domingo, 31 de diciembre de 2023

Cambio

Autenticidad

La misión de Juan el Bautista fue bautizar para dar a conocer y manifestar la identidad del Señor, Jn 1:29-34. ¿Cómo entendía Juan la identidad de Cristo? Anuncio tres temas fundamentales. Su primer gran anuncio fue ¡Aquí tienen al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!, Jn 1:29. Juan compara a Cristo con un cordero y nos ofrece una imagen de su identidad. Los corderos son vulnerables. Jesucristo se hizo vulnerable para compartir nuestras penas, alegrías, frustraciones y sueños, Fil 2:5-8. Es el cordero de Dios que se hizo vulnerable y quita nuestro pecado. Se rebajó, se humilló. Ser semejante a Jesucristo en su identidad implica que en el Reino de Dios “la sumisión y la quietud son las características de los más fuertes”. Al decir que Jesús quita el pecado del mundo estamos diciendo que lo divino puede tocarnos y cambiarnos a nosotros. Sería muy difícil o casi imposible ver un cambio en nuestras propias vidas si Jesús no quita el pecado. Su segundo gran anuncio fue que Jesucristo es el que Bautiza con el Espíritu Santo, Jn 1:33. Necesitamos de este bautismo para nacer de nuevo y día tras día andar en nueva vida. Es saturar nuestro ser con su Espíritu. Significa hundirnos, sumergirnos, empaparnos de Él. Es algo divino que ningún otro puede hacer, Jn 20:19-23. Su tercer gran anuncio fue que Jesucristo es el Hijo de Dios, Jn 1:34. Conocer la identidad de Cristo es un don del cielo. “En ese momento le había sido revelado a Juan que Jesús no era otro que el Hijo de Dios”. “Nosotros le conocemos porque él escogió darse a conocer”. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es el que nos bautiza con el Espíritu Santo y es el Hijo de Dios. ¿Lo crees? Te invito a creer y entregarte a Jesús. Tu pecado es borrado y perdonado, eres bautizado por su Espíritu Santo y una nueva vida comienza porque solo el Hijo de Dios puede hacer esto.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 30 de diciembre de 2023

Desaparecer

Tiempo de salida
"Juan lo miró y declaró: «¡Miren! 
¡Ahí está el Cordero de Dios!», Jn 1:36


Juan el Bautista no se amargó por no tener el papel principal en la película. Se alegró de ocupar su rol y en este caso dejo sus pretensiones teniendo una perspectiva adecuada de sí mismo. Juan alegremente le da el lugar a Jesús, Jn 1:35-37. “La verdadera persona religiosa es ‘uno que cede el puesto’. Es decir, el verdadero testigo no es nunca pesado, asfixiante, absorbente, sino que hace sitio a los demás. Cede el puesto al otro. Concede espacio a la libertad de los otros… El testigo auténtico es uno que sabe desaparecer en el momento justo, para dejar libre el campo a los verdaderos e insustituibles protagonistas del encuentro… paga el precio quizás más difícil: el marcharse de puntillas, para no molestar, sin esperar siquiera un gesto de saludo, o una invitación a la fiesta” En nuestro mundo y contexto es clave en todo tiempo comprender cuál es el tiempo de la acción y el tiempo de la salida.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

viernes, 29 de diciembre de 2023

Posición

Sin nombramiento oficial

Cuando leemos algunos relatos sobre Juan el Bautista nos damos cuenta de que no tenía un puesto institucional. Los dirigentes y líderes religiosos solían verse amenazados si surgía algún tipo de competencia. La situación de Juan el Bautista por la falta de respaldo institucional era precaria, pero “toda la gente de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén acudía a él". No por esto perdió el sentido u orientación de su identidad. El ejemplo de Juan el Bautista es su servicio humilde, generoso y desinteresado. Esto nos impacta y Jesús habla de Juan como el más grande de los profetas, Mt 11:7-15. Cuando Jesús fue a ser bautizado por Juan, este último trato de disuadirlo: “Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”, Mt 3:14. Jesús como Juan nos muestra el ejemplo de la humildad. Jesús se hizo bautizar por Juan y se solidarizó con las multitudes. Jesús se presenta no separado de los otros, sino en la hilera de los pecadores sin ser pecador, Is 53:12, 2 Co 5:21. Jesús y Juan no sacaron provecho de su posición. La plenitud del Espíritu de Dios se manifiesta en la humildad, la solidaridad con el Pueblo de Dios y la entrega total a la causa del Reino de Dios.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 28 de diciembre de 2023

Significado

Identidad

“Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quien era. No se negó a declararlo, sino que confesó con franqueza: Yo no soy el Cristo”, Jn 1:19-20

¿Por qué los judíos enviaron a preguntarle a Juan acerca de su identidad? Para los judíos Juan representaba un enigma, nadie lo conocía, venia del desierto. Su aparición repentina exigía una explicación. ¿Quién eres tú? Fue categórico y su primera respuesta fue: “Yo no soy el Cristo”. “¿Quién eres entonces? –le preguntaron-. ¿Acaso eres Elías? No lo soy. ¿Eres el profeta? No lo soy... ¡Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron! ¿Cómo te ves a ti mismo?”, Jn 1:21-22. Juan se veía como una voz que llamaba al pueblo a preparar el camino del Señor. Nada más que una voz, Is 40:3. Lo importante era su función, Jn 1:6-8. Reconocía y hablaba de que solo el Mesías es quien toca y cambia las vidas. Se veía como un instrumento y siervo de Dios. “No era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz”. Daba testimonio de Jesús y anuncio su presencia. “Cualquier grandeza que poseyera provenía de la grandeza de Aquel cuya venida anunciaba”, Jn 3:27. Juan buscaba la sencillez. No buscaba gloria, poder o una posición elevada. No se creía el único o el más importante. Entendía que la gente le pertenecía a Dios. No son las instituciones, nuestros métodos y programas los que cambian a las personas. Con su vida señalaba a Jesucristo. A su vez se veía a sí mismo, como más bajo que un esclavo. “Yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias”, Jn1:27. “Tener en claro nuestra identidad es el principio de un ministerio sano”. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Oportunidades

Explorar, rastrear e indagar

“Y contemplamos su gloria, la gloria que corresponde al Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad”, Jn 1:14

La gente necesita oportunidades de palpar cómo encarnamos el evangelio (ser, hacer y decir) a fin de que todos puedan creer. La luz necesita testigos y se nos invita a unirnos a la misión de Dios en el mundo. “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”, Mt 5:16. “Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz (el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad)”, Ef. 5:8-9. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 26 de diciembre de 2023

Principio

 Creer

“En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él.  La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla”, Jn 1:1-5

Creer es actuar y es tomar acciones concretas sobre lo que Dios ha hecho. “Cuando Dios viene al mundo lo pone en crisis. La crisis es esta: hay que definirse... Lo que no se puede hacer es permanecer neutral” La escritura nos anima a prevalecer, ser constantes y no volver atrás. La luz vence y nos da valor para continuar. La verdad prevalecerá sobre la mentira, la justicia sobre la injusticia, el amor sobre el odio. ¡No te rindas jamás! No te dejes vencer por lo malo. No te inclines a la oscuridad, a las reglas del sistema a costa de darle la espalda a Dios. El evangelio de Juan nos llama a creer, a ser transformados y esto comienza con el arrepentimiento y la fe.  El verbo creer en este evangelio se usa unas cien veces. Se trata de una manera de vivir. “Es vivir una respuesta positiva a la iniciativa de Dios. Es responder a la acción que Dios ha tomado”. Comienza con el nuevo nacimiento, pero no termina ahí. Tener vida plena implica que estamos siendo transformados a medida que nos acercamos a la luz, todo ser humano la necesita, nosotros la necesitamos. La buena noticia es que Dios desea realizar en nosotros esta transformación.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 25 de diciembre de 2023

Navidad

 ¡Emanuel!, “Dios con nosotros”

Mateo al comenzar el evangelio indica que la presencia de Jesús es prometida para Israel: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamaran Emanuel» (Que significa «Dios con nosotros») Mt. 1:23 y las últimas palabras de este mismo evangelio de Mateo dice: «Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo» Mt. 28:20b. En el final de su evangelio su presencia es prometida para todos los discípulos donde estos se encuentren.

Mateo toma la expresión “con ustedes” y “hasta el fin del mundo” de la palabra Emanuel que es “Dios con nosotros” citado en Is 7:14 y Mt 1:23. La permanencia de Jesús está relacionada con el compromiso de sus seguidores con la misión.

En el proceso de hacer discípulos Jesús permanece con todos aquellos que se comprometen a estar en su seguimiento. “En el Antiguo Testamento la presencia del Señor se enfatiza especialmente cuando la misión es peligrosa (Jos. 1:5, Is 43:1-13)”

Algunos pueden preguntar ¿Por qué involucrarnos en la misión de Dios cuando hay peligros? La respuesta es que nos involucramos en la misión porque Jesús está con nosotros. Dependemos de la
palabra sencilla de Jesús, no de algo espectacular o determinadas seguridades.

Es precisamente aquí donde debemos volver a confiar en la palabra sencilla de Jesús y toda la escritura. La última palabra la tiene nuestro Dios. Es el principio y es el final, es la primera y última palabra para la humanidad.

«Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra» (Mt. 28:18). Su autoridad no solamente la tiene sobre la tierra sino también sobre el cielo. Su autoridad es de extensión universal. Por lo tanto, “Si Jesús, en realidad, es Señor de todo, esta realidad tiene que ser proclamada”.

Jesús nos dijo: “Por tanto vayan y hagan discípulos” (Mt 28:19). El hecho que Jesucristo es el Señor y Rey de todo implica una misión global. Su reinado y victoria es final. Se cumple o se cumple, no hay medias tintas o marcha atrás. “Su reinado no tendrá fin” Lc 1:33.

Celebremos su nacimiento no solamente para mirar, ni aun para admirar, sino para compartir su Misión.

Carlos Scott


domingo, 24 de diciembre de 2023

Celebremos al Señor

 Feliz Nochebuena

¡La luz resplandece! Jn 1:5

El capítulo primero de Juan está lleno de sorpresas y la más grande de todas es que Dios entró en la historia humana. La escritura nos dice que Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo (Jn 1:14). “Dios se ha metido donde estamos nosotros y nos entiende desde adentro”

Juan nos dice que “en él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad” (Jn 1:4). Jesucristo no solo nos da la vida sino también la luz que nos guía en esta vida. Es una luz que resplandece en las tinieblas y las tinieblas no pueden extinguirla (Jn 1:5). Es un mensaje de esperanza en medio del dolor y el quebranto.

Vivimos tiempos en que muchas veces nos sentimos amedrentados por las circunstancias que nos toca vivir, por un contexto errático, con pérdida de valores y falta de temor a Dios. La impresión es que muchas veces la última palabra la tiene el sistema o el poder imperante, los medios de comunicación, el mercado, la pauta cultural, gobiernos, políticos, periodistas o jueces.

Juan escribe a personas afligidas por las tinieblas. Les da ánimo con su anuncio. ¡La luz resplandece! y quiere animar a los que sufren para que sigan adelante. Es una luz que puede guiarnos en medio de las tinieblas de nuestros conflictos, de los grandes problemas y circunstancias adversas.

Junto con la visión de la majestad de Jesucristo (Jn 1:1-3) nos encontramos con esta buena nueva que la luz triunfa sobre la oscuridad y no puede ser vencida. Esta luz verdadera ha venido a este mundo para alumbrar a todo ser humano (Jn 1:9). La luz vence y nos da valor para continuar.

La verdad prevalecerá sobre la mentira, la justicia sobre la injusticia, el amor sobre el odio. ¡No te rindas jamás! No te dejes vencer por lo malo. No te inclines a la oscuridad, a las reglas del sistema o el mercado a costa de darle la espalda a Dios. Una vez más Jesús nos dice: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” Jn 8:12

Carlos Scott


sábado, 23 de diciembre de 2023

Luz

 Salud

“Dios envió a un hombre llamado Juan el Bautista para que contara acerca de la luz, a fin de que todos creyeran por su testimonio.  Juan no era la luz; era solo un testigo para hablar de la luz. Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo”, Jn 1:6-8

El evangelio de Juan nos presenta que la salud física, emocional y espiritual está directamente vinculada con aquel que dijo «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida», Jn 8:12. Es una luz molesta e indiscreta porque descubre nuestras miserias, limitaciones y mezquindades. “Es una luz que no se resigna a ser un puro adorno, sino que compromete, que exige cambios dolorosos en nuestra existencia”. Es una luz fastidiosa y provocativa que nos lleva muchas veces a resistirla y oponernos “porque la luz es lo que hace que todo sea visible”, Ef 5:14. Nos colocamos las manos sobre nuestros ojos en vez de rendirnos ante ella. Solemos creernos personas buenas, razonables, proyectando una imagen de gente correctamente calificada y honesta hasta que la luz nos descubre. Lo paradójico es que hay personas que pierden la vida y odian la luz por su afán de evitar la luz en vez de aceptarla, reconocerla y experimentar un nuevo comienzo. Lo que nos puede dar salud y salvar es lo que muchas veces rechazamos, Jn 3:16-20. “Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas”, Sal 147:3

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

viernes, 22 de diciembre de 2023

Tu luz ha llegado

 Sorpresas

El capítulo primero de Juan está lleno de sorpresas y la más grande de todas es que Dios entró en la historia humana. La escritura nos dice que Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo. Dios se ha metido donde estamos nosotros y nos entiende desde adentro”. Juan nos dice que “en él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad”, Jn 1:4. Jesucristo no solo nos da la vida sino también la luz que nos guía en esta vida. Es una luz que resplandece en las tinieblas y las tinieblas no pueden extinguirla. Es un mensaje de esperanza en medio del dolor y el quebranto. Juan escribe a personas afligidas por las tinieblas. Les da ánimo con su anuncio. ¡La luz resplandece! y quiere animar a los que sufren para que sigan adelante. Es una luz que puede guiarnos en medio de las tinieblas de nuestros conflictos, de los grandes problemas y circunstancias adversas. Junto con la visión de la majestad de Jesucristo nos encontramos con esta buena nueva que la luz triunfa sobre la oscuridad y no puede ser vencida. Esta luz verdadera ha venido a este mundo para alumbrar a todo ser humano, Jn 1:9.  Somos desafiados a creer en la luz y seguir creyendo. Es una luz que no puede ser extinguida. Ahora bien, tiene un precio creer. Implica acercarnos a la luz y dejar que esta luz nos examine, nos descubra y muestre quienes somos.  La luz divina nos revela lo que muchas veces no queremos aceptar, Jn 3:20. Jesús nos quiere examinar y evaluar, Ef 5:13-14. Vuelve a visitarnos en este tiempo y se acerca a todos incluyendo a los que decimos ser “suyos”. El evangelio de Juan nos llama a creer y a ser transformados. “¡Levántate y resplandece que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!”, Is 60:1

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

jueves, 21 de diciembre de 2023

Abrir el Corazón

 Personal

Jesús en muchos casos se dirigió a las multitudes, pero le encanta los encuentros personales. Su palabra se hace diálogo con las historias de nuestra propia vida. Él nos vuelve a recordar "—Yo soy el Mesías. Yo soy, el que habla contigo”, Jn 4:26. "—Lo estás viendo. Soy yo, el que habla contigo", Jn 9:37. Hay una respuesta de fe que Jesús espera y es personal. “Entonces Natanael respondió: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!”, Jn 1:49. “Entonces el joven se arrodilló ante Jesús y le dijo: —Señor Jesús, creo en ti”, Jn 9:38. “Marta le respondió: —Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que debía venir al mundo”, Jn 11.27. “Tomás contestó: —¡Tú eres mi dueño y mi Dios!”, Jn 20:28. La propuesta universal de Jesús se traduce en un llamado personal. La Palabra se dirige a todos y todas, no excluye a nadie, pero para llegar a su destino es necesario abrir el corazón

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Abrir los ojos

  Caminar y ser abiertos “Seis días después, Jesús llevó a Pedro, a Santiago y a Juan hasta un cerro alto, para estar solos. Frente a ellos,...