lunes, 30 de diciembre de 2024

No se trata de ir detrás del rendimiento y la productividad

 Relación

“María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas”, Lc 10:39

Dios nos llama a profundizar una relación con él. No se trata de ir detrás del rendimiento y la productividad. La prioridad es estar con él para luego saber estar con los demás. Significa estar disponible y recibir de parte del Señor su palabra. Es escuchar y contemplar para luego hacer. Es darle al Señor la hospitalidad en nuestro espacio interior e íntimo, que está reservado a él y su amor. Jesús está siempre en camino, con su luz, su amor, su palabra. Sale a nuestro encuentro y si hace visible. El desea ser el centro de nuestra vida y para esto se necesita un corazón receptivo y sensible. Es tener sed de Dios. Entonces el amor transforma a la persona. Esta palabra que la encontramos en el camino necesita una zona de silencio para saber escucharlo. Él nos revela su corazón y secretos. “Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.”, Jn 15:15. Todo se trata de ofrecernos a nosotros mismos. Es la capacidad de entregarnos y buscar estar a los pies del Señor. “El Señor los guiará continuamente; les dará agua cuando tengan sed y restaurará sus fuerzas. Serán como un huerto bien regado, como un manantial que nunca se seca.”, Is 58:11

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 29 de diciembre de 2024

“Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”

 Esencial

"Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse...”, Lc 10:42

El Señor nos suele llamar la atención cuando existe un exceso de programas, novedades, actividades, distracciones y perdemos de vista lo esencial. Podemos llegar a creer que nosotros ponemos la medida de lo que le agrada al Señor. La escritura nos recuerda que “Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno… El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios.”, Sal 51:16-17. “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.”, Jn 15:4-5 “Amo a todos los que me aman. Los que me buscan, me encontrarán.”, Pr 8:17. “Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme”, Jer 29:13. “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”, Heb 4:16 “En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios! Hice al Señor Soberano mi refugio, y a todos les contaré las maravillas que haces”, Sal 73:28. Que el Señor nos ayude a permanecer en el.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 28 de diciembre de 2024

Dos dimensiones que tienen que estar estrechamente unidas

  El encuentro con la palabra y la obra

“Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena.”, Lc 10:38-40

Nos encontramos con dos hermanas que muestran dos maneras de recibir a la gente. Por un lado, esta Marta que realiza un servicio generoso y por el otro lado nos encontramos con Maria con una escucha atenta, participativa y amorosa. Marta elige el camino del dar y del hacer por Jesús. María el de recibir y dejarse hacer por él. En este texto no se trata de elegir entre Marta o María. Ellas forman dos dimensiones que tienen que estar estrechamente unidas. Se trata de servir como lo hizo Marta y de escuchar como María. Una cosa no está en oposición a la otra, pero debemos tener cuidado que la “perspectiva, importancia y alcance de Marta” puede sofocar la “perspectiva, importancia y alcance de María” o viceversa. La palabra y la obra deben ir juntas. ¿Cuál de las dos facetas debe ir primera? Dependerá de las circunstancias y oportunidades. Son como las dos caras de una misma moneda o como un avión que para volar necesita de las dos alas. En este episodio que desarrolla Lucas, hay un momento y ocasión que no hay que perder, es decir, la relación personal con el Señor. Se trata de comprender la importancia de la hora, de la ocasión ofrecida, Jesús va hacia Jerusalén. Es cuestión de sacrificar lo urgente a lo importante. “Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.” La escritura también nos recuerda: “De la tribu de Isacar había 200 jefes junto con sus parientes. Todos estos hombres entendían las señales de los tiempos y sabían cuál era el mejor camino para Israel.”, 1 Crónicas 12:32.  Jesús nos llama a discernir nuestro tiempo y prioridad.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 27 de diciembre de 2024

Arriesgar el corazón

  ¿Y quién es mi prójimo?

“Un maestro de la Ley se acercó para ver si Jesús podía responder a una pregunta difícil,... —¿Y quién es mi prójimo? Entonces Jesús le puso este ejemplo:«Un día, un hombre iba de Jerusalén a Jericó. En el camino lo asaltaron unos ladrones y, después de golpearlo, le robaron todo lo que llevaba y lo dejaron medio muerto. »Por casualidad, por el mismo camino pasaba un sacerdote judío. Al ver a aquel hombre, el sacerdote se hizo a un lado y siguió su camino. Luego pasó por ese lugar otro judío, que ayudaba en el culto del templo; cuando este otro vio al hombre, se hizo a un lado y siguió su camino. »Pero también pasó por allí un extranjero, de la región de Samaria, y al ver a aquel hombre tirado en el suelo, le tuvo compasión. Se acercó, sanó sus heridas con vino y aceite, y le puso vendas. Lo subió sobre su burro, lo llevó a un pequeño hotel y allí lo cuidó… Jesús terminó el relato y le dijo al maestro de la Ley:—A ver, dime. De los tres hombres que pasaron por el camino, ¿cuál fue el prójimo del que fue maltratado por los ladrones?—El que se preocupó por él y lo cuidó —contestó el maestro de la Ley. Jesús entonces le dijo:—Anda y haz tú lo mismo.”, Lc 10:25-37

Nos encontramos con un experto en la ley religiosa que se levantó para probar a Jesús. Este religioso quería medirse con Jesús, ponerlo a prueba, definir el concepto exacto de prójimo y determinar con precisión los límites del amor. Jesús no se presta al juego y le interesa que toda persona esté dispuesta a involucrarse en el plano existencial. Lo concreto y esencial es el amor y el servicio. El Señor busca el compromiso y que nos dejemos cuestionar en los temas del amor al prójimo. No alcanzan las perfectas declaraciones doctrinales. Se trata de ir y hacer. El conocimiento es inseparable de la praxis. No se trata de responder bien en forma teórica, sino que la teoría hay que llevarla a la práctica. Dios nos llama a tener compasión y arriesgar el corazón. Se trata de no tener miedo al amor y no estar distante. Nuestro Dios siempre está cerca, próximo, nos alcanza, se detiene y cura nuestras heridas. Jesús nos dice "—Anda y haz tú lo mismo".

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

jueves, 26 de diciembre de 2024

Jesús no apaga el entusiasmo, sino la fantasía

  Opciones

“Cuando iban por el camino, alguien le dijo a Jesús: —Te seguiré a cualquier sitio que vayas. Jesús le contestó: —Las zorras tienen sus cuevas, y las aves tienen nidos, pero yo, el Hijo del hombre, no tengo ni siquiera un sitio donde descansar. Después Jesús le dijo a otro: —¡Sígueme! Pero él respondió: —Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre. Jesús le dijo: —Lo importante es que tú vayas ahora mismo a anunciar las buenas noticias del reino de Dios. ¡Deja que los muertos entierren a sus muertos! Luego vino otra persona y le dijo a Jesús: —Señor, quiero seguirte, pero primero déjame ir a despedirme de mi familia. Jesús le dijo: —No se puede pertenecer al reino de Dios y hacer lo mismo que hace un mal campesino. Al que se pone a arar el terreno y vuelve la vista atrás, los surcos le salen torcidos.”, Lc 9:57-62

Jesús es contundente al expresar sus opciones con relación a su seguimiento y la misión. Hay urgencia y Jesús nos vuelve a decir “Sígueme”. Es auténtico, no esconde nada y nos muestra en que consiste este camino. No suele haber rebaja en el costo del billete. Mas que atraer parece decepcionar a todos aquellos que buscan una mejora en las condiciones del viaje. Jesús no apaga el entusiasmo, sino la fantasía. Nos llama a ser conscientes de las circunstancias, dificultades, sacrificios, renuncias y todo lo que implica el compromiso en ser discípulo. Somos llamados a ser y hacer discípulos. En la práctica el mandamiento de seguir a Jesús es idéntico al mandamiento de creer en Él. El discipulado ocurre cuando alguien responde al llamado de aprender de Jesús, cómo vivir su vida como si Jesús la estuviera viviendo. Como resultado, el discípulo se convierte en el tipo de persona que naturalmente hace lo que hizo Jesús. Lo que caracteriza al discípulo de Jesús es la mirada hacia delante. Es alguien que busca ser semejante a Jesús, está dispuesto a tener sus mismos gestos y seguir sus mismas opciones. Vive la sorpresa en las manos de Dios, un itinerario imprevisible, una aventura, cosas inesperadas, novedades y riesgos que construyen a un creyente en Jesús. Trabaja a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Es libre, busca espacios más abiertos y no soporta una tienda angosta. Un discípulo de Jesús es alguien que está dispuesto a seguir una relación profunda y un nuevo proyecto de vida aceptando sus preferencias, pensamientos y actitudes. Es aquel que vive en Fe, Esperanza y Amor.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Enfrentarse a los prejuicios raciales, políticos y religiosos

 Un fuego extraño

“Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús debía subir al cielo, decidió ir hacia Jerusalén.  Envió a unos mensajeros a un pueblo de Samaria para que le buscaran un lugar donde pasar la noche. Pero la gente de esa región no quiso recibir a Jesús, porque sabían que él viajaba a Jerusalén.  Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron lo que había pasado, le dijeron a Jesús: «Señor, permítenos orar para que caiga fuego del cielo y destruya a todos los que viven aquí.» Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después, se fueron a otro pueblo”, Lc 9:51-56 

El recorrido más corto entre Galilea y Jerusalén pasa por Samaria pero la gente de esa región no quiso recibir a Jesús. Jesús tuvo que enfrentarse a los prejuicios raciales, políticos y religiosos. Se le niega la hospitalidad y Santiago junto con Juan le dijeron: «Señor, permítenos orar para que caiga fuego del cielo y destruya a todos los que viven aquí.». Para Jesús este es un fuego extraño porque el fuego que Dios desea es el de encender los corazones con el amor. Debemos tener cuidado en no transformarnos en “Hijos del trueno”. “Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió”. Jesús nos enseña a ser tolerantes en oposición a la crueldad y el fanatismo. Nos podemos equivocar con el significado del fuego. Dios busca que nuestras vidas puedan arder con la pasión del amor. Jesús da su vida por toda la humanidad incluyendo a sus enemigos. Se trata de seguir caminando con paciencia y mansedumbre. “A un corazón solo lo puede doblar otro corazón” “Cuando todo ha fracasado el amor vence”. “Pero ahora déjenme mostrarles una manera de vida que supera a todas las demás… El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.”, 1 Co 12:31, 13:7 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 24 de diciembre de 2024

"Su reinado no tendrá fin"

 Emanuel “Dios con nosotros”. 

Mateo al comenzar el evangelio indica que la presencia de Jesús es prometida para Israel: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamaran Emanuel» (Que significa «Dios con nosotros») Mt. 1:23 y las últimas palabras de este mismo evangelio de Mateo dice: «Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo» Mt. 28:20b. En el final de su evangelio su presencia es prometida para todos los discípulos donde estos se encuentren.

Mateo toma la expresión “con ustedes” y “hasta el fin del mundo” de la palabra Emanuel que es “Dios con nosotros” citado en Is 7:14 y Mt 1:23. La permanencia de Jesús está relacionada con el compromiso de sus seguidores con la misión. En el proceso de hacer discípulos Jesús permanece con todos aquellos que se comprometen a estar en su seguimiento. “En el Antiguo Testamento la presencia del Señor se enfatiza especialmente cuando la misión es peligrosa (Jos. 1:5, Is 43:1-13)” 

Algunos pueden preguntar ¿Por qué involucrarnos en la misión de Dios cuando hay peligros? La respuesta es que nos involucramos en la misión porque Jesús está con nosotros. Dependemos de la palabra sencilla de Jesús, no de algo espectacular o determinadas seguridades. Es precisamente aquí donde debemos volver a confiar en la palabra sencilla de Jesús y toda la escritura.

La última palabra la tiene nuestro Dios. Es el principio y es el final, es la primera y última palabra para la humanidad. «Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra» (Mt. 28:18). Su autoridad no solamente la tiene sobre la tierra sino también sobre el cielo. Su autoridad es de extensión universal. Por lo tanto, “Si Jesús, en realidad, es Señor de todo, esta realidad tiene que ser proclamada”.

Jesús nos dijo: “Por tanto vayan y hagan discípulos” (Mt 28:19). El hecho que Jesucristo es el Señor y Rey de todo implica una misión global. Su reinado y victoria es final. Se cumple o se cumple, no hay medias tintas o marcha atrás. “Su reinado no tendrá fin” Lc 1:33.

Celebremos su nacimiento no solamente para mirar, ni aun para admirar, sino para compartir su Misión.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 23 de diciembre de 2024

Hay momentos y momentos en la vida

 El fuego sigue encendido

“Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús debía subir al cielo, decidió ir hacia Jerusalén”, Lc 9:51

Hay momentos y momentos en la vida. Muchas veces nos encontramos en situaciones y circunstancias que definen quienes somos. La escritura relata que Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén. Fue un tiempo donde tuvo que afirmar su rostro y tomar una resolución. Implicaba vencer cualquier resistencia y estar decidido en llegar hasta el final del camino. El texto de Isaías nos recuerda “Por eso, no seré humillado, pues es Dios quien me ayuda. Por eso me mantengo firme como si fuera una roca, y sé que no seré avergonzado.”, Is 50:7. “¿Qué más les puedo decir? No me alcanzaría el tiempo para hablarles de la confianza en Dios de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas. Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países; y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y apagaron grandes incendios. Escaparon de que los mataran con espada, recibieron fuerzas cuando más débiles estaban, y en la guerra fueron tan poderosos que vencieron a los ejércitos enemigos. Algunas mujeres confiaron en Dios, y por eso Dios hizo que sus familiares muertos volvieran a vivir. Algunos confiaron tanto en Dios que no quisieron que los dejaran en libertad. Al contrario, dejaron que los mataran, porque sabían que volverían a vivir y así estarían mucho mejor. Mucha gente se burló de ellos y los maltrató, y hasta los metió en la cárcel.  A otros los mataron a pedradas, los partieron en dos con una sierra, o los mataron con espada. Algunos anduvieron de un lugar a otro con ropas hechas de piel de oveja o de cabra. Eran pobres, estaban tristes, y habían sido maltratados. La gente de este mundo no merecía personas tan buenas, que anduvieron sin rumbo fijo por el desierto, por las montañas, por las cuevas y las cavernas de la tierra. Dios estaba contento con todas estas personas, pues confiaron en él.”, Heb 11:32-39. Que el Señor nos ayude a confiar más y más en él y mantener las decisiones tomadas en cualquier circunstancia. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 22 de diciembre de 2024

Dios es un Dios que vive y se alegra en la comunidad

 Comunidad, comunión y solidaridad

“Jesús les respondió: —Les aseguro que quien haya dejado algo por seguirme y por anunciar las buenas noticias, recibirá su premio. Si dejó a sus hermanos o hermanas, a su padre o a su madre, a sus hijos, su casa o algún terreno, recibirá en esta vida cien veces más casas, terrenos y familiares, aunque también será maltratado por sus enemigos. Y cuando muera, vivirá con Dios para siempre; pero muchos que ahora son importantes, serán los menos importantes; y muchos que ahora no son importantes, serán los más importantes", Mc 10:29-31

Dios es un Dios que vive y se alegra en la comunidad. La imagen de Dios es comunitaria, Dios Padre, Dios Hijo y Dios el Espíritu Santo. Hablamos de la relación y la comunión entre las tres personas de la trinidad. Expresar la imagen de Dios es saber vivir en medio de la comunidad y no separados de la misma. Es el lugar de encuentro donde nos animamos y cuidamos los unos a los otros. Nuestro Dios nos anima a salir del egoísmo y dejar de pensar en nosotros mismos. Padre, Hijo y Espíritu Santo todos comparten una sola esencia divina. La divinidad se marca por la unidad y la diversidad sin conflicto. Nos habla de un amor íntimo y perdurable. A través del amor divino, estamos íntimamente relacionados unos con otros. La naturaleza de Dios es la comunión y nos invita a estar en comunión con él y unos con otros. La comunidad no constituye un rinconcito tranquilo y apartado del mundo, sino un punto de partida para ir al mundo. Cuando dejamos algo por seguir al Señor y anunciar las buenas noticias, "recibimos en esta vida cien veces más casas, terrenos y familiares, aunque también seremos maltratados por los enemigos. Y cuando muramos, viviremos con Dios para siempre”. “Ayuda en todo al abogado Zenas, y también a Apolo (en su viaje de servicio). Dales todo lo que necesiten para seguir su viaje (a las naciones), y cuida de que no les falte nada. Los nuestros deben aprender a hacer lo que es bueno, y ayudar a otros. Así vivirán como personas útiles.”, Tito 3:13-14

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 21 de diciembre de 2024

"Amigos, ¡es muy difícil entrar en el reino de Dios!"

 Inquietar más que tranquilizar

“Jesús dijo a sus discípulos: —¡Es muy difícil que una persona rica acepte a Dios como su rey!”, Mc 10:23

Mientras Jesús iba de camino llegó una persona que tenía la inquietud sobre la “vida entera”. Jesús se detuvo y esta fue una oportunidad para enseñar a los discípulos. “—Amigos, ¡es muy difícil entrar en el reino de Dios!  Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que una persona rica entre en el reino de Dios. Los discípulos se sorprendieron mucho al oír lo que Jesús dijo y comentaban entre ellos: —Entonces, ¿quién podrá salvarse?”, Mc 10:24-26. Hay una preocupación pastoral de los discípulos. “Jesús los miró y les dijo: —Para los seres humanos eso es imposible, pero todo es posible para Dios”, Mc:10:27. Es imposible salvarnos nosotros mismos, pero si es posible ser salvados. Esta escena y relato es una página destinada a inquietar más que tranquilizar. El énfasis está en “seguir”. El que está con Jesús, encuentra en él todo lo que ha dejado. En el seguimiento se gana una plenitud de vida. Lo que ofrece Jesús lo incluye todo, incluso el maltrato por los enemigos. El estar con Jesús es siempre una riqueza amenazada. Es tiempo de prueba, pero encontramos tesoros. “Jesús les respondió: —Les aseguro que quien haya dejado algo por seguirme y por anunciar las buenas noticias, recibirá su premio. Si dejó a sus hermanos o hermanas, a su padre o a su madre, a sus hijos, su casa o algún terreno, recibirá en esta vida cien veces más casas, terrenos y familiares, aunque también será maltratado por sus enemigos. Y cuando muera, vivirá con Dios para siempre, pero muchos que ahora son importantes, serán los menos importantes; y muchos que ahora no son importantes, serán los más importantes.”, Mc 10:29-31. Ellos son invitados a una experiencia en la cual serán recompensados por su desprendimiento con una nueva comunidad de bienes y relaciones interpersonales.  En el seguimiento de Jesús hay riesgo, pero hay Gracia. Caminar con Dios es confiar. “Por eso, de sus riquezas maravillosas mi Dios les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta” Fil 4:19

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

Permanecer en lo alto para luego descender transformados

Ascender y descender “A los pies del Señor …”, Lc 10:39 Se dice que todo lo que sube vuelve a bajar. Jesús nos lleva a un encuentro con él y...