lunes, 4 de julio de 2022

GRITAR

EN EL MISMO MAR

Las tempestades se levantan para todos, sin excepción, puesto que todos súrcanos el mismo mar, el de la vida. No vamos en la misma barca, pero si viajamos en el mismo mar. Y cuando viajamos con Jesús, hay diferencia: tenemos a quien gritar, quien recrimine nuestros miedos y en quien confiar cuando arremete la furia del agua.
MATEO‬ ‭8:23-27 ‬ Biblia La Palabra
“Subió Jesús a una barca acompañado de sus discípulos, cuando de pronto se levantó en el lago una tempestad tan violenta que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había quedado dormido. Los discípulos se acercaron a él y lo despertaron, diciendo: — ¡Señor, sálvanos! ¡Estamos a punto de perecer! Jesús les dijo: — ¿A qué viene ese miedo? ¿Por qué es tan débil su fe? Entonces se levantó, increpó a los vientos y al lago y todo quedó en calma. Y los discípulos se preguntaban asombrados: — ¿Quién es este, que hasta los vientos y el lago le obedecen?”
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‭‭Imagen: Linda Bergkvist
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jueves, 30 de junio de 2022

Solo Amor

RECOSTADO SOBRE SU PECHO.

Hay otro discípulo, también llamado “el discípulo amado” que se menciona varias veces en el cuarto Evangelio: Juan 18:15-16; 20:3-4; 19:25-27; 20:2-21 y otros más.

A diferencia de Pedro, a quien se le asignan tareas pastorales asociadas a la jerarquía de la primitiva comunidad cristiana, a este “otro discípulo” solo se le entrega afecto: era el que “Jesús tanto quería, el mismo que en la cena se había recostado sobre el pecho” (Juan 21:20).

Lo mas probable, tal como señalan los especialistas, es que el escritor (escritores) del Evangelio quiera cerrar su texto insistiendo en otra manera de ser comunidad de fe: no basada en estructuras institucionales, sino solo en el amor (X.Léon-Dufour).

Sea como sea, en nuestras comunidades de fe lo que debe primar es la autoridad del afecto, del servicio, la amistad y el cuidado tierno, antes que la autoridad de los rangos jerárquicos y del poder institucional, muchas veces necesarios, pero no esenciales para la experiencia del amor.

“Pedro se volvió y vio que detrás de ellos venía el discípulo a quien Jesús tanto quería, el mismo que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?”. Al verlo, Pedro preguntó a Jesús: — Señor, y este, ¿qué suerte correrá? Jesús le contestó: — Si yo quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú sígueme.”

‭‭JUAN‬ ‭21:20-22‬ ‭

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Harold Segura

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 29 de junio de 2022

Te quiero

SIN SER LO QUE ÉL ESPERA, NOS HA ENCARGADO LO QUE ÉL MÁS QUIERE.

En el ultimo capitulo del Evangelio de Juan y un poco antes del epílogo se nos presenta el diálogo entre Jesús y Pedro. Dos veces el Maestro le pregunta si lo ama. Pero Pedro responde diciendo que lo quiere (y querer es diferente a amar).


Entonces Jesús, sabio y paciente como siempre, cambia su pregunta y, la tercera vez, le dice: ¿me quieres? Y Pedro, viéndose descubriendo su corazón responde: “Señor, tú lo sabes todo”.


Esta sutiliza en el cambio de los verbos infortunadamente no la registran todas las versiones de la Biblia. Hay versiones que traducen las tres veces con la palabra amor. Pero no, Jesus pregunta por el amor y Pedro responder con un “te quiero”.


Pieza magistral del Evangelio registrada solo por Juan para mostrarnos la enorme distancia entre lo que Jesus espera y lo que nosotros damos. También para mostrarnos —y esto es lo mejor—- que aun cuando damos mucho menos de lo que Él espera, no por eso deja de confiar en nosotros y encargarnos las tareas más nobles y sublimes a favor de los demás: apacentar sus ovejas, cuidar a la gente, preocuparnos y servir a los demás.


Sin ser lo que Él espera de nosotros, insiste en encargarnos lo que Él más quiere. Es la muestra de su gracia (solo dependemos de ella) que nos cura y nos alienta.


“Terminada la comida, Jesús preguntó a Pedro: — Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le contestó: — Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: — Apacienta mis corderos. Jesús volvió a preguntarle: — Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro respondió: — Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: — Cuida de mis ovejas. Por tercera vez le preguntó Jesús: — Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció al oír que le preguntaba por tercera vez si lo quería, y contestó: — Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Entonces Jesús le dijo: — Apacienta mis ovejas.” JUAN‬ ‭21:15-17‬ ‭BHTI‬‬


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Harold Segura


Foto de Gilbert Lennox



domingo, 26 de junio de 2022

Camino

ENCUENTRO DE PEREGRINOS

Harold Segura nos comenta que "los confinamientos nos han invitado a poner el acento eclesiológico donde debían haber estado: la comunidad y no el templo, la misión y no la institución, la pastoral y no el pastor, la espiritualidad y no la religión, la catolicidad y no el catolicismo."

Cuando hablamos de darle un nuevo resignificado a la Iglesia hablamos de una iglesia sin legalismo, no tradicional, no denominacional, no institucional.

Hablamos de personas que están en una búsqueda de Dios, pero lejos de una religiosidad que se manifiesta en estructuras, reglamentos, etiquetas. Hablamos de personas que están buscando una comunidad que siga a Jesucristo.

Una manera diferente de ser iglesia implica estar lejos de modelos de repetición, tradicionales y jerárquicos. Salir de una dimensión clerical (la profesionalidad del clero) hacia una dimensión eclesial (el sacerdocio de todos los creyentes). Un espacio que esté lejos del amor al poder.

Ser comunidad nos habla de la escucha atenta, del poder del amor, del apego, la empatía, la proximidad, la equidad. También nos indica la importancia de la ternura, la amplitud y la gracia. Implica demoler y dejar viejos paradigmas para movernos en libertad y afirmar el respeto, el cuidado mutuo, la aceptación, el perdón.

Una manera simple de ser iglesia sin determinadas etiquetas es donde encontramos una comunidad para sanar, para volver a creer, para desarrollar la fe, tener esperanza y en libertad decidir dónde seguir.

Una iglesia con un espacio diferente nos habla de la misión que se concreta en la búsqueda del otro, del servicio en la sociedad local, de la solidaridad con los que sufren, de la cooperación global donde el evangelio no ha llegado.

Bienvenidos a este encuentro de peregrinos. Un puente de esperanza hacia un nuevo lugar en libertad.

"Arriesgarse es perder el equilibrio momentáneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo"

sábado, 25 de junio de 2022

 «Después que Juan fue encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea a predicar el evangelio de Dios. Decía: El tiempo se ha cumplido y ya está cerca el reino de Dios. Conviértanse y crean en el evangelio.» (Mr‬ ‭1:14-15‬).‭

* Aquí, en resumen, los ejes centrales del mensaje de Jesús: el reino de Dios (no la iglesia institucional), la conversión (no la afiliación eclesial), la fe (no la creencia dogmática) y el Evangelio (no la tradición religiosa). Sobre estos mismo ejes se podría fundamentar la actual y urgente renovación de las comunidades de fe.
Harold Segura
Preguntas para la reflexión:
¿Que diferencia hay entre la conversión y la afiliación eclesial? ¿Que predicaba Jesús? ¿Que le pedía Jesús a la gente?
¿Como diferenciamos la Fe de la creencia dogmática? ¿Que diferencia hay entre el Evangelio y la tradición religiosa?
¿Que implica la renovación y repensar las comunidades de Fe? ¿Que haría Jesús en nuestro medio o contexto?

jueves, 23 de junio de 2022

Solo una palabra

“Señor solamente necesito…”

Una sola palabra tuya. "— Señor, no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas una sola palabra, y mi siervo quedará sano.”, Mt 8:8.
Una promesa. “Entonces Jesús le dijo: —Vuelve a tu casa. ¡Tu hijo vivirá! Y el hombre creyó lo que Jesús le dijo y emprendió el regreso a su casa.”, Jn 4:50
Una sola mirada. “Allí, algunas personas le llevaron a un hombre acostado en una camilla, pues no podía caminar. Al ver Jesús que estas personas confiaban en él, le dijo al hombre: «¡Ánimo, amigo! Te perdono tus pecados.», Mt 9:2
Una sola caricia tuya en mi mano. “Sin embargo, una vez que hicieron salir a todos, Jesús entró y tomó la mano de la niña, ¡y ella se puso de pie!”, Mt 9:25
Un solo toque del borde de tu manto. “ porque pensó: «Si tan solo toco su túnica, quedaré sana», Mt 9:21
Una sola migaja de tu pan. “—Es verdad, Señor—respondió la mujer—, pero hasta a los perros se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.”, Mt 15:27
Una sola bendición. “Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos para que los distribuyeran entre la gente. También dividió los pescados para que cada persona tuviera su porción.”, Mc 6:41
Que me ayudes a creer. “ — ¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree. Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!”, Mc 9:23-24
“Lo sencillo, Jesús lo hace importante”
“Lo pequeño, Jesús lo hace grande”
“Lo poco, Jesús lo transforma en mucho”
Carlos y Alicia Scott
Foto de Gilbert Lennox

La Paternidad de Dios - Pr. Norberto Saracco

miércoles, 22 de junio de 2022

Comunidad

Encuentro de Peregrinos. Un espacio de comunión para celebrar al Señor.

“El evangelio, si se mira bien, no es otra cosa que un largo y continuo caminar. Caminan José y María primero de Nazaret a Belén, luego, de Belén a Egipto, más tarde de Egipto a Nazaret. Camina Jesús por todos los caminos empolvados de Palestina. Y a sus discípulos les manda: Id y predicad el evangelio.
Intentaron frenar su paso para siempre clavándole en una cruz y sellando su sepulcro. Y se lo encuentran poco después, caminando entre dos de sus discípulos en el camino a Emaús. Sus discípulos querían sujetarle en Palestina con la excusa de que era Judío, y luego le ven en Antioquia, en Alejandría, en Atenas, en Roma. Pretendieron darle la ciudadanía romana, y se marchó mucho más allá, con los bárbaros.
Le construyen basílicas estupendas de mármol, y acepta la hospitalidad humilde que le ofrecen los de las orillas del Mosela, del Rin o del Danubio. Le fijaron como límite el Mediterráneo, y atraviesa el Atlántico. La cultura griega trató de hacer científico la paradoja de su evangelio y Él se goza en deletrearlo con los nuevos pueblos.
El Feudalismo le ofreció sus castillos y Él se fue habitar con los siervos más humildes
Los  nobles pensaron que podrían apresarlo para siempre en sus salones dorados, entre santos y Ángeles, bajo las bóvedas de sus iglesias barrocas, pero Jesús siguió caminando.
La gente de nuestros días dice que el mercado manda y nos postramos ante sus leyes e ídolos pero a Jesús no se le puede sobornar y detener. ¿Porque? Porqué la gente espera su enseñanza. Entonces Jesús camina. Siempre va más allá.
Jesús nunca se dejará aprisionar por nuestros pobres esquemas, nunca entrará en la pobre jaula de nuestras fórmulas y proyectos. Si en nuestra comunidad o en nuestra misión de creyentes hay puertas o ventanas cerradas, tengamos en cuenta que Él se irá. Porque necesita respirar aire puro. Y le gusta caminar”.
Jesús se define como el camino y nos espera en otra parte. Se nos anima a correr riesgos y disfrutar la aventura. Jesús nos invita a seguir su caminar y nos espera en la próxima parada de nuestro futuro. 
Bienvenidos a este encuentro de Peregrinos

«La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»

   Resurrección y periferia “No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está a...