miércoles, 21 de agosto de 2024

De Pueblo en Pueblo - Daniel Scott y Familia

 


La alegría de vivir

 Olor a pan horneado

“Y le preguntaron a Jesús: —¿Por qué tus discípulos no siguen las costumbres que desde hace mucho han practicado nuestros antepasados? ¿Por qué comen sin haberse lavado las manos?”, Mc 7:5

Nos encontramos con una escena donde los discípulos de Jesús son acusados de comer sin lavarse las manos y no seguir los ritos tradicionales. Para esa gente era más importante el reglamento que la misericordia. Cuando el legalismo y la mezquindad va primero lo que le sigue es el atropello, la descalificación, humillación y expulsión. Es triste pensar que puede haber personas que prefieren dejar de lado la empatía, la equidad y proximidad para conservar un sistema de poder y control. Suele haber gente que ha perdido la alegría de vivir por aplicar con dureza determinados códigos. Lo importante para ellos es mantener las manos limpias y no la caridad. Existe una praxis que bajo la máscara de la fidelidad exterior no respeta la intención del Señor. Estos religiosos se habían olvidado de lo ocurrido con la multitud cuando fue alimentada milagrosamente en un lugar solitario, Mc 6:30-44. Jesús tuvo compasión porque eran ovejas sin pastor y lo que había perdido sentido era la tradición. En las manos de Jesús suele haber olor a pan de vida, pero en otros lados suele haber un hedor o tufo insoportable. Dios desea que respiremos bien y el aroma sea el del pan horneado listo para alimentarnos. Jesús mira nuestra interioridad, mira el corazón. El fin de toda ley es el amor. “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida”, Pr 4:23

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 20 de agosto de 2024

Actualizar el compromiso

Lealtad

"Jesús les dijo: —A ustedes doce yo los elegí; sin embargo, uno de ustedes es un demonio", Jn 6:70

La fidelidad se nutre de la confianza, sinceridad, nobleza y rectitud. Revisar las raíces de nuestra fidelidad siempre es oportuno. La lealtad no está hecha para dinamitarla o liquidar. Podemos recrear y reinventar nuestro presente a la luz de su palabra. Jesús nos vuelve a decir: "No temas, cree solamente", Mc 5:35. La fidelidad no tiene que ser una obligación, un precepto o una soga al cuello. La fidelidad no se padece, no se trata de una pena que soportar y aguantar. La lealtad se vive en respuesta al amor. Jesús levanta una pregunta "¿me amas más que éstos?". Ser fiel implica tomar conciencia de los "valores del camino" en el cual estamos comprometidos. Quedarme, no abandonar y no renunciar debe estar determinado por una decisión lúcida, apasionada y consciente. Seguimos y nos quedamos porque libremente queremos responder al que nos llama. Jesús nos invita a actualizar nuestro compromiso. Se trata de unirnos a su persona para caminar juntos, para ir en la misma dirección; un vínculo que me mueve a dar lo mejor de mí, a ser nuevo. "Señor, la fidelidad auténtica que me une a ti no se trata de movimientos limitados y controlados, sino de estar comprometido contigo para realizar juntos un camino interminable, un camino imprevisible y rico de sorpresas". "Quedándome contigo siempre estaré en camino y nunca me quedaré en el mismo sitio". "Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida", Pr 4:23

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

lunes, 19 de agosto de 2024

Su propio buen plan

Revelación 

"Ahora Dios nos ha dado a conocer su misteriosa voluntad respecto a Cristo, la cual es llevar a cabo su propio buen plan. Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra", Ef 1:9-10

Se espera que el Reino de Dios y la iglesia crezcan. Jesús habló sobre el crecimiento del Reino de Dios y su extensión progresiva sobre las naciones hasta que llegue a su plenitud, Mt 13, Mc 4:26-32, Lc 13:18-21. Dios nos habla en este presente: "¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro. He jurado por mi propio nombre; he dicho la verdad y no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua me declarará su lealtad". Is 45:22-23. En Jesús el reino se hizo presente y se nos llama a compartir las buenas nuevas, Lc 4:43, 8:1, 9:2, 60, Mat 24:14. El Reino de Dios no está ausente o estático. Parece estar oculto y en secreto, pero puede verse con los ojos de la fe. Las personas pueden experimentar este reino y entrar en él. Las parábolas de Jesús hacen referencia al crecimiento de este Reino que se explica por una semilla y una levadura. Crece de manera imperceptible, los inicios son pequeños, poco impresionantes, misteriosos, pero el crecimiento se logra, avanza y las personas se sorprenden. Este Reino no puede ser manipulado por técnicas humanas y crece sobre el modelo de la verdad que se ha revelado en Jesucristo. Es el reino de la verdad y crece como levadura, como fermento. Leuda culturas y sistemas sociales donde la iglesia está llamada a dar testimonio de la verdad. Es la base para una sociedad más justa y reconciliada. Cuando crece el Reino de Dios crece la iglesia. El Reino de Dios se hará manifiesto al final de los tiempos en toda su plenitud.

Carlos Scott

domingo, 18 de agosto de 2024

El amor como un bien supremo

Fidelidad

“Desde ese momento, muchos de los que seguían a Jesús lo abandonaron", Jn 6:66

Decía el filósofo Soren Kierkegaard: "Aquellos que temen decir sí para siempre, por miedo a tener que cambiar de idea mañana, es evidente que no consideran al amor como un bien supremo, sino estarían contentos de la existencia de un poder que les obliga a permanecer unidos". Dios está a nuestro lado y es fiel. "Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel; porque él jamás rompe su promesa.", 2 Ti 2:13. "Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Él le respondió: —Sí, Señor. Tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Entonces cuida de mis seguidores, pues son como corderos. Jesús volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le contestó: —Sí, Señor. Tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Entonces cuida de mis seguidores, pues son como ovejas. Por tercera vez le dijo: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso muy triste de que tres veces le había preguntado si lo quería. Entonces le contestó: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas", Jn 21:15:17. "Tu palabra es una lámpara que alumbra mi camino. Cumpliré la promesa que te hice: obedeceré tus justos mandamientos", Salmo 119:105-106.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 17 de agosto de 2024

Fidelidad

 Palabras de "Vida Entera"

"Simón Pedro le contestó: —¿Y a quién seguiríamos, Señor? Sólo tus palabras dan vida eterna. Nosotros hemos creído en ti, y sabemos que tú eres el Hijo de Dios", Jn 6:68-69

Cuando pensamos en Dios y la "vida entera" que nos da es necesario mirar hacia la eternidad. "Sólo tus palabras dan vida eterna". Una entrega universal e ilimitada por nuestro Señor requiere una respuesta ilimitada y universal de cada uno de nosotros. Nuestra pregunta es la misma que Pedro —¿Y a quién seguiríamos, Señor? Nuestra alternativa está entre echarnos atrás o seguir. La fidelidad no la podemos reducir a un simple quedarnos. La fidelidad es algo dinámico, es una realidad en movimiento, progreso. Es buscar, inventar, descubrir, maravillarnos y sorprendernos. La fidelidad está basada en la fe, constancia y tenacidad que pronuncia un SÍ. Solo podremos ser fiel si continuamos enamorados. Se trata de responder a nuestra vocación, honrar el compromiso por la vida entera que nos dio el Señor

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 16 de agosto de 2024

¡Venga tu Reino!

 Gente valiente y decidida

“Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.”, Mt 11:12

Jesús coloca su enfoque en el Reino de Dios y nos ayuda a pensar en este orden donde la oración extiende su Reino. Es interceder por la nación y las naciones. No se trata de magia o de manipular a Dios con una determinada técnica. Sencillamente es pedirle a Dios: “¡Venga tu Reino! Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo”. La sanidad de Dios, hacer el bien y buscar una transformación es señal de que el Reino ha llegado en Jesús, Hch 10:38. En la oración le pedimos a Dios que extienda su mano para sanar, marca un nuevo presente anhelado, forman el futuro y nos da valor, Hch 4:29-30, Ef 6:18-20. Buscar la bendición de todas las etnias y de la nación implica tomar riesgos cuando enfrentamos el mal. Dios tiene como propósito bendecir a todas las naciones, derrotar el mal por medio del Reino de Dios y ser reconocido recibiendo la gloria. Jesús nos dice: "Si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes”, Lc 11:20-22.

Carlos Scott


jueves, 15 de agosto de 2024

¿También ustedes quieren irse?

 Abandonar

"Entonces Jesús les preguntó a sus doce apóstoles: —¿También ustedes quieren irse?", Jn 6:67

Esta pregunta qué hace Jesús puede llegar a ser algo personal. Es una pregunta que espera una respuesta sincera. Seguir a Jesús implica estar lejos de soluciones cómodas. Nos desafía al compromiso y no podemos retrasar la decisión. La fe en Jesús compromete y es necesario decidirse. Solemos hacer cálculos valorando las ventajas y las desventajas, lo que es conveniente y aquello que no lo es. Nuestra pregunta puede ser ¿Que me puede esperar? Lo cierto es que no podemos negociar con Dios y si lo hacemos, quiere decir que él no tiene nada que ver. No hay honores, títulos y privilegios. No se llega a ser importante y no se hace carrera. Todo se trata de ocupar el último puesto y el servicio. Con Dios es mejor ser claros si estamos dispuestos a seguirle. "Jesús se sentó y llamó a los doce discípulos y dijo: «Quien quiera ser el primero debe tomar el último lugar y ser el sirviente de todos los demás», Mc 9:35

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 13 de agosto de 2024

¿Y a quién recurrir?

 En quien confiar y seguir 

"Entonces Jesús les preguntó a sus doce apóstoles: —¿También ustedes quieren irse? Simón Pedro le contestó: —¿Y a quién seguiríamos, Señor? Sólo tus palabras dan vida eterna. Nosotros hemos creído en ti, y sabemos que tú eres el Hijo de Dios", Jn 6:67-69

Pedro habla en nombre del grupo y no pregunta ¿a dónde vamos?, sino ¿Y a quién seguiríamos, Señor? Irse y abandonar una causa o empresa, no es realmente un problema. El gran problema es a quién recurrir. La dificultad está en encontrar a alguien que tenga palabra. La fidelidad no es cuestión de irse o quedarse. La fidelidad es unirnos a una persona con la cual podemos caminar juntos y marchar en la misma dirección. El desafío está en vivir y desarrollarme con un vínculo que me comprometa. Y esto lo encontramos en la persona de Jesucristo. Creer no significa admitir y recitar una lista de verdades. Significa unirnos a una persona, apoyarnos en sus palabras, hacer de su vida el centro de la existencia, el sentido de la propia vida. Jesús es el "pan vivo" y nuestro alimento diario. Vincularnos y unirnos con el Señor significa estar en camino, abiertos y libres a todas las sorpresas y novedades. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 12 de agosto de 2024

Una palabra difícil

 Decisiones

"Desde ese momento, muchos de los que seguían a Jesús lo abandonaron. Entonces Jesús les preguntó a sus doce apóstoles: —¿También ustedes quieren irse?", Jn 6:66-67

La palabra de Jesús no presta atención a los aplausos, ni admite regateos. Muchas veces hay tiempos de crisis, pero Jesús prefiere quedarse solo a regatear sobre las condiciones del seguimiento. No negocia lo esencial, no hace concesiones para facilitar y no ensancha la puerta estrecha. Espera que estemos comprometidos sin entenderlo todo. San Agustín expresó: "Si no has entendido, ¡cree! La inteligencia es el fruto de la fe. No busques entender para creer, sino creer para entender, porque si no crees, no entenderás". Es una palabra difícil y quizás insoportable, pero que no depende de razonamientos convincentes. Jesús nos confronta con nuestras resistencias y quiere derribar el muro de nuestros miedos. La palabra de Dios alcanza su fin, no cuando encuentra el acuerdo, sino cuando descubro que Dios no piensa como yo. "Pónganse a pensar en su manera de vivir, y vean si de verdad siguen confiando en Cristo. Hagan la prueba, y si la pasan, es porque él vive en ustedes. Pero si no confían en Cristo de verdad, es porque él no está en ustedes", 2 Co 13:5

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

domingo, 11 de agosto de 2024

Creyentes

 Una respuesta

“Jesús los llamó, y ellos lo siguieron, dejando a su padre en la barca, con los empleados”, Mc 1:20

Jesús está siempre en movimiento y pone en movimiento a las personas. Los discípulos tuvieron fe en seguir a Jesús y estuvieron abiertos a dejarse hacer. El discípulo es alguien que se entrega confiadamente a una Persona y responde a una llamada aun cuando no puede medir en concreto todas las consecuencias.  La fe es acontecimiento y una respuesta generosa al acercamiento de Jesús. En el evangelio, la fe es presentada como antídoto contra el miedo, contra el cálculo, contra la prudencia humana, contra la vacilación ante los compromisos. Cuando alguien nos llama se espera una respuesta y las decisiones que se toman tienen una relación directa con el desprendimiento. Cuando Jesús nos llama nos lleva a saber dejar algo, una separación, una renuncia, un despojo. Uno se hace creyente cuando estamos dispuestos a dejarnos quitar nuestra vieja manera de ser y pensar. “Un discípulo es alguien que acepta un nuevo estilo de comportamiento a semejanza de Jesús, responde a un descubrimiento progresivo y recorre un camino de fe”

Carlos Scott



















Exceso de misericordia

  Se busca un culpable "Y le dijeron a Jesús: —Maestro, encontramos a esta mujer cometiendo pecado de adulterio. En nuestra ley, Moisés...