Relación y Misión
“De allí subió y visitó a la iglesia de Jerusalén, y luego regresó a Antioquía… y después se fue a visitar varios lugares de las regiones de Galacia y de Frigia, donde animó a los seguidores a mantenerse fieles a Jesús”, Hch 18:22-23El propósito de Pablo de visitar las iglesias tenía que ver con la visión misma del carácter de la misión. Implicaba estar unidos en los propósitos globales de Dios fortaleciendo y creando nuevos vínculos de unos con otros. No podemos ser iglesia de Cristo por sí sola aislada del resto del cuerpo. No es un tema secundario. Seguir a Jesús implica unirse a la comunidad de los creyentes, a la comunión o Koinonia. Creer en Jesucristo es algo personal, sí; pero no privado. Si perdemos esta visión la iglesia se vuelve algo opcional. La relación con el Señor nos debe llevar a la comunión unos con otros y entre las diversas comunidades. La iglesia o comunidad de los creyentes es mucho más que buscar satisfacer una determinada necesidad. La comunidad o iglesia es parte del evangelio mismo. Es un anticipo del reino, aunque imperfecta. Somos desafiados a mostrar en palabra y obra los valores del reino de Dios llegando con su bendición a todos lados. Que su nombre sea adorado y el mal derrotado. Dios nos ha creado para vivir en comunidad y nadie se salva solo. La imagen de Dios es comunitaria y nos apela a caminar hacia el otro. Celebremos profundamente la vida en darnos la bienvenida y aceptarnos unos a otros. Somos comunidad para responder a las necesidades del mundo y ser señal de la obra y gracia de Jesucristo. “Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria”, Ro 15:7
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox