Sirviendo a nuestra generación
Las personas que Dios ha movilizado en diferentes tiempos tenían un común denominador: “Sabían vivir bajo la autoridad de Dios”.
Son personas que responden a un “Llamado”. “Escogió también a David... lo llamó” para pastorear a su pueblo, Sal 78:70-72. Nuestro Dios nos inquieta como lo hizo con Abraham, Gn 22:11, con Moisés, Éx 3:4, con Gedeón, Jue 6:14-16, con Samuel y ahora nos llama a cada uno de nosotros.
Es un llamado a ver las cosas de una manera diferente y pertenecerle a él. Vivir la calidad de una nueva relación y saber que hay futuro. Implica un compromiso profundo y un nuevo estilo de vida.
El que llama es “Yo soy el que soy”. Yo soy todo lo que mi pueblo necesita. Es una demanda grande y cuando no respondemos a este llamado todo se transforma en un vacío.
Este llamado debe durar toda la vida. Esta certeza hace que cambie nuestra propia historia y cambia el curso de la historia.
“La persona que Dios moviliza es aquella que vive bajo su autoridad y sirve a su propia generación por el propósito de Dios, Hch 13:36”
Carlos Scott