domingo, 21 de abril de 2019

¡He visto al Señor!, Jn 20:18

- Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que anuncia la resurrección. Una comunidad sana es una comunidad que enfatiza la vida sobre la muerte, la luz sobre las tinieblas, el amor sobre el odio y la verdad sobre la injusticia. * “No llores, no tengas miedo” ¡Cristo ha resucitado!, (Mt 28:5). Jesús ya resucitado se le aparece a María Magdalena y la cuestiono ¿Por qué lloras? Ella solo podía ver al que cuidaba el huerto (Jn 20:15) y no se dio cuenta que era el Señor resucitado. María Magdalena se quedó llorando junto al sepulcro, (Jn 20:10-11) y busca a Jesús como alguien que está muerto (Lc 24:5). * Jesús no dejó sola a María Magdalena y la llama por su nombre. Ninguna situación está fuera del control de Dios y es su voz inconfundible la que nos hace recapacitar, tener esperanza y reconocer su presencia (Jn 10:3-4,16). Ella y las otras mujeres le abrazaron los pies y lo adoraron (Mt 28:9) pero su mandamiento fue de animar a los hermanos, salir al mundo y no privatizar la misión. * No podemos detener a Jesús sino soltarlo y estar en su seguimiento. Demos a conocer esta noticia ¡He visto al Señor!(Jn 20:18) y que la resurrección del Señor este comprobada por la actividad y práctica de la Iglesia que se proyecta en la tarea inconclusa. No busquemos solo a Jesús para nosotros mismos sino para unirnos a su misión. * Como seguidores de Jesús somos llamados a tener amplitud y no quedarnos con respuestas cerradas. Salgamos con una misión de amor compartiendo todo el evangelio con toda la humanidad.

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