jueves, 30 de octubre de 2025

El Espíritu de Dios siempre lleva a su iglesia a reformarse para ser una comunidad que le lleva alegría a la gente

Una espiritualidad en movimiento

Cuando pensamos en los movimientos de nuevas comunidades de fe debemos hacernos la misma pregunta que le hizo el etíope a Felipe: ¿Qué impide?

Felipe era uno de los siete que había sido elegido para atender las necesidades de la comunidad, pero luego del martirio de Esteban comienza la persecución y dispersión de la Iglesia. Esto lo llevo a predicar en Samaria cuya ciudad se llenó de alegría, pero luego el Espíritu de Dios lo lleva a un lugar desértico donde se encuentra con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes.

En esa ocasión la escritura nos recuerda que el Espíritu Santo le dijo a Felipe que se acerque al etíope por lo cual pudo anunciarle las buenas nuevas acerca de Jesús, Hch 8:26-40. En el camino se encontraron en un lugar donde había agua y la pregunta del etíope resuena en nuestros días: “¿Qué impide que yo sea bautizado?”. La respuesta de Felipe no quedo condicionada a la estructura, presencia y decisión de los apóstoles que estaban en Jerusalén. Felipe lo bautizo y el etíope siguió alegre su camino.

El Espíritu de Dios siempre lleva a su iglesia a reformarse para ser una comunidad que le lleva alegría a la gente. Cuando el Espíritu de Dios comienza a reformar las estructuras se presentan nuevos desafíos para saber ser iglesia en un determinado contexto. Nos encontramos en un nuevo tiempo de introspección y purificación. Hay algo que está surgiendo por parte de Dios y seguir lo que el Espíritu Santo indica es unirnos a su Misión. Nuestra fe en Jesucristo nació para caminar y no para protegernos. Se nos llama a seguir formando nuevas comunidades de fe a favor de los no alcanzados.

Para Pensar: ¿Qué impide que podamos liberar y soltar a la gente? ¿Cuáles son los obstáculos? ¿Cómo podemos superarlos?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 29 de octubre de 2025

La iglesia es la gente, un organismo vivo; es la comunidad del Reino de Dios

La espiritualidad de un organismo vivo

¿Es necesaria algún tipo de estructura en la comunidad de Fe?

La vida necesita tener forma. La vida sin forma se enferma y muere porque no puede sostenerse a sí misma.

La estructura y la forma en la comunidad de fe es inevitable. Dicho esto, no todas las estructuras son válidas o apropiadas para la vida de la iglesia.

La iglesia no es una estructura institucional u organizacional. Tampoco lo es el edificio, el programa, la jerarquía, la "etiqueta denominacional", la religión, etc. La iglesia es la gente, un organismo vivo; es la comunidad del Reino de Dios.

El odre no es el vino, pero la estructura es necesaria para que la iglesia sirva y viva. La comunidad de fe debe tener una forma culturalmente apropiada de hacer las cosas en cierto tiempo y lugar.

La estructura de la iglesia no es en sí misma mala e indeseable, pero debemos preguntarnos qué clase de estructura sirve mejor a la comunidad de fe en su vida y testimonio. En cada época la iglesia debe formar aquellos odres que parecen más compatibles con su naturaleza y misión dentro de su contexto cultural. En la palabra de Dios encontramos ejemplos y adaptaciones a situaciones particulares, Hch 6.

Es clave seguir los principios bíblicos. No invalidemos la palabra de Dios por adherirnos a una tradición humana, Mt 15:1-6. Debemos tener cuidado de "no circuncidar a la gente" a una tradición particular negando el evangelio. Tampoco hagamos distinciones de posición social, riqueza, color de piel, idioma, etc., Stg 2:1-13.

Cuando no respetamos estos principios se pueden formar estructuras e instituciones rígidas que entran en conflicto con la palabra de Dios. No enfaticemos "etiquetas denominacionales", métodos y programas, afirmemos la relación los unos a los otros.

Para Pensar: ¿Qué tipo de odre, forma y estructura puede ser funcional para nuestro tiempo y contexto? ¿Nuestra estructura toma en serio el sacerdocio de todos los creyentes y los dones del espíritu? ¿Se facilita la relación los unos con los otros y la misión?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 28 de octubre de 2025

Ser iglesia es ser el pueblo de Dios, la comunidad del Reino de Dios

La espiritualidad en las relaciones

¿Qué tipo de "odres" encontramos en la vida de la iglesia primitiva?

Cuando los seguidores de Jesucristo fueron excluidos del culto judío y se convertía gente no judía la iglesia se transformó en una red en casas de familia, Hch 2:46,5:42.

Los creyentes oraban, cantaban, disfrutaban de la comunión y adoraban juntos, Ef 5:19, Col 3:16, 1 Co 14:26-31. Se ocupaban de las necesidades materiales los unos con los otros, Hch 4:34, 1 Co 16:1-3. Había enseñanza, edificación y la comunidad compartió el evangelio, Hch 8:4, Hch 11:19-21. El poder del amor en palabra y obra impactaba a la gente del lugar y cada día el Señor añadía los que iban siendo salvos, Hch 2:47.

¿Qué tipo de estructura sostenía a esta comunidad? Es difícil descubrir una organización formal. Lo que podemos visualizar en esta iglesia joven son estructuras emergentes intentando cubrir necesidades o problemas puntuales, Hch 2, 4-6, 12,13,15 y 20. No hay una enseñanza formal o prescripciones sobre algún tipo de estructura. Lo que está ausente es un clero ordenado formalmente y aunque "muchos sacerdotes obedecían a la fe" (Hch 6:7), no hay evidencia que automáticamente se transformarán en líderes de la comunidad.

Lo que encontramos en el libro de los Hechos son diferentes estructuras para diferentes circunstancias. Tampoco se ve el deseo de formar un determinado modelo estructural y que sea igual a todos.

¿Qué tenían en común estas comunidades y qué estructuras ayudaron a su vida y misión? Encontramos un liderazgo, la comunión en grupos pequeños y grandes, redes de comunidades locales en diferentes lugares y el sacerdocio de los creyentes basado en los dones. Ser iglesia no dependía de los edificios, construcciones, jerarquías. Ser iglesia era ser el pueblo de Dios, la comunidad del Reino de Dios.

Las reuniones caseras parecen haber sido el modelo más habitual. La red de iglesias no formaba una determinada denominación, pero implicaba la interdependencia. Las comunidades se necesitaban mutuamente unas a otras.

Para Pensar: ¿Qué tipo de "odres" pueden ser viables para comenzar nuevas comunidades de fe en nuestro contexto cultural?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 27 de octubre de 2025

La actividad del Espíritu Santo es siempre una experiencia que nos supera, nos sorprende y caemos rendidos a Él

El Espíritu de Dios para vivir la espiritualidad

¿Qué puede significar que la comunidad de fe viva de acuerdo con el Espíritu de Dios?

El libro de los Hechos nos da a entender el modo en que el Espíritu obra en la comunidad de fe.

Cuando el Espíritu Santo descendió en el día de Pentecostés no todos vieron este milagro, no todos respondieron positivamente. Si bien la iglesia pasó de 120 a 3000 personas en un solo día, no todos pudieron percibir el milagro. Algunos estaban “desconcertados y perplejos, se preguntaban: ¿Qué quiere decir esto? Otros se burlaban y decían “lo que pasa es que están borrachos”. No entregarme a la vida del Espíritu es no poder percibir el milagro que Dios quiere hacer en este mundo.

Una iglesia guiada por el Espíritu Santo es una iglesia que no se burla, ni descalifica a los demás, Hch 2:13, Mc 6:1-6. Es abierta al Espíritu (Mc 3:20-30, Lc 11:14-23), busca su llenura (Hch 4:23-31) y se dedica a la oración. Hablamos de una iglesia abierta al mundo que entiende que el evangelio es para toda clase de persona sin excepción, Hch 10:34.

Somos desafiados a no perder la capacidad de asombro. Lamentablemente muchos piensan que el Espíritu Santo se ha de manifestar solo de una manera particular en la predicación, servicio o culto y si no es así, nos burlamos de otros, los tratamos mal o los descalificamos.

El Espíritu sopla de donde quiere, Jn 3:8. Cuando se teme o se critica, lo que se puede estar temiendo, es la pérdida del control. Se nos llama a no entristecer al Espíritu Santo: “No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención”, Ef. 4:30.

No menospreciemos a otros hermanos o sectores de la iglesia.

La actividad del Espíritu Santo es siempre una experiencia que nos supera, nos sorprende y caemos rendidos a Él. “El libro de los Hechos nos habla que el Espíritu Santo actúa, no para hacer que todos se conformen al mismo patrón, o que todos sean iguales, sino para que la gracia de Dios sea accesible a todos por igual.”

Para Pensar: ¿Qué implica una Iglesia contextualizada con su medio para que el evangelio esté disponible a toda persona?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 26 de octubre de 2025

"La fe cristiana es una fe que nació para caminar"

Una espiritualidad que busca repensar nuestro tiempo

¿Cuáles pueden ser algunos paradigmas para tener en cuenta en este tiempo?

"Cuando oyeron el fuerte ruido, todos llegaron corriendo y quedaron desconcertados al escuchar sus propios idiomas hablados por los
creyentes." Hch 2:1-6

La iglesia que surge en el Pentecostés es una iglesia pública, la gente escucha y ve. Es una iglesia dirigida a todas las lenguas que nace siendo misionera, no pasa desapercibida y se desarrolla saliendo hacia afuera.

Pentecostés implica ser una iglesia abierta que glorifica a Dios. La comunidad de los creyentes se organizó en Jerusalén donde da sus primeros pasos, pero con motivo de la persecución camina hacia Samaria, Antioquia y luego a todo el mundo. Ellos comenzaron a viajar en vez de protegerse y predicaban a Jesucristo.

El mundo necesita ver una iglesia abierta que sea inclusiva y no exclusiva. Una iglesia que mira hacia afuera, busca la simplicidad, camina por todas partes, es inquieta y se atreve hacer cosas diferentes.

"La fe cristiana es una fe que nació para caminar". Hablamos de una iglesia donde pueda predominar una dimensión eclesial y no clerical. La gente es libre, respetada, vive el poder del amor y ejerce el sacerdocio universal de todos los creyentes.

El Espíritu Santo llama a su iglesia a repensar su estructura o institucionalidad para enfocarnos en su misión.

Este tiempo puede ser un buen momento para pensar en cómo salir de los modelos de repetición e imitación para centrarnos en lo nuevo que viene del Espíritu de Dios.

Para Pensar: ¿Qué elementos tendremos en cuenta para volver a repensar la vida de la comunidad de fe? ¿Que implica ser una comunidad para la gente? ¿Cuáles son los cambios que tenemos que hacer a nivel institucional o estructural para ser la iglesia del pueblo?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 24 de octubre de 2025

El Espíritu de Dios es inclusivo y no exclusivo. La gente necesita ver la sencillez y una comunidad de fe abierta para todos

El Espíritu de Dios en la espiritualidad

La iglesia es la comunidad del Espíritu Santo y el Espíritu de Dios es destructor de cualquier privilegio, Hch 2:17. Encontramos roles y funciones en el ejercicio de los dones espirituales. No hay jerarquías. Somos testigos de Jesucristo y hablamos de las maravillas de Dios, su poder sobrenatural. No hablamos de una determinada “etiqueta denominacional”, de un programa, de un método y organización.

Una iglesia abierta al Espíritu Santo no se burla y descalifica a los demás. No pierde su capacidad de asombro y puede percibir el milagro. La gracia de Dios esta accesible a todas las personas. Su ideal será el poder del amor y no el amor al poder. Hablamos de una iglesia que siempre se está reformando porque lo importante para el Espíritu Santo no es la estructura sino la misión.

El Espíritu de Dios es inclusivo y no exclusivo. La gente necesita ver la sencillez y una comunidad de fe abierta para todos. Nos desafía a ser una iglesia donde las personas pueden tener voz y ser escuchadas. Es una comunidad que camina porque Jesús se define como el camino y nos espera en otra parte. Es una oportunidad para alcanzar a un mundo necesitado y compartir la esperanza construyendo un presente y futuro mejor

Para Pensar: ¿Cuáles pueden ser otros puntos para tener en cuenta?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 23 de octubre de 2025

“Si el ‘reino’ tiene que ver solamente con el ‘más allá’, los que predican ese ‘reino’ no tendrán mayores conflictos con el “más acá”

La espiritualidad que trae el cielo a la tierra

Cuando hablamos de la misión estamos hablando de una comunidad del Espíritu que se compromete y se esfuerza por traer la realidad del cielo a la tierra. Es una iglesia que no se queda mirando al cielo, Hch 1:8-11. 

El capítulo uno de Hechos nos relata que Jesucristo les ordenó a los discípulos que no se alejaran de Jerusalén porque dentro de pocos días serían bautizados con el Espíritu Santo. “Habiendo dicho esto, ... fue llevado a las alturas... Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. Se le acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”, Hch 1:9-11.

Estos dos hombres de blanco les indican, que hay que cambiar el enfoque y la dirección en la que tenemos puesta la mirada. “Los apóstoles no debían convertirse en exploradores del cielo”. Lo que les está diciendo es que no conseguirán que regrese el Señor con solo mirar el firmamento. Si solamente nos enfocamos en el más allá y nos alejamos del más acá, la consecuencia es que nos alejamos de los sufrimientos y angustias de la gente.

“Si el ‘reino’ tiene que ver solamente con el ‘más allá’, los que predican ese ‘reino’ no tendrán mayores conflictos con el “más acá”. El Reino de Dios no es solo para mirar al cielo. 

Cuando la predicación solo se enfoca en el “más allá”, corre el peligro de decir y hacer poco a quienes tienen que vivir en medio de las injusticias y sufrimientos del “más acá”. 

Mientras permanezcamos acá, el Señor nos llama a involucrarnos en la misión. Como Jesús volverá, es en esta tierra donde debemos ser obedientes, en medio de circunstancias y dificultades bien terrenas. En el cielo está nuestro Señor sentado a la diestra de Dios y tenemos todos los recursos para vivir y desafiar al "más acá" con todo el Evangelio, Ef. 1:3, 2:6-7, Lc 10:19-20. 

Para Pensar: ¿Qué significa ser una iglesia que trae la realidad del cielo a la tierra? ¿Qué implicancias tiene?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 22 de octubre de 2025

Dios nos llama a cruzar barreras de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios

La influencia en la espiritualidad

¿Qué implica liberar y soltar a la gente?

Somos llamados a unirnos a la misión de Dios a favor de toda la gente y ser testigos en círculos cada vez más amplios. La iglesia debe ampliar su influencia y no tolerar ningún nacionalismo estrecho. Jesús nos llama y nos desafía ampliar nuestro horizonte, Hch 1:8.

La tentación de los primeros discípulos fue pensar en su propio reino, pero el Reino de Dios es un reino Universal, multicultural, multiétnico, que abarca el cosmos, toda la tierra, todas las etnias, toda lengua y toda cultura.

Liberar y soltar a la gente implica no privatizar la misión y que el evangelio esté disponible a toda la gente. La misión no tiene dueño y Dios nos llama a cruzar barreras de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios.

Para Pensar: ¿Qué pasos concretos podemos dar para comenzar una nueva comunidad de fe?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 21 de octubre de 2025

“El don del Espíritu es el don de involucrarse en la misión, porque la misión es consecuencia directa del derramamiento del Espíritu"

Una espiritualidad misionera

“Después de padecer la muerte, se les presento dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios…" Hch 1:3

Con la venida de Jesús, el Reino se ha inaugurado. “Más que un mandato misionero lo que vemos en los escritos de Lucas es lo que el Espíritu realiza. Es un Espíritu misionero”. “El don del Espíritu es el don de involucrarse en la misión, porque la misión es consecuencia directa del derramamiento del Espíritu."

La tentación de los primeros discípulos fue pensar en su propio Reino, Hch 1:6. El Reino de Dios es un reino Universal, multicultural, multiétnico, que abarca el cosmos, toda la tierra, todas las etnias, toda lengua, todas las personas, todas las naciones. Los apóstoles mantenían aspiraciones estrechas, nacionalistas. Estaban preocupados por su propio Israel, nación, etnia e independencia. La respuesta de Jesús fue ampliar su horizonte, Hch 1:8.

El tema clave es que el Reino de Dios no tolera ningún nacionalismo estrecho. Mientras que ellos le preguntan por la restauración de Israel, Jesús, les responde hablándoles de una misión hasta lo último de la tierra. Lo que debían saber es que habrían de recibir poder de manera que entre la venida del Espíritu y la segunda venida del Hijo habrían de ser sus testigos en círculos cada vez más amplios.

Una iglesia llena del Espíritu de Dios entiende que el evangelio es Universal. Es para todos sin excepción, Hch 10:34. Es una iglesia que tiene un amor amplio: Toda lengua, toda cultura, toda etnia está en el corazón de Dios. Es una iglesia que está ampliando las fronteras del Reino de Dios.

Para Pensar: ¿Cuál es tu horizonte?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 20 de octubre de 2025

"Arriesgarse es perder el equilibrio momentáneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo"

Posibles paradigmas en las comunidades del Reino de Dios

"Tercer Espacio para una nueva manera de ser iglesia"

Harold Segura nos comenta que "los confinamientos de la humanidad en los años de una pandemia global nos han invitado a poner el acento eclesiológico donde debían haber estado: la comunidad y no el templo, la misión y no la institución, la pastoral y no el pastor, la espiritualidad y no la religión."

Cuando hablamos de darle un nuevo resignificado a la Iglesia hablamos de una iglesia sin legalismo, no tradicional, no denominacional, no institucional.

Hablamos de personas que están en una búsqueda de Dios, sin una iglesia a la cual pertenecer, pero lejos de una religiosidad que se manifiesta en estructuras, reglamentos, etiquetas. Hablamos de personas que están buscando una comunidad que siga a Jesucristo.

Una manera diferente de ser iglesia implica estar lejos de modelos de repetición, tradicionales y jerárquicos. Salir de una dimensión clerical (la profesionalidad del clero) hacia una dimensión eclesial (el sacerdocio de todos los creyentes). Un espacio que esté lejos del amor al poder.

Un "tercer espacio'' nos habla de la escucha atenta, del poder del amor, del apego, la empatía, la proximidad, la equidad. También nos indica la importancia de la ternura, la amplitud y la gracia. Implica demoler y dejar viejos paradigmas para movernos en libertad y afirmar el respeto, el cuidado mutuo, la aceptación, el perdón.

Una manera simple de ser iglesia sin determinadas etiquetas es donde encontramos una comunidad para sanar, para volver a creer, para desarrollar la fe, tener esperanza y en libertad decidir dónde seguir.

Una iglesia con un espacio diferente nos habla de la misión que se concreta en la búsqueda del otro, del servicio en la sociedad local, de la solidaridad con los que sufren, de la cooperación global donde el evangelio no ha llegado.

Bienvenidos todos y todas a este "tercer espacio". Un puente de esperanza hacia un nuevo lugar en libertad.

"Arriesgarse es perder el equilibrio momentáneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo", Soren Kierkegaard

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox