viernes, 5 de junio de 2020

Después de Pentecostés,... se busca la participación de todos

Después de Pentecostés,... se busca la participación de todos. “Y la palabra de Dios se difundía…” Hch 6:7 El Espíritu Santo trae a su Iglesia personas de toda lengua, cultura y nación. “La iglesia es una comunidad de personas de diversas culturas, tradiciones y costumbres”. El Espíritu de Dios es inclusivo y esto nos desafía a ser una iglesia abierta donde las personas pueden tener voz y ser escuchadas. En la iglesia de ese momento había helenistas que eran personas no griegas que hablaban la lengua griega y adoptaban la forma de vida de los griegos. Se les daba el nombre de “griegos” siendo judíos porque se habían criado lejos de Palestina. Su contraste son los “hebreos”, los judíos de Palestina, cuya lengua es el arameo. Los helenistas o “griegos” de la iglesia de Jerusalén eran más progresistas que los hebreos, tanto en su enseñanza como en la práctica. Esteban ocuparía un rol vital en el desarrollo de la misión cristiana y su extensión a todo el mundo. La iglesia al abrirse hacia los “griegos” o judíos griegos, se abrió hacia una parte de la comunidad que pronto serviría de puente para la misión entre los gentiles. Lo que surge de lo acontecido es que hay una relación estrecha entre la justicia y la misión. Se va preparando el escenario de la misión a los gentiles u otras etnias. El futuro de la iglesia estaría en aquellos “griegos”: “Y la palabra de Dios se difundía..." La comunidad del Reino de Dios y del Espíritu implica ser una comunidad inclusiva no solo en recibir e invitar a personas de cualquier trasfondo étnico, sino en extenderse hacia todos lados hasta lo último de la tierra. Como comunidad del Reino de Dios somos desafiados a que haya equidad e inclusión, justicia y misión. Que todas las etnias y grupos sociales tengan la oportunidad de ser parte de la iglesia. Somos llamados a cruzar barreras de iglesia a no iglesia; en ser, hacer y decir, a favor de la extensión del Reino de Dios. ¿Somos personas que actuamos con equidad e inclusión? ¿Tenemos algún tipo de prejuicio o recelo con determinadas personas, grupos sociales, culturales y étnicos? Carlos Scott

jueves, 4 de junio de 2020

Después de Pentecostés,... toda vida vale

Después de Pentecostés,... toda vida vale. “Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo… El día que fueron creados los llamó “Seres humanos” Gn 5:1-2 El mundo del primer capítulo del Génesis es un ideal. Es el ideal de Dios sobre la creación. Es el ideal de vivir en una correcta relación con Dios, con el prójimo y con la creación. En la actualidad este relato nos provee esperanza en un mundo desprovisto de ella. Dios nos invita a tener todos los canales abiertos para relacionarnos correctamente con Dios, nuestro prójimo y la creación. Esto nos da esperanza y dignidad. Hay cuatro características que nos ayudan a pensar y tomar buenas decisiones. Son principios a tener presente en nuestra vida y carácter: La verdad, la justicia, la misericordia y la paz, Sal 85:10. Son fundamentos para que estén activos en toda comunidad y sociedad. Un encuentro entre la verdad y la justicia es un excelente comienzo. Vivimos tiempos donde se está perdiendo el valor a la vida, el respeto y la dignidad. “La proclamación de que todos somos creados iguales, a la imagen de Dios, desafía categóricamente todo intento de discriminación, desprecio e indiferencia”. A pesar de las diferencias culturales, étnicas y cualquier otra diferencia que se pueda crear, todos provenimos de un Creador que es el Padre Celestial y de nuestro antepasado Adán. ¿Que piensas? En nuestros países se habla de democracia, la importancia en la distribución de la riqueza, el derecho y servicio a los pobres, la libertad, el bienestar, la justicia. Es un buen discurso, pero surge una pregunta: ¿Cómo es nuestra realidad? ¿Se defiende el derecho de unos y se viola el derecho de otros? ¿Qué pasa con los que tienen limitación o poco acceso a la salud, vivienda, educación y trabajo?, Pr 31:8-9. Si la justicia es poner en orden las cosas y dar a cada uno lo que corresponde, ¿Tendré paz y habrá paz? ¿Podemos dejar de lado la misericordia? La verdad se encuentra con la misericordia. Sin amor somos como un metal que resuena y nada más. En medio de los desacuerdos, divisiones, conflictos y luchas de nuestra sociedad el texto nos llama a que veamos la imagen de Dios en nuestro prójimo y tomemos la perspectiva de Dios: “No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor” (Lv 19:18). Volvamos nuestra mirada al Dios creador para que sigamos siendo “seres humanos” (Lv 19:9-18). “Voy a escuchar lo que Dios el Señor dice: él promete paz a su pueblo y a sus fieles, siempre y cuando no se vuelvan a la necedad. Muy cercano está para salvar a los que le temen, para establecer su gloria en nuestra tierra. El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la paz y la justicia. De la tierra brotará la verdad, y desde el cielo se asomará la justicia. El Señor mismo nos dará bienestar, y nuestra tierra rendirá su fruto. La justicia será su heraldo y le preparará el camino”. Salmo 85:8-13 ¿Cuál puede ser mi oración en el día de hoy? Carlos Scott

miércoles, 3 de junio de 2020

Después de Pentecostés,... una iglesia que siempre se va reformando

Después de Pentecostés,... una iglesia que siempre se va reformando Una iglesia que sigue el Espíritu del Pentecostés es una comunidad que deja que el Espíritu reforme sus estructuras y organización. No hace énfasis en su estructura, estatutos o reglamentos. Lo importante para el Espíritu no son las estructuras sino la misión. En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido hacer nuevas cosas. Muchas veces corremos el peligro de amar más las instituciones que a Dios mismo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. El pueblo de Israel fue religioso, pero con un corazón lejos de Dios. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí, sigue caminando. Algunos buscan personas o equipos que se ajusten a las generaciones anteriores, que no traigan un nuevo desafío y una mayor amplitud en la visión. Cuando nos centramos en que lo importante es la estructura lo que hacemos es colocar a la organización por arriba de la misión, y comunicamos que para nosotros lo más importante no es la misión, sino salvaguardar las estructuras que hasta aquí nos han servido. El Espíritu Santo no está en consonancia con esto y constantemente va obligando a la iglesia a reformarse para ser fiel a su misión. Quienes quisieron hacer callar a Esteban, en realidad lo que hicieron fue ampliar su mensaje y programa de servicio. La persecución hizo que el mensaje se extendiera hasta Antioquia de Siria y desde allí a todo el mundo. Quizás, como en el caso de Esteban, los que se oponen al mensaje del evangelio pueden llevarnos a cumplir nuestra vocación y Dios puede estar usándolos a ellos para llamarnos a una nueva obediencia. Debemos preguntarnos qué tipo de iglesia es la que Dios desea en este tiempo. El Espíritu Santo llama a la iglesia a nuevos desafíos. Necesitará un liderazgo diferente. El desafío de la iglesia en el día de hoy es que debe revisar y ajustar su funcionamiento respondiendo a la Misión de Dios. Que Dios nos ayude en esto. ¿Qué significa ser una iglesia abierta para todos y extendernos a todos lados? ¿El Espíritu de Dios nos está presentando un nuevo desafió y obediencia? Carlos Scott


martes, 2 de junio de 2020

Después de Pentecostés,... una iglesia que comparte el evangelio

Después de Pentecostés,... una iglesia que comparte el evangelio Esteban era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo (Hch 6:5). Se lo describe también como lleno de la gracia y del poder de Dios haciendo grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo, Hch 6:8. Los que se ponían a discutir con el no podían “hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba”, Hch 6:10. Sus oponentes buscaron formas de levantar acusaciones falsas, agitar al pueblo, a los ancianos, a los maestros de la ley y consiguieron llevar a Esteban ante el consejo (Hch 6:11-12). En el momento de mayor oposición el rostro de Esteban se parecía al de un ángel (Hch 6:15). Esteban ocuparía un rol vital en el desarrollo de la misión cristiana y su extensión a todo el mundo. La iglesia al abrirse hacia los “griegos” o judíos griegos, se abrió hacia una parte de la comunidad que pronto serviría de puente para la misión entre los gentiles. Mientras los apóstoles enfatizan y retienen el ministerio de la palabra de Dios, “es Esteban quien proclama esta palabra, y da testimonio supremo de ella con su martirio. A consecuencia de este suceso, los cristianos, particularmente los ‘griegos’, se dispersan y con ello se expande la misión (Hch 8:4). Acto seguido, es Felipe, otro de los ‘siete’, quien ocupa el centro del escenario al llevar el evangelio primero a Samaria y luego al eunuco etíope” . Hay una visión que deriva del Pentecostés y es que el Espíritu de Dios se derrama sobre todo el género humano (Hch 2:17). “Que hubiera sido de la iglesia si Esteban y Felipe hubieran dicho: No, nuestro ministerio es el de las mesas, no el de la palabra, y por tanto no hemos de predicar”. El Espíritu una y otra vez llama a la iglesia a una nueva obediencia. Se va preparando el escenario de la misión a los gentiles u otras etnias. El futuro de la iglesia estaría en aquellos “griegos” que habían sido marginados. Muchas veces una de las preocupaciones de la iglesia es su estructura, funcionamiento, gobierno, etc. Buscamos en el Nuevo Testamento un patrón fijo o un modelo a seguir. El problema, puede estar en seguir patrones de aprendizaje que solo siguen la tradición sobre lo que se ha hecho hasta el presente. “La iglesia de Dios está formada por personas, no en edificios y la palabra de Dios alude a las escrituras, no a las tradiciones. Mientras se preserven estos dos elementos esenciales, no importa si se hace necesario prescindir de los edificios y de las tradiciones. No debemos permitir que estos últimos aprisionen al Dios vivo o impidan su misión en el mundo” ¿Pueden nuestras estructuras, tradiciones y modelos obstaculizar la misión? ¿En qué casos? ¿Cómo podemos superar estos obstáculos? Carlos Scott

lunes, 1 de junio de 2020

Después de Pentecostés...

“En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas.” Hch 6:1-2 En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido hacer nuevas cosas. Está abriendo la iglesia a un mundo más amplio. El Espíritu Santo permite circunstancias en la vida de la iglesia que la llevará a reformarse para ser fiel a su misión (Hch 6, 7, 11:19-26, 13:1-4). Los apóstoles dijeron: “Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra.»” Hch 6:3-4 La misión de la iglesia se va ampliando y va surgiendo un liderazgo nuevo. Hay una misión que se va transformando de Israel a todas las naciones. Es importante reflexionar sobre la relación que hay entre una misión que se va ampliando y la transformación de las estructuras y del liderazgo de la iglesia para llevar a cabo esa misión. En Pentecostés ha comenzado un nuevo tiempo y esto requerirá de personas capaces de tener esa visión. El Espíritu hará surgir siervos para nuevas circunstancias y llevar adelante la misión. Por lo tanto: “ Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.” Hch 6:5-6 Como resultado de las decisiones que se tomaron, el texto de la palabra de Dios nos dice: “Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la Fe”, Hch 6:7. Nosotros como iglesia debemos ver en este tiempo cuales son las nuevas circunstancias y contextos que nos toca vivir. Debemos preguntarnos cuál es la mejor contribución que podemos hacer a la misión de la iglesia que siempre es cambiante. ¿Cómo, dónde y quienes pueden hacer esta diferencia cualitativa? Carlos Scott

Pentecostés

sábado, 30 de mayo de 2020

¿Qué implica para tu vida caminar con Jesús?

- Cuando hablamos de la iglesia local hablamos de una comunidad que camina por donde Jesús camina. La única manera de conocer a Jesús es ir por donde el camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros. El evangelio de Juan nos dice que los primeros discípulos le siguieron y “se quedaron con El”, Jn 1:39. Jesús nos desafía a ver donde se hospeda. Su casa es casa de oración para todas las naciones, para todas las etnias, hasta lo último de la tierra, Mc 11:17. Está caminando por cada rincón de esta tierra, no se queda quieto y “es imprevisible en sus exigencias”. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada” , Is 54:2-3. Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. La invitación de Jesús es seguir para poder ver, y no ver para poder seguir. Implica creer y seguir creyendo. Muchos quieren ver antes de comprometerse, pero bienaventurados son los que creen sin ver porque luego verán, Jn 20:29. “Sin la seguridad de haber visto y entendido todo, estamos llamados a arriesgarnos y actuar en la confianza de que Dios será fiel a su carácter y promesas. Como dijo Pablo, estamos llamados a vivir no por vista, sino por Fe, 2 Co. 5:7”. Esto cambia nuestra historia y cambia la historia. “Aceptemos por tanto nuestro camino. Que es siempre un camino incomodo, lleno de dificultades y de sorpresas. Saber caminar a oscuras, saber correr el riesgo, saber gustar la aventura cristiana en todo su maravilloso dramatismo” ¿Qué implica para tu vida caminar con Jesús? Carlos Scott

viernes, 29 de mayo de 2020

Tres anuncios claves

- Cuando hablamos de la iglesia local hablamos de dar a conocer y manifestar la identidad del Señor. Una iglesia sana es una comunidad que basa su identidad en el Señor La misión de Juan el Bautista fue bautizar para dar a conocer y manifestar la identidad del Señor, Jn 1:29-34. ¿Cómo entendía Juan la identidad del Cristo? Anuncio tres temas fundamentales: * Su primer gran anuncio fue ¡Aquí tienen al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!, Jn 1:29. Juan compara al Cristo con un cordero y nos ofrece una imagen de su identidad. Los corderos son vulnerables. Jesucristo se hizo vulnerable para compartir nuestras penas, alegrías, frustraciones y sueños, Fil 2:5-8. Es el cordero de Dios que se hizo vulnerable y quita nuestro pecado. Se rebajó, se humillo. Ser semejante a Jesucristo en su identidad implica que en el Reino de Dios “la sumisión y la quietud son las características de los más fuertes”. Al decir que Jesús quita el pecado del mundo estamos diciendo que lo divino puede tocarnos y cambiarnos a nosotros. Sería muy difícil o casi imposible ver un cambio en nuestras propias vidas si Jesús no quita el pecado. * Su segundo gran anuncio fue que Jesucristo es el que Bautiza con el Espíritu Santo, Jn 1:33. Necesitamos de este bautismo para nacer de nuevo y día tras día andar en nueva vida. Es saturar nuestro ser con su Espíritu. Significa hundirnos, sumergirnos, empaparnos de Él. Es algo divino que ningún otro puede hacer, Jn 20:19-23. * Su tercer gran anuncio fue que Jesucristo es el Hijo de Dios, Jn 1:34. Conocer la identidad de Cristo es un don del cielo. “En ese momento le había sido revelado a Juan que Jesús no era otro que el Hijo de Dios”. “Nosotros le conocemos porque el escogió darse a conocer”. * * * Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es el que nos bautiza con el Espíritu Santo y es el Hijo de Dios. ¿Lo crees? Te invito a creer y entregarte a Jesús. Tu pecado es borrado y perdonado, eres bautizado por su Espíritu Santo y una nueva vida comienza porque solo el Hijo de Dios puede hacer esto. ¿Estás dispuesto a creer y seguir a Jesucristo? Carlos Scott




jueves, 28 de mayo de 2020

"Vengan a ver"

- Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que esta en el seguimiento de Jesucristo. Una comunidad sana es una comunidad que encarna el mensaje del evangelio que transforma toda la existencia humana Juan el Bautista se encontraba con dos de sus discípulos y al ver pasar a Jesús les dijo “¡Aquí tienen al Cordero de Dios!”. La razón de ser del Bautista era testificar sobre Jesús para que fuera revelado a Israel. El éxito de su ministerio era conducir a las personas a Jesús. “Cuando los dos discípulos le oyeron decir esto siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunto: ¿Qué buscan?, Jn 1:37-38 Jesús confronto a estos dos discípulos y también nos confronta a nosotros. Siempre es un buen momento para preguntarnos y pensar, ¿Qué es lo que buscamos de Jesús? Jesús cuestiona a los que les siguen. Más allá de nuestras primeras respuestas y motivos, el Señor nos desafía: “Vengan a ver”, Jn 1:39. “Vengan a ver” es la gran invitación de Jesús. Significa ser semejantes a Él, aprender, aceptar sus condiciones y experimentar poder, Mt 11:28-30. Nos desafía a profundizar nuestro compromiso y continuar un proceso de fe. No siempre buscamos a Jesús por motivos desinteresados, pero Jesús nos quiere llevar más allá. Es camino e invitación. Es crecer en la calidad de la relación con El, con nuestro prójimo, permanecer en sus enseñanzas, Jn 8:31; y unirnos a su misión, Jn 20:21. ¿Qué estamos buscando de Jesús en este tiempo? "Vengan a ver" Carlos Scott


lunes, 25 de mayo de 2020

Oración por la Comunidad y la Nación

Oración por la Comunidad y la Nación Querido Dios, Oramos por nuestra comunidad y la Nación. Nos has bendecido con el don de la vida. Te damos gracias por la tierra que nos diste con sus recursos naturales y por todo el esplendor de tu creación. Nos has bendecido con matrimonios, familias y amistades. Nos has bendecido con el don de la libertad. Libertad por la que podemos mostrar actos de misericordia hacia los débiles, marginados y enfermos. Te pedimos que ayudes a cada persona que tiene un rol en el gobierno de nuestra comunidad y nación a entender el valor que asignas a la función que desempeñan. Te pedimos por los líderes de nuestra nación. Bendice, fortalece y guía sus vidas en estos días que son los peldaños hacia nuestro futuro. Dales sabiduría. Ayúdales a ser servidores del bien común. Ayúdalos a valorar la veracidad y no la mentira. Inspíralos a conducirse con respeto y dignidad. Reduce la insensatez, la necedad y la imprudencia. Oramos específicamente por asuntos de gran peso que deben tratarse: justicia social, seguridad pública y administración fiscal. Como ciudadanos de esta nación a la cual amamos, muchas veces hemos escogido seguir nuestros propios caminos. Nos hemos separado de ti. Reconocemos nuestra necesidad cotidiana de tu perdón por nuestras deficiencias y de tu protección contra quienes podrían dañar y destruir. Tu palabra nos invita a pedir sabiduría cuando la necesitamos. Te pedimos en nombre de cada persona que toma decisiones que afectan la vida de muchos que concedas una sabiduría que sea profunda, abnegada y verdadera. Concédenos sabiduría para conocer tu forma de ver los asuntos de nuestra nación. Concédenos sabiduría para entender como debe ser una sociedad ordenada, justa y compasiva. Danos sabiduría para saber qué hacer con la realidad del mal. Concédenos sabiduría para sostener a los indefensos y defender toda vida. Danos sabiduría para amarte y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Señor, te pedimos que nuestros líderes entiendan de forma personal que tú eres una realidad dinámica en el mundo y en nuestra vida. Que podamos ser una nación que dependa de ti, reconozca tus bendiciones y valore lo que tú valoras. Oramos por nuestro mundo. Ayúdanos a ver tu luz aun cuando la oscuridad pareciera rodearnos. Ayúdanos a proclamar a Jesucristo, la luz que ha venido al mundo. Danos valentía de ser pacificadores cuando otros solo deseen conflicto. Edifícanos en integridad de actitud, conducta y carácter. Que no demos la espalda a la miseria y el sufrimiento humano. Danos valentía para conocer el dolor de los demás. Oramos por los pobres. Oramos por los oprimidos. Oramos por aquellos que sufren la indignidad de la discriminación en cualquier forma. Ayúdanos a proclamar el evangelio liberador del Señor Jesús y a poner en práctica dicho evangelio. Te lo pedimos como Padre amoroso, por el Hijo Jesucristo Salvador y Espíritu Santo purificador Amén.

«La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»

   Resurrección y periferia “No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está a...