando estés en tu reino poderoso, déjanos sentarnos a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”, Mc 10:35-37

 Mientras que el camino de Jesús es dar su vida por toda la humanidad, algunos de sus discípulos pensaban en su propia gloria. Los compañeros de Santiago y Juan se indignaron. “Cuando los otros diez discípulos supieron lo que Santiago y Juan habían pedido, se enojaron con ellos”, Mc 10:41. Quizás pensaron “alguien se nos adelantó y nosotros perdimos la oportunidad”. Hay un gran contraste entre ellos y Jesús. Se acercaron pidiendo honor y poder, “el amor al poder y no el poder del amor”. El escritor de Hebreos nos habla de otra manera en la que podemos acercarnos a Jesús “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.”, Heb 4:16. Jesús nos muestra otro camino y sendero. “Dios dijo: «¡Miren a mi elegido, al que he llamado a mi servicio! Él cuenta con mi apoyo; yo mismo lo elegí, y él me llena de alegría. »He puesto en él mi espíritu, y hará justicia entre las naciones. Mi fiel servidor no gritará, no levantará la voz, ni se le oirá en las calles. No les causará más daño a los que estén heridos, ni acabará de matar a los que estén agonizando. Al contrario, fortalecerá a los débiles y hará que reine la justicia. No tendrá un momento de descanso hasta que haya establecido la justicia en esta tierra. ¡Los países de las islas del mar esperan recibir sus enseñanzas!», Is 42:1-4. “El fiel servidor dijo: «Dios me enseñó a consolar a los que están afligidos y cansados. Me despierta todas las mañanas, para que reciba sus enseñanzas como todo buen discípulo. Dios me enseñó a obedecer, y no he sido rebelde ni desobediente", Is 50:4-9

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 5 de enero de 2025

Permanecer en lo alto para luego descender transformados

Ascender y descender

“A los pies del Señor …”, Lc 10:39

Se dice que todo lo que sube vuelve a bajar. Jesús nos lleva a un encuentro con él y también se encarga de empujarnos hacia abajo. Estar a los pies del Señor no solo es refugio, contemplación, ánimo, esperanza. Es también dejarnos cuestionar por la realidad inquietante y a veces dramática que nos rodea. La experiencia con Dios nos hace más espirituales y también más humanos o más bien terrenos. Necesitamos permanecer en lo alto para luego descender transformados. Se trata de la comunión con Dios y unos con otros. El milagro también es dar el tiempo que no tenemos y falta. “Seis días después, Jesús tomó a Pedro y a los dos hermanos, Santiago y Juan, y los llevó a una montaña alta para estar a solas. Mientras los hombres observaban, la apariencia de Jesús se transformó a tal punto que la cara le brillaba como el sol y su ropa se volvió tan blanca como la luz… una nube brillante los cubrió, y desde la nube una voz dijo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo. Escúchenlo a él» … Al pie del monte, les esperaba una gran multitud.”, Mt 17:1-14. “Un discípulo de Jesús es una persona en “comunión” y la fe se convierte en una buena noticia para los demás”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 4 de enero de 2025

La búsqueda de la profundidad y el rendimiento inmediato

 Discernimiento

“La ha descubierto, y nadie se la quitará”, Lc 10:42

Es necesario que la escena la ocupen tanto Marta como María. No podemos seguir adelante solo con una de las dos. Marta y María tienen que estar juntas. María nos ofrece la búsqueda de la profundidad, del significado, de la armonía, de los valores, pero le falta el plano de la eficiencia, del rendimiento inmediato. Marta es de ayuda a María al llevarla a poner los pies en el suelo, en el terreno de lo concreto. Es meter las manos en la realidad más incomoda. El escuchar tiene una relación directa con el hacer. No existe una escucha cómoda, sin compromiso. Jesús nos habla, pero no para quedarnos en la contemplación intimista, individual y sentimental. Estar a los pies de Jesús nos lleva a estar atentos a todos aquellos que esperan algo de nosotros. Todo se trata de seguir mirando al cielo, pero con los pies en la tierra. Una espiritualidad que pierde el contacto con la realidad, con los compromisos terrenos, pierde también la cita con Dios. Busquemos elegir pidiendo a Dios el discernimiento y la sabiduría necesaria para cada situación. No dejemos que nos domine la agitación y la preocupación. “Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios…, Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.”, 1 Co 2:10-12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 3 de enero de 2025

Una sola cosa por la que vale la pena

Un amigo que dice la verdad

“—Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles!”, Lc 10:41

Jesús es un amigo y no un diplomático. Le pudo decir a Marta que había una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. Podemos imaginar su tono de voz afectuoso, agradable, tierno y delicado. Se trata de estar a sus pies y escuchar sus enseñanzas. Jesús va camino a Jerusalén y es un tiempo diferente a cualquier otro. Por otro lado, muchas veces las cosas no salen como esperamos. No alcanzan las buenas intenciones cuando se trata solo de hacer. Es necesario parar, escuchar, pensar, reflexionar, descansar y volver a respirar aire puro. La agenda es del Señor y no nuestra. No se trata de nuestros deseos, perspectivas y control. “Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles, pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.”, 1 Co 13:1-3. Dios nos llama a enfatizar la relación, el apego, la ternura. La mejor parte es la que reclama la profundidad de nuestro ser. “Espero en silencio delante de Dios, porque de él proviene mi victoria. Solo él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde jamás seré sacudido.”, Sal 62:1-2. “Esto dice el Señor: «Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma.”, Jer 6:16.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 2 de enero de 2025

Busca otra cosa en nuestras propias vidas

 ¿Programas?

“Estaba distraída con los preparativos para la gran cena.”, Lc 10:40 

Dios no es programable. No somos dueños de Dios y no lo podemos reducir a nuestros gustos personales, familiares, eclesiales u organizacionales. Es necesario escucharle porque tal vez quiere y busca otra cosa en nuestras propias vidas. Es elegir la mejor parte que desea el Señor. Implica dilatar o ampliar nuestros espacios, la superación de nuestras medidas, la disponibilidad y romper el círculo sofocante que nos aleja de él. Es solo hacer una cosa necesaria: “el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como cuando alguien habla con un amigo”, Ex 33:11. El Señor nos llama a que nuestro corazón y mente sean más amplios y extendamos el territorio. «Ensancha el espacio de tu tienda y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará naciones y poblará ciudades desoladas”, Is 54:2-3

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 1 de enero de 2025

Año 2025: "A tu nombre le corresponde toda la gloria"

"No a nosotros, oh Señor, no a nosotros, sino a tu nombre le corresponde toda la gloria, por tu amor inagotable y tu fidelidad." Salmo 115:1


Descubrimiento progresivo

 Búsqueda y propósito

“Se sentó a los pies del Señor …”, Lc 10:39

Algunas veces los creyentes se preguntan cuál es el propósito para nuestras vidas. Se trata de un descubrimiento progresivo que se da en medio del camino. El Señor nos llama a creer y seguir creyendo, confiar y seguir confiando, avanzar y no detenernos. “La fe cristiana es una fe que nació para caminar”. Es búsqueda, aventura y pasión. Es el inicio al seguimiento de Jesús. Es ser un discípulo, y permanecer como tal. No es una jerarquía o posición organizacional. El discípulo asume la vida de Jesús, la toma para sí en sus opciones y gestos. Es necesario escucharlo, detenernos, centrarnos en él, concederle espacio, sorprendernos. “Después subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y vinieron a él … para que estuvieran con él, …”, Mc 3:13-15. “Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él”, 2 Co 3:17-18. Dia a día siempre hay algo nuevo. Nuestro Dios prepara el banquete y nos dice “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.”, Ap 3:20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 30 de diciembre de 2024

No se trata de ir detrás del rendimiento y la productividad

 Relación

“María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas”, Lc 10:39

Dios nos llama a profundizar una relación con él. No se trata de ir detrás del rendimiento y la productividad. La prioridad es estar con él para luego saber estar con los demás. Significa estar disponible y recibir de parte del Señor su palabra. Es escuchar y contemplar para luego hacer. Es darle al Señor la hospitalidad en nuestro espacio interior e íntimo, que está reservado a él y su amor. Jesús está siempre en camino, con su luz, su amor, su palabra. Sale a nuestro encuentro y si hace visible. El desea ser el centro de nuestra vida y para esto se necesita un corazón receptivo y sensible. Es tener sed de Dios. Entonces el amor transforma a la persona. Esta palabra que la encontramos en el camino necesita una zona de silencio para saber escucharlo. Él nos revela su corazón y secretos. “Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.”, Jn 15:15. Todo se trata de ofrecernos a nosotros mismos. Es la capacidad de entregarnos y buscar estar a los pies del Señor. “El Señor los guiará continuamente; les dará agua cuando tengan sed y restaurará sus fuerzas. Serán como un huerto bien regado, como un manantial que nunca se seca.”, Is 58:11

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 29 de diciembre de 2024

“Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”

 Esencial

"Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse...”, Lc 10:42

El Señor nos suele llamar la atención cuando existe un exceso de programas, novedades, actividades, distracciones y perdemos de vista lo esencial. Podemos llegar a creer que nosotros ponemos la medida de lo que le agrada al Señor. La escritura nos recuerda que “Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno… El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios.”, Sal 51:16-17. “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.”, Jn 15:4-5 “Amo a todos los que me aman. Los que me buscan, me encontrarán.”, Pr 8:17. “Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”, Jer 29:13. “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”, Heb 4:16 “En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios! Hice al Señor Soberano mi refugio, y a todos les contaré las maravillas que haces”, Sal 73:28. Que el Señor nos ayude a permanecer en el.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 28 de diciembre de 2024

Dos dimensiones que tienen que estar estrechamente unidas

  El encuentro con la palabra y la obra

“Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena.”, Lc 10:38-40

Nos encontramos con dos hermanas que muestran dos maneras de recibir a la gente. Por un lado, esta Marta que realiza un servicio generoso y por el otro lado nos encontramos con Maria con una escucha atenta, participativa y amorosa. Marta elige el camino del dar y del hacer por Jesús. María el de recibir y dejarse hacer por él. En este texto no se trata de elegir entre Marta o María. Ellas forman dos dimensiones que tienen que estar estrechamente unidas. Se trata de servir como lo hizo Marta y de escuchar como María. Una cosa no está en oposición a la otra, pero debemos tener cuidado que la “perspectiva, importancia y alcance de Marta” puede sofocar la “perspectiva, importancia y alcance de María” o viceversa. La palabra y la obra deben ir juntas. ¿Cuál de las dos facetas debe ir primera? Dependerá de las circunstancias y oportunidades. Son como las dos caras de una misma moneda o como un avión que para volar necesita de las dos alas. En este episodio que desarrolla Lucas, hay un momento y ocasión que no hay que perder, es decir, la relación personal con el Señor. Se trata de comprender la importancia de la hora, de la ocasión ofrecida, Jesús va hacia Jerusalén. Es cuestión de sacrificar lo urgente a lo importante. “Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.” La escritura también nos recuerda: “De la tribu de Isacar había 200 jefes junto con sus parientes. Todos estos hombres entendían las señales de los tiempos y sabían cuál era el mejor camino para Israel.”, 1 Crónicas 12:32.  Jesús nos llama a discernir nuestro tiempo y prioridad.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

Tengan fe en Dios

  Mover Montañas “A la mañana siguiente, Jesús y sus discípulos pasaron junto a la higuera, y vieron que se había secado hasta la raíz. Pedr...