domingo, 21 de abril de 2024

Opciones

 Controversias

“Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.”, Mc 3:2

Jesús ante la oposición muestra sus gestos y sus opciones. Jesús inaugura el tiempo de la alegría y es el que libera al ser humano de la esclavitud del legalismo, de las observancias externas, para que se pueda mover en un espacio de libertad, el espacio de la vida misma, del amor, del don de la vida. La praxis de Jesús escandalizó a sus contemporáneos. Encontrarnos con Jesús implica dejarnos interpelar por su presencia. Somos llamados a abrir nuestro corazón a su presencia, a su palabra, a su Espíritu. Es responder al amor, reconocer su camino y aceptar libremente seguir su caminar. “Jesús le dijo a la gente que creyó en él: —Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”, Jn 8:31-32. “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.”, Jn 8:36

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 20 de abril de 2024

Reposar

 Hacer el bien

"Jesús entró de nuevo en la sinagoga y vio a un hombre que tenía una mano deforme. Como era el día de descanso (sábado), los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.", Mc 3:1-2

La palabra sábado proviene de un verbo usado en el sentido de cesar, de dejar de..., por lo tanto, de reposar. Todos necesitamos descansar y el descanso nos ayuda a renovarnos y darnos cuenta de que todo depende de Dios y no de nuestra velocidad o pasión desenfrenada para lograr resultados. Esto nos agota y nos deshumaniza. Parar y dejar de movernos es un tiempo para descansar, reflexionar, repensar y restablecer una mejor relación con nuestro Dios y nuestro prójimo. Esto está en el plan de Dios, nos da vitalidad, despeja nuestra mente, fortalece nuestro espíritu y obtenemos nuevas fuerzas para seguir en el camino, Gn 2:1-3. Jesús precisa que el descanso no interrumpe la actividad de Dios a favor de la humanidad. "Pero Jesús les dijo: «Mi Padre nunca deja de trabajar, ni yo tampoco.», Jn 5:17. Jesús celebra la vida y hacer el bien es saber festejar cada día. Hacer el bien es el trabajo de amor de nuestro Dios para que podamos celebrar en los días de fiesta. "Ustedes no habrían condenado a mis discípulos—quienes son inocentes—si conocieran el significado de la Escritura que dice: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios” Pues el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!", Mt 12:7-8. Hacer el bien incluye los días de fiesta y es el trabajo de todos los días.

Carlos Scott 

viernes, 19 de abril de 2024

Tristeza

 Entristecido por la dureza de corazón

"Jesús entró de nuevo en la sinagoga y vio a un hombre que tenía una mano deforme. Como era el día de descanso, los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso. Jesús le dijo al hombre con la mano deforme: «Ven y ponte de pie frente a todos». Luego se dirigió a sus acusadores y les preguntó: «¿Permite la ley hacer buenas acciones en el día de descanso o es un día para hacer el mal? ¿Es un día para salvar la vida o para destruirla?». Pero ellos no quisieron contestarle. Jesús miró con enojo a los que lo rodeaban, profundamente entristecido por la dureza de su corazón. Entonces le dijo al hombre: «Extiende la mano». Así que el hombre la extendió, ¡y la mano quedó restaurada! Los fariseos salieron enseguida y se reunieron con los partidarios de Herodes para tramar cómo matar a Jesús.", Mc 3:1-6

Nos encontramos en una sinagoga y hay gente que está espiando a Jesús. Lo que está en juego es la continuidad de la clase dirigente y su poder, por lo tanto, Jesús debe ser vigilado y si cura a una persona en el día de reposo debe ser acusado. Jesús presenta el amor y la misericordia y confronta abiertamente el legalismo existente y la dureza de corazón. Para los religiosos estaba primero no perder el control, seguir el rito, la tradición y dejar de lado la compasión. Jesús desafió abiertamente al modelo religioso de su época, lee sus corazones y sus intenciones. Para Jesús existe una sola alternativa: no hacer el bien significa hacer el mal, no salvar una vida significa darle muerte. No hay zona neutral porque no amar significa hacer el mal. Marcos destaca la mirada de Jesús, su enojo y tristeza. La indignación es por la falta de humanidad revestida de exigencia religiosa. "Entonces le dijo al hombre: «Extiende la mano». Así que el hombre la extendió, ¡y la mano quedó restaurada!". Jesús es todo lo que necesitamos cada día, en cada momento y es el que nos sana.

Carlos Scott 

jueves, 18 de abril de 2024

Celebrar

 Hacer memoria

“Acuérdate de él antes de que la puerta de las oportunidades de la vida se cierre y disminuya el sonido de la actividad diaria…”, Ec 12:4. “Disfruta de lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido, es como perseguir el viento.”, Ec 6:9-10 “Si se usa un hacha sin filo hay que hacer doble esfuerzo, por lo tanto, afila la hoja. Ahí está el valor de la sabiduría: ayuda a tener éxito”, Ec 10:10

Celebrar la vida también es descansar y es gratitud. Es el momento de la esperanza en descubrir el sentido y el valor de la vida. Es tiempo de adoración buscando a Dios, tiempo del canto y la convivencia gozosa. El trabajo no debe representar la primacía y la medida de todas las cosas. Cuando Jesús declara que el día de descanso ha sido hecho para el ser humano y no el ser humano para el día del descanso, no solo afirma lo central de la vida humana, sino también la primacía del otro, del débil, del que sufre. La curación del hombre con la mano deformada también introduce el principio de solidaridad, Mc 3:1-6. Cuando descansamos Dios también nos llama a reflexionar sobre la condición del pobre y el que sufre. No alcanza adorar a Dios, afirmar nuestro bienestar, pero descuidar espiritual y materialmente al marginado. Poder reposar también significa abrir los ojos y el corazón hacia la gente necesitada y a su soledad. Acuérdate de Dios, de tu prójimo, afila tu hacha y disfruta de lo que tienes.

Carlos Scott

miércoles, 17 de abril de 2024

Sacralidad

  Tiempo para pensar y meditar

“Jesús le dijo al hombre con la mano deforme: «Ven y ponte de pie frente a todos» … “Entonces le dijo al hombre: «Extiende la mano». Así que el hombre la extendió, ¡y la mano quedó restaurada!”, Mc 3:3-5

La vida es sagrada y necesitamos tiempo para pensar, descansar y meditar. Debemos preguntarnos si estamos dispuestos a ser libres y si esto es lo que deseamos. Implica renunciar al servicio de las cosas, de la producción, de la ganancia, de la carrera, de los instintos, cuando se trata del tiempo que necesitamos para recrearnos y descansar. La persona es más importante que los reglamentos y prescripciones estatutarias de cualquier orden o estilo. Hay que tener valentía para detener la cadena del excesivo rendimiento, del mérito a cualquier costo, de detenerse, de parar e interrumpir. La aceleración con sus matices de productividad, competencia, resultados y falso concepto de éxito lleva a la vaciedad y perdernos a nosotros mismos. Cedemos lo que Dios nos da y es saber descansar, contemplar, repensar nuestra vida en relación con nuestro creador y nuestro prójimo. ¿Cómo solemos llenar nuestros tiempos libres? El sentido de la vida suele pasar muy cerca de nosotros, pero para esto se necesita ir a su encuentro. La persona con la mano deformada fue sanada por Jesús en medio de la sinagoga. Su sanidad le permite servir en su comunidad, pero no para caer en las preocupaciones obsesivas, de los más variados intereses, del dinero, sino de lo que Dios hace en todo tiempo y especialmente cuando es el día de descanso. Necesitamos nuevamente este milagro en nuestras propias vidas y recobrar la correcta prioridad. Jesús nos dice: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Toda la ley y las exigencias de los profetas se basan en estos dos mandamientos”, Mt 22:37-40

Carlos Scott

martes, 16 de abril de 2024

Libertad

  Salud y salvación

 “Como era el día de descanso, los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.”, Mc 3:2

El ser humano es el centro de atención de Dios y le da libertad. La palabra liberadora del Señor algunos la pueden confundir con un montón de preceptos puntillosos, sanciones y amenazas. Cuando esto pasa podemos perder un espacio de libertad al cual Dios nos ha llamado porque el día de descanso está hecho para la gente y no la gente para el día de descanso. Jesucristo enfatiza el sentido de la palabra Dios que siempre es para sanar, restaurar, renovar y hacer nuevas todas las cosas. “Luego se dirigió a sus acusadores y les preguntó: «¿Permite la ley hacer buenas acciones en el día de descanso o es un día para hacer el mal? ¿Es un día para salvar la vida o para destruirla?». Pero ellos no quisieron contestarle.”, Mc 3:4. Con Jesús somos liberados de las manos frías de los juristas, legalistas, de las sentencias despiadadas de aquellos que pretenden ser tutores de la ley. Jesús nos lleva a movernos en un espacio de libertad, somos el centro de su amor y misericordia, nos da dignidad. Jesús desea que podamos entender cuál es su espíritu, sus implicaciones más profundas, que no son ciertamente las del reglamento. Dios no acepta que el ser humano sea mortificado y anulado. Dios es glorificado cuando se le hace justicia a la persona, se le da dignidad, amor, atención, esperanza, salud. Los intereses de Dios coinciden con el bien de la humanidad. Los enemigos de Jesús se pusieron a tramar cómo eliminarlo porque para ellos estaba primero su tradición antes que la misericordia y el amor por la gente. Celebrar los días de descanso no se trata de ver a un Dios enojado y severo. Se trata de ver el don que Dios nos da para encontrarnos con él, con nosotros mismos y nuestro prójimo. Es un día que nos habla de su bondad, su salvación, de la vida y la alegría, de la relación de unos con otros como comunidad. “Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos”, Jn 10:9. Celebremos este día y cada día

Carlos Scott

lunes, 15 de abril de 2024

Descanso

 Tiempo de fiesta y celebración  

Observar el día de descanso no le agrega nada a Dios, pero fue establecido por Dios para beneficio de la humanidad. Es fiesta y celebración. Jesús nos enseña a descubrir la intención de Dios y esa intención está orientada hacia el bien de la persona. "Pues tu Dios está contigo y con su poder te salvará. Aunque no necesita de palabras para demostrarte que te ama, con cantos de alegría te expresará la felicidad que le haces sentir", Sof 3:17. Celebrar la vida, hacer fiesta y descansar es un regalo. "Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor, para mostrar su gloria", Is 61:3. El descanso y su celebración es el tiempo del encuentro. Es la provisión de Dios para el desarrollo humano. Lo que viene de Dios lleva la esencia de la frescura. Es el manantial de la vida plena: “Sólo en ti se encuentra la fuente de la vida, y sólo en tu presencia podemos ver la luz.”, Sal 36:9. 

Carlos Scott

domingo, 14 de abril de 2024

Aire puro

 Espacio de vida y libertad

 “Así que el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!”, Mc 2:28

La palabra de Dios se orienta a favor de la vida y su crecimiento. Dios está de parte del ser humano y quiere que descansemos. Es un espacio de libertad, de vida y amor. Dios nos ofrece la posibilidad de ampliar nuestra manera de pensar y ser. Jesús nos defiende del legalismo observante que representa un sistema de premio y castigo, que puede infundir temor y sofocar. Estos sistemas de control limitan la libertad, envenenan el gozo de vivir y para ellos siempre falta algo. Nuestro Dios es para el ser humano. La palabra que viene de parte del Señor es una chispa que enciende el corazón y siempre te da ganas de ir más allá, hay nuevas aventuras y horizontes. Es respirar aire puro y contagia la alegría de vivir. “Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado... Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.  Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.”, Jn 15:11-17

Carlos Scott

sábado, 13 de abril de 2024

Más humanos

 Descansar y confiar

La vida del Señor es una propuesta de libertad y nos marca el camino para que la humanidad celebre la vida. Dios nos busca para sí y nos libera. No todo tiene que ver con el hacer, con producir, vivir con un tiempo programado, agotador y con frecuencia determinado por otros, determinadas ocupaciones y horarios inflexibles. "Después Jesús les dijo: —El día de descanso se hizo para satisfacer las necesidades de la gente, y no para que la gente satisfaga los requisitos del día de descanso. Así que el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!, Mc 2:27-28. El día de descanso nos ayuda a tomar una decisión y es decir basta. El verdadero poder consiste en imponer un límite. El ser humano no puede perderse a sí mismo y quedar prisionero de un ciclo de producción, de rendimiento y acumulación. Es dejar la relación con las cosas. Ante una sociedad líquida donde todo es aceleración y se corre tras el éxito en lo que sea, a cualquier costo; la contra propuesta es que seamos más humanos y no perdamos los vínculos. Se trata de dedicarnos a la exploración de nosotros mismos, dedicarnos al reencuentro con nuestro creador y nuestro prójimo. Tiempo de contemplación para no descuidar la dimensión de la interioridad, que es lo que da significado y valor a la existencia humana. “Tienen que entender que el día de descanso es un regalo del Señor para ustedes”, Ex 16:29» Acuérdate de guardar el día de descanso al mantenerlo santo. Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día es un día de descanso y está dedicado al Señor tu Dios”, Ex 20:9-10. El día de descanso está hecho para la persona y es dejar paso a las relaciones con Dios, consigo mismo y con los demás.

Carlos Scott

viernes, 12 de abril de 2024

Entender

 Palabra mal entendida 

"—El sábado se hizo para el bien de los seres humanos, y no los seres humanos para el bien del sábado", Mc 2:27

Hay personas que entienden que el principio del descanso debe ser entendido por lo que establecen ellos, lo saben ellos. Esto era lo que pasaba con los religiosos en la época de Jesús. No es espiritual un comportamiento que aplasta, mortifica, sofoca y limita la libertad. La palabra de Dios nos anima a entender correctamente el día de descanso y no colocar imposiciones innecesarias. Lo que viene de Dios lleva la contraseña de la frescura, se orienta en favor de la vida, de su crecimiento. "Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide qué puede hacerse y qué no puede hacerse en el día de descanso.", Mc 2:28. Dios está de parte del ser humano y el descanso es el espacio de libertad, de vida, amor, de fantasía. Dios nos ofrece la libertad necesaria para ampliar los espacios y sus movimientos. Cuando la palabra es bien entendida nos trae alegría.  

Carlos Scott 

jueves, 11 de abril de 2024

Premio

 Misericordia

"Un sábado, mientras Jesús y sus discípulos iban por un campo sembrado de trigo, los discípulos comenzaron a arrancar espigas. Cuando los fariseos vieron esto, le dijeron a Jesús: —¡Mira lo que hacen tus discípulos! ¿Acaso no saben que está prohibido arrancar espigas en el día de descanso?", Mc 2:23-24

Es interesante observar que Jesús es constantemente observado y que hay determinadas mentalidades que únicamente le importan las cosas sin importancias. Suelen ser personas que les encanta el control y logran llenar el vacío con lo inútil. Jesús nos enseña a descubrir la intención de Dios. "Jesús les respondió: —¿No han leído ustedes en la Biblia lo que hizo el rey David, cuando Abiatar era el jefe de los sacerdotes? David y sus compañeros sufrían gran necesidad y tenían mucha hambre. Entonces David entró en la casa de Dios y comió del pan especial, que sólo a los sacerdotes les estaba permitido comer, y lo compartió con sus compañeros.", Mc 2:25-26. Jesús libera la ley de sobrecargas abusivas y la reorienta al plan original de Dios a favor del ser humano. La ley no debe ser peso, sino ayuda, No imposición, sino gracia. No carga, sino liberación. "Además les dijo: —El sábado se hizo para el bien de los seres humanos, y no los seres humanos para el bien del sábado. Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide qué puede hacerse y qué no puede hacerse en el día de descanso.", Mc 2:27-28. El día de descanso era como una especie de premio, pero algunos lo transformaron como si fuese un castigo. La observancia estricta se hace la ilusión de conquistar y pagar la propia salvación. Y así se invierten también las partes: Dios, que es el dador, se convierte en deudor mío, me debe algo por lo que hice. La buena noticia del evangelio algunas veces corre el riesgo de estar colocado en mentes que transforman la gracia de Dios en códigos de comportamientos externos. La gracia no puede darle el paso al miedo y a la obsesión legalista. No dejemos que la gracia de Dios la usen para ir en contra de la intención original de Dios. El día de descanso es una bendición y un regalo para ser recibido con alegría.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Creer y seguir creyendo

  Procesos “Y postrándose, lo adoró.”, Jn 9:35-38 El evangelio de Juan nos sigue confrontando con la transformación de un ciego y su proceso...