viernes, 28 de febrero de 2025

Ser seguidores de Jesús es manifestar la presencia de Dios

 Seguir y servir

“Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.”, Jn 12:26

Ser seguidores de Jesús es manifestar la presencia de Dios. Es compartir los descubrimientos que representan nuestro itinerario como discípulos del Señor. Mientras andamos por la vida podemos encontrarnos con alguien que espera y desea ver a Jesús. Es la oportunidad para compartir lo que hemos explorado. El apóstol Juan lo describió de esta manera: “Les anunciamos al que existe desde el principio, a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida. Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la vida eterna. Estaba con el Padre, y luego nos fue revelado. Les anunciamos lo que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Escribimos estas cosas para que ustedes puedan participar plenamente de nuestra alegría”, 1 Jn 1:1-4. “Y su mandamiento es el siguiente: debemos creer en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y amarnos unos a otros, así como él nos lo ordenó.”, 1 Jn 3:23. “Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él. En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.”, 1 Jn 4:9-10. “Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar. Pues todo hijo de Dios vence a este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe. ¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.”, 1 Jn 5:3-5

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 27 de febrero de 2025

Si ustedes quieren ser mis discípulos, ...

 Evidencia

“Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas.”, Jn 12:24

Es esencial evidenciar la presencia de Jesús en la vida de su pueblo. La gente que busca ver a Jesús nos desafía para que esto ocurra. Nos corresponde interpretar y satisfacer lo que implica. Se nos llama a “perder la vida” en saber rechazar las ambiciones y vanidades, la popularidad y preferir la humildad y sencillez. Se trata de saber elegir entre las posiciones de poder y privilegio o que sea necesario menguar y disminuir para que Jesús crezca. Es elegir entre la complicidad, encanto y seducción quedando bien con todos o la autenticidad, elegir entre la notoriedad o la costosa fidelidad, entre las búsquedas de resultados o la fidelidad, elegir entre las conquistas o el amor y fruto espiritual que se abre camino lento y espontaneo en el secreto de los corazones y en libertad de las conciencias. Hay gente que espera ver a Jesús como esos griegos. “Entonces llamó a la multitud para que se uniera a los discípulos, y dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme. Después, Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y les dijo: «Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a morir en una cruz y a hacer lo que yo les diga. Porque si sólo les preocupa salvar la vida, la van a perder. Pero si deciden dar su vida por mí y por anunciar las buenas noticias, entonces se salvarán. De nada sirve que una persona gane todo lo que quiera en el mundo, si al fin de cuentas pierde su vida. Y no hay nada que una persona pueda dar para salvar su vida. »Delante de esta gente malvada que rechaza a Dios, no se avergüencen de mí ni de mis palabras. Si lo hacen, yo, el Hijo del hombre, me avergonzaré de ustedes cuando venga con el poder de mi Padre y con sus ángeles.», Mc 8:34-38. “Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce discípulos y les dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser el más importante, deberá ocupar el último lugar y ser el servidor de todos los demás.», Mc 9:35

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Me salvé escribiendo - Koplarap

miércoles, 26 de febrero de 2025

“La gente solamente necesita ver a Jesús”

 “Queremos ver a Jesús”

“Algunos griegos que habían ido a Jerusalén para celebrar la Pascua le hicieron una visita a Felipe, que era de Betsaida de Galilea. Le dijeron: «Señor, queremos conocer a Jesús», Jn 12:20-21

En este relato encontramos algunos griegos o temerosos de Dios que desean ver a Jesús. Estos griegos le hacen una visita a Felipe que era de una ciudad medio pagana llamada Betsaida de Galilea. “Felipe se lo comentó a Andrés, y juntos fueron a preguntarle a Jesús. Jesús respondió: «Ya ha llegado el momento para que el Hijo del Hombre entre en su gloria.” Quizás con esta respuesta ellos afirmaban que la fama de Jesús ha llegado muy lejos, hay gente que lo busca, que se siente atraída por su figura. Podrían pensar que es el tiempo del maestro, del éxito, popularidad, de la gloria y el triunfo. Jesús seguidamente responde de una manera muy diferente a las posibles expectativas de Felipe, de Andrés y de esos griegos. No es la hora de la notoriedad, sino es la hora que el grano de trigo debe ser sembrado y morir bajo tierra. Es la hora de una dolorosa siembra, no de la recolección triunfal. La fertilidad y reproducción pasa a través de la muerte. La hora y el tiempo de Jesús es el de la pasión, del paso de este mundo al Padre. En este tiempo nos podemos preguntar ¿Cuál es nuestra hora? ¿Cuál es la hora de la iglesia? “La gente quiere ver a Jesús” “La gente solamente necesita ver a Jesús”. No es ver nuestras estructuras, métodos, sistemas, jerarquías, prestigio, reglamentación, lucha por el poder y control. “Solo queremos ver a Jesús”. Así de simple, pero a su vez es necesario dar un paso que implica morir a una vieja mamera de ser. Dejar atrás lo que no sirve y nacer a una nueva manera de ser iglesia para los demás. Sino lo hacemos, simplemente nos quedamos solos. “Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo”. Que Dios nos ayude a repensar los modelos y formas que tenemos de ser iglesia y comunidad. Que podamos ser una comunidad abierta para los demás guiada por el Espíritu Santo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 25 de febrero de 2025

Jesús sale del templo para no volver, Mc 13:1-2

 Todo lo que tenía 

” —Les aseguro que esta viuda pobre dio más que todos los ricos. Porque todos ellos dieron de lo que les sobraba, pero ella, que es tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir.”, Mc 12:28-44

Hay diferencias entre ricos y pobres en el Evangelio, y este párrafo lo destaca. Los que tienen, deben expresar más cabalmente su generosidad. En cuanto a los débiles y desprotegidos tenemos que cuidar que no pierdan la vida para enriquecer a un sistema de piedras o de templo. Todo esto nos debe hacer reflexionar. Dios no aprueba los actos en donde se les quita el sustento a los más pobres. En este caso particular es “a la mujer más pobre”. Por un lado, tenemos actitudes mezquinas de gente pudiente ¿Cómo avanzar hacia una vida de generosidad? ¿ Qué es lo que se debe enseñar? Este texto debe ser leído en el contexto de la teología profética y de misericordia de Jesús. No debe ser domesticado para servir a la institución religiosa. El templo repleto de riquezas roba a la viuda indigente de todo lo que tiene. En vez de proteger a las viudas pobres o indigentes, las explota. Jesús sale del templo para no volver, Mc 13:1-2. A las palabras de Jesús hay que entenderlas más como un lamento y no como una voz de alegría. Es una desaprobación al sistema de esos valores y a las motivaciones de esos maestros de la ley. Ese sistema de valores enseña que “no hay regalo demasiado costoso para la casa de Dios”. «¿Hasta cuándo dictarán decisiones injustas que favorecen a los malvados? » Hagan justicia al pobre y al huérfano; defiendan los derechos de los oprimidos y de los desposeídos. Rescaten al pobre y al indefenso; líbrenlos de las garras de los malvados”, Salmo 82:2-4

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 24 de febrero de 2025

"Él siente compasión por los débiles y los necesitados y los rescatará"

La vida en primer lugar

“Había allí mucha gente, y todos escuchaban a Jesús con agrado. Jesús siguió enseñando y les dijo: «¡Cuídense de los maestros de la Ley!, Mc 12:37-44
 
Marcos describe severamente la actitud de los maestros de la ley. Jesús les dice: “¡Que buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones!?", Mc 7:9. Hace referencia a la enseñanza que daban cuando un hijo le podía decir a su padre o madre: “mamá, con mucho gusto te ayudaría pero el dinero que tengo es “corbán” (para el templo, Mc. 7:11), o sea, dedicado a Dios (en realidad era un dinero que no querían usar en el cuidado de la madre y que lo protegían para luego gastarlo en otra cosa). La tradición y enseñanza que se imponía por parte de estos maestros anulaba la palabra de Dios o sea el mandamiento de “Honra a tu padre y a tu madre”, Éx 20:12 y Dt. 5:16. En el caso de la viuda pobre Jesús señala que se privilegia un sistema de acumulación antes que la vida, Mc 12:37-44. La viuda pobre es una víctima, crédula o forzada, de un sistema que privilegia la posesión antes que la vida. No hay elogio por parte de Jesús a cualquier sistema religioso que vive abusando, presionando o manipulando sobre las ofrendas, que por ingenuidad o presión religiosa, terminan dando su vida a explotadores insensibles. Las personas que interpretan mal este pasaje lo que hacen es exigir lo que establece la institución o el templo, pero no lo que dice Dios. No hay ninguna promesa de prosperidad o alabanza en estos textos avalando dar todo ante el pedido de ofrendas. Este tipo de actitudes e imposiciones quitaron el sustento a la mujer más pobre. La verdadera mayordomía cristiana no está en alimentar un sistema de acumulación, sino en la preservación de la vida. “Rescatará a los pobres cuando a él clamen; ayudará a los oprimidos, que no tienen quién los defienda. Él siente compasión por los débiles y los necesitados y los rescatará. Los redimirá de la opresión y la violencia, porque sus vidas le son preciosas”, Salmo 72:12-14. “Busca la justicia y el amor, y encontrarás vida, justicia y riquezas.”, Pr 21:21. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 22 de febrero de 2025

“Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría»

 El sustento para vivir

“... dos moneditas de poquísimo valor… pero ella, que es tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir.”, Mc 12:42-44

El templo tenía que ser casa de oración a las naciones y no una cueva de ladrones, Mc 11:17. Según la ley, las viudas no debían dar las ofrendas sino recibirlas, Dt 14:28-29. Cuando esta mujer pone allí “todo su sustento” el objetivo de las ofrendas queda totalmente desequilibrado y desvirtuado. No son para agradecer la vida renovada, como establece el texto del Deuteronomio, 26:1-13 (ver especialmente el v. 12), sino que convocan a la muerte. Jesús no dice que esa viuda recibirá mucho, no anuncia su bendición ni su prosperidad. La ve como una condenada a la extrema pobreza e inanición, como la víctima de un sistema corrupto que contradice la ley que dice representar. Lo que ofrenda la viuda es la moneda más pequeña y de menos valor.  Ahora bien ¿Por qué la viuda que vivía en la pobreza, sin recursos suficientes, no dio solo una monedita de cobre? ¿Por qué dio dos monedas? Una ley rabínica que se codificó en siglos posteriores nos puede dar el dato y es que en cuestiones de contribuciones al templo se tenía que dar como mínimo dos monedas. Es como decir usted no puede ofrendar menos que esto y este es el mínimo que usted tiene que dar. Se observa cuales son las motivaciones de los dirigentes y el argumento es que no hay regalo demasiado costoso para Dios. Esto podía implicar que se debe ofrendar, aunque esto signifique desatender a la familia, padres, hijos o a uno mismo en las necesidades básicas. Jesucristo no aprueba a los maestros de la ley cuando se aprovechaban de personas tan frágiles e indefensas como las viudas. ¿Es justo presionar, manipular y exigir las ofrendas? ¿Qué deberíamos hacer con los pobres que apenas les alcanza para el sustento? ¿Qué es lo que debemos enseñar en relación con la generosidad? ¿Cuál debe ser la medida? “Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría», 2 Co 9:7

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 21 de febrero de 2025

"Si realmente desean contribuir, Dios aceptará con agrado sus ofrendas, pues él no espera que demos lo que no tenemos. Pero no queremos que, por ayudar a otros, les falte a ustedes lo necesario. Lo que deseamos es que haya igualdad”

 Igualdad

"En eso llegó una viuda pobre, y echó en una de las cajas dos moneditas de poquísimo valor.”, Mc 12:40-42
 
Una viuda pobre ofrenda dos moneditas de muy poco valor y echo todo lo que tenía para vivir. Todo esto levanta preguntas: ¿Cuál fue la motivación de la viuda para ofrendar? ¿Habrá sido la presión por el sistema instituido? ¿Será para ser aceptada delante de la gente y de Dios? ¿Será que buscaba la libertad delante de Dios mediante un sistema de cancelación de deudas? ¿Habrá sido guiada por un corazón totalmente desprendido y generoso? Jesús, ¿Está describiendo una situación? ¿Sobre quienes habla Jesús en ese contexto? Las palabras de Jesús establecen un hecho. Mientras los demás ofrendan “lo que les sobra”, una parte insignificante de sus posesiones, la viuda entrega el total, lo que le sirve para vivir. Para muchos peregrinos pobres el diezmo era una pesada carga. Lo cierto es que también esto se observa en la vida de las iglesias. Los que más tienen muchas veces dan con mezquindad y los pobres colocan todo lo que tienen o hacen el máximo esfuerzo. Es notable que en las palabras de Jesús no aparece ninguna alabanza, ni destaca un sentido positivo del acto de la viuda. La carga interpretativa en cuanto a la generosidad que se ha puesto en este pasaje hace que leamos allí lo que no está. La frase de Jesús, vale la pena repetirla, simplemente establece que la viuda puso comparativamente más que los otros. ¿Pero es eso bueno, la hace mejor? Si miramos el contexto, lejos de encomiar el gesto de la viuda, Jesús la ve como víctima de un sistema de explotación. Acaba de decir que los maestros de la ley se quedan con las casas de las viudas y ahora el Templo completa esa injusticia porque se queda aún con su sustento. "Si realmente desean contribuir, Dios aceptará con agrado sus ofrendas, pues él no espera que demos lo que no tenemos. Pero no queremos que, por ayudar a otros, les falte a ustedes lo necesario. Lo que deseamos es que haya igualdad”, 2 Co 8:12-13.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

jueves, 20 de febrero de 2025

«¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz.»

 Equilibrio y equidad

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —Les aseguro que esta viuda pobre dio más que todos los ricos. Porque todos ellos dieron de lo que les sobraba, pero ella, que es tan pobre, dio todo lo que tenía para vivir”, Mc 12:43

La escena probablemente se ubica en el patio de las mujeres donde hay 13 cofres en forma de trompeta que rodean a los que adoran. En esos días, no existían los billetes. Todo el dinero era en forma de moneda. Cuando uno insertaba la ofrenda por esa trompeta o cuerno, obviamente que se producía una amplificación del sonido de las monedas rodando, lo cual, cuando alguien ofrendaba generosamente, llamaba la atención de todos los presentes. También la escena podría ser en la tesorería misma cuando la gente pasaba al lugar donde se depositaban las ofrendas. Es probable que hubiera un sacerdote llevando la contabilidad, ya que parte de esas ofrendas debían ser asentadas como diezmos. Por otro lado, peregrinos de la diáspora traían ofrendas reunidas en sus comunidades y necesitaban los recibos correspondientes. Todo a la vista de las personas que pasaban. Eso explica por qué los montos de las ofrendas eran conocidos. Jesús está mirando este procedimiento. Si atendemos lo que Jesús acaba de decir «¡Cuídense de los maestros de la Ley! (Mc 12.38-40), se puede suponer que el humor y valoración de este acto por parte del Señor no ha de ser muy positivo. “Si un rico ve que alguno de su propia iglesia tiene alguna necesidad, y no lo ayuda, ese rico no ama como Dios ama”, 1 Jn 3:17. “Luego miró Jesús a los que estaban allí, y les dijo: «¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz.», Lc 12:15.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 19 de febrero de 2025

“Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos"

 Rigidez legalista

¡Y son ellos los que roban las casas de las viudas, y luego hacen oraciones muy largas! Pero Dios los castigará más duro que a los demás.» Un día, Jesús estaba en el templo, y se sentó frente a las cajas de las ofrendas. Allí veía cómo la gente echaba dinero en ellas. Mucha gente rica echaba grandes cantidades de dinero. En eso llegó una viuda pobre, y echó en una de las cajas dos moneditas de poquísimo valor.”, Mc 12:40-42

El relato llamado la “Ofrenda de la viuda” es conocido y muchas veces se levanta como ejemplo cuando se predica sobre la generosidad que se espera de los miembros de las Iglesias. Es una historia donde a veces se lee más de lo que el mismo texto dice, por lo tanto, es clave fijarnos en lo que dice el texto como en lo que no dice. Jesús acaba de tener una conversación productiva con un escriba y el texto culmina con un reconocimiento de la cercanía entre este maestro de la ley y el Reino de Dios: “No estás lejos del reino de Dios”. Si bien el ambiente es hostil es posible encontrar acuerdos y personas sanas e íntegras, pero lanza una advertencia generalizada frente a ellos donde describe la rigidez legalista y la explotación del poder que hacen los sacerdotes. ¿De dónde sacan estos escribas su posición de abundancia pese al origen humilde de ellos? Surge de lo que cobraban a las viudas cuando actuaban como abogados para proteger sus derechos. Son nombrados administradores dado que en ese tiempo a las mujeres se las consideraba indignas e incapaces de manejar los bienes de su marido fallecido. No era difícil para un escriba experimentado manejar los asuntos de las mujeres sin protección, como eran las viudas. En esa ambición por acomodarse socialmente al modo del Imperio, usan sus artes y ciencias para enriquecerse. ¿La viuda de la ofrenda habrá sido víctima de una de esas trampas? Jesús está señalando el deseo que tienen de enriquecerse y confiscar los bienes de los pobres. “Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos. Sí, habla a favor de los pobres e indefensos, y asegúrate de que se les haga justicia”, Pr 31:8-9

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox